Habían sido llevados a un hospital donde trataron sus heridas.
Kagome tenía varios vendajes en su cuerpo, pero se recuperaba considerablemente rápido. No podía decir lo mismo de Seiya, quien estaba bastante herido. Ahora su pequeña rebelión estaba más débil que antes, dos de sus aliados graves y el santo de Fénix desaparecido en quien sabe dónde.

—Estamos peor que antes...—suspiro pesadamente la amazona—Si hubiese sido un poco más fuerte...quizás Seiya...—diji en su mente—. ¡No! No debo seguir lamentándome, solo puedo hacer una sola cosa y es mejorar.

Se apresuró a salir del hospital, tenía que encontrar un lugar donde pudiese retomar su entrenamiento.
No podía quedarse atrás de los demás caballeros de Bronce, sino al momento de que realmente inicie la guerra interna no podría hacerle frente a ningún enemigo al que se enfrenté.

Llegó a un lugar despejado, sin gente a su alrededor.
Se había puesto su equipo de entrenamiento, era mucho más cómodo que un vestido para fortalecer su cuerpo.

Empezó con ejercicios simples, como abdominales, lagartijas y demás. Pero aún así sentía que no era suficiente, asique comenzó a hacerlo el doble de rápido.

—¿Qué tanto haces? —hablo una voz detrás suyo.

—¿Eh?—volteo a ver al desconocido—. Ah, eres tú Hyoga...

El rubio se acercó a ella, la observó de pies a cabeza y luego suspiro pesadamente, y negó con la cabeza en forma de reproché.

—¿Por qué estás entrenando tú sola?—dijo cruzandose de brazos.

—No quería molestarlos, solo trato de mejorar mi estado actual—respondio.

—De esta forma no llegarás a ningún lado, tienes varios errores que debes corregir. Tu sola no te darás cuenta de cuáles son tus errores—su tono de voz era uno de reproché.

—Pues...—lo miro con nervios y suspiro rendida—. Es cierto...

—Yo te ayudaré, de paso, también entrenaré yo—dio un pasó adelante—. Vamos atacame.

La chica por un momento estuvo confundida, pero hizo lo que le pidió. Comenzó a atacarlo y el chico esquivaba, de a poco fueron aumentando la velocidad de sus golpes y bloqueos. La chica de un momento a otro salió volando hacia atrás.

—Bien, creo que tendremos que mejorar tu velocidad—se acercó a ella y la ayudo a ponerse de pie.

( . . . )

Corrieron un par de horas, haciendo diversos circuitos e incluso se lanzaron ataques para mejorar su velocidad de reacción.
Aunque ahora estaban descansando de tanto movimiento.

—Wow...—dijo la chica entre jadeos— hacia tiempo que no tenía un entrenamiento tan duro.

—Despues de tantas batallas lo ideal es que nuestro entrenamiento sea más fuerte—se estiró—. Vamos con ejercicios más simples para aumentar la fuerzas...por lo menos...3000 de todo.

—Supongo...que no puedo quejarme—rio levemente nerviosa.

Ambos hicieron la serie de ejercicios que el rubio dijo. Al final del día, ambos jóvenes estaban exaustos.

—Ya está oscuro, es mejor que descansemos—mensiono la chica—. Mañana continuaré, quizás aumente la cantidad de veces que hago los ejercicios.

—Esta bien, pero ve con cuidado Kagome—advirtio el caballero de bronce.

La chica asíntio y comenzó a caminar hacia la mansión, tenía mucho calor, además de que había sudado bastante. Había estado entrenando por lo menos todo el día, estaba muy cansada y aparte de un buen baño, descansaría toda la noche.

( . . . )

Al otro día, volvió al mismo lugar de entrenamiento de ayer. Se sorprendió de ver ahí a Hyoga.

—¿Hyoga...?—se acercó a el— No esperaba verte aquí.

—Creo que mensione que aprovecharía a entrenar también—respondio con tranquilidad—. Bueno, ya que estás aquí sigamos.

La chica se limitó a asentir e hicieron una rutina similar a la de ayer, solo que aumentaron la intensidad con la que la hacían. También comenzaron a hacer ejercicios de manipulación de cosmos, como la meditación.

Después de un par de horas, ambos estaban descansando.

—Kagome, ¿Por qué te cuesta tanto hacer esa técnica...?—se atrevió a preguntar el rubio.

—¿Qué técnica?—lo miro de reojo arqueando la ceja.

—El...¿"Plasma relámpago"?—respondio.

—Oh, esa—suspiro pesadamente—. Pues...es bastante complicado, básicamente consumo todo mi cosmos al hacerla.

—Ya veo, entonces todavía no logras adaptarla a tu cuerpo...—llevo su mano a su propio mentón de forma pensativa—. Es una técnica bastante potente, ¿Quién te la enseñó?

—Mi hermano mayor me la enseñó—respondio calmada, pero el chico la miro extrañado y a la vez sorprendido—. ¡Ah! No es lo que piensas—movio sus manos nerviosa—Tengo otro hermano aparte de Aioros.

—Asique son tres...—rio.

—¿Qué es tan gracioso?—arquep una ceja.

—Que tus padres no perdieron el tiempo—soltó una carcajada.

—Te voy a matar—fruncio el ceño y se lanzó para golpearlo.

El chico la sostuvo de sus brazos deteniendola, y continuó riendo ante esa broma de mal gusto.
La chica lo miro algo enojada para después reír también.

Dejaron de reír luego de unos minutos, el chico la soltó de a poco y con cuidado, desviando rápidamente la mirada.

—Tratare de encontrar una forma de que tú cuerpo y cosmos se adapten a la técnica, no te aseguro nada, pero lo intentaré —comento volviendo a su forma natural de ser.

—Gracias Hyoga, eres muy amable —le dedicó una sonrisa.

( . . . )

Pasaron un par de días, ambos jóvenes seguían entrenando juntos. Se podría decir que su lazo también se fortaleció más al pasar tanto tiempo juntos.
Aunque ese día la chica no fue a su entrenamiento, sino que había ido a ver a Seiya quien había despertado pero aún debía hacer reposo.

—Asique has estado entrenando con Hyoga...

—Si, me ha ayudado mucho—dijo la amazona con una sonrisa—. Siento que realmente he mejorado mucho, es realmente un buen maestro.

—Ya veo...—desvio la mirada algo desanimado.

—¿Uh?—ladeo la cabeza—¿Qué ocurre?

—Es que... éstoy perdiendo el tiempo quedándome en este hospital—dijo algo frustrado —. Me gustaría también ayudarte...—suspiro pesadamente.

—Seiya, ya me has ayudado bastante —tomó su mano suavemente —. Te mereces descansar después de todos los enfrentamiento que tuvimos con los caballeros de plata.

—Lo sé pero...—bufo molesto.

—Te ayudaré a recuperar tu condición física, si es que eso te calma—trato de animarlo.

—¿Harías eso?—la miro con un ligero brillo en sus ojos.

—Por supuesto, te debo una después de lo que paso Saori—le dedico una sonrisa y luego la borro para mirarlo con reproché—. Pero la próxima que te desmayes y hayas salvado a Saori... no digas mi nombre.

—¿Eh?—ladeo la cabeza confundido— No entiendo...

—Mejor que no lo entiendas—suspiro—. Bueno ya me voy, tengo que continuar con los ejercicios que me dió Hyoga. Dice que si logro dominarlos, podré aumentar mi capacidad cósmica y al fin utilizar sin casarme el Plasma relámpago—se acercó a la puerta.

—Oye...—llamo a la joven antes de que se fuera— ¿Cuando hablaras con Aioria?

—Yo...—murmuro con duda, es cierto, debía hablar con su hermano y contarle la verdad—. Pronto lo haré, aunque ahora está complicado...pero encontraré una forma—lo miro sobre su hombro—. Somos hermanos, se que el me oirá y nos ayudará a hacer que Athena recupere su puesto en el santuario.

La chica salió de la habitación que ocupaba el castaño. Camino por los pasillos, mantenido su mirada algo baja, tenía miedo de la reacción de Aioria, pero confiaba en él amor que ambos se tenían.

—Aioria tiene un corazón noble, se que se pondrá del lado de la justicia—tomó su con cuidado el dije de su collar, lo observó por unos minutos para luego sonreír con tristeza—. Pronto estaremos en paz Hermanos...

🌸🌸🌸

Hasta aquí el capítulo de hoy, pronto los caballeros de Bronce irán al santuario y la batalla de las doce casas iniciará.

Bueno...mejor dicho en dos o tres capítulos XD

Cómo ya sabrán, no adaptaré todas las peleas contra los caballeros dorados, solo en las que aparece Kagome, (no diré en cuáles).