Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

.

Cuando creí que el sueño me ganaba el duelo, un rozar de hojas por el suelo a pocos metros de mí me separó de la justa. Un crepitar de presencia que catapultó el miedo a mi rostro y olvidé la razón de descansar. Era una loba, una majestuosa cazadora que me dirigió a aferrarme en un salto a la vida. Le temí, quería escabullirme entre la noche aunque mi corazón partió las rodillas tan siquiera con pensar en ellas. Busqué refugio en el viejo árbol que ya me conocía pero su tronco no estaba tan alimentado para tan siquiera poder rodearlo y ocultarme. El suelo era un campo minado, la gran nube que espiaba la escena fue cómplice de la loba ocultando la luna y su escaza luz que me servía de guía. Y en ese instante, cedí ante la idea del silencio; silencio como perdón, silencio como prueba de valor también, silencio como complicidad si quería devorarme, en un intento de agradecimiento y que no debiera compartir mi carne. Silencio como la razón de querer regresar vivo también. 

Logré utilizar la noche también a mi favor, parvo, inalterado e inexpresivo me arrastré como una emoción que cae por un borde de la página, lejos de ella. Y en vano lejos de su olfato con el cual hubiera podido rastrearme a kilómetros, con tal de saborear mi sucia piel y curtirla de anécdota en caso de no terminar su trabajo. La nube se alejó al ser descubierta en su plan, maldije la madre naturaleza por primar el interés de sus hijos y me resigné en un consuelo de saludar nuevamente a mi padre y decirle que sus golpes no fueron lo suficientemente fuertes, ya que le di mi vida a un solo animal. 

Ahora mi vida pende por la decisión, o quizá la indecisión, pues el tosco movimiento de la magnificada hecha carne me tenía confundido. Ladeada, con la vista rastreando al viento, su caminar me sugería que escapé del punto de la mira. Se recostó reposando la mandíbula sobre sus patas delanteras, la creí dormida al cabo de dos minutos vigilando su silencio. Qué quietud muda para dejarme al vilo de la huída. 

Esta vez fui quien decidió cazar su respiración, ¿habrá emprendido el viaje para morir sola? Pues de ser así podría decir que encontré la fiel acompañante para un viaje como este: sin compromiso, sin promesas ni acuerdos, sin nada más que la sola acogida de un instante.
La noche se mostró como la sombra de un gigante que pasó desapercibido, y luego de un instante una luciérnaga voló enfrente de la loba y descansó sobre la tierra, ella, con los ojos expandidos no hizo movimiento alguno que advirtiera el final de aquella estrella caída. Más bien, a metros de allí se oyó el golpe de una rama que cedió contra el viento, lo que alertó sus sentidos y en un atisbo de curiosidad se levantó para girar la cabeza en aquella dirección. La luciérnaga huyó.
Aquella manifestación me abrió una puerta que temí cruzar ¿no vio a la luciérnaga enfrente de ella?
Entendí ahora su extraño caminar, su resignación por atraparme, y en una ojeada sobre su torso, su sorprendente delgadez.

Era una loba ciega. Temí y fui preso de un cazador cuya mira nunca me apuntó. Temí un final que jamás fue imaginado. Ahora, entrevisto por la gran sombra y el alba asomándose por el borde hacia el fin del mundo, mientras el resignado animal se aleja casi arrastrado del sosiego, espalda a espalda emprendo el camino con el infinito por delante.

Solo algo me preocupa: quién tiene peor destino en este viaje. La loba ciega... o este cobarde.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro