CAPÍTULO 6: La Portadora De La Perdición.
Alex fue poseído por Fraudin, el Mandamiento Del Desinterés luego de una ardua lucha. Los Guerreros De La Luz creen que fue una traición, pero por ahora no hay una respuesta clara a esos segundos cruciales de aquella lucha. Maley vino al castillo de los Dioses para combatir contra seres muy poderosos sola, traicionando a los Demonios, pero su plan no sale como ella esperaba y termina entrando de nuevo al castillo de los Dioses de la manera que no quería... Será qué, ¿Ella oculta algo qué todos los demás que han estado a su alrededor desconocen?
En la noche, Maley se encuentra en el balcón de la habitación de los Guerreros De La Luz, se siente muy confundida ya que creía que ese odio iba a desatar una gran destrucción, sin embargo, se siente algo cómoda y pensativa. Observa a una altura de doscientos metros los terrenos de los Dioses, a lo lejos una gran ciudad está siendo atacada por los Demonios por las grandes columnas de humo y brillos por las explosiones.
Maley: ¿Cómo saben que pondrán resistir?
Bell Cranel: Sencillo. Gracias a nosotros.
Maley: ¿Ah?
Bell Cranel: Todas las noches cada uno de nosotros se turna para vigilar el terreno de los Dioses por ataques nocturnos por los Demonios, por lo que veo a lo lejos,
ese es el caso, aunque han resistido con éxito. Es una estrategia hecha por los Arcángeles en tiempos de la Guerra De Los Caídos. Desde que me enteré de ese suceso, he investigado y encontrado muchas cosas interesantes.
Maley: Entiendo.
Bell Cranel: Pero lo que más me gusta cuando tengo que vigilar, es el cielo. Siempre está brillante.
Maley: Las estrellas están muy bellas. No veía esto en el castillo de los Diez Mandamientos.
Bell Cranel: Perdón por no haber preguntado antes, pero, ¿interrumpo algo?
Bell golpea la puerta del balcón suavemente.
Bell Cranel: Esa era mi idea, pero me emocioné un poco para resolver tu pregunta.
Maley: Oh, hola. No, no interrumpe.
Bell Cranel: Ja... Perdón por molestarte. (Veo que me siguió el juego)
Maley: No, no pasa nada. Sólo estaba viendo las estrellas y esté paisaje que se puede apreciar a estás alturas.
Bell Cranel: La verdad es muy bonita está noche. Las estrellas y la galaxia se ven a simple vista desde acá.
Maley: Sí.
Bell cranel: Y bueno... Cuéntame, ¿por qué estabas en la raza de los Demonios?
Maley: Es porque soy de la raza de los Demonios.
Bell Cranel: No es cierto, no eres violenta y como veo eres una chica amable, sólo que estás pensando muchas cosas, me dijiste algo sobre combatir con los Dioses y que pagarán por algo, ¿Cierto? ¿Qué ocurre?
Maley: Suelta una ligera risa Eres muy persuasivo.
Bell Cranel: Mi padre me dijo que sólo al ver a la persona, te das cuenta cómo es. Sonriendo Por favor, dime por qué estás en esa raza. Me gana mucho la curiosidad.
Maley: Por como veo conoces la Guerra De Los Caídos, ¿Verdad?
Bell Cranel: Claro que sí, ¿Viviste esa guerra?
Maley: Sí. Yo era la comandante del Ejército Divino en esos momentos, nos unimos con el ejército de los Arcángeles para proteger los terrenos y cuidar las ciudades y pueblos. Fui mandada por las Diosas, ellas me dieron el poder para luchar. Al principio todo iba perfecto, logramos derrotar a varios Demonios, hasta matábamos Demonios de nivel 7... Ocurrió un fuerte ataque que nos tomó de sorpresa y a pesar que peleamos estábamos perdiendo, sentí la presencia de los Dioses, les pedí ayuda, pero ellos se negaron, los Demonios me acorralaron... Estaba en desventaja cuando de repente, apareció Zeldris y me dio dos opciones, morir o unirme a ellos. Todos mis compañeros murieron y los Dioses no me ayudaron, entonces acepté ser uno de ellos.
Maley recuerda ese momento. Cuando la Guerra De Los Caídos llevaba 36 años desde que inició, en esos tiempos, los Dioses apreciaban las batallas para interceder de forma secreta, hasta ese suceso, todo cambió.
Los Demonios han rodeado un pelotón pequeño de soldados que se encuentran en su gran mayoría debilitados.
Maley: Escupe sangre Maldita sea... Lograron herir mi lateral izquierdo con mi hombro derecho...
Soldado Divino: Señora... Estamos en graves problemas...
Maley: Lo sé... Estoy tratando de pensar en algo inteligente... (!)
Siente varias presencias divinas en el sitio, sonríe porque los Dioses la van a salvar junto con sus valientes soldados que tratan de mantenerse de pie.
Maley: Es cierto... Los Dioses aprecian las batallas para interceder en momentos cruciales... ¡Por favor, salven nuestras vidas! ¿Ah...?
Repentinamente se escuchan risas de mujeres, son burlas hacia las súplicas de Maley y los soldados de un momento a otro son devorados por los Demonios que poseen un apetito voraz. Sea lo que sea esa presencia divina, desaparece de la zona dejándola a su merced.
Maley: (!) Empuña su espada
Los Demonios gordos y pesados se acercan más y más a ella, cubriendo por sus grandes figuras
el Sol que recaía en la cabeza de Maley.
Maley: ¿Qué acaba de pasar...? ¿Por qué no nos ayudaron...? ¿Por qué esas risas...? ¿Acaso... Esas des...? (!)
Una delgada arma cae en sus brazos extendidos los cuales sostiene su arma, Zeldris, el Mandamiento De La Piedad está en su lateral derecho.
Zeldris: Baja esa arma.
Maley: (!) ¡¡Zeldris!!
Lanza una ráfaga de estocadas que el gran Líder De Los Diez Mandamientos bloquea con sus brazos que poseen armadura, seguido velozmente conecta una potente patada en el estómago a Maley que la coloca de rodillas.
Maley: Escupe sangre Mal... Maldición...
Zeldris: Por lo visto, aún posees mucha energía, lamentablemente te has desangrado por mucho tiempo, así que seré directo. Tienes dos opciones ahora mismo... Unirte a Los Demonios o morir a manos de ellos. ¿Qué dices?
Maley: ¿Qué...? ¿Por qué haría algo así...?
Zeldris: La guerra se ha vuelto más violenta y salvaje, necesito soldados fuertes y despiadados, sin importar la raza que sea. Por eso son acorralados y se les ofrece esas dos opciones. Antes de ti han muerto veintiocho mil por no acceder, así que serás la primera en no morir por dos estúpidas preguntas. ¿Cierto?
Maley: (La raza de los Demonios han demostrado mucha fuerza... Perdí a mi batallón y necesito vengarme...) De acuerdo, seré de la raza de los Demonios.
Zeldris: Perfecto.
El recuerdo termina, Maley deja caer una pequeña lágrima mientras habla con Bell.
Bell Cranel: Eso es horrible... Debió ser muy duro para ti.
Maley: Por eso comencé a odiar a los Dioses, cuando estaba con los Demonios, sólo tenía que cuidarlos, pero luego se volvió muy pesado, cuando empezó La Guerra Santa, más Demonios nacían. Pedí hablar con Zeldris para ser libre, Galand no me dejaba por ningún motivo y... Mejor no quiero hablar de eso. Hasta que por fin ese infeliz fue derrotado, te agradezco por eso. Antes de ser una comandante, las Diosas nos tenían miedo a mí y a mis compañeras.
Bell Cranel: ¿Ah? Jamás había escuchado de esos seres, ¿Quiénes son las Diosas?
Maley: Son madres Supremas, crían los llamados Seres Divinos, normalmente no controlan su energía cuando son jóvenes, son ayudados a ser más... "Tranquilos". Aunque también son la mano izquierda del creador de la raza de los Dioses. Son seres repugnantes, se ven lindas, pero sólo es una maldita máscara. Viven más allá del Terreno de los Dioses. Y como te dije, ellas nos temían.
Bell Cranel: ¿Por qué temían de ti y tus compañeras?
Maley: Somos... Las Portadoras De La Perdición.
Bell Cranel: ¡¿Qué?!
Maley: Yo soy una portadora, por eso los Demonios no me dejaban ir. Quizá para ellos era una arma de último uso, planeaba usar éste poder para acabar con los bastardos de los Dioses.
Bell Cranel: Interesante, pero... ¿Qué es eso?
Maley: (!) ¿No sabes qué es una Portadora De La Perdición?
Bell cranel: Mmm... ¿Eso no es cuando entregas correos? Es portadora de los periódicos, no es eso.
Maley: ¡No! La Portadora De La Perdición es alguien que tiene un poder destructivo y feroz, capaz de desafiar a las Diosas aunque tenga un poder letal, hasta donde recuerdo son partículas de una raza antigua y extinta antes de la Guerra De Los Caídos, ja... Incluso los Seres Divinos se emocionan por esa energía. Principalmente son reconocidas por ser soberbias y malvadas, pero yo no tengo intenciones de maldad, la luz que emerge de mí es pura como las de mis compañeras y sólo uso mi poder de la perdición para ayudar a los demás... Excepto en este caso, recuerdo que... Por favor, no te alejes de mí, no tienes porque temer, no entiendo por qué... Muchos me llamaron "Salvaje" por mi poder. Eso cada vez me volvía más fría, rencor y odio que ahora me hacen pensar hasta dónde llegué... No lo entiendo.
Bell Cranel: Poniendo su mano en el hombro Hey, tranquila, no voy a tener miedo, además tú me contaste todo. Eso significa que estás teniendo confianza poco a poco con nosotros. Oye, si quieres irte, hazlo, ninguno te lo va a impedir, pero quiero que sepas que los Dioses cambiaron y este lugar siempre va hacer tu hogar. Así tengas ese odio latiendo adentro de ti.
Maley: Eres muy compresivo, te ganas la confianza de alguien muy rápido. Todos confían en ti, míralos.
Ven a los Guerreros De La Luz, Galix tiene su pierna en la cara de Mael.
Denden: Abraza a Gasver Ven, dame un besito.
Gasver: ¿Qué acabo de escuchar?
Denden: Intenta besar a Gasver
Gasver: Evitando que lo bese Está volviendo a tener esos sueños. ¡Aléjate!
Maley: Riendo
Bell Cranel: Riendo Maley, ya viste que nosotros cambiamos, es momento de volver a confiar.
Maley: Mmm... quizá tienes razón, pero confiaré en ustedes poco a poco. Estoy muy confundida ahora mismo.
Bell Cranel: Tómate todo el tiempo que quieras. Bueno, iré a dormir.
Maley: Yo también.
Bell Cranel: Oye, recuerda que te vamos a proteger y pues... Más que todo yo. Sonrojado No lo digo por otra cosa, estoy seguro que eres mucho más fuerte que esos bastardos que te hicieron daño.
Maley: Sonrojada Gracias, pero puedo protegerme sola.
Bell Cranel: Bueno, hasta mañana. Se va a la cama
Maley: Hasta mañana, Bell Cranel.
Al día siguiente, los Guerreros De La Luz planean la batalla final en el Gran Salón De La Luz, donde se encuentra mapeado en la pared todo el terreno de los Dioses e incluso parte de los terrenos de los Demonios, es momento de iniciar el último día que tendrá La Guerra Santa.
Denden: Capitán, tenemos desventaja.
Gasver: Tiene razón Denden. Somos cinco contra siete, apreciando mejor las zonas atacadas, será difícil avanzar hacia el terreno de los Demonios.
Denden: Después de que Alex nos traicionó, no sabemos qué hacer.
Maley: Están equivocados. Alex no los traicionó.
Denden: ¿Ah? ¿Por qué dices eso?
Maley: Zeldris mandó a Fraudin a traer un Guerrero De La Luz para que Bell se rindiera, Fraudin es capaz de poseer cualquier ser. Eligió a Alex.
Denden: Maldita sea, es cierto que ese idiota es capaz de poseer seres vivos, lo había olvidado. Entonces... Alex no nos traicionó.
Bell Cranel: Ya lo había dicho antes. Se ríe un poco
Gasver: Oye, te llamas Maley, ¿Verdad? Tengo curiosidad de saber... ¿Por qué estabas con los Demonios?
Bell Cranel: Ella era comandante del Ejército Divino en la era de la Guerra De Los Caídos, su pelotón sufrió un ataque de los Demonios.
Denden: ¡¿Qué?! ¿Tú viviste esa guerra?
Maley: Sí, después del ataque, mataron a todos mis compañeros y quedé acorralada por los Demonios, Zeldris apareció y tuve que unirme a los Demonios para sobrevivir.
Galix: Qué horrible.
Maley: También... Soy la Portadora De La Perdición...
Galix: ¿Qué es eso?
Denden: Increíble... Es la Portadora De La Perdición, aquel que tenga ese enorme y feroz poder, será capaz de desafiar a las Diosas e incluso Dioses... Wow.
Male: Lo sé, pero....
Gasver: Es increíble tenerte en el equipo, casi no te conozco, pero sé que eres muy buena. No nos atacaste mientras estábamos durmiendo, entonces todo bien.
Mael: Diosas, seres malignos que sólo les importan ser poderosas, si hay alguien más fuerte que ellas aparece... Van a odiar a ese ser. Antes con mi clan teníamos pensado matarlas de una vez.
Galix: Bienvenida a la raza de los Dioses.
Bell Cranel: ¿Maley?
Maley: ¿Sí, Capitán Cranel?
Bell Cranel: ¿Quieres ser una Guerra De La Luz?
Maley: ¡¿Qué?! ¿Por qué me ofreces eso tan rápido? No, no, no. No puedo aceptar eso.
Galix: Únete, por favor. Nos vendrá de buena ayuda.
Mael: Sí, por favor.
Maley: Sonrojada Está bien, si es lo que ustedes desean, me uniré a los Guerreros De La Luz...
Galix: ¡Sí! Ahora somos siete.
Denden: Genial, nuestro clan está más amplio.
Gasver: Es momento de ir a rescatar a Alex.
Denden: Y también es hora de planear la última batalla de está guerra.
Maley: Capitán Cranel, gracias por incluirme en el clan.
Bell Cranel No hay problema y oye, sólo dime... Bell. Sonriendo
Maley: Está bien, Bell. Sonriendo
En el castillo de los Diez Mandamientos, Alex despierta y aprecia como grandes cantidades de Demonios rodean el castillo.
Alex: Escupiendo sangre Chicos... veo que algo va a pasar... Su cuerpo es envuelto por agua transparente Esto me va a curar un poco... Sea lo que sea que vayan hacer... Que sea rápido...
Después de la traición, Maley le cuenta esa noche su pasado a Bell, la Portadora De La Perdición resultó siendo una chica amable y con un poder feroz, confundida se percata que ese odio y rencor no era nada comparado a las ganas de regresar a su hogar. Ahora los Guerreros De La Luz, con un nuevo miembro, planean un plan para dar la última batalla y rescatar a Alex, ya que nunca fue una traición.
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