Los caballeros iban junto a Tatsumi y Saori en un helicóptero, estaban viajando al lugar donde Ikki solicito verlos. Todos realmente estaban muy preocupados, era obvio que esto se trataba de una trampa. Debían tener mucho cuidado, pues el Fénix les dijo que llevarán sus partes de la armadura. Un pequeño descuido y perderían aquellos valiosos Fragmentos.

—Me parece que ya estamos cerca—aviso Saori, la cual captó la atención de todos.

Todos se inclinaron hacia la venta, y así observar aquel que era conocido como el valle de la muerte. Era una gran montaña nevada.

—Es el horrible Valle de la Muerte, tan solo escuchar su nombre produce escalofríos—mensino nuevamente Saori.

—Es inquietante la fama que tiene ese lugar—comento Tatsumi—Dicen que ningún ser a logrado salir con vida—miro de reojo a los cinco guerreros—Es muy poco alentador...

—No se preocupen...—respondio Seiya sin preocupación alguna— Siempre hay una excepción a la regla.

—Aun así, debemos ser precavidos—dijo por otro lado la Amazona—. No sabemos que puede pasar...

—Tengo mucho miedo...—dijo la de hebras lilas—. Miedo por lo que les pueda pasar a ustedes, ¿Y si no volvieran? ¿Y si no recuperamos la armadura de Oro?

—Oye Saori, ¿Qué te inquieta más? ¿Nuestras muertes o la perdida de la armadura?—soltó el caballero de Pegaso.

—Seiya, ¿Qué clase de preguntas son esas?—regaño Kagome.

—¡Lo único que cuenta es la perdida de la armadura!—se adelanto a contestar Tatsumi con molestia.

—A veces me preguntó porque me esfuerzo en defenderlos...—murmuro la amazona con molestia.

No podía creer que Tatsumi respondiera de esa forma, ¿De verdad ellos no valían nada? ¿Si morían sería para satisfacer el deseo de unas personas egoístas? 

—¡No es verdad!—la voz de Saori resonó con firmeza entre ellos.

Aquella actitud dejo sorprendídos a los caballeros de bronce, menos a Kagome, la cual se esperaba una respuesta así por parte de la Señorita Kido.

( . . . )

Pronto el helicóptero aterrizó en tierra firme, por lo que su misión al fin iniciaba. Se tendrían que enfrentar al peligro, si es que querían recuperar todas las piezas de la armadura de Sagitario.
A cada uno de los caballeros de bronce, se les dió una parte de la armadura de Oro antes de bajar.

Este valle tenía un olor nauseabundo, además de que todo parecía estar muerto.

—Este lugar va perfectamente con su nombre—mensiono Kagome, tenía una expresión de asco por aquel olor.

—Pero que olor más nauseabundo—dijo por otro lado Seiya.

—Es el zufuro—respondio el caballero de cisne.

Se quedaron en silencio, observando su entorno en busca de algún enemigo que estuviera cerca.

—Parece que no hay nadie—la chica cambio rápidamente el tema.

—Es mejor así—Hyoga suspiro antes de dirigirse a ella—. Kagome, al no tener tu armadura deberás tener suma precaución. No estaremos ahí para protegerte si algo malo pasa.

—No tienen porque preocuparse—le sonrio con tranquilidad—. Confío en que Shiryu volverá con mi armadura, además, puedo cuidarme sola...

—Bienvenidos Caballeros del Zodiaco—se escucho la voz de Ikki a la distancia, por lo cual todos se pusieron alerta—. De modo que han venido. Son valientes, aunque de poco les valdrá, ¡Porque les espera la muerte!—rio con maldad

—¿¡Dónde estás!?—exclamo el caballero de pegaso.

—Los espero en el Monte del diablo...—se limito a responder.

—¿Dónde está eso?—le pregunto a sus colegas.

—Mi maestro me habló mucho de ese lugar cuando era pequeño—comento Shun—. Parece que al pie del de ese momento, hay una enorme cabeza de un león. No nos será difícil hallarlo.

—Entoces andando—dio la señal Seiya.

Todos iban a partir, sin embargo fueron detenidos por Shun, el cual les dió una campanilla a cada uno así si tenían problemas, podrían encontrarse. Aunque a Kagome le dió dos, para que pudiera dársela a Shiryu.

Tras esto, lograron ver a la distancia la cabeza del león, además unas sombras que se desplazaron por el lugar. Por lo cuál, los 3 chicos se marcharon por lugares diferentes.

—Kagome ten cuidado, eres presa fácil—advirtio el chico de hebras verdes.

—Confio en Shiryu, se que volverá sano y salvo con mi armadura—respondio.

Poco después de esa pequeña platica. Kagome pudo divisar a la distancia una figura, la cual se asemejaba mucho a la de el Caballero de Dragón.

—¡Shiryu!—exclamo feliz al verlo, y salió corriendo hacia el—. ¡Sabía que volverías!

Sin embargo, al momento de acercarse, su figura se deformó para luego transformarse en un Dragón.

—¿Q-qué?—murmuro atónita—. ¿Qué esta pasando? ¿Dónde está Shiryu?

Observó la caja Pandora, la cual en un abrir y cerrar de ojos libero a la Cloth. En ese instante, se colocó perfectamente en el cuerpo de la fémina.

—Mi armadura está incluso más bella que la primera vez que la vi—pensó—. Pero...si mi armadura ha sido reparada, ¿Dónde está Shiryu? ¿Por qué no ha regresado?—bajo la mirada con angustia.

Un sonido la distrajo, la caja de Pandora estaba elevándose por si sola. Sin esperar ni un instante más, lanzo una pequeña rafaja de cosmos hacia ella.
Un niño salió volando de la caja, estrellándose contra el suelo. La chica lo observó unos momentos confundida, ¿Y ese mocoso?

—¿Qué haces aquí? Es un lugar muy peligroso para un niño—cuestiono la muchacha, posando sus manos sobre sus caderas.

—Parece que tienes poca imaginación, he venido a traerte tu armadura, ¿No te das cuenta?—respondio con molestia mientras se sobaba la espalda baja.

—¿Ah si?—lo miro con extrañesa—. ¿Pero quién eres tú?

—¿Acaso no me recuerdas?

—¿Acaso debería conocerte?—ladeo la cabeza.

—Para ser una amazona, eres una cabeza dura—cerro los ojos—. Entonces te diré quién soy—de un salto había logrado incorporarse—. Mi nombre es Kiki y me envía Mü, mi maestro—explico con calma, casi no parecia un pequeño de no mas de ocho—. Porque tu amigo Shiryu, no está en condiciones de viajar.

—¿A qué te refieres? ¿¡Qué le pasó a Shiryu!?—dijo algo alterada, lo tomó de los hombros y lo sacudío un poco—. Respóndeme, ¿Dónde está? ¿Por qué no ha regresado?

—¡Sueltame, me haces daño!—pidio el niño. La chica rápidamente apartó sus manos, tratando de tranquilizarse—. Cuando tu amigo vino a ver a mi maestro, el le dijo que solo su muerte podría restaurar su armadura.

—¿Q-qué?—retrocedio asustada, se negaba a aceptar aquellas palabras—. N-no es posible, ¡El no puede estar muerto!

—Lo siento mucho, pero ese muchacho estaba dispuesto a dar su vida por la tuya—desvio la mirada.

—Shiryu...—bajo la mirada con tristeza—Lo que más me importaba, era que regresarás a salvó. La Armadura no es  tan importante a comparación de tú vida—penso.

—Te diré lo que sucedió...—dijo el niño.
Tras estás palabras, empezó a narrar su relato.

- DÍAS ANTES -

En un lugar llamado Jamir, una tierra desierta, había una gran torre donde habitaba el Restaurador de armaduras.
A ese lugar, fue donde Shiryu viajo para ir a reparar las armaduras.
El caballero de Dragón, se encontraba frente a un misterioso hombre, el cual le explicaba lo que debía hacer para reparar las dos cloths sagradas.

—Es la única manera, caballero—explico en un tono tranquilo—. Solo ese alto precio, le devolverá la vida a las armaduras de Lobo Albino y Dragón—hizo una pequeña pausa, dándole aún más peso a sus palabras —Y este pagó consistirá, en la entrega generosa de tu vida...

El joven de largos y oscuros cabellos, se quedó mirándolo perplejo.

—Lo lamento, no hay otra solución, esto me apena mucho créeme—cerro sus ojos, sin quitar su expresión serena—. Ahora tú debes decidir, si aceptas, deberás derramar la mitad de tu sangre en la Armadura. Ten en cuenta, que esté sacrifico te costará la vida—advirtio nuevamente—. Tu decides...

Shiryu pensó con la cabeza fría. Kagome le había salvado la vida una vez, le debía un favor y planeaba devolverlo.

Moriría por ella...

Sin dudarlo, acepto el precio. Derramo la mitad de su sangre en las armaduras, permitiendo que la Cloth de Kagome volviera a la vida.
Sin embargo, el maestro de Kiki se apiadó de él. Dándole la posibilidad de seguir viviendo, y así, lograr regresar con sus amigos.

- ACTUALIDAD -

Kagome escucho atentamente el relato. Una parte de ella, se sentía aliviada de que su amigo continuase con vida, pero la otra parte no podía dejar de sentirse culpable.

—Gracias Shiryu...—murmuro viendo el cielo.

—No me dijas que vas a llorar—reclamo el niño. La chica no se había dado cuenta de que sus ojos se habían llenado de lágrimas—. Ustedes las mujeres son muy sensibles.

La chica rio levemente y seco esas pequeñas lagrimas que amenazaban con salir.

—Lo siento, pero no puedo evitarlo—sonrio con tranquilidad—. Shiryu esta vivo, y eso me llena de felicidad.

—Pero sigue en un estado grave...

—Sin embargo, yo confío en el—apreto levemente su puño—. Si pudo sobrevivir una vez a la muerte, nuevamente podrá hacerlo. Por ahora, voy a pelear en su nombre.

Observó su muñeca, y desató una de las campanillas que Shun le había dado. Luego se la extendió al niño, quien la observó extrañado.

—Toma esto, sé que eres una persona de fiar—le dedico una dulce sonrisa—. Por favor, entrégaselo a Shiryu cuando venga para reunirse con nosotros.

Kiki asintió y con sus manos, sostuvo la pequeña campana que la Fémina le dió.

La Amazona no espero un momento más. Tomó el casco, el cual era el fragmento de la Armadura que ella poseia y así, empezó a alejarse de el niño, pero se detuvo para mirarlo de reojo.

—Por cierto, ya te recordé—le guiño un ojo de forma amistosa, manteniendo su cálida sonrisa—. Mándale un saludo a tu maestro de mi parte—comento antes de marcharse.

—¡Kagome...!—exclamo al ver cómo se iba.

( . . . )

Caminó hacia la sima un par de minutos. Hasta que sintió una presencia maligna, lo que hizo que se detuviera.

—Vaya, ya te habías demorado mucho, princesita—hablo una voz similar a la suya.

Kagome rápidamente volteó. Había una mujer que vestía una armadura, era idéntica a ella, la única diferencia era el color de su armadura. Además de que su cabello y ojos, eran de un tono más oscuro al suyo.

—¿Quién eres tú?—pregunto la amazona, la cual frunció el entrecejo con seriedad.

—Eres directa, eso me gusta—sonrio algo burlesca—. Soy tu clon. Pero la diferencia, es que soy más hermosa, y por supuesto, ¡Mucho más poderosa!

De inmediato, se lanzó a atacarla. Kagome recibió el ataque, haciendo que fuera impulsada hacia atrás. La copia rio con malicia, pero en un pestañeo recibió un puntapié en su mentón.
El doble cayo al suelo, además, de que su mandíbula sangro un poco.

—Un ataque como ese no me vencerá —dijo la chica frunciendo el entrecejo.

Su contrincante se puso de pie, mirándola con seriedad. Se movió a una velocidad sorprendente, dándole golpes rápidos y certeros en todas las zonas de su cuerpo.
Kagome soltó un pequeño grito de dolor, dejando caer el casco de Sagitario, el cual rodo por el suelo quedando cerca de caer por el precipicio de la montaña.

La Fémina recibió un fuerte golpe en su abdomen, que hizo que escupiera algo de sangre. Su copia la sujeto del cabello, para luego lanzarla hacia las rocas, levantando una nube de polvo.

—Que decepción, eres más debil de lo que pensé—comento de forma burlesca—. Por lo menos, obtuve tu parte de la Armadura.

Dió media vuelta, iba a tomar el casco hasta que sintió su cuerpo paralizarse, luego se retorció de dolor. La Amazona estaba frente a ella, había usado su técnica "Garras de lobo".

La chica observó a su doble con seriedad, no permitirá que se llevé su Fragmento de la Armadura.

—Gracias a Shiryu mi armadura es más poderosa—se dijo así misma, contemplando su puño.

Su enemiga la miro con odio, se puso de pie y retrocedió. Nuevamente atacó, pero está vez con la misma técnica de la guerrera.
Kagome se cubrió, algunas garras lograron herirla, por lo que hizo una expresión de dolor pero trataba de contenerlo.
Dejo de cubrirse, pero era para lanzar un ataque. Su cosmos moldeo, dos grandes garras en sus manos, y como pudo, corrió hasta ella, esquivando los ataques de su contraparte. Cuando estuvo relativamente cerca, le dió un arañazo en su pecho y así lo repitió varias veces.

La Copia soltó un gran grito de dolor. Aquellos cortes, hacían que brotará una gran cantidad de sangre su cuerpo.
Hábilmente, la chica de hebras color miel inserto un codazo en el abdomen de su contrincante. Ella salió impulsada hacia atrás, estrellándose contra el suelo.

Kagome jadeo cansada, se quedó observando hacia el lugar donde yacía su enemiga.

—Parece que gané...—dijo agotada.

Antes de dar media vuelta, su cuerpo se paralizó. La caballero negro copio su técnica, aunque solo le hizo un corte en su abdomen. Sin embargo, era un corte muy profundo, incluso atravesó algo de su piel.

—D-dudo...que logres vivir para ver el rostro de mi señor—le dijo antes de caer muerta.

Kagome cayó de rodillas, apoyando su cabeza sobre el suelo. Puso su mano en su herida, soltando un gran quejido de dolor. Esa sensación, era punzante y aguda. Estaba perdiendo mucho sangre.

—N-no, no puedo morir aquí...—jadeo adolorida.

Observó el casco de su hermano, seguía en el mismo lugar, era un milagro que aún no cayese por el precipicio.
Como pudo, se arrastró para sujetar la diadema.

Su respiración era entrecortada, no sabía cómo lo haría, pero debía aguantar un poco más para encontrarse con uno de sus compañeros.
Hizo una mueca de dolor, poniéndose de pie, (aunque tambaleando un poco). Y así, empezó a caminar cojeando un poco, no se rendiría, al menos, no todavía.

🌸🌸🌸

Wow, tarde mucho tiempo en publicarlo ;-;

Cómo ya he dicho antes, la escuela me quita mucho tiempo, pero trataré de sacar actualizaciones más seguido.

Bueno, en este capítulo quize marcar la diferencia entre Kagome y Seiya. Ella es mucho más sensible y dulce que el, por eso reacciona muy diferente, aunque a veces similar.

Pero, está será posiblemente la única vez que Kagome tomara el puesto de Seiya. (me refiero a que no le pasaran las cosas a ella, al menos no al 100%).

En fin, pregunta Random, ¿De qué signo creen qué es Kagome? 🕴️