Lamento mucho la demora en serio, pero por falta de inspiración y de tiempo no pude subir capítulo hasta ahora.

Espero que disfuten el capítulo.

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Capítulo 5:

“¿Quién es Hizumi?”

Esa pregunta dejó descolocado a Takahiro, no sabía que hacer. No le respondió, solamente lo sacó de la habitación y lo mandó a que mirara televisión.

“Ahora que hago” se preguntaba mentalmente mientras dejaba a Misaki en su cama y lo hacía dormir, ojala tuviera una buena noche de sueño porque el tenía toda la noche por delante al darse cuenta de la nota que tenía en el bolsillo del pantalón.

FLASBACK:

- ¿Cómo que la han adoptado?- gritaba furioso, aunque parecía que mas que furioso sonaba desesperado.

­­­­­- Lo siento señor, la niña desde que ha estado aquí se ha vuelto una niña retraída, no hablaba con nadie y se le veía siempre triste hasta que llegaron los señores Onodera y ella estuvo radiante de felicidad, señor, la familia Onodera tiene una gran compañía y si piensa por el futuro de su hermana, ellos sabrán darle todos los recursos necesarios para que sea una profesional, ¿eso no es lo que quiere para ella?

El señor terminó de hablar y se quedó pensando, sí que sabía quienes eran los Onodera, el señor era dueño de una editorial (una de las mejores, cabe decir) y su esposa era una diseñadora de ropa que a Hizumi le gustaba, el señor tiene razón. Debería pensar más en el futuro de su hermanita, pero al menos quisiera hablar con ella una vez más.

- pero si quiere saber donde se encuentra ella, le podría dar la dirección de su casa- le dijo el encargado sacándole de sus pensamientos- claro si usted lo desea- asintió levemente mientras que el otro escribia una nota con la dirección, la recibió y la puso en el bolsillo del pantalón.

Se despidió del hombre y salió rápidamente al hospital a sacar a Misaki.

FIN FLASHBACK

Takahiro no quería dejar a Misaki solo, pero necesitaba verla, aunque sea la ultima vez, quería saber que se encontraba bien. Asi que, tomando valor, cerró todas las puertas de la casa y salió siguiendo la dirección de la arrugada nota.

Al otro lado de la ciudad dos niños o mejor dicho una niña y un pre-adolescente estaban viendo televisión, sus padres ya estaban por llegar y los querían esperar despiertos para poder contarles las cosas que pasaron en su dia.

Antes de que venga Hizumi, Ritsu se quedaba toda la tarde en la biblioteca de la escuela o de su casa y se encerraba a dormir temprano en su habitación , pero ahora con una hermana a quien cuidar, ya cuando regresaba de la escuela pasaba la tarde con ella jugando, leyendo, o simplemente, como en estos momentos, viendo televisión.

Un día, cuando Ritsu se había levantado para ir a dormir, Hizumi le preguntó por qué se iba a dormir si todavía no llegaban nuestros padres, y ella le convenció de que todas las noches esperaran para contarles su día, al principio no le gustó mucho la idea, pero ese lindo puchero  y sus brillantes ojos grises se convirtieron en su nueva debilidad que terminó por aceptar.

Sus padres no tardaron en llegar, cenaron mientras conversaban, los hombres sobre algo relacionado a la empresa y las mujeres en su nueva línea de ropa de verano que Yukiji iba a lanzar en un mes. Sin embargo esa tranquilidad fue interrumpida por unos insistentes toques en la puerta y la entrada precipitada de un joven universitario empapado de pies a cabeza a consecuencia de la fuerte lluvia inesperada que se llevaba a cabo en las calles de Tokio.

- Buenas noches, mi nombre es…- no pudo terminar de hablar por un fuerte grito de la pequeña de la casa que se había parado apresuradamente que de una manera veloz corrió a abrazarle al supuesto extraño.

- Taka-nii- gritó la pequeña Hizumi con una gran sonrisa que no pasó desapercibida por ningún miembro de su nueva familia.

Kaname se levantó y, haciendo uso de su porte elegante, se acercó al joven que todavía seguía abrazada de su joven hermanita y parecía no querer soltarla por nada.

- Buenas noches em…

- Takahashi, Takahiro Takahashi.

- Bueno, Takahashi-kun, ¿a qué merecemos su presencia en nuestro hogar?- le preguntó amablemente Kaname.

- Emm, bueno yo…- se puso muy nervioso de repente, a pesar de la voz tranquila de hombre, algo le decía que era alguien con quien es mejor no tener problemas si no quieres sufrir las consecuencias.- Yo vine a ver a mi hermanita, el asistente social me dio su dirección y tuve que venir a verla a pesar de todo lo que puede conllevar a hacer esto- y abrazó a su hermana con fuerza mientras que Hizumi, que seguía sonriendo como si le hubiesen dado todo el chocolate del mundo, lo apretó con más fuerza, ya que pensaba que la iban a volver a alejar de él.

- Taka-nii- le dijo la pequeña con su voz aguda- ¿Qué estás haciendo aquí?

- Vine a ver a Hizumi-chan para ver como estaba- le dedicó una sonrisa.

- Estoy muy bien Taka-nii, okaasan y otousan junto con Ritsu-nii son muy buenos conmigo.- Le dedicó a su hermano de sangre una gran sonrisa que le llegaba a los ojos y ahí lo comprendió todo, su hermana estaba mucho mejor en esa familia, sabía que su hermano no la recordaba y con él, que recién había comenzado a trabajar, no podía darle a su hermana la vida que la familia Onodera le podría proporcionar y tenía que pensar en Misaki, que ahora él iba a hacer que recibiera su atención, cuidaría muy bien de su hermanito, como no lo pudo ser con su hermana.

 Ya con eso en mente, dejó a Hizumi en el suelo al lado del otro niño que lo miraba con cierto recelo al ver como le hablaba a la que consideraba su nueva hermana que tenía que proteger de cualquiera que pareciera una amenaza y en esos momentos ese joven alto con lentes medio cuadrados era lo mas cercano a una amenaza para él.

- Etto, señores Onodera- dijo llamando la atención de los mayores que no dejaban de mirarlo intensamente- ¿podría hablar con ustedes un momento a solas?- les dijo de forma tímida el Takahashi mayor.

- Esta bien- le respondió secamente Kaname, luego se dirigió a sus pequeños hijos- Ritsu, tú y tu hermana pueden ir a arriba a ver televisión, pero no quiero que se queden hasta tarde, ¿entendido?

- Entendido, otousan, adiós okaasan- se despidieron al mismo tiempo.

- Adios Taka-nii, ojala nos volvamos a ver pronto- corrió a darle un abrazo y un beso en la mejilla para luego correr por las escaleras detrás de su nuevo hermano que ya la esperaba en el segundo piso. Al ver que se iban, los ahora padres de dos niños se volvieron al joven y le pidieron que se sentara en el sofá con ellos.

- Ahora- comenzó Kaname- quisiera que comenzaras a contarnos como sucedió todo.

Y eso hizo, le contó desde el accidente automovilístico de sus padres, hasta cuando se enteró de que sus hermanos pequeños no se acordaban entre ellos.

- Por favor señores Onodera- rogaba Takahiro- les pido poder ver a mi hermana, no sé qué haría sin ella, al menos para verla los fines de semana.

- No tienes que pedirnos permiso Takahashi-kun- le respondió Yukiji- la puedes ver cuántas veces quieras.

- Muchas gracias señora- el peliazul le dio un fuerte abrazo a la mujer a lo que ella respondió dulcemente- en realidad, muchas gracias.

- No tienes porque agradecernos, lo hacemos con gusto- le dijo Kaname- ahora quisiera que me hablaras más a fondo de tu hermano.

Y así se pasó gran parte de la noche charlando hasta que el más joven se tuvo que retirar a su hogar para velar de su pequeño hermano. Desde ese día supo que no había perdido una hermana, sino que había ganado unos tutores perfectos para ella.