No estaba listo, para nada estaba listo para esto, siguió su camino, la soledad en el jardín del palacio lo hacía sentirse mucho mejor, aunque de sólo pensar en lo sucedido a su padre, y en el futuro, lograba hacer que su piel se erizase por completo, está asustado, sumamente asustado, ¿qué pasará con el imperio ahora?

Jimin siempre tenía en sus planes que su padre fuese quien le entregase el imperio, que él daría el anuncio a todos los ciudadanos para que conocieran al nuevo emperador, de pequeño imaginaba todo, la ceremonia era perfecta, los miembros del consejo estarían allí inclinando sus cabezas dándole respeto, su padre seguramente estaría sonriendo con orgullo mientras veía como era coronado como el nuevo gobernante, y se celebraría una larga fiesta en su honor, pero ahora... ahora todo es muy distinto.

El emperador ha muerto, Jimin por más que no quería sentirse solo, estaba sintiéndose completamente vacío, la muerte de su madre fue dolorosa, y ahora la de su padre era igual, ambos se han ido, le han dejado demasiadas responsabilidades en sus manos, y tiene miedo de hacer las cosas mal, tiembla de solamente saber que tendrá que encargarse de las necesidades de todo un imperio, ha sido educado por años para que este ansiado momento llegase por fin, pero ahora en verdad no se siente para nada capaz de poder lograr el objetivo principal.

—Jimin —miro a la entrada del palacio, allí estaba Yoongi, se abrazó así mismo para tratar de reconfortarse, se había olvidado del lazo que los unía ahora, seguramente Yoongi escucho y sintió su miedo—, está haciendo frío, deberías entrar.

—Sí, en unos momentos —relamió sus labios y soltó un suspiro.

Yoongi ladeo la cabeza, el semblante del omega le indicaba preocupación, sabe que Jimin está completamente asustado por lo que pueda llegar a pasar a futuro, comprende un poco su situación, aunque no del todo, después de todo, él no iba a heredar el trono, pero de todas formas, tenía que ayudarle a gobernar, para eso estaban juntos.

Decidido, comenzó a caminar para acercarse a su pareja, y en cuanto estuvo por fin cerca de él, llevo su brazo por sobre los hombros del omega parara brindarle un abrazo, acaricio su hombro dándole a entender que se calmase, que todo estará bien.

—No debes de preocuparte tanto, omega —menciono Yoongi—, debes estar tranquilo.

—Sé que no debo preocuparme, Yoongi —miro a su alfa—, pero tengo miedo de echar todo a perder.

—Serás un gran gobernante, juntos lo seremos, sabes que no sería capaz de abandonarte en algo como esto —sonrió para tranquilizar a Jimin—, tu padre te enseño todo lo que debías saber para gobernar el imperio, no deberías desconfiar de ti mismo y de tus enseñanzas.

Por más que Jimin no quisiera desconfiar, su lobo no paraba de inclusive esconderse y temblar, estaba igual de temeroso que él, detesta sentirse atemorizado, hace años que no sentía aquella sensación, y ahora volver a tener miedo no le daba para nada confianza alguna.

—¿En verdad crees que podré con esta enorme carga?

—Eres fuerte, Jimin —el omega miro a su alfa a los ojos—, confía en ti mismo como yo confío, verás que podrás lograr lo que te propongas, serás uno de los mejores gobernantes que esté imperio pueda tener.

—Siempre sabes que decir para hacerme sentir mejor —sonrió al alfa para después depositar un beso en su mejilla—, de todas formas, necesitaré de ayuda.

—Para eso estoy aquí contigo, omega —Yoongi recargo su cabeza sobre la de su pareja, la cercanía entre ambos hacia que sus corazones se sintieran reconfortados.

Jimin agradecía por tener a tan buen alfa a su lado, su destinado tiene un corazón puro y lleno de sentimientos que están totalmente entregados a él y a su hija, está totalmente agradecido por estar de ese modo con su destinado.

—Desde mañana comenzaran los preparativos para tu ascenso al trono, Jiminie —comento Yoongi—, tienes que descansar, no quiero que te sientas sin energías en la mañana.

—Entonces es mejor ir a dormir —soltó un bostezo—, Yoongi...

—¿Sí, majestad? —el omega hizo una mueca para después darle un pequeño golpe en el abdomen al alfa—. Oye, oye... —soltó una risa Yoongi ante el ataque débil del omega.

—Te he dicho que dejes esas formalidades conmigo, ya eres mi alfa, Yoongi.

—Lo sé, cariño, lo sé —beso la frente del omega, mientras que Jimin no podía mostrarse molesto ante aquel beso, ama que Yoongi le de besos en la frente—, pero me encanta molestarte, te ves muy lindo cuando te enojas.

—Te odio —y Yoongi volvió a depositar un beso en su frente.

—Me amas más de lo que me odias, omega.

—Lo sé, mi alfa.

A pesar de que Jimin podía sentirse mucho más tranquilo con la presencia de Yoongi, algo en él indicaba que no se sentía del todo tranquilo, su lobo arañaba su interior como queriendo darle una advertencia, pero no entendía del todo la razón, tal vez estaba teniendo demasiado estrés en su cabeza, debía calmarse, todo iba a salir a la perfección el día de su ascenso al trono, nada iba a salir mal, y se convertiría en un buen gobernante al lado de su alfa.