25 - ¿Aliados o enemigos?
Babel continuó atacandalos, cuando trataban de atacarlo el les lanzaba grandes bolas de fuego evitando que se le hacercaran.
El único capaz de hacerle frente al caballero de plata, era Hyoga debido a sus habilidades de hielo.
Pero sus ataques parecían inútiles ante las temibles técnicas de Babel.
—¡No se queden ahi! ¡Pónganse a salvo!— exclamó Hyoga.
Pues sus compañeros y Athena, seguían en el coliseo solo que en una zona más elevada para evitar las llamas.
—Es inútil, mis llamas son mucho más veloces que ustedes—dijo el caballero de plata, antes de lanzar una gran bola de fuego hacia ellos.
Cuando Hyoga se reunió con sus camaradas, utilizo su Polvo de Diamantes para evitar el ataque de Babel. Sin embargo, este atacó una y otra vez, comenzando a agotar al caballero de cisne.
—No puedo resistir más, mi energía se agota...—dijo el rubio. En ese momento, soltó un quejido y callo se rodillas cansado.
—Te convenciste de que no tienes ninguna oportunidad contra un caballero de plata—se burló el hombre.
Todos estaban muy tensos con la situación, ningúno sabia que hacer frente a un caballero con aquel poder tan mounstroso.
Además, que las tres figuras que habían echo acto de presencia no se habían movido de su lugar, lo que los hacía dudar si eran aliados o enemigos.
Pero ya no había tiempo para meditarlo, Babel seguía atacandolos y Hyoga se veía obligado a seguir aguantando.
Las llamas comenzaban a rodearlos, hasta que por fin aquellas extrañas personas se movieron. Ellos sorprendentemente, absorbían el fuego de Babel, librandolos de esa "prisión".
—¿Nos van a ayudar...?—murmuro Kagome con algo de duda.
—No los conozco, ¿Quienes son ustedes?—hablo Babel en un tono serio.
—¡Los Caballeros de Acero!—exclamaron los tres juntos.
—¿Caballeros...de Acero?—murmuro Saori sorprendída.
—¿Piensan pelear en mi contra?—pregunto el Caballero de plata.
—Yo soy el rey de acero, El Caballero de los vientos—se presento el joven de armadura celeste.
—Y yo soy el Caballero Terranova—dijo uno se los chicos, que llevaba armadura amarilla.
—Yo soy lanzallamas—dijo el último, quien portaba una armadura roja.
Tras esas palabras, lanzallamas lanzo de regreso el fuego de regreso a Babel, quien trato de cubrirse con sus ataques. Sin embargo, ese pequeño choque provocó una explosión al rededor del caballero de plata.
Esto fue aprovechado por Cisne, quien no dudo en atacar con su Polvo de Diamantes, congelando las llamas al rededor de Babel.
El hielo no tardó en destruirse, pero el enemigo había resultado muy herido por aquella técnica.
—Ya conoces el poder del Cisne de Hielo—dijo el rubio con seriedad.
—No son caballeros ordinarios de bronce...—musito Babel.
—Te enviaré a ti y a los otros a reunirse con los caballeros de plata, así tendrás más tiempo para respetarme—declaro Hyoga un poco burlón.
—¿¡Qué!?—fruncio el entrecejo furioso—¿Cómo te atreves a amenazarme, siendo únicamente un caballero de bronce?
—¡Ahora verás lo que puede hacer un caballero de bronce!—exclamo el cisne, mientras trazaba las estrellas de su constelación.
Nuevamente atacó con su Polvo de Diamantes, logrando así derribar al hombre de cabellos rojos. Incluso su armadura comenzaba a agrietarse por la batalla.
—No puede ser...¿Cómo es posible que me derroté un simple Caballero de Bronce?—maldijo molestó.
—Fuiste tu quien dijo que nosostros éramos caballeros ordinarios, te equivocaste amigo—respondio Hyoga.
—Es cierto que me derrotaste por el momento—soltó un pequeño quejido—¿Pero crees que podrás escaparte del Santuario?—frunció el ceño.
—Te reduciremos a cenizas a cenizas—anuncio el rubio con seriedad— ese ha sido tu destino.
—¿¡Q-qué dices!?—lo miro alterado.
—Pronto la encarnación del mal dejara de existir—ignoro su pregunta.
—¿¡Acaso te has vuelto loco!?
—Sera posible, porque la Diosa Athena está de nuestro lado—dijo Seiya con una ligera sonrisa.
Se hizo a un lado dándole el pasó a Saori, quien avanzó hacia el caballero de Centauro. Mientras más se hacercaba, era más visible un aura dorada al rededor de su cuerpo, era un aura que transmitía bondad y misericordia.
La chica se arrodilló al lado de Babel y tomó delicadamente una de sus manos.
—Tendras una muerte dulce, y en la otra vida, solo la paz guiará tus pasos—dijo con una voz dulce y serena.
El caballero la miro atentamente, su expresión se había ablandado. No había duda, la muchacha que tenía delante era la rencarnacion de la diosa Athena.
Una pequeña sonrisa se dibujo en sus labios, y sus ojos se llenaron de lágrimas, se sentía sucio por haber tratado de herirla.
Cerró sus ojos y dejo que su cuerpo callera al suelo.
—Ha tenido mucha suerte—mensiono Ikki—ha cruzado la frontera hacia la otra vida de la mano de una diosa.
—Nosotros también la hemos tenido.—dijo por otro lado Hyoga—Sin la ayuda de los caballeros de Acero, hubiéramos fracasado—llevo su vista hacia donde se suponía estaban esos extraños caballeros, sin embargo, no había rastro de ellos— ¿Eh? ¿Dónde se han metido?
Todos los buscaron con la mirada, pero no los encontraban por ningún lado.
—Parece que se han marchado...—dijo la Amazona—Es una lastima, no pudimos agradecerles por su ayuda.
—Aun así, me pregunto porque lo habrán echo—dijo el chico de cabellos largos.
—Quizas Athena puede respondernos—mensiono Shun, todos llevaron su vista a la mujer de cabellos morados.
—No se nada, jamás había escuchado de ellos—respondió la diosa.
—Fuego, tierra y Aire...—murmuro el chico de hebras azules.
—Los tres elementos—completo el caballero de Dragón.
—Por lo menos estubieron peleando de nuestro lado...—trato de animar un poco Seiya.
—Si, aunque no comparto tu idea—dijo Ikki con seriedad, sorprendiendo a todos.
—Pero hermano...has sido testigo de sus actos—Shun quería creer que ellos no eran realmente unos enemigos.
—Ellos nos han defendido...—añadio la chica de cabellos color miel.
—Tal vez este equivocado, pero intuyo que una fuerza diferente a la del Santuario, quiere apoderarse de la armadura de Oro—Ikki no cambio el tono serio de su voz.
Todo se quedó callado por unos momentos, la sola posibilidad de tener en estos momentos un enemigo más fuerte que el santuario, les ponía los pelos de punta.
—Dime, ¿Acaso tienes alguna prueba de lo que estás diciendo?—pregunto Athena con seriedad.
—Ninguna, es una suposición y ojalá no suceda—respondió—. Sin embargo, la existencia de una tercera potencia, no tiene nada de utopico. Si fueran como nosotros y sirvieran al bien, Athena debería conocerlos.
—Si, tienes razón, tendremos que ser prudentes. —dijo Saori—En el futuro deberemos desconfiar de ellos.
—Muy bien, ha llegado el momento de acudir al Santuario—anuncio Seiya.
—Tendremos que preparar un plan, vencer las fuerzas malignas que invaden el Santuario no será fácil—mensiono Kagome.
( . . . )
Al otro día los caballeros de bronce habían sido llevados al nuevo cuartel general de la fundación. Todos estaban asombrados por el extraño lugar, pero pronto se acostumbraron.
Por otro lado, Kagome tenía su cabeza en otro lado, con con todo lo que había pasado con Babel, la revelación de Athena y los caballeros de Acero, no tuvo tiempo de reflexionar sobre la verdad de su hermano mayor Aioros.
Se sentía muy mal, pensar que ella lo había odiado injustamente cuando el solo había protegido a la diosa de las garras del mal. No entendía porque el Santuario lo tacho de traidor, el salvó a Athena, ¿Entonces por qué todos creen que el trató de matarla?
—Aioros... perdóname...—murmuro cabizbaja—Soy la peor hermana que puede existir.
—Señorita Kagome...—alguien la llamó.
La chica volteó a ver, encontrándose con Tatsumi, quien llevaba en sus manos una pequeña caja azul con detalles dorados gravados en está.
—¿Qué ocurre Tatsumi?—pregunto.
—He notado la tristeza que inquieta su corazón...—contesto con algo de tristeza—Es sobre su Hermano...¿Cierto?
La chica no respondió, únicamente desvío la mirada con tristeza. El hombre suspiro y se hacerco a ella.
—Estoy seguro que su hermano no está enojado con usted.
—Pero le desconfíe de el, creí en unas palabras inciertas y lo odie toda mi vida...—apreto sus puños— Me siento la peor persona del mundo.
—Señorita, su hermano la quería más que nada en este mundo—dijo con seriedad—Y estoy seguro de que estaría orgulloso de en quien te has convertido.
La chica lo miro sorprendída, no se esperaba que el asistente dijiera aquellas palabras.
—Grabe esto en su mente, Usted no tiene la culpa, era solo una niña a la cual engañaron...Aioros desde el más allá debe saber eso—puso su mano en su hombro.
—Gracias Tatsumi...—murmuro.
—Tenga—le extendió la caja— creo que usted debe tenerlo.
La chica tomo la caja y la abrio, dentro de ella había un collar, tenía una cadena de cuero blando color café y una medalla en forma de escudo plateada con un grabado y una pequeña perla verde.
—Mi maestro dijo que este collar era de Aioros, le pidió que cuando viera a uno de sus hermanos se lo diera y...que le dijiera lo mucho que lo sentía.
La chica escuchó aquello, luego miro el collar, sus ojos se de humedecieron y algunas lágrimas calleron sobre el dije. Las seco y lo tomó con delicadeza colocandolo en su cuello. Le quedaba algo largo, pero su corazón se sentía un poco más calmado al tenerlo consigo.
—¡Kagome!—escucho la voz de Seiya.
—¿Qué ocurre Seiya?—lo miro confundida.
—Date prisa, nos iremos a Grecia—aviso.
—¿A Grecia...?
🌸🌸🌸
He vuelto!
En fin, ya estamos casi de las Doce casas, por suerte para su estado emocional, no narrare todas las batallas de ese arco <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro