CAPITULO 05
De nuevo unas punzadas fueron las que la detuvieron, parpadeo un par de veces, pero la imagen del sitio en donde se encontraba cada vez se estaba volviendo más nublosa, recargo su peso con una mano sobre la mesa al sentir un nuevo mareo, esto no estaba bien.
—¡Dasom! —la voz de Hoseok la hizo levantar la mirada, encontrándose con el beta que se acercaba hacia ella para darle auxilio—. Dasom, ¿qué sucede? —pregunto Hoseok mientras sostenía a la hechicera por la cintura para que no se fuese a caer.
—Estoy... —Dasom sintió de nueva cuenta otro mareo—, necesito descansar...
—Estoy de acuerdo con eso —Hoseok ayudo a que Dasom tomase asiento para que no pudiera caer al suelo.
Por más que Hoseok no quisiera sentirse preocupado, era inevitable, algo no estaba bien con la hechicera, desde hace días Dasom parecía estar más débil y con constantes mareos y dolores de cabeza, Hoseok casi siempre se quería quedar para poder ayudarle en algo que pudiera llegar a ofrecerse, pero Dasom le decía muhas veces que debía de descansar, que ella se encontraría bien, pero Hoseok ha estado observando todo, y ella no se encuentra para nada bien, había algo que no estaba bien.
—Te prepararé un té —dijo Hoseok, estaba a punto de irse, pero la hechicera lo tomo por el antebrazo sin fuerza alguna, su tacto era frío.
—H-hoseok —hablo débil—, n-necesito que te marches, ahora.
—¿Qué?
Dasom volvió a cerrar sus ojos con fuerza debido a otra punzada en la cabeza, podía sentirla, su hermana, ella estaba despertando, no dejaría que eso sucediera, volvió a ver a Hoseok que parecía todavía intrigado por sus palabras.
—Vete...
—No, no te dejaré aquí sola —Dasom negó con la cabeza lentamente—, te ruego no me pidas que me retire, déjame quedarme, te curaré.
—No, no es por eso —comento Dasom, las risas de su hermana podían ser escuchadas por ella, no tardaría en despertar, tenía que detenerla a como dé lugar—, Hoseok, sólo vete, escapa.
—Dasom, ¿de qué estás hablando?
Dasom no lo había comentado a nadie, tenía miedo de que su hermana se liberase, y cuando se había comenzado a sentir cansada, se puso a investigar un poco más, en los viejos pergaminos que alguna vez pertenecieron a su madre, pudo encontrar que las luces guía, pueden liberarse si acaso tienen la fuerza suficiente, absorben toda la energía de vida posible de sus amos, haciéndolos debilitarse y así poder liberarse. Dasom jamás creyó que eso podría llegar a pasar, su hermana era una hechicera de magia oscura, siempre son más débiles, pero por lo que podía apreciar, su hermana había logrado hacer que ella se sintiese débil, cansada, y totalmente enferma.
Aparentar su estado actual no era fácil, busco algunas formas de poder detener a su hermana, tenía que haber algún otro método para que inclusive ella pudiera estar a salvo, pero nada, no había dado con algo que le fuese de utilidad y estaba molesta por ello, ahora sabía que no pasaría mucho tiempo para que su hermana se liberase, y debía de concentrar la poca fuerza que le quedaba para tratar de detenerla.
—E-ella... ella está absorbiendo mi energía vital.
Hoseok dejo de fruncir el ceño al escuchar eso, abrió los ojos en grande, los vellos se le pusieron de punta al escuchar esas palabras de parte de la hechicera.
—¿Q-qué quieres decir con eso? —Hoseok se temía lo peor, pero no quería que fuese real.
—Ella, mi hermana... no queda mucho tiempo para que ella logré liberare de la prisión en que logré encerrarla hace unos años —esas eran noticias terribles—, no sé cuánto inclusive yo pueda resistir a esto, Hoseok.
—No morirás, Dasom —menciono Hoseok, ella le sonrió al escucharle—. Dime ¿qué puedo hacer para ayudarte?
—No, Hoseok —menciono la hechicera—, debes de irte, dejarme aquí, seré yo quien la detenga.
—Estás muy débil, Dasom —era cierto, inclusive ella sentía que no podía resistir ni siquiera un poco más—, no debes enfrentarte sola a tu hermana, necesitas ayuda, mi ayuda.
Pero Dasom no quería tomar ese riesgo, necesitaba que Hoseok se fuera de allí, lo necesitaba más que nunca, no podía dejar que él peleará contra un espíritu, había otras formas, la hermana de Dasom ahora era más un alma llena de ira y venganza que un ser humano con bondad, así que debía ser detenida a toda costa.
—Dasom —la hechicera miro a Hoseok—, déjame quedarme.
—Necesito que vayas con el príncipe omega —dijo Dasom—, tienes que ir, no importa que —relamió sus labios—, yo intentaré detenerla, pero debes ir donde el príncipe.
—¿Qué le tengo que decir?
—Lleva talismanes, intenten detenerla de llegar hacia él, sé que ella quiere vengarse de lo que paso hace pocos años, ella quiso el trono desde un principio, y ahora que el emperador a muerto, ella verá la oportunidad para ir y conseguirlo, tenemos que impedirlo. Ve con él, y dile lo que he dicho.
Hoseok escucho como la puerta de la habitación en donde tenían a la hermana de Dasom encerrada comenzaba a cimbrar con insistencia, Hoseok trago grueso al escuchar aquello, Dasom frunció el ceño, su hermana estaba recuperando la energía de su magia, debían de darse prisa antes de que sea demasiado tarde.
—Ve, no esperes más, Hoseok —ordeno de nuevo haciendo que Hoseok la mirase—, ve y no te detengas, sólo ve.
—Pero... —fue interrumpido por Dasom, quien lo soltó empujándolo levemente.
—¡Sólo vete! —volvió a demandar.
Hoseok volvió a fijarse en el pasillo, encontrándose con la puerta, y luego volvió a ver a Dasom, los ojos de la hechicera le suplicaban que se fuera de inmediato, trago grueso, se sentía totalmente impotente por no poder tomar una decisión mucho más sensata, pero sabe que necesita avisar al nuevo gobernante del imperio, sin más y dándole una mirada a Dasom, decidió tomar su espada y salir corriendo del lugar.
Dasom pudo respirar más tranquila al escuchar los pasos de Hoseok alejarse del lugar, ahora solamente quedaban ella y su hermana, no permitiría que ella escapase.
—Tanto tiempo, ¿no lo crees, Dasom? —escucho un eco de voz a lo lejos.
—Sooyoung... ni creas que saldrás de aquí...
—Ya lo veremos, hermanita.
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