-  ¿Por qué Dios no nos escucha? 

Dame un beso frío. Para calentar los versos. Para coser los labios de la despedida con odio, para vestir la distancia de noche. Porque así quizá pueda llegar la poesía.  

La mirada acompaña el movimiento de las flores que arropan el campo, la noche no es más que el reposar de la luz sobre sus párpados mientras la veo, y el viento es escaso, como lo son mis palabras cuando no llegan las suyas. No hay ninguna queja, admiro su coraje de verme en silencio, aún sabiendo que esta despedida es poco riesgo para el viaje que me espera y aún así decide callar. 

He recuperado la desesperación, la saqué de su bolsillo para perderla en alguna esquina del mundo, quiero morder su cintura antes de irme, quiero rayarle la espalda y cicatrizar en ella un poema que narre lo que me atora en la garganta su mirada y tan solo, como último recurso, quiero que amanezca. 

Estoy saturado, el pasado me llega al cuello y no puedo respirar, la luz no alcanza a cubrir nuestro abrazo que toma lugar lejos de la puerta, quizá en parte por la tradición que arrastra una despedida. 

     - Aquí perteneces

El primer paso es una idea: sus ojos me esperan de regreso, me llevaré las ruinas lo más lejos que pueda, hablaré de la noche que guarda su recuerdo y solo cederé frente al deseo de caminar más lejos. 

Sin pretender que lejos es donde pertenezco. 

-----------------------------------------------------------------------

¡Hola!

Quiero hacer una historia en forma de poesía narrativa, así que por favor déjame tu comentario en este apartado para saber si te gusta la idea y si esta parte piloto te ha gustado para continuar el libro. !Nos leemos!

Gracias :D