-Principe no sea tan frio - la chica le sonrió, no le sonreía como a Cameron.

Cameron comento decepcionado que tal vez nunca sería amado, y que de serlo su persona amada estaría decepcionada por semejante suerte con la que se había topado. Sabía que no era cierto, pues hay puedes ver un rostro sonriente que no le mira con decepción si no con profunda atracción. Pero ¿Quien era el para decidir por el pecoso? El niño se iría pronto dejándolo solo con la máscara sonriente de las esperanzas rotas. Y la pobre niña partiría con el corazón destrozado al saber que el pelirrojo había zarpado, una verdadera lastima sin duda.

El asintió al pelirrojo, aún así era exclavo a sus impulsos egoístas por querer dejarlo a su lado. Cosa que el veía totalmente horrible, cuando de hecho solo era algo que cualquier humano haría al ver partir a alguien, especialmente si esa persona se está robando todas tus primeras experiencias. Es su primer amigo, el primer niño que conoció de su edad, el primer niño plebeyo que no odiaba a la realeza, el primero.........que lo trataba como su igual, el primero que en vez de verlo con temor y respeto, lo miraba con comprensión, calidez y cariño. Cómo si dijiera con su mirada "eres mi amigo, por eso te respeto". Pero cada quien tenía rumbos diferentes, mientras el ojiazul se convertiría en rey, el otro podría ser lo que quisiera ser, sin linaje que se lo impida. Sin ataduras.

El recorrido continuo por un tiempo más. El pelirrojo comentaba emocionado todo lo que había en el castillo, el ojiazul solo esperaba que el recorrido fuera rápido. De verdad que el día no era tan malo para ser invierno, estaba frío pero no demasiado. Y lo mejor de todo en un mes y medio empezaría la primavera, la estación que más le gustaba, claro después del invierno. El pecoso lo saco de sus pensamientos, cuando volteó mirándolo con una enorme y perfecta sonrisa que haría caer rendido a cualquiera. Sobretodo a la niña que parecía un tomate rojo.

-oh vamos Hunter, anímate. Tengo un regalo para ti.

¿Un regalo? ¿Que clase de regalo? Cameron en rara ocasión le daba regalos y a pesar de eso ahí está, esperando al pecoso con su regalo misterioso. Pensó en que podría regalarle alguien como el....

El pecoso salió corriendo dando pequeños saltitos emocionado hasta desaparecer por uno de los enormes pasillos de piedra que daban al granero y a los jardines delanteros. Ellos estaban en su pasillo favorito.

Era un pasillo largo y tenía algunas antorchas colocadas en casi toda la extensión de este último mencionado, las cuales solo se encendían de noche. Si volteaba la izquierda te encontraba con unos enormes agujeros en la pared (o lo que remodelaron de ella) que tenían forma como de triángulo y por ahí podías salir tranquilamente y llegabas al jardín trasero, dónde había una pequeña colina con un enorme cerezo seco por la temporada. Detrás del cerezo estaba el muro que separaba el castillo del pueblo, y alrededor de este cerezo, que se encontraba en el centro del jardín, en la mitad derecha habían arbustos llenos de rosas blancas y  en el lado izquierdo solo habían rosas rojas como sangre.

Admiro encantado el jardín, si tuviera que elegir entre el jardín delantero, el jardín trasero o el central, sin duda elegiría el trasero. Era realmente hermoso.

Entonces miro a la persona a su lado. No negaría que era hermosa, pero no era de su total gusto, el prefería a las personas con aspecto natural y lindo y tal vez algo.....no sabría decirlo....como la belleza de una flor..., no, como las chicas con una belleza desbordante y corriente. En pocas palabrase gustaban las personas exóticas. No solo románticamente, si no también en cuanto a sus amistades.......

Tal vez por eso tenía tan pocos amigos.

La chica se percató de su mirada.

-¿Sucede algo principe?-pregunto alzando una ceja.

El nego con la cabeza.

-solo pensaba en sus verdaderos motivos para venir a mi cumpleaños. Nunca invitan a gente tan joven.

La chica suspiro y sacudió con elegancia la parte baja del vestido.

-bueno se supone que en este cumpleaños el principe conocerá a princesas y doncellas y de vera escoger una para cortejar en el futuro.

¿El?¿Casarse?¿Con una chica que solo conocerá una noche?. No gracias.

-Mi hermano me contó sobre eso...realmente no creo que sea necesario aún no cumplo 14 años.

-pero en unos años los tendrá, y debe cortejar durante un tiempo y después sería el matrimonio.

Suspiro resignado.

-¿Le emocionada el matrimonio?

La chica se sonrojo

-solo un poco

Mientras el pensaba en cuál sería ese regalo.

Tal vez unas flores, tal vez una capa hecha a mano, o quizá unos calcetines calientitos hechos con estambre rojo como tanto me gustaban, o incluso simplemente un pequeño libro o tal vez un pan recién horneado. Cameron era un plebeyo después de todo, eso no le importaba, pero tomando en cuenta eso, no podría darle algo muy grande si no algo pequeño pero que signifique algo, como sus flores o sus pequeños tejidos que sabía hacer. Esperaba que Cameron no se haya sobre-esforzado en lo que sea que fuera su regalo.

El pecoso se acercó con unas semillas en las manos.

-son unas rosas muy hermosas hunter. Estoy seguro de que te gustaran.

los tres se encaminaron al pequeño huerto.

El pequeño pelirrojo llevo entusiasmado una pequeña cubeta con agua. Hizo un hoyo en la tierra y coloco algunas semillas con cuidado en la tierra, tomo varios puños de tierra suave y los rego encima de las semillas. Se levanto y vertió con cuidado el agua.

-lo ven- termino echando piedritas pequeñas encima.-ya termino.

Miro al pelinegro. Este tenía una mirada perdida y triste, no le gustaba ver a la gente triste. Tal vez su propia tristeza no le importaba pero claro que le importaba la tristeza de su amigo.
Su mirada regreso alas plantas.

-principe.......-llamo y ambas personas a su lado voltearon- ¿usted sabe como crecen las plantas?- pregunto con una sonrisa.

El pelinegro lo miro extrañado.

-tu deberías saberlo- comento aún sin mirarle directamente a los ojos, el pecoso lo miro con un puchero y suspiro resignado- sale un brote de la semilla y luego se alarga y sale de la tierra, después es sencillo, sale la planta.- explico con sus manos.

-que aburrido lo haces ver principe- se quejo cameron. El de ojos verdes rió un poco burlón....tal vez demasiado burlón...... debería tener cuidado si no quiere ser ejecutado.

-¿tienes una mejor forma de hacerlo?- pregunto molesto, su mejor amigo se estaba burlando de el.

-si- lo miro a los ojos, esos grandes ojos con largas y gruesas pestañas lo miraba atentamente. Su mirada era de comprensión y ternura.- primero la planta esta encerrada en una semilla, quiere huir de ahi, pero aún no es tiempo, así que espera. Después cuando el día llega sale, intenta con todas sus fuerzas escapar de la semilla que la aprisiona, va dejando un rastro de raíces que bien podrían ser sus cadenas lastimando y torturando su cuerpo, o la sangre corrida por escapar. Y luego.......por fin sale de la tierra y es libre, puede sentir los hermosos rayos de luz abrazándola, por fin puede ser feliz. Poco a poco va floreciendo hasta convertirse en esa planta que tanto le costo ser, y cuando se marchita es por que llego su tiempo, y si se corta es por que esta cansada y se rindió.- lo miro con extrema ternura- ¿lo entiendes verdad?

Asintió triste.

Sueños difíciles de alcanzar.....pero lo lograría.........o eso creía en ese momento.