Holaaaaa..... Lo se, ya más de dos semanas sin publicar pero véanlo esto como un regalo de navidad...

Ojala lo disfruten

- Bienvenida Hizumi a tu nuevo hogar- dijo Yukiji haciendo pasar a su nueva hija a una gran mansión ubicada en una zona residencial a las afueras de Tokio. Afuera era de color crema pastel, el vestíbulo estaba decorado al estilo victoriano, había unas 15 habitaciones, 10 de ellas con baño propio, 3 cocinas, 2 comedores principales y 5 pequeñas sala de estar, atrás de la casa había un hermoso jardín con una piscina de 25 metros y un pequeño patio de juegos. También existían 4 cuartos de estudio y una gran biblioteca con miles de libros que aclamaban ser leídos, Hizumi al ver esto le brillaron los ojos, ya que a ella, a pesar de tener 5 años, le encantaba leer. Recuerda como su hermano le leía cuentos antes de dormir y una de esas veces que no podía, ella había aprendido sola hace un año; cuando Takahiro se estaba preparando para su examen de universidad y ya no podía leerle. De esa manera descubrió su pasión a temprana edad.

Sus nuevos padres al ver esto sonrieron, no por nada Kaname era dueño de la editorial Onodera , una de las mejores del país, junto con la editorial Marukawa, ambas  tenían algo en común, eran dirigidas por familiares directos, se heredaban de padres a hijos hace ya varias generaciones y esperaba que Ritsu siguiera tal tradición.

¡Oh! Ristu, tenían que contarle la gran noticia, detuvieron el paseo de la niña por la casa mientras que Yukili traía a Ritsu a la sala.

- Ven pequeña, vamos- Kaname jaló suavemente la mano de Hizumi y se dirigieron a la sala donde ya estaban esperando los dos miembros faltantes de la familia.

- Mamá, ¿qué está pasando, para qué me llamaste?- preguntó Ritsu, un niño de 12 años, no tan alto para su edad, de piel clara como sus padres, cabello castaño claro como el de Kaname y unos ojos verdes brillantes como el de Yukiji.

Traía puesto su uniforme del colegio que consistía en un chaleco de color negro en estos momentos abierta, una camisa blanca con la insignia al lado derecho, también tenía unos pantalones del mismo color que el chaleco y por ultimo unos zapatos de cuero muy bien lustrados. En estos momentos tenía una cara de confusión total, la razón es porque no sabía para que lo requerían en la sala, no es que lo molestara estar en un momento familiar con sus padres, pero es que eso no pasaba en su hogar, sus padres siempre estaban trabajando, su madre es una gran diseñadora de modas y su padre era dueño de la editorial Onodera, así que por eso no tenían tiempo libre, solo se reunían cuando hay un acontecimiento importante y tenía una leve sospecha de que esta no sería la excepción.

Luego de un minuto su padre hizo gala de su presencia, saludó a su hijo, se acercó a su esposa y habló.

- Ritsu, tenemos algo que comunicarte, como sabrás tu madre y yo hemos salido esta mañana- esperó hasta que asintiera para continuar- pues, la razón de esta salida fue- se quedó callado por unos momentos, no sabía como darle esta noticia, Yukiji le apretó la mano en señal de apoyo- hijo- dijo ahora sentándose frente a el- se que esto va a ser difícil, pero tu madre y yo hemos anhelado algo así durante mucho tiempo, quiero que sepas que siempre te vamos a querer y que veas esto como algo bueno.

- Madre, ¿qué está pasando?- le preguntó ya muy asustado, que su padre hable de esa forma significa que ha pasado algo muy grave.

- Solo quiero que conozcas a alguien- dijo Kaname como si no le hubiesen interrumpido- Hizumi, entra por favor.

Luego de estas palabras apareció en la sala una niña de 5 años, cabello castaño claro amarrado en dos colitas de que hacían ver más inocente y de ojos color gris, parecido al mercurio. Traía puesto un vestido rosa pálido que le llegaba a las rodillas, Ritsu pudo apreciar que ese vestido pertenecía a la marca para niños que diseñaba su madre, unos zapatos de charol negros y unas medias blancas que le llegaban hasta sus rodillas. En fin, si la veías completa era igual a una de esas princesas que aparecen en el canal para niños. Los ojos grises miraban directamente a los orbes verdes de quien sería su nuevo hermano, temerosa por saber cómo reaccionaría.

El menor se había quedado de piedra al verla, ya estaba comprendiendo la situación, tendría una hermana, sabía que esas simples palabras iban a cambiar irremediablemente la vida llena de soledad que tenía hasta ese momento. No estaba enojado, todo lo contrario, le encantaba la idea, pero parece que sus padres creían lo primero ya que estaban cambiando expresiones lentamente a una de tristeza, miró a la niña de nuevo y vió que ella tenía la misma expresión que sus padres, ya después de unos minutos, que parecieron horas, al fin se dignó a hablar.

- Hola, mi nombre es Ritsu- le dijo con una tranquilidad que para nada era lo que sentía en el interior- y parece que voy a ser tu nuevo hermano mayor- se dirigió a sus padres- ¿verdad que sí?

Yukiji ya estaba hecha un manojo de lágrimas siendo abrazada por su esposo, los dos estaban muy felices que no podían hacer mas que asentir rápidamente mientras que Hizumi daba saltitos de felicidad y corría a abrazar a su “Ritsu-nii” como lo iba a comenzar a llamar desde hoy.

Ese día la familia Onodera celebraba un gran acontecimiento todavía sin saber que su elección hizo separar a dos hermanos de sangre.