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8 - El Dragón que volvió a vivir

Este día empezarían las batallas preliminares, y la joven amazona estaba nerviosa. Pues su siguiente combate era contra Shiryu de Dragón, no tuvo la oportunidad de verlo pelear asique no sabía nada de sus técnicas de combate. Pero ya no podía mirar atras, se esforzo mucho para llegar a ese punto no podía renunciar ahora.

—Okey, cálmate Kagome lo harás bien—se dijo a si misma, para bajar sus nervios—. Ahora, mándale una carta a tu hermano, antes de que el mismo venga a Japón a buscarte por demorarte tanto y no dar explicaciónes....

Soltó un suspiro, sabía que no tener contacto con el no fue muy sensato, ahora debía afrontar las consecuencias. La chica empezó a escribir con tranquilidad, pero hubo un momento dónde dudo, ¿Era correcto relatar todo hacerca del Torneo galáctico? Su hermano podía reaccionar de muy mala manera si se enteraba que la armadura de Sagitario era el premio del torneo. No podía culparlo, hasta ella misma estuvo a punto de explotar cuando se enteró del premio.
Aunque realmente no entendía porque deseaba tanto esa armadura. Quizás era la armadura de Aioros, pero el los traicionó y los abandonó a su suerte ¿O no?

—Creo que eso es todo lo que puedo contarle ahora...—murmuro, para luego guardar la carta en un sobre.

La pelimiel salio de su habitación, y camino por los grandes pasillos de la mansión dirigiéndose a la entrada principal. Lo cierto, era que la joven amaba pasar por aquellos pasillos. Era divertido perderse en esa hermosa mansión. Kagome dejo de prestarle atención a su alrededor, y solo miraba las pinturas colgadas en las paredes.

—Señorita...—sonó una voz—Señorita Kagome—le llamó la atención, el asistente de la dueña de dicha mansión.

—¿Eh?—salió de sus pensamientos y volteó a verlo— ¿Sucede algo Tatsumi?

—¿Qué es eso que lleva en la mano?—señalo la carta con la mirada.

—Oh, no es nada, solo una carta para mí Hermano—respondió, mientras se encojia de hombros restandole importancia.

—¿Su hermano?—repitio con sorpresa.

—Si, tengo un hermano mayor—respondio con tranquilidad—. No he hablado con el en estas semanas, seguro está muy preocupado...—miro la carta que llevaba en sus manos, luego volvió su vista a el—Asique le enviaré una carta—explico.

—No se preocupe por eso señorita—le arrebató la carta de las manos—. Yo enviaré la carta por usted.

—Emm...¿Gracias?—contesto dudosa.

—Antes de irme...—comenzó a caminar—Debería prepararse, pronto iremos al coliseo—mensiono para dar media vuelta y marcharse.

—Vaya...—susurro—el tiempo se va volando.

( . . . )

El viaje al coliseo fue muy silencioso, ningún caballero comentaba nada. Bueno quien podía culparlos, a esta altura todos eran rivales y no podían tratarse solo como amigos.

Luego de unos largos minutos, llegaron al coliseo dónde se daba el torneo.

—Bien, ya llegamos—informo Shun, el cual fue el primero en bajar de la limosina.

Llego la hora...—penso Kagome mientras bajaba del vehículo.

—Etto...—dijo el peliverde, mientras ponía su mano en el hombro de la amazona—. Te deseo suerte...—intento sonreír pero su labio inferior tembló, estaba preocupado por la chica.

La chica se sorprendio bastante, pero sonrió bajo su máscara. Aquel gesto le pareció muy tierno por parte de el.

—Muchas gracias Shun—respondio.

Después de esa pequeña plática, los caballeros ingresaron al coliseo dónde se darían las nuevas batallas.

( . . . )

—¡En el siguiente combate, se enfrentaran a la Amazona Lobo albino contra el Caballero Dragón!—anuncio el referí.

En el ring de combate, se encontraban ambos oponentes observándose con seriedad, hasta que la señal de inicio se dió.
Kagome empezó a atacar con una patada, que fue rápidamente esquivada por el caballero. Luego lanzó un puñetazo, que volvió a ser esquivado.
El Dragón lanzó un puñetazo, el cual la chica esquivo dando un salto. Para luego tratar de darle una patada, pero dicho ataque fue bloqueado por el escudo de Shiryu.

El chico corrió con rapidez hacia Kagome, y le dió un fuerte puñetazo en el abdomen. El golpe fue tan fuerte, que hizo que la chica escupiera sangre. La pelimiel cayó al suelo, trato de levantarse pero sus esfuerzos eran en vano. El puñetazo del Dragón provocó que perdiera muchísima sangre, hasta parecía muerta tirada en el suelo.

—¡La multitud espera con impaciencia el resultado del combate de la amazona Lobo albino y el caballero Dragón! ¡Aunque parece, que este último tiene la victoria después de ese tremendo golpe!—dijo el referí.

—No puede ser, ¿Acaso ya la venció?—murmuro Seiya dando un respingo. Pegaso miraba todo desde las gradas del público.

—Seiya, no crees que la haya matado, ¿O si?—pregunto uno de los niños del Orfanato con preocupación.

—No—respondio con seriedad—. Yo sé que Kagome no se dejará vencer tan rápido, ella jamás se permitiría perder—volvio su mirada al ring.

Una chica de trenza azabache se había acercado al ring, para comunicarle algo al Dragón respecto a su maestro.
Mientras tanto, Kagome hacia todo lo posible para poder levantarse, pero su cuerpo no respondia. Dirigio su vista a la armadura de sagitario, poco a poco, sintió como la energía y la determinación volvían a su cuerpo.

Y así, empezó a levantarse con dificultad, llamando la atención de la fémina y su oponente.

—Te has levantado—dijo el azabache sin mostrar alguna expresión. Nuevamente, volteó a ver a aquella chica— . Espera, antes debo terminar este combate. No me tardaré mucho Shunrei.

—No me subestimes Dragón—mensiono con molestia. El chico volteo a verla con una sonrisa arrogante.

—Necesito solo un golpe, y no volverás a levantarte jamás—le respondio con clara arrogancia, lo que hizo enojar a la amazona.

—¿A sí?—gruñó molesta.

—Voy a empezar—anunció—. El golpe más terrible que me enseñó mi maestro, Tiembla ante el Dragón—levanta su mano con el puño cerrado.

—No va ser tan fácil—respondió con seriedad y molestia, ante su amenaza.

El azabache empezó a trazar las estrellas de su constelación, y un dragón formado con su cosmos apareció. Esto dejo asombrando al público y a su oponente.

—¡La furia del dragón!—exclamo para lanzar un puñetazo a la barbilla de la chica.

El golpe terminó elevándola varios metros arriba. El dragón que se había formado por el cosmos del caballero le dió un fuerte mordisco a su cuerpo, logrando que la amazona gimiera de dolor. La amazona se estrelló contra el suelo, y su sangre fue salpicada por el piso una vez más.

—Es impresionante...—dijo Shun con sopresa y preocupación, desde la zona de luchadores.

Shiryu miro a Kagome por unos segundos, y se volvió a dirigir a la chica de nombre Shunrei.

—Ya nos podemos ir...

—Shiryu mira—señalo a la guerrera con asombro y preocupación.

El chico de largos cabellos, volteo a ver con seriedad a su oponente. La amazona con dificultad se estaba volviendo a levantar.

—Es imposible, nadie puede resistir a la Furia de dragón—dijo asombrado—. ¿Acaso eres inmortal?

—Ya quisiera...—respondio entre jadeos—. No puedo perder este combate...—algo adolorida, termino de ponerse de pie—. Ahora me toca a mi...—dijo con seriedad, y empezó a trasar las estrellas de su constelació—Dragón prepárate, mis garras te harán pedacitos.

Está no era la misma técnica que uso contra el Pegaso. Pues era un ataque a larga distancia, está técnica consistía en dos ráfagas de cortes, que dejaban un dolor agudo en tu cuerpo. El caballero no se movió de su lugar, no parecía para nada preocupada. Cuando las ráfagas llegaron hasta el, con tan solo mover su escudo fue capaz de desviarlas y deshacerlas.

Ha desviado mis garras, ¡Es increíble! ¡Ni siquiera tiene un rasguño!, ¿Acaso tendrá el nivel de un caballero dorado?—penso con asombro—. Si es así, tendré que usar esa técnica...

—Asique ese es el escudo de Dragon, es impresionante—dijo sorprendido Andrómeda, mientras concentraba su mirar en el Dragón.

—Kagome no tiene ninguna posibilidad de ganar, nadie podría destruir una defensa como esa—mensiono Nachi.

—Una vez más...—susurro la amazona—. ¡Esquiva esto!—lanzo su ataque una vez más, pero ocurrió el mismo resultado—. ¡Es imposible...!

—¿Es que no quieres entenderlo?—la miro con seriedad—. La armadura del Dragón, no está hecha con el metal ordinario. La enviaron lo dioses a las montañas dónde reina la leyenda del dragón—empezó a explicar—. Mi maestro me explico que el torrente que corre en ese lugar, había sido formado por todas las estrellas que cayeron a la tierra. El escudo reposaba en el lecho de ese torrente, y fue durante siglos alimentado por la luz de esas estrellas. Se volvió tan duro como el mejor diamante—dijo con seriedad—. Para vencerme, ¡Tendrás que romper está armadura! Y eso es imposible. Es inútil combatir no hay fuerza en la tierra que pueda conmigo, tienes que darte por vencida.

—Hmp...—sus palabras la dejaron inquieta, pero no podía demostrarlo—. ¿De verdad gastaste toda esa saliva en explicarme eso?—puso su mano en su pecho, de manera arrogante. Pero casi al instante, recobró una postura seria—. Tienes razón, quizás el combate sea desigual pero yo no fui entrenada por cualquiera. Y no eres el único que tiene técnicas de alto nivel, esa técnica que usaste no es nada contra la mía.

—¿Qué te hace creer eso?—su mirada reflejaba seriedad—. Mientras yo tenga puesta está armadura, no puedes hacerme nada, ¿Me oyes? ¡Nada!—exclamo—. No quiero masacrarte sin motivo, menos tu siendo una mujer, se razonable y abandona este combate.

—¡No! ¡Jamás!—bramó con enojo—. No porque sea una mujer dejaré de pelear contigo. 

—Es peor para ti—su tono cambio drásticamente a uno tranquilo—. Se que tú honor de caballero te impulsa a continuar hasta el final, incluso hasta la muerte. Que tú personalidad sea algo arrogante, tampoco te ayuda a renunciar...—fruncio el ceño—. ¡Prepárate a morir! ¡Saborea los últimos minutos de tu vida!

—¡Estoy lista para detener tus golpes!—exclamo.

Él azabache lanzo un puñetazo directo hacia ella. La amazona lo bloqueo con su ante brazo, pero poco a poco la protección empezó a romperse.

—¡Demonios...!—se quejo, antes de recibir el golpe en su rostro. Su mascara empezó a llenarse de más grietas. En sus anteriores batallas, esta comenzó romperse pero había aguantado.

—¡Hizo pedazos la armadura!—exclamó Seiya con asombró.

—Sus golpes...—hizo un respingo—son tan poderosos como su escudo—dijo Jabu en shock.

—Es inquietante...—murmuro Shun.

Mientras tanto en la zona vip, Saori Kido y su asistente discutían sobre lo que pasaba en la batalla.

—Creo que muy pronto dejaremos de ver a esta amazona, después de su derrota volverá a Grecia—mensiono Tatsumi, y miro a su señora—. ¿No lo cree, Señorita Saori?

—Aunque me cueste admitirlo, conozco la voluntad de Kagome. No se dejara vencer con tanta facilidad—admitio con tranquilidad.

Volviendo a la pelea de los caballeros.

—Pobre tonta, no podrás vencerme yo poseo el puño más fuerte y el escudo más sólido—dijo con arrogancia.

No importa lo que haga, bloquea mi ataque. Quizás con la técnica de Aioria tenga la posibilidad de hacerle daño, pero será en vano. Mi cosmos de por si ya está débil, no resistiré siquiera lanzarlo una vezpenso con impotencia—. El puño más fuerte y el escudo más sólido...¡Eso es!—se levantó con dificultad.

—Está loca, la va hacer pedazos...—dijo Nachi con preocupación.

—No tiene posibilidad de vencer—dijo Jabu—. No puede atacarlo, ni defenderse—miro a la pelimiel con preocupación.

—Sin embargo, existe una manera de vencerlo—dijo Hyoga desde las sombras Los demás caballeros voltearon a verlo sorprendidos—. Estoy seguro de que Kagome, ha averiguado esa manera.

— ¿Qué haces?—preguntó Shiryu—. Es mejor que te des por vencida, rindete.

—Te voy a ganar, porque ya se cómo hacerlo—respondió con algo de confianza—. Se cómo romper ese escudo y ese puño de un solo golpe—colocó sus puños delante de ella.

Kagome, empezo a correr para atacarlo de frente. Lo que se podría considerar casi un suicidio. Como era de esperarse, Shiryu levantó su escudo para cubrir aquel golpe.

¡Plasf!

Fue el fuerte sonido que se escucho. La sangre de Kagome, salpicó la arena de combate. Pero lo que impacto al público, fue ver que el escudo del caballero de Dragón, aquel escudo que era invencible, fue destruido. Aunque, eso no era lo único que los dejo shockeados. La máscara de la amazona también se había destruido, los fragmentos de dicha máscara estaban en el suelo. Pero lo más importante, era que el rostro de la amazona fue descubierto.

—Ha roto el escudo y el puño del dragón—mensiono Jabu impactado—. ¡Y su máscara también se rompió!—le generó algo de inquietud la ley de las máscaras.

—De todas maneras, miren en qué estado ha quedado la amazona—dijo por otro lado Nachi.

Kagome estaba de rodillas en el suelo, habia sangre brotando de su frente. Nadie sabía que había ocurrido, asique lo más sensato fue poner la repetición en camara lenta. En el vídeo, se notaba como ella corrió hasta Shiryu y estrelló su cabeza contra el escudo.

—Todavía no entiendo que pretendía lograr...

—¡Miren!—exlamó el chico de hebras verdes—. Shiryu trato de golpear con su puño, la cabeza de Kagome contra el escudo.

Y así iba a ser, si no fuera porque Kagome cayó antes de que Shiryu la golpeara. Esto ocasiono que su puño se dirigiera al escudo, dejándolo hecho trizas.

—¿El combate termino?—pregunto Shun.

—Aparentemente, al caballero de Dragón ya no lo protege su escudo. Y a la amazona de Lobo Albino, no le queda mucho tiempo de vida—explico el caballero de cisne.

Ambos caballeros, se miraban a los ojos con seriedad. Sus respiraciónes eran agüitadas, se notaba que sobretodo la chica estaba agotada. Kagome ya no pudo aguantar más, cayó al suelo rendida, y la sangre de su cabeza empezó a volcarse en el suelo.

—¡La ha matado!—exclamo uno de los niños que acompañaron a Seiya. En su rostro se notaba el miedo.

—¡Kagome!—grito el Pegaso con preocupación.

—No murió al instante gracias al casco de su armadura...—murmuro el rubio con algo de decepcion—. No sé contra quién tendré que pelear, solo sé que no ha aparecido un guerrero que este a mi nivel.

Shiryu observo a la pelimiel unos momentos, y nuevamente volvió a hablar con Shunrei.

—Perdón por hacerte esperar—dijo algo avergonzado—, pero este combate aún no termina.

—Pero... ¿Por qué? Ella no se volverá a levantar—lo vio confundida.

—Estoy seguro de que se volverá a levantar, tiene una voluntad de acero...—volteo a ver a la otra chica.

¿Acaso este es mi fin?—penso la chica con amargura—.  ¿No lograre recuperar la armadura de Sagitario? ¿Seré una decepción para Aioria? quizás perdió el tiempo al criarme...

Levántate...no puedes perder, tu debes seguir de pie—hablo una voz en su cabeza.

¿Quien dijo eso?pregunto en su mente.

—Mi querida Kagome...—dijo aquella voy, con suavidad—. Recuerda que debes proteger a Athena y descubrir la verdad sobre mi, no te rindas...¡Levántate!

—¿A-aioros?—murmuro la chica.

Poco a poco, sintió como su cuerpo recuperaba las fuerzas y nuevamente logró ponerse pie. El público estaba en shock, nadie esperaba que ella volviera a levantarse después de tremendo golpe en su cabeza. Shiryu la miro con seriedad. De un momento para otro, le ordenó a su armadura retirarse. Sus protecciones se marcharon, y el quedó con su torso descubierto.

—¿Qué haces?—pregunto confundida, pero a la vez un leve sonrojo apareció en sus mejillas.

Era la primera vez que veía a un hombre, que no fuera su hermano, con pocas prendas.

—Ahora que mi escudo está roto, no me sirve de nada—explico con seriedad—. Pero de igual manera, voy a mandarte al infierno.

—Ya superaron a Seiya en arrogancia—se dijo así misma—. No permitiré que este combate sea tan desigual, Shiryu...—advirtio.

Al igual que el azabache, le ordenó a su armadura que se retirará. Pero a diferencia de Shiryu, ella llevaba una especie de maya sin mangas.

—¿Acaso están locos?—dijo Shun, mientras se hacercaba al ring con preocupación—. No pueden pelear sin armadura, los cuerpos de los caballeros son igual de vulnerables que el de un humano normal. Si usan sus poderes, se terminarán matando.

—Descuida Shun, ningúno morirá...—le respondió con tranquilidad la amazona.

—Kagome, pelearemos a puño desnudo, todo ataque vale—intervino el azabache, quien la miraba con seriedad.

—Lo que tú digas, por mi no hay problema—respondio.

Ambos se miraron fijamente, buscaban un punto débil del otro para poder coronarse ganador.

—Bien, toma esto...—trazo las estrellas de su constelación—¡Las garras del lobo!—trato de atacarlo con sus garras, pero el la esquivó—. ¡Imposible...!

—No importa lo que hagas, no podrás atacarme. Es imposible que me ganes—sonrio con arrogancia.

De repente, Shiryu cayó de rodillas al suelo, y escupio algo de sangre. En su abdomen, había una marca de garra de lobo.

—¿Como...?—murmuro y analizo la situación—. Muy bien, una vez más, ¡Las garras de Lobo!—volvio a atacarlo.

El chico salto, pero volvió a caer. Nuevamente, tenia otra maraca en su abdomen.

—Ya me dió dos veces...—murmuro con sorpresa—. Estoy deseando usar la cólera de Dragón...

—Creo, que descubrí tu punto débil—sonrio victoriosa.

Al escuchar aquello, la expresión de Shiryu se transformó en una de sorpresa y nerviosismo.

—¿Que...?

—Para atacar, estás obligado a bajar la guardia por unos momentos. Cuando eso pase, acabaré contigo—respondio con tranquilidad, mientras una sonrisa arrogante se formó en su rostro.

Pudo descubrir mi punto débil, no es posible—penso asombrado—. Ella es la única persona capaz de vencerme, se ha dado cuenta de que si bajo la guardia ¡Moriré! Tengo que evitar que me golpeé en ese momento 

—Son dos oponentes terribles—dijo Jabu impactado.

—Se están preparando para el ataque final...—anuncio el cisne.

Todos nuevamente concentraron su vista en la pelea, esperando que alguno hiciera algún movimiento. Ambos jóvenes, se miraban con seriedad.

—¡Tu te lo buscaste!—exclamo Shiryu—. ¡La cólera del Dragón!—corrio con gran velocidad, para atacarla.

Kagome no se movió de su lugar, simplemente observó a su oponente. Buscando el momento exacto, dónde el bajaría la Guardia. Momento, que no tardó en llegar

—Ya te tengo...—sonrio levemente.

Ambos caballeros, dieron un potente salto y se atacaron mutuamente con un puñetazo. El puño de Shiryu, termino golpeando el rostro de la chica. Por otro lado, el puño de Kagome termino golpeando en el corazón del chico, dejando a todos sorprendidos.

Los dos comenzaron a caer al suelo. El caballero de Dragón, recordo aquellas palabras y advertencias que su maestro le dió, palabras que en su momento ignoro.

—¡Shiryu!—exclamo Shunrei preocupada.

El azabache cayó fuera de la arena. Por otro lado, la pelimiel si logro caer dentro de la arena, agarrandose de las sogas para mantenerse de pie. El ambiente se quedó en silencio por unos momento, hasta que la campana sonó y el público grito de emoción.

—¡Y la ganadora de este combate, es la Amazona de Lobo Albino!—grito con alegría el presentador.

Kagome, sin poder aguantar ni un segundo más de estar en pie, cayó al suelo desmayada. Los doctores, fueron lo más rápido posible a atender a los adolescentes. Se notaba desde la distancia, lo heridos que estaban ambos.

—Hay que hacerle una transfusión de sangre, y también unas radiografías del cráneo—ordeno el Doctor, mientras revisaba el estado de la chica—. Llevensela.

—Si señor—respondio el enfermero.

Colocaron con cuidado a Kagome sobre la camilla, para así poder llevarla al hospital. En cambio, Shiryu no estaba corriendo la misma suerte.

—S-su corazón se detuvo...—dijo el Doctor, que atendía al azabache—. El caballero de Dragón, ha muerto.

Shunrei, la chica que acompañaba al Caballero de Dragón. No fue capaz de contener sus lágrimas, y rompió en llanto junto al cuerpo del azabache. Levantó un poco la mirada, observó como se llevaban a la amazona. Se levantó rápido y fue a detenerlos.

—Vengan a ayudarle, o morira—dijo entre llantos, y tomo suavemente la mano de Kagome—. Tu eres la única que aún puede salvarlo, Amazona Kagome. El maestro me contó, que si el corazón de un caballero se detiene, es posible hacerlo revivir si este recibe un golpe en la espalda, de igual potencia que el anterior. No queda tiempo, es necesario que el corazón empieze a latir, antes de que pasen 4 minutos. Sino, la sangre dejara de llegar al cerebro y morirá definitivamente—sus lágrimas, se derramaron sobre su mano—. Te lo suplico amazona, ayudame.

—Por favor señorita, entiendalo—dijo el doctor—. Ella no puede escucharla, y si no la llevamos al hospital ahora, Ella correrá el mismo destino—la separo de la camilla y los enfermeros avanzan—. Lo siento, no hay nada que hacer...

—...Alto...—hablo una voz, en un tono algo bajo—. Quiero regresar—Shunrei la vio esperanzada—. Voy a ayudar al caballero, yo no quería matarlo—abrio sus ojos con cansancio—. Por favor, déjeme hacerlo doctor.

—Gracias Amazona...—agradecio la azabache, con lágrimas en los ojos.

( . . . )

El castaño que estaba en las gradas, salió corriendo y ayudo a levantar a la chica, para así poder llevarla dónde Shiryu.

—Alguien normal, no aguantaría el golpeé de esa potencia—dijo Shun, mientras cargaba a Shiryu. Dejando su espalda descubierta—. Solo un caballero, puede encajar un golpe de tal violencia—la miro con seriedad—. Kagome, golpea a Shiryu con la mano derecha. Debe ser un golpe igual de potente que el anterior, no puedes fallar.

—L-lo sé...—respondio con la respiración entrecortada.

—Kagome, ¿Segura que puedes?—pregunto Seiya algo angustiado, pero la chica solo asintió.

Poco a poco, el Dragón que estaba tatuado en la espalda de Shiryu, comenzaba a desaparecer. Era como si representará su vida, la cual se estaba marchando de su cuerpo. Kagome no pudo evitar, empezar a sentirse nerviosa. Si no se daba prisa, el caballero moriría.

Fue sacada de sus pensamientos, cuando alguien la tomo de la mano. Levanto la mirada, ¡Era Hyoga!

Pero...¿Qué hacia?

—Retrosede unos pasos—le pidió con algo de angustia—. Sino, su corazón podría explotar.

La amazona estaba sorprendída por su actitud, pero decidió obedecer y retroceder.
Kagome observó a Shiryu, como si de un blanco se tratase. Jadeo un poco, estaba cansada por la pelea pero debía seguir de pie.

Sintió algo caliente escurrirse por su frente, era un líquido escarlata, ella seguía perdiendo sangre. Su vista empezó nublarse, y termino cayendo.

—¡Kagome...!—alcanzo a decir Seiya, antes de atraparla.

—Perdió mucha sangre, no aguantará—mensiono Shun angustiado.

—No te rindas Kagome...—le pidió el Caballero de Cisne.

La chica, se fue levantando de a poco mientras tambaleaba.

—Este golpe, decidirá todo...—jadeo un poco. Preparo su puño, estaba lista para atacar—¡Vuelve a la vida Dragón!

Lo golpeo en la garra derecha, donde estába ubicado su corazón. El golpe, fue tan fuerte, que lanzó a Shun y Shiryu contra la pared.

Todos, esperaban una respuesta positiva. El ambiente era muy tenso, nadie hablaba, solo miraban a los caballeros. Hasta que por fin, Shun se atrevió a hablar.

—Lo has conseguido, Kagome—dijo con alegría—. Su corazón volvió a latir, lo salvaste de las Garras de la muerte.

—¡El caballero de Dragón, vuelve a vivir!—exclama Jabu feliz.

El público, emitió un grito de emoción y felicidad. Al igual que los caballeros, que celebraban no haber perdido a uno de sus caballeros.

—Seiya...—llamo la amazona. La cual tenía en su rostro una pequeña sonrisa de cansancio.

—Dime—le devolvió la sonrisa.

—N-no...no puedo moverme—dijo muy bajo, casi no se escucho.

La chica nuevamente se desmayó, pero está vez fue atrapada por el caballero de Pegaso. El castaño la observó detenidamente, luego sonrió un poco preocupado.

—Tranquila, lo hiciste muy bien—le susurro.

—Seiya, debes llevarla al hospital antes de que no sobreviva—adviertio Hyoga con seriedad.

—Si...—asintió.

La cargó con cuidado, llegarían más rápido al hospital si él la llevaba. Sin esperar más, salió del coliseo con Kagome en sus brazos.
Pero, antes de salir sintió un cosmos extraño. De igual manera, lo ignoro y siguió corriendo.

🌸🌸🌸🌸

Bueno, ya empezamos con lo emocionante.

Y si, voy a mostrar una imagen de Kagome. Yo no sé dibujar, pero encontré un personaje de un Manhwa, que se parece mucho a ella.

La imagen de Multipedia, es un pequeño acercamiento a la apariencia

¿Ya vieron la portada nueva?

Me encanta, agradecida con mi amiga 🛐

Por cierto, tienen su usuario en la descripción de la historia.

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