47 - El fénix extiende sus alas
𝑹𝒆𝒔𝒕𝒂𝒏 𝒔𝒆𝒊𝒔 𝒉𝒐𝒓𝒂𝒔 𝒚 𝒎𝒆𝒅𝒊𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝑨𝒕𝒉𝒆𝒏𝒂 𝒑𝒂𝒅𝒆𝒛𝒄𝒂 𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒍𝒂 𝒇𝒍𝒆𝒄𝒉𝒂 𝒅𝒐𝒓𝒂𝒅𝒂.
Observo el objeto, no podía creer que algo así logrará herirlo. Antes de buscar algunas explicación, una fuerte cosmo-energía se hizo presente en la sexta casa.
Su rostro giro hacia la dirección de esa energía. Envuelto en una llamarada, Ikki de fénix hizo su brillante aparición.
—¿Tú?
—Ha pasado tiempo desde la última vez, Shaka...—dijo el recién llegado con su típico tono serio, señalando con el dedo al santo de oro—. No te perdonaré por haber herido a mis hermanos.
—Asique te uniste a los seguidores de la Athena falsa, luego de haber utilizado a los caballeros negros—observó al joven con desgano.
—Te equívocas —interrumpio el fénix, cerrando sus ojos por un momento —. Yo no sigo a ninguna falsa diosa, al contrario, por quién yo lucho es por la verdadera Athena.
—Ja...—sonrio ladinamente —Parece que eres incapaz de comprender la gravedad de tus pecados, caballerito—las gotas de sangre se derramaban por el suelo —. Volverás a probar mi fuerza, pero a diferencia de la última vez, te enviaré al infierno.
—¿Al infierno?—soltó una carcajada—Aunque no lo creas, yo ya estuve en ese lugar y logré regresar —se puso en guardia —. No soy el mismo Ikki al que te enfrentaste en la Isla de la Reina muerte.
Tras este intercambio de palabras, el verdadero combate dió inicio.
Mediante una ilusión, el poderoso cosmos de Shaka distorsiono la realidad del caballero de fénix. El piso que el pisaba ser había convertido en un río de sangre ardiente, el nivel del líquido subía rápido y ya le llegaba al pecho si seguía así terminaría ahogado.
El caballero de virgo le dió una alternativa para salvarse de este castigo, arrodillarse ante el y venerarlo como a un Dios. Por supuesto Ikki se negó, tenía que luchar para liberarse de esta técnica.
Su cosmos comenzó a arder como una llama vivida. La magnitud de su energía comenzó a desviar el flujo de la sangre, evaporandolo en su totalidad.
—Yo no creo en ningún Dios —setencio el de hebras azules —Solamente tengo fé en mi fuerza.
—Ya veo, pero ese nivel de poder no será suficiente para derrotarme—dijo manteniendo su actitud arrogante.
El caballero dorado junto sus manos, su cosmos brillaba como un pequeño sol naciente. Si bien no estaba haciendo nada impresionante, de alguna manera logro paralizar por completo el cuerpo del caballero de bronce. Las manos del rubio formaron con sus dedos un extraño símbolo, por alguna razón, esto causo un gran terror en el fénix.
Observo a sus compañeros derrotados en el suelo, lo que sea que él les hizo había sido mortal. Sino hacia algo, sus compañeros morirían a manos del santo de virgo.
Tras decir unas extrañas palabras, Ikki fue enviado a los Seis reinos. Se dice que las personas caen en uno de estos reinos, dependiendo sus acciones en vida.
El caballero de fénix ahora podía contemplar cada uno de ellos en carne propia.
Imagenes tétricas aparecieron antes sus ojos; El primero: El infierno. En ese reino, se podían observar el sufrimiento de cadáveres atravesados por agujas gigantes, sus sangres derramadas formaban una inmenso estanque.
El segundo: El reino de la hambruna. Ahí los cadáveres estaban hasta los huesos, pero poseían un inmenso e hinchado estómago. Aquellos que aún no morían, se abalanzaban sobre la carne podrida de los cuerpos, buscando desesperadamente comer.
El tercero: El reino de las Bestias. Las personas que caían en el, eran convertidos en mounstrosas criaturas que actuaban con el instinto de un animal salvaje. Los más fuertes terminaban por comerse a los débiles.
El cuarto: El reino Asura. En este mundo, los guerreros se enfrentaban entre si por el resto de la eternidad. La sangre y las batallas eran infaltables.
El quinto: El reino de los humanos. Las personas de ese lugar eran abatidas por intensas emociones, condenados a ser inestables.
Por último, el sexto reino: El cielo. Se dice que es el lugar más peligroso de todos, por lo volátil que podía ser.
Fuera de estos mundo, en la casa de Virgo. Ikki cayó abruptamente al suelo, a simple vista el jóven había muerto por tan terrible técnica.
Un trueno del exterior se escucho, seguido del sonido de las gotas chocando contra el suelo de mármol. Al parecer había comenzado a llover, un ambiente perfecto para continuar con su habitual meditación, pero primero debía deshacerse de los cuerpos. Se acercó al fénix de a poco para sacarlo del lugar.
—¡Puño fantasma del fénix!—exclamó el caballero, atacando directamente a su cerebro cuando estuvo de frente, despojandolo de su casco.
—Aun sigue vivo...—murmuro, aunque el silencio que reinaba en la casa le permitió al fénix oírlo —. Logro escapar de los seis Samsara y el Asura.
—Ni siquiera esos infiernos lograron detenerme—dijó el chico, giro su cabeza sobre su hombro y observó a su oponente—Terminaron echándome a patadas —sonrio con algo de arrogancia. Giro completamente su cuerpo, quedando de frente a la espalda del rubio —. Es tu turno de ir al infierno, estás atrapado en la ilusión de mi puño. Ahora, elige uno de los seis reinos e irás allá.
El santo de oro inclino su cabeza hacia atrás, comenzando a reír ante la inocencia del adolescente.
Termino por explicarle que su técnica no funcionaria en su contra. De todos modos, la osadía del muchacho lo dejo sorprendido, dándole la posibilidad de retirarse del lugar con vida. Sin embargo, un caballero como Ikki jamás le daría la espalda a sus amigos.
El resto de caballeros de bronce se esforzaron mucho para llegar hasta ahí, no pisotearia sus sacrificios huyendo como un cobarde. Se quedaría a luchar contra ese hombre, incluso si perdía la vida en el proceso.
Shaka no dudo en incrementar su cosmos, castigaría a este muchacho por despreciar su misericordia. El efecto de su ilusión aún estaba presente, pero ahora le mostró algo diferente a los seis reinos.
Obligó al caballero a revivir su difícil infancia, torturando su cerebro con la idea de abandonar a su querido hermano.
Ikki aguanto lo más que pudo a la cruel ilusión, contraatacando de nuevo con el Puño fantasma. Sin embargo, la misma técnica no funciona dos veces en un caballero, por lo que sus esfuerzos fueron en vano. Shaka era un hombre tenaz, evadir los golpes de un santo de bronce era sencillo.
—Ya deberías entender que no tienes oportunidad contra mí —su voz era severa, cualquiera se lo pensaría dos veces antes de ir en contra del virgo—. Voy a despojarte de tu vida, y está vez no podrás escapar.
Con un simple movimiento de su mano, destruyó por completo la armadura de Ikki, convirtiéndola en polvo. Otro movimiento más y el cuerpo del chico comenzó a torcerse, ocasionandole un terrible dolor, capaz de poner a cualquiera suplicar por piedad.
—¡Seis Samsara!—exclamó.
Un potente rayo de luz fue contra el fénix, sino hacia algo ahora, volvería a caer en la terrible técnica de Shaka. Uso su cosmos para escapar pero era inútil. Termino cayendo en el reino del cielo, justo sobre la palma de Buda.
—¿Creíste que lograrías escapar otra vez de los seis Samsara?—cuestiono, avanzando despreocupadamente—. Solo fue producto de tu imaginación.
Sin importar lo que hiciera, el santo de virgo lograba alcanzarlo, era demasiado poderoso. La única opción era atacar de frente, mas sin su armadura estaba desprotegido. No, no podía flaquear ahora. No importaba si caía en el infierno mil veces, siempre se levantaría y resurgiría de sus cenizas.
Un nuevo ataque fue dirigido hacia el, pero está vez el resultado era diferente. Pues desde las llamas del infierno, la armadura de fénix resusito para proteger a su portador.
Ikki tenía una nueva oportunidad para conseguir la victoria. Elevó su cosmos para utilizar su técnica, "El ave fénix". No importaba si Shaka bloqueaba su ataque, debía intentar darle un golpe. De lo contrario, no podrían salvar a Saori de las garras de la muerte.
—¿Te encuentras bien Ikki?—Shaka pregunto de la nada, dejando confundido al muchacho —. Fue un error utilizar el Samsara en ti, te mereces algo mucho más sorprendente.
—¿Qué?—jadeo con cansancio, todavía no podía rendirse.
—Esta vez no volverás del infierno, hasta nunca Ikki—su cosmos se elevó hasta el infinito, utilizaría la técnica definitiva de Virgo —¡Tesoro del cielo!
El caballero de bronce fue rodeado por miles de murales idénticos, dónde Buda era el protagonista.
El Tesoro del cielo era una técnica letal, porque combinaba en uno solo el ataque y la defensa, imposibilitandole a la víctima hacer algo para evadirlo.
—Ikki—llamó el caballero —Ahora el Tesoro del cielo acabará con tus cinco sentidos—dicho esto, el hombre sentenció el destino del fénix. Sus párpados se abrieron casi en cámara lenta, dejando ver unos hermosos ojos color safiro.
La armadura nuevamente abandonó su cuerpo. El de hebras azules no tuvo tiempo de reaccionar, su cuerpo se había entumecido por completo. No importaba lo que hiciera este parecía no reaccionar, ahora era incapaz de moverse.
Shaka le había arrebatado uno de sus sentidos, el tacto. Seguido de eso, elimino el olfato.
—¿Con qué otro sentido te gustaría que continúe?—pregunto de forma burlona, el muchacho tenía una expresión de horror.
—S-shaka...—logró decir con dificultad.
—¿Qué?—ladeó la cabeza— ¿Vas a suplicar por tu vida?—sin embargo, su respuesta fue algo que no esperaba.
—P-posees un gran poder...¿Por qué no lo usas contra el verdadero enemigo, el Gran Patriarca?—le había costado bastante articular las palabras —. E-eres una persona sabía, d-deberias saber cómo es Arles en realidad...¿O acaso lo sigues pese a su maldad?
El hombre no respondió al instante, solo se quedó mirándolo inexpresivo.
—¿Por qué no me respondes?—sonó un poco más frustrado —. ¿Acaso no te mereces esa armadura de oro...?
—¡Silencio!—bramó. Aunque no se le notaba molesto, probablemente logro tocarle una fibra sensible —. Nunca más volverás a hablar en tu vida—uso su cosmos y lo despojó de su sentido del gusto, paralizado su lengua. Además que elimino sus sentidos de la vista, había dejado al caballero completamente indefenso —. Antes de eliminar tu capacidad auditiva, voy a responderte tus dudas—volvió a hablar en un tono sereno —. Cómo caballero de oro, lucho por la justicia y no por la maldad. Pero la verdad del universo es que nada es seguro, no hay justicia perfecta ni maldad perfecta. Puedo realizar justicia desde la maldad, y según veo...el maestro es justicia.
Tras decir esta palabras, elimino el sentido restaurante del caballero, dejandolo en una inmensa oscuridad.
( . . . )
En el reloj de fuego, la pequeña llama que marca el signo de la virgen desapareció, indicando que ya había pasado una hora.
A los caballeros de bronce, solo les restaban seis horas para salvar a la reencarnación de la diosa Athena.
La tormenta continuo, algunos rayos impactaban contra el suelo de la casa de Virgo, destruyendo todo lo que tocaba.
La joven amazona comenzó a abrir los ojos de a poco, un inmenso y ardiente cosmos había logrado traerla de regreso. Se incorporó de a poco, percatandose de todo lo que pasaba a su alrededor.
Shiryu parecía recobrar la conciencia, al igual que Seiya. El ver al castaño abrir sus ojos le dió calma a su corazón.
Busco con la mirada a su tercer compañero, Shun. Se encontró con que él ya se había puesto de pie, sosteniendo su cadena en contra de Shaka quien, para su consternación, tenía los ojos abiertos. De repente, Andromeda desistió de su aprehensión.
Había una tercera presencia, una que ella conocía muy bien.
—¿¡Ikki!?—exclamó sorprendida, fue el cosmos del fénix lo que los trajo a la vida.
El santo había perdido sus cinco sentidos pero se mantenía de pie, y su cosmos brillaba de una manera majestuosa. Era como el fuego cálido y intenso, moviendo el viento de forma agitada.
Ante el caos que la energía de Ikki provocaba en la sexta casa, el resto de caballeros de bronce se pusieron de pie.
—Has perdido tus cinco sentidos, pero tu cerebro aún sigue intacto. Esa es la última resistencia de tu espíritu—hablo el santo de oro, frunciendo el ceño molesto—. Eliminaré tu sexto sentido y no quedará absolutamente nada de tí—elevo su cosmos para utilizar de nuevo su técnica —¡Tesoro del cielo!
—¡Hermano!—gritó andrómeda preocupado.
Los adolescentes tuvieron que cerrar sus ojos ante la inmensa luz.
Ikki había recibido el ataque de lleno, cayendo al suelo derrotados. Los demás Caballeros contemplaron perplejos la escena, no podían creerse que su aliado mas poderoso había terminado así.
Se sintieron furiosos, tenían que pelear contra él y vengar la muerte de su compañero. Sin embargo, Shun se interpuso para evitar que sus tres amigos se lanzarán al ataque. Si alguien tenía que combatir contra Shaka, era él.
—Espera—interrumpio una voz —Aquí estoy—Todos dirigieron su mirada hacia el desconocido.
—Imposible—musitó el Pegaso asombrado—. Es Ikki...
Aún estando en el suelo derrotado y privado de cada uno de sus sentidos, su cosmos seguía ardiendo como el fuego. Era tal y como dijo Mü, Ikki alcanzó un nuevo nivel de poder. Él había logrado despertar su séptimo sentido.
La tormenta del exterior se disipó, permitiendole al sol alumbrar todo con su luz
—Shun, te prometí derrotar a Shaka...—habló a través de su cosmos—Y un caballero siempre cumple su promesa.
El cosmos de Ikki formo inmensas columnas de fuego por toda la casa, sorprendiendo a todos los presentes. De pronto, uno de los pilares de cosmos cayó sobre Shaka impiendole el movimiento.
El rubio giro sobre su hombro, percatandose de que el caballero de fénix lo había atrapado.
—Shaka, entendí por fin cuál es tu trucos —reveló el muchacho—. Mantienes tus ojos cerrados, privándote de la vista, con el fin de aumentar tu cosmos.
—Entoces por eso Aioria nos advirtió de que no abriera sus ojos...—comento la muchacha asombrada.
—Pero Ikki hizo que exediera su poder, revirtiendo la situación —explicó el Dragón al entender la escena—. Qué Shaka abra los ojos...es un arma de doble filo.
Ikki entendió que no podría vencer fácilmente al caballero de Virgo. Asique dejo que lo privaran de sus cinco sentidos, así podría aumentar su cosmos al mismo nivel que Shaka, quizás incluso más.
Ahora que lo tenía bajo su merced, se lo llevaría consigo al reino de los muertos.
—Detente Ikki—dijo Shaka, forcejeando para liberarse —. Si sigues con esto ambos nos convertiremos en cenizas, ¿Qué tan buena puede ser una victoria si vas a morir?
—Digas lo que digas, jamás podrás derrotar a un caballero de oro sin arriesgar tu vida—argumento el chico.
El templo comenzaba a derrumbarse, impidiéndole al resto de caballeros de bronce acercarse a su amigo.
—Adios, mi querido hermano —comenzó a despedirse de su hermanito Shun—. Les deseo suerte en su lucha contra el Gran Patriarca.
—¡Ikki!—exclamaron todos desesperados.
Una inmensa luz cubrió el templo de virgo, impidiendo así la vision.
( . . . )
Cuando por fin todo se calmo, buscaron rastro alguno de Ikki y Shaka. Sin embargo, dónde estaban ellos no quedaba otra cosa más que la cloth vacía del caballero dorado, frente a un inmenso hueco en el suelo.
Shun cayó de rodillas al suelo, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. De nuevo ese sentimiento de impotencia se instalo en los caballeros de bronce.
—No defraudemos la memoria de mi hermano —habló Shun luego de un largo rato. La luz del sol atravesaba los agujeros del techo, alumbrando la armadura dorada—. El nos estará cuidando desde el cielo, mientras sigamos avanzando por este duro camino.
Ninguno fue capaz de decir nada más, el tenía razón, todavía tenían que seguir con su misión. Con el corazón roto, el grupo comenzó a subir las escaleras hacia el templo de libra.
Había un abrumado silencio, solo se oían los pasos metálicos chocar contra los escalones de mármol. La culpa los estaba consumiendo, aún si este era otro sacrificio necesario para cumplir con su objetivo.
—Seiya, ¿Estás bien?—se atrevió a preguntar la amazona. El castaño había mantenido la cabeza baja, con un semblante sombrío.
El tenía varias heridas, seguramente fueron ocasionadas en su enfrentamiento contra el caballero de virgo.
Jamás había visto a Seiya de ese modo, el siempre mantenía la esperanza en sus ojos pero ahora estaba destrozado.
—Si yo hubiese sido más fuerte, el no habría tenido que sacrificarse—murmuro para si mismo.
El silencio permitió que todos escucharán su lamento. Kagome no pudo evitar verse reflejada en él, ella se lamentaba por el sacrificio de Cassios en la casa de Leo. También se sentía culpable, débil y impotente pero no podía dejarse llevar por la tristeza. Debía transmitirle esos sentimientos a su amigo.
Frenó en seco, sosteniendolo de la muñeca para que dejara de avanzar. El chico la miro de reojo, mostrando un poco de confusión.
—No te lamentes por lo que pasó, no fue tu culpa. Todos fallamos en ese combate—lo miro con seriedad—. ¿Recuerdas a Cassios?—el asintió— En la casa de Leo el se sacrificó para liberar a Aioria, también me salvó la vida...—bajo la mirada—Entiendo tu sufrimiento, pero...—volvio a levantar la mirada con firmeza — no siempre podremos salvar a todos, por más que nos duela—tomó su mano suavemente, entrelazanso sus dedos—. Sus sacrificios no serán en vano, porque vamos a liberar al santuario y salvaremos a Saori.
Los ojos chocolate del chico chocaban contra los verdes de la chica. Esa determinación que ella le mostraba ya la había visto antes, si, en si mismo. El pasar por tantas cosas juntos, termino influyendo en ellos de alguna manera.
Kagome tenía razón, su amigo se sacrificó para darles una oportunidad a ellos. No podía hundirse en la tristeza, porque podrían perder a Saori también y eso jamás se lo perdonaría.
Termino abrazando a la joven con fuerza, buscando reconfortarse. Ella se quedó quieta por un momento antes de corresponder su abrazo, ocultando su rostro en su hombro.
—Gracias...—acaricio el ondulado cabello de la chica.
—No cargues con todo tu solo, ¿Okay?—se separó del abrazo para verlo bien—. Soy tu amiga, te apoyaré siempre en todo. Jamás dudes de eso...
—¡Oigan!—llamó Shiryu varios escalones más arriba—¡Dense prisa! ¡Tenemos menos tiempo del esperado para llegar a Libra!
Los jóvenes se miraron entre sí antes de retomar su carrera, se habían olvidado por un momento del tiempo. Shaka sin dudas fue un obstáculo dudo, no dudaban que el resto de santos de oro fueran igual de poderosos.
🌸🌸🌸
Pequeño contexto, para que no se la coman sin pretexto.
En el manga, se nos cuenta que Ikki y Shaka tuvieron un enfrentamiento anteriormente. Por sino entendieron esa parte 😘
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