Gracias a todos los que siguen mi historia, comentan o votan. Ustedes son la razón para seguir escribiendo.

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Capítulo 6:

Ya habían pasado lo años y Hizumi ya no era la pequeña niña de cinco años que acababa de ser recibida por la familia Onodera, no, ahora era toda una joven a punto de cumplir 18 años y comenzar una nueva etapa en su vida: la Universidad.

Todos pensaban que Hizumi iba a seguir la carrera de su madre, ya que se le veía muy contenta en el mundo de la moda, es más, en algunas ocasiones ella misma modelaba para revistas con la ropa que diseñaba su madre.

Pero no, ella, al igual que su hermano, se dejó llevar por el maravilloso mundo de la Literatura en que se ha visto envuelta desde pequeña y ver en su hermano esa expresión de satisfacción cuando publican un libro editado fue el último impulso para al fin poder decidirse en seguir la literatura como la carrera que quisiera ejercer a lo largo de su vida, sin embargo ella no quisiera ser editora, si no su mayor sueño es ser una escritora reconocida y que sus libros se conviertan en Best-seller así como los de Akihiko Usami, quien tuvo el placer de conocer cuando a su hermano lo pusieron a cargo de él hace algunos años y aparte de que era el mejor amigo de su hermano Takahiro.

Ha conversado algunas veces con él y a pesar de ser una persona taciturna, en estos últimos años se ha vuelto mucho más sociable y, aunque no lo parezca, más alegre, como si alguien más le diera esa felicidad.

En estos momentos Hizumi regresaba de su ceremonia de graduación a su casa acompañada de su mejor amiga Nami Tachibana, una chica pelinegra con cabello corto, bajita: 1.56 m, sus ojos de un color tan oscuro que fácilmente puede confundirse con el negro.

Hizumi y Nami eran las mejores amigas desde tercer grado de primaria que la familia de Nami se mudó a Tokio por el trabajo de su padre, ellas congeniaron rápidamente apenas se conocieron, Nami era una de las pocas personas que sabían que Hizumi era adoptada, pero con todo eso igual estuvo ahí para apoyarla, se conocían ya por 10 años, también conocía a sus dos hermanos, a Takahiro lo veía como una persona muy jovial y alegre y como el hermano mayor que nunca tuvo, a ser hija única se le hacía fácil soñar. En cambio Ritsu era otro caso, ellos no se podían ver ni en pintura, sin embargo para no hacer sentir mal a Hizumi le hablaba solamente lo justo.

Estaban solo a tres días de la gran fiesta de 18 de la heredera de los Onodera a la que estaban invitados tanto los amigos de sus padres como los de ella, ese dia iban a comprar los respectivos vestidos para la ocasión.

Ingresaron a una tienda donde conocían a la dueña ya que esta vendía la ropa que la madre de Hizumi confeccionaba.

- ¿Crees que me quedará bien?- preguntó Hizumi a Nami mostrándole un vestido color coral largo muy simple.

- Te hace ver muy mayor, por kamisama Hizumi, cumples 18 no 48- le replicó Nami haciendo que su amiga se riera y se meta de nuevo al probador.

- ¿Y este?- salió con un vestido corto color fucsia con una cinta negra alrededor de la cintura, tenia un tul de un color rosa suave con algunas decoraciones también de color negro.

- Muy fresa- dijo apenas mirándola volviendo la vista a una revista que le dio la dueña del local para sus clientes.

- Mira quien habla, la niña que si fuese por ella iría a mi fiesta en piyama y con zapatillas o pantuflas- le replicó divertida viendo el tenue color sonrosado se atenuaba en las mejillas de su mejor amiga.

- Tu sabes que odio los vestidos y las fiestas- le contestó como defensa ahora si viéndole a la cara- pero bueno, ese es un vestido muy bonito para ti, sabes que no es mi estilo y sigo enojada contigo por tomar la elección TU sola de que tengo que hacer mi entrada con Ritsu, ¡Ritsu!, por kami, ¿tú sí que me odias no?- puso una cara de súplica haciendo que Hizumi negara con la cabeza- ufff, bueno lo intenté, ¿sabes que me debes una enorme?

- Ya, ya amiga, Ritsu no es tan malo como lo haces ver y nunca me dijiste porque lo odias…

- Yo no lo odio- le replicó cansadamente- simplemente no puedo soportar estar en la misma habitación con él. No quiero hablar de eso ahora, hemos venido aquí para comprar los vestidos que vamos a usar para la fabulosa fiesta de 18 años de la que paras hablando desde que estábamos en la escuela media, asi que vamos a elegir un vestido que nos haga sentir satisfecha a ambas, mira que estoy muy benevolente contigo para pedir que me ayudaras a comprarlo.

Luego de eso retomaron su búsqueda ahora de Nami y un par de tacones para Hizumi ya que Nami dijo algo como “agradece que esté llevando un vestido, pero no te aproveches, que ni loca voy a llevar tacones para no poder caminar nada con ellas”. Sin embargo la pelicastaña sabía que Nami iba a ceder en el último momento como siempre con sus palabras “Ash, está bien, tu ganas, pero escúchame bien, esta va a ser la ultima vez, la ultima, ¿entendiste Onodera?”, Hizumi siempre asentia callada mientras hacia un baile mental de la victoria.

Regresaron ya muy tarde a la casa de Hizumi donde se queda Nami a dormir cada vez que sus padres tienen un viaje de negocios y a Nami no le gustaba la soledad que representaba su casa sin ellos, por ello Hizumi le dijo que se podría quedar en su casa las veces que quiera, que era bienvenida en su hogar, sus padres la trataban como alguien de la familia.

Al llegar se dieron cuenta que no había nadie y había una nota pegada en la mesa del recibidor.

Querida hija.

                Hemos salido a un viaje de urgencia a Inglaterra, ha habido unos problemas con la nueva línea de ropa de verano, espero que entiendas, pero no te preocupes, aparte de que le dijimos a Ritsu que te acompañe en estos días, es de seguro que vamos a estar en ese día tan importante para ti.

                Con amor:

                               Tus padres.

- Bueno, parece que estaremos solas hasta que Ritsu-nii se digne a venir a ver como estamos- Nami lanzó una especie de gruñido y se sentó en el sofá para prender la televisión y buscar un programa que le divertía a ambas “antes de que comience la tortura”.