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13 - La amenaza del Fénix

La situación de los Caballeros Negros, era muy preocupante. Sobre todo, por el hecho de no tener pista alguna sobre el paradero de Ikki y las partes restantes de la Armadura de Oro.
Al otro día, la Señorita Saori le pidió a Kagome que la acompañara al hogar del Caballero de Pegaso. Esto la dejo desconcertada, pero no le quedó de otra que aceptar e ir con ella.

—¿Puedo hacerle una pregunta?—dijo la chica que miraba atraves de la ventana.

—Dime...—respondio su acompañante, tranquilamente.

—¿Por qué quería que fuera con usted...?

—Pues...—pensó por unos momentos en que responder—. Seiya se sentirá más cómodo para hablar, si tú estás presenté en la habitación

—Ya veo...—desvio la mirada—. ¿De qué querrá hablar?—dijo en su mente.

Ya ningúna se atrevió a seguir sacándole plática, se quedaron calladas todo lo que quedó de viaje.

( . . . )

Pronto llegaron al apartamento de Seiya, el cual estaba cerca de la playa y el puerto. Realmente, tenía una vista muy agradable y fresca. Al bajar del auto, el Tatsumi señaló el último departamento. Ahí era donde vivía Seiya.

—Bueno, ¿Qué esperamos? Andando—dijo la Amazona.

—Si...—asintio.

Ambas empezaron a subir hasta llegar al apartamento. Estaban frente a la puerta, Saori estaba nerviosa, no podía evitar dudar un poco de lo que estaba a punto de decirle al castaño. No sabía cómo sería recibida por el caballero de Pegaso, pero quizás no sería de la mejor manera.

—Oye...—Kagome la sacó de sus pensamientos—. No estés nerviosa, a fin de cuentas, yo estoy contigo.

La chica de hebras moradas la observó con sorpresa, no se esperaba aquellas palabras. Sonrió levemente y asintió, luego, tomando un bocado de valor se animo a tocar el timbre del departamento.

—Un momento, ya voy—se escucho por dentro.

—Ves...—dijo su acompañante poniendo una sus manos en su hombro—. No era tan compli-

En ese momento la puerta se abrió, y Seiya se asomó por el umbral. El tenía su cabello mojado y no tenía su camiseta puesta. Ambas chicas se sonrojaron al verlo en ese estado tan comprometedor, los nervios se apoderaron de él y cerro la puerta en sus caras.

—No tenía camiseta...no tenía camiseta...—murmuro Kagome, la cual tapaba su rostro con sus manos.

Se sentía tan avergonzada, sentía sus mejillas arder más que nunca, nunca había visto a Seiya sin camiseta.
Se escuchaban ruidos adentro del departamento, como si estuvieran haciendo algo con rapidez. Nuevamente la puerta se abrió, Seiya salio de nuevo, ahora sí con camiseta.

—Kagome, ¿Que te trae por aquí?—pregunto mirándola solo a ella, ignorando completamente a Saori.

—Eh y-yo...—trato de decir algo, pero estaba nerviosa—. V-viene a acompañar a Saori, si, eso...—hizo un movimiento con su cabeza, señalandola.

Seiya observó a Saori, recién cayo en cuenta de que ella estaba junto a ellos. Soltó un suspiro y las invito a pasar a su departamento. A las dos mujeres les sorprendía, que su casa estuviera tan ordenado. Kagome supuso, que los ruidos de hacia rato fueron provocados por Seiya, seguro ordenó todo a último momento.

—¿Cuál es el objetivo de su vista?—pregunto Seiya—. Dudo que hayan venido a ver, si mi habitación estaba ordenada.

—De hecho, yo tampoco lo sé—mensiono la amazona. Ambos miraron de reojo a la señorita Kido, ella miraba por la ventana. El ambiente se volvió algo tensó hasta que ella se atrevió a responder.

—Hay noticias...—anuncio dejando a ambos guerreros sorprendidos.

De su bolsillo saco una carta negra, la cual poseía un sobre cubierta con algunas manchas de sangre, dándole un toque tétrico.

—Esta mañana, he recibido esto...—le extendió la carta a Seiya.

—Fenix quiere pelear con nosostros, dentro de una semana en la villa de la muerte—fue frunciendo el ceño a medida que leía —. "No olviden traer los Fragmentos restantes de la armadura"—narro el chico.

—Ese maldito—Kagome apreto sus puños—Nos esta viendo la cara.

—Lo más probable es que sea una trampa, pero no tenemos opción debemos ir—bufó el caballero con seriedad.

—Hay que avisarle a Shiryu—mensiono Saori con seriedad—. Espero que haya tenido el tiempo suficiente para reparar las armaduras.

—Estoy preocupada por el, no hemos tenido noticias de el desde que partió—se calmo un poco la otra chica, aún que ahora tenía un semblante preocupado—. Si algo malo le pasá, no me lo perdonaría...El está en peligro por mi culpa...de nuevo—suspira.

—No te preocupes Kagome—respondio Seiya—. Shiryu es un hombre fuerte, el volverá sano y salvo con nosostros—miro hacia la ventana—. Saori, lo que menos importa ahora son las armaduras.

—No me comprenden...—respondio la mensionada—. Claro que me preocupo por el, pero en este momento me preocupa más Kagome.

—¿Eh?—fue lo que salió de la boca de ambos guerreros.

—¿Yo?—hablo Kagome—. Yo no corro peligro...

—Seiya aceptara el desafío, es obvio que tú y los demás irán con el—giro su cuerpo para verla—. Pero tú no tienes armadura Kagome, corres un gran riesgo...—explico preocupada.

—Saori... —hizo una pausa y le dedicó una pequeña sonrisa —. Agradezco tu preocupación, pero soy una Amazona, si hace falta entregaré mi vida—respondio.

—Ademas, yo y los demás la protegeremos no debes preocuparte—añadio Seiya.

Apesar de sus palabras, la dueña de la compañía Graad los miro con preocupación. Aquella mirada, los había sorprendido a ambos.

( . . . )

La visita de las chicas finalizó, ambas volvieron al auto y nuevamente el viaje fue silencioso. Kagome miraba de reojo a su acompañante, se preguntaba porque Saori se preocupaba tanto por ella.

—Lo siento...—se atrevió a decir.

—¿Eh?

—En nuestra plática en la casa de Seiya, me dirigí a usted de forma informal—tenía su mirada clavada en la ventanilla del auto.

Saori no dijo nada, se quedó pensando unos momentos y luego suspiro. Se inclino un poco y la tomo de la mano, para luego mirarla a los ojos.

—No importa, puedes hablarme de forma informal—le respondió con tranquilidad—. Me alegra que nos tengamos más confianza.

Kagome estaba sorprendída, bajo su mirada para observar sus manos. Sentía una pequeña calidez en su interior, este sentimiento la hizo sonreir levemente.
¿Qué era sensación? No estaba segura, pero le empezaba a gustar.

—Eso quiere decir, ¿Qué ahora somos amigas?—se atrevío a decir.

—Si...—contesto encurvando una sonrisa—Ahora somos amigas.

🌸🌸🌸

Perdonen la demora, estuve ocupada con la escuela y no tuve tiempo de escribir. Perdonen si el capítulo quedó muy corto, pero trataré de sacar pronto el otro capítulo.

¿Tienen alguna cosa que quieran ver en la historia? ¿O algún consejo? Estaré pendiente

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