D I E Z
—¡Vamos, Katsuki, ese pan no se va a hornear solo!
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—¡Gogo, esa ceja está algo dispareja!
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—¡Bakugō, arriba esas baguetas!
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—Es extraño que hoy no me regañes como es de costumbre, Blasty.
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—¡No fuerces tanto esa sonrisa, Gogo!
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—Katsuki, eres el siguiente.
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—¡Let's go, Bakugō!
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—¡Katsuki, estás retrasado dos momentos, apresurate!
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—Eh, Bakugō, no te duermas, falta la siguiente clase.
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—Si no logras subir esa pierna hasta arriba del hombro, tendremos que quitarte la principal.
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—¡Otra vez, Bakugō! Si sigues así de distraído será muy fácil atacarte.
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—Corrige eso, Katsuki.
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—¿Hoy puedo ir a tu casa, Bakugō? Quisiera visitar a Gogo.
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—¿Ronco otra vez?
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—¡Excelente, Bakugō-kun! Sin duda tus dedos son muy ágiles.
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—Te falta práctica. Sí, lo haces bien, pero practica más, ¿acaso planeas tocar algo romántico? ¡No! Rétate a ti mismo y da lo mejor de ti.
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—Bakugō, sé más amable cargando a las chicas, las lastimas así.
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—Katsuki, hazlo de nuevo.
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—Sabes que conmigo no hay necesidad de mentir, Kacchan.
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—¿Otra vez notas perfectas? ¡Muy bien! Mitsuki, compremos pastel para festejar.
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—No arrastres tanto la "r", Bakugō-kun.
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—Katsuki, haz esto.
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—Hoy Bakugō parece estar de buen humor, deberíamos ir a comer con él todos juntos.
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—¿No te parece linda, Bakugō? Gogo es como la chica perfecta.
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—¿Por qué viene tanto a la casa ese chico? No me gusta que estés intentando ser algo que no eres, Katsuki. Masaru podrá tolerarte todo, pero no me gusta que sólo venga por "Gogo" y no por ti.
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—Sabía que lo lograrías, Katsuki.
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