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CAPÍTULO 4: La Sangrienta Guerra De Los Caídos.

Es de noche en el mundo, desde lo más alto del castillo de los Diez Mandamientos, Zeldris se encuentra mirando las millones de estrellas mientras su mirada está algo pérdida.

Zeldris: Aprieta y abre su puño derecho Me pregunto... Si las cosas hubieran cambiado si está maldita mano no hubiera soltado esos sueños. Suspira Creo que sí.

Zeldris libera su arma y coloca su mano derecha la cual empuña su arma hacia atrás, elevada de manera longitudinal de 45°, luego con su mano izquierda apunta hacia al frente.

Zeldris: Un momento... Un momento...

Una brisa recorre su cuerpo, guarda silencio mientras soporta la respiración, cierra sus ojos y escucha con atención cualquier ruido a miles de kilómetros del castillo, todos los animales cercanos y ruidos dejan de hacerse presentes.

Zeldris: Un momento... Un momento... Un viento fuerte golpea su cuerpo (!) (Ahí viene)

Repentinamente una linea de aire ataca como si fuera una espada, Zeldris salta hacia atrás y el extraño ataque impacta con el suelo, generándose una pequeña explosión de polvo, rápidamente el Demonio se arroja e impacta varias veces su espada hacia esa extraña arma, le conecta una patada a algo que él puede ver, seguido un rodillazo hacia al parecer una quijada y seguido una estocada horizontal hacia abajo, emergiendo una gran explosión de escombros.

Zeldris: Un último movimiento... Cierra sus ojos (!) (Ahora)

Zeldris se lanza hacia ese enemigo invisible, lanza dos estocadas laterales que conectaron, seguido una patada directa en el pecho y luego un ataque fino con su espada horizontal hacia arriba, sorpresiva mente un estallido de ráfagas de viento sale por todas partes y el ruido de los grillos y pájaros cercanos regresa. Se torna visible por unos segundos una figura humana robusta que colapsa partido a la mitad por la espada de Zeldris.

Zeldris: Suspira Bien. ¿Ah?

Su brazo derecho sufrió varios cortes invisibles que incluso se vuelven realidad, emergiendo gotas de sangre que caen en el suelo que está algo destruido.

Zeldris: Ah... Aún no es suficiente, no como en ese momento cuando lo realicé. Veo... Veo que aún tengo que volverme más fuerte.

Se escucha un ruido de rocas cayéndose al suelo.

Zeldris: ¿Ah?

Logra apreciar una sombra entre los muros que desaparece a toda velocidad.

Zeldris: Ah... No importa ahora mismo eso. Mira el cielo Bien, sigamos con ésto.

Shadowboxing es un ejercicio de deporte de combate en el que una persona lanza golpes al aire como si hubiera un oponente. Practicado principalmente en el boxeo, se usa principalmente para preparar los músculos antes de que la persona que entrena se involucre en una actividad física más fuerte.

En el castillo de los Dioses, todos están listos y cómodos para escuchar una historia de desgracia y dolor.

El Gran Sacerdote: Termina de tomar su té Todos súbanse encima de la plataforma brillante.

Bell Cranel: ¿Esto para qué es?

El Gran Sacerdote: Eleva sus brazos y abre sus manos Vamos a ir a un lugar estupendo para hablar sobre esa guerra.

La plataforma es envuelta en un aura de color azul, todos ellos son teletransportados a un lugar lleno de galaxias, planetas y un millón de estrellas.

Alex: Wow... ¿Dónde estamos?

El Gran Sacerdote: Bienvenidos a mi lugar favorito... El Espacio.

Denden: ¡¿El espacio?! ¡¿Cómo es posible qué podamos respirar aquí?!

El Gran Sacerdote: Todo es gracias a un poder mágico que cree en este lugar, RESPIRACIÓN CÓSMICA. Aquí vengo a relajarme y hacer lo que más amo en todo el mundo, leer libros.

Bell Granel: Fantástico.

El Gran Sacerdote: Ya es hora de que sepan la historia de La Guerra De Los Caídos... Suspira

Hace muchos años atrás, empezó la guerra más destructiva de la historia de las razas, La Guerra De Los Caídos o Guerra Caídos. Antes que ocurriera ese hecho lamentable, hubo una guerra que es casi desconocido para muchos, pero esa se los contaré en otro momento. Los llamados Ancestrales calcularon mal las coordenadas de un ataque y mataron accidentalmente a 5.000 Guerreros de la raza de la Hermandad, éstos declaró la guerra con ansias de venganza y en esos tiempos los más grandes, "ANCISTRIS" conocidos como los más fuertes de esa raza eran muy competitivos, atacaron a las Hadas, Oscuros y Protectores. Esas razas siguieron los mismos pasos de los Ancestrales, y atacaron a los Acorazados, Gigantes y Demonios. Y por último, los Demonios atacaron a los Dioses, ahora todas las razas estaban en proceso de erradicación innecesaria.

El Rey Demonio de aquel entonces, era el padre de Zeldris y de Estarossa, mandó a sus dos hijos a reunir a los ocho Demonios más poderosos para crear un nuevo clan, Los Diez Mandamientos. Después de 10 años reunieron a seis Mandamientos y erradicaron a la raza de los Oscuros y Protectores durante esos tiempos. Los Siete Arcángeles Divinos quisieron proteger a las demás razas de los Mandamientos que eran crueles, despiadados y robaban territorios para ser más grandes a nivel militar, hicieron lo mejor posible para detenerlos, no obstante, 10 años después los Gigantes y Acorazados fueron erradicados sin misericordia, se formó por completo el clan más mortal de los Demonios, hasta que... El padre de Zeldris traicionó a toda la raza de los Demonios, para unirse a los Dioses y eso despertó la ira de Zeldris y desató una violencia jamás vista en la guerra, además obligó a que Gloxinia, Rey De Las Hadas se volviera un Mandamiento. Cuando me convertí en Rey Demonio, Zeldris no obedecía ninguna orden mía, sólo quería la aniquilación total de la raza de los Dioses, los campos de batalla, grandes ciudades, pueblos... Estaban destruidos y los cielos eran siempre tormentosos. Yo decidí traicionar a la raza de los Demonios y los Dioses me aceptaron sin dudarlo por mi enorme sabiduría y poder, además porque entrené muchos Reyes Demonios y esa experiencia les ayudaba para enfrentar mejor la amenaza. Cuando la guerra llevaba 41 años, la raza de las Hermandades se rindieron, los Arcángeles habían matado al clan más poderoso de esa raza, LOS CINCO GUERREROS DE LA HERMANDAD, los que seguían en guerra sabían que sería inútil enfrentar a esos clanes, por ello, los Ancestrales se rindieron junto con la raza de las Hadas, los Mandamientos aprovecharon la ventaja para dar la última batalla contra los Arcángeles, Zeldris creía que sería más fácil de lo que pensaba, sin embargo, fue lo contrario e inesperado... Mientras pasaba eso la guerra cumplió 42 años, en ese momento los Reyes Demonios y los Dioses hicieron un tratado de paz en persona,  simplemente los Reyes Demonios se rindieron. La Guerra terminó y la victoria fue de los Dioses, esos 42 años fueron desastrosos dejando 82 mil millones de muertos y un mundo contaminado, destruido y gris, tomó tiempo para que todos se recuperaran luego de la guerra. Fue nombrada la Guerra De Los Caídos por los 5.000 soldados que murieron. Simplemente pasaron 10 años para un incidente que pondría en alerta al mundo de nuevo, los Arcángeles murieron excepto uno a manos de una dura entidad, hasta que esos miedos se hicieron realidad que luego de otros 10 años, empezó La Guerra Santa.

El Gran Sacerdote: Suspira Aún recuerdo esos estruendos, el cielo estallar y la sangre caer al suelo en montones. Esa fue la historia de la Guerra De Los Caídos.

Denden: Demonios... Fue una guerra muy desastrosa. 42 años de guerra, la aniquilación de 4 razas enteras y el mundo hecho pedazos.

El Gran Sacerdote: Efectivamente. Yo no peleaba en el campo de batalla, pero era horrible ver a muchos seres muertos en el suelo mientras una lluvia eterna de sangre de los soldados que luchaban en el cielo caía en montañas y prados.

Bell Cranel: Me imagino que Zeldris no quedó de acuerdo con ese final. Me imagino que habrá sentido y visto en esos años, con razón es demasiado fuerte aún para mí.

El Gran Sacerdote: Claro que no. Escuchen, La Guerra Santa no lleva muchos muertos y es una guerra no tan violenta como se esperaba. Ustedes son los únicos que pueden terminarla, lograron acabar con dos Mandamientos, sus pueblos y ciudades fueron liberados en menos de dos horas, eso es admirable en el tema táctico para la guerra. Son los únicos que pueden traer paz en el mundo otra vez, pero está vez debe permanecer así por mucho, mucho tiempo.

Gasver: Todos nosotros elevamos nuestro poder y seguramente lo que tenemos podemos intentar derrotar a los Diez Mandamientos.

Mael: Hay que hacerlo, Alex y el Capitán derrotaron a dos. Si ellos lo lograron, nosotros también lo lograremos.

Denden: Pero... Hay un detalle algo extraño que dejé pasar hasta ahora.

Mael: ¿Qué cosa, Denden?

Denden: Hay siete Mandamientos vivos, dos murieron. Tienen que haber ocho, no siete, no tiene lógica.

Bell Cranel: Uno está desaparecido y no sabemos nada de él o ella.

Alex: Es el momento de realizar un plan definitivo para acabar con esté maldito conflicto.

El Gran Sacerdote: Me parece estupendo. Teletransporta a todos a su castillo

Todos observan como el suelo comienza a temblar, cuando de repente en el techo del castillo aparece un ojo enorme y éste proyecta a Zeldris frente a todos los presentes.

Denden: 50.30 de porwerita tiene eso. Bien, logré manejar a la perfección esta técnica.

Zeldris: Bell Cranel. He estado pensando en el acuerdo de paz que me propusiste, lo acepté y para firmar el acuerdo de paz, nos vamos a reunir los dos en la Separación de los Terrenos. Nos vemos en diez minutos.

Denden: ¿Cómo supiste donde estábamos?

Zeldris: Esa energía de aquella vez que salió de acá aún seguía en el aire... Procura no tardar mucho tiempo.

El ojo desaparece en un gran estallido de ráfagas de viento junto con ondas oscuras. En el castillo de los Mandamientos, Zeldris está listo.

Gloxinia: ¿Estás seguro de lo qué estás haciendo?

Zeldris: Sí.

Alguien entra por la puerta, es Maley, la Cuidadora de los Demonios.

Maley: Disculpe, Zeldris. He estado escuchando todo el plan y vine a darle una buena idea.

Zeldris: Tu misión es cuidar a los Demonios, por eso te permito vivir en la raza de los Demonios, pero supongo qué... No está mal escuchar una idea de vez en cuando, escucho. ¿Qué tienes planeado? Y espero que sea interesante.

Maley: Ya sé que usted no va a aceptar ese acuerdo, porque sería una doble humillación para usted y toda la raza de Demonios, ya le dijo a Bell dónde encontrarse... Entonces, lleve a los demás Mandamientos para que entre todos ustedes acaben con él de una vez. ¿Qué dice?

Gloxinia: Zeldris, es una buena idea.

Zeldris: Suspirando Está bien, reúne a los demás, vamos acabar con Bell Cranel de una vez por todas.

En el castillo de los Dioses, Bell y los demás piensa qué hacer.

Denden: ¿Qué demonios planea hacer Zeldris ahora?

El Gran Sacerdote: Es extraño que Zeldris acepte el acuerdo que antes había rechazado.

Alex: Tenemos que planear algo, será mejor no ir a ese sitio.

Bell Cranel: Voy a ir.

Gasver: (!) Pero... Capitán.

Bell Cranel: Gasver... Voy a estar bien, voy a mejorar este poder. Sonriendo

El Gran Sacerdote: (?)

Alex: Capitán.

Bell Cranel: Se asoma a la ventana Estaré bien, de igual manera que las ciudades y pueblos estén en alerta por posibles ataques. Se va volando a gran velocidad

Mael: Presiento que algo malo va a pasar.

El Gran Sacerdote: Confiemos en mi hijo, estará bien.

Después de varios minutos, llega a la Separación de los Terrenos, donde zeldris lo espera de pie y muy serio, pero enojado por la tardanza del Guerrero De La Luz.

Zeldris: Hasta que por fin llegaste.

Bell Cranel: Sonriendo Bueno, al final aceptaste el acuerdo, eso me alegra.

Zeldris: Lamentablemente, las personas cambian de opinión repentinamente, no aceptaré jamás ese acuerdo.

Bell Cranel: Entonces... ¿Para nada vine?

Zeldris: Sí, es importante que te presentes en tu funeral, los Diez Mandamientos están aquí para acabar contigo.

Bell Cranel: Oh, ¿Y dónde están?

Zeldris: Ya lo veras... ¡¡Salgan!!

Los Mandamientos salen de sus escondites y en ese preciso momento el cielo se oscurece con truenos potentes y brillantes.

Zeldris: ¿Ah? ¿Dónde está Gloxinia?

Drole: Está en mi trasero.

Zeldris: ¿Por qué está en tu trasero?

Drole: Creyó que era una cueva. Saca a Gloxinia de su parte trasera

Gloxinia: Respirando con desesperación No... Podía respirar, ni moverme...

Zeldris: ¡Gloxinia!

Gloxinia: ¡Cierto! Aparece un portal y saca una lanza reluciente

Bell Cranel: ¿Una lanza?

Gloxinia: BASQUIAS, FORMA CUATRO, GIRASOLES.

Grandes girasoles emergen del suelo a gran velocidad, arrojando a los cielos grandes pedazos de rocas y tierra, del florete de disco de los enormes girasoles se lanzan varios rayos dorados hacia Bell.

Bell cranel: Wow... Eso es estupendo. Sonrisa

Los rayos colisionan en contra de él y todo empieza a iluminarse debido a las grandes y duras explosiones mientras todo está temblando. Luego de unos segundos, el suelo está hecho añicos y columnas de humo y polvo como nubes flotan por el sitio.

Zeldris: Mirando fijamente el humo de las explosiones Todo acabó.

Bell Cranel: Eso fue genial.

Zeldris: (!) Voltea hacia atrás

Bell sorpresivamente está atrás de Zeldris y cuando el gira para apreciarlo, rápidamente el hijo del Gran Sacerdote le conecta un duro impacto en el rostro, siendo arrojado contra múltiples colinas, chocando por último con el suelo.

Drole: ¡Zeldris! ¡ESPINAS DE PIEDRAS!

Grandes pilares afilados comienzan a salir del suelo, Bell esquiva todos los ataques que chocan con una gran montaña y se eleva al cielo, saca su cuchillo y crea una línea vertical en el aire, de ella se dispara varias ráfagas de viento contra los Diez Mandamientos, ellos logran esquivar los ataques que chocan duramente con el suelo, emergiendo varios estallidos. Repentinamente Zeldris intenta atacarlo con su espada de la misma manera con la que terminó el combate con esa entidad de viento, Bell con agilidad esquiva la estocada girando en 360° y luego impacta una patada directa en el rostro, lanzando a toda velocidad a Zeldris contra el suelo, liberándose una gran explosión.

Bell Cranel: Ésto es divertido.

Zeldris se levanta y como un rayo Bell aparece a unos pocos metros de él, velozmente le impacta un puñetazo en el estómago.

Zeldris: (!) (Ese desgraciado se ha vuelto más rápido...) ¡Maldito infeliz!

El Líder de los Mandamientos arroja rápidamente una patada en forma horizontal, Bell se impulsa hacia arriba esquivando e impactando un golpe directo en la quijada a Drole, derribándolo. Derieri mortalmente lanza golpes como vientos, Bell detiene los ataques a gran velocidad con sus manos, conectando una patada en el estómago lanzándola hacia atrás con fuerza.

Derieri: ¿Cómo es posible que haya esquivado mis ataques y conectado uno certero?

Monspeet: Mira sus ojos, son de color amarillo muy fuerte.

Grayroad: Está mejorando un poder que es desconocido para nosotros y para él seguramente.

Monspeet: Acabemos con él de una vez.

Denden: ¡CAIDA!

Las esferas de energía caen encima de los Diez Mandamientos, emergiendo múltiples explosiones.

Alex: Capitán, sentimos que algo malo iba a pasa, logramos llegar a tiempo.

Galix: (!) Los ojos del capitán...

Mael: C-Capitán...

Bell Cranel: Mirando a los Guerreros De La Luz Me alegra verlos de nuevo. Sonriendo

Denden: Sus ojos... Son amarillos...

En el castillo del Gran Sacerdote, él se da cuenta de lo que está pasando por medio de la energía y tensión del lugar.

El Gran sacerdote: Hmm... Creo que algo extraño se liberó con el poder demoníaco, me pregunto... ¿Qué es?

Repentinamente Zeldris aparece atrás de Bell a gran velocidad arrojando una estocada horizontal y mortal, todos no logran verlo a tiempo, excepto el Capitán que se teletrasporta encima de una gran colina, en el sitio una fuerte ráfaga de viento sale disparada por todos lados, Los Guerreros De La Luz retroceden por esa energía.

Mael: Diablos... Qué gran energía.

Zeldris: No vas a escapar.

Bell Cranel: ¡Oh!

El gran Demonio de nuevo aparece atrás de Bell lanzando un ataque vertical, pero está vez su rival responde, bloqueando el impacto con su cuchillo, liberándose una gran explosión de escombros y toda la colina es agrietada. La arma de Zeldris que está envuelta en oscuridad comienza a ejercer presión hacia abajo para hundirlo en el suelo, sin embargo, Bell desvía la espada a la derecha e impacta un duro rodillazo en el estómago, obligando a este duro Demonio a dar unos cuantos pasos hacia atrás.

Zeldris: Maldito bastardo. Creando una enorme esfera de oscuridad

Arroja un ataque tan potente como un huracán hacia su contrincante.

Bell Cranel: Bien, Zeldris. Fue divertido esos minutos. Nos veremos luego.

El ataque impacta con violencia y una explosión descomunal emerge, grandes cantidades de escombros salen volando con ráfagas de viento. Luego del ataque, lo único que quedó fue un gran cráter en la zona, Los Guerreros De La Luz lograron escapar al castillo de los Dioses.

Zeldris: ¡Maldición! Otra vez escaparon. Gloxinia, ejecuta el plan B ahora mismo. ¡Qué la raza de los Dioses tiemblen por fin! Guarda su espada

Gloxinia: Está bien. Truena los dedos

Fraudin: ¿Ahora qué hacemos?

Zeldris: Prepararnos para una batalla campal, necesitamos volvernos más fuertes para vencerlos. Nos vamos.

Los Diez Mandamientos se van al castillo a gran velocidad, dejando atrás un gran cráter. Por otro lado, en el castillo de los Dioses, Los Guerreros De La Luz están hablando de lo ocurrido

Mael: Bien hecho, Denden. Salvaste a todos.

Gasver: El Capitán lo tenía todo bajo control, estaba jugando con ellos.

Alex: Sí, pero el nivel de poder de Zeldris estaba creciendo mucho más, creí que estábamos a punto de pelear hasta la muerte.

Denden: Esa esfera de oscuridad era muy poderosa... ¿Capitán? ¿Se encuentra bien?

Bell se encuentra de pie mirando al suelo mientras calma su energía, regresando sus ojos a su color natural.

Bell Cranel: Vaya, no perdió mucho el tiempo. Se acercan grandes cantidades de Demonios al castillo desde el Oeste.

Denden: ¡¿Qué?!

Los Guerreros De La Luz se asoman al balcón y a varios kilómetros se acercan muchísimos Demonios, algunos vuelan y otros corren dejando atrás grandes cráteres por el peso de sus cuerpos.

Mael: Un maldito ataque. Denden, ¿De cuánto es el nivel de esos Demonios?

Denden: De cinco a seis. Posiblemente hayan de más niveles entre todos ellos. Hay que estar atentos.

Bell Cranel: Qué el ejército de la luz se prepare para una batalla repentina y que sea rápido. No podemos vernos acorralados ahora mismo.

Al escuchar la historia de la Guerra De Los Caídos y lo sangrienta que fue, Zeldris contacta con Bell y le habla del acuerdo de paz. Maley, la Cuidadora de los Demonios le da una idea a Zeldris que puede ser tajante: Llevar a los Diez Mandamientos para poder matar a Bell de una vez y para siempre. Pero al inicio de la pelea él deja mostrar un poder desconocido que le dio pelea a los Mandamientos casi al mismo tiempo. Los Guerreros De La Luz llegan y logran escapar al castillo, el plan B se ejecuta y se aproxima un ataque inminente.

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