-¿Que tú qué?- volvió a preguntar su hermana.

- me llevarán a otro pueblo, en el que manda el rey Eduardo.- comento alegre mientras daba saltitos.

Su hermana se llevó la mano a la boca y mordió su dedo índice-una costumbre que heredaron de su padre- y suspiro con cansancio.

-no pienso decirle nada a madre- su hermana avanzo rápidamente.

El trato de seguirá, en no quería ni ver a su madre. Corrió detrás de ella pero la castaña se había ido. Suspiro frustrado ¿Y ahora que? Le tocaría decirle a su madre, dios se apiade de su pobre y pequeña alma. Resignado camino hasta el cuarto de esta última mencionada, tocó la puerta tres veces con cuidado.

-adelante -escucho la fuerte voz de su madre.

Abrió con cuidado y mordió su labio inferior con fuerza, camino hasta la cama de su madre dónde estaba plácidamente recostada.

-levi.....te dije que no quería verte- hablo la mujer.

Suspiro de nuevo.- lo se- la miro a los ojos - pero tengo que decirte algo importante........

La mujer bufo.

-pudiste enviar a tu hermana- hablo molesta.

-lo intente.....no quiso ayudarme......- juntó sus manos en su pecho nervioso.

Podía sentir su corazón latiendo muy rápido, se sentía como una pequeña presa frente a un depredador. Respiro profundo, y suave, dejo salir el aire lentamente. Su vista estaba en el suelo mientras jugaba con sus dedos desesperado. Si hablaba con su madre después le tocaría hablar con su padre........

-¿que quieres Levi? -pregunto su madre con fastidio.

-yo.........-pudo sentir los penetrantes ojos negros de su progenitora en su persona. Odiaba esa sensación, era un asqueroso dolor de estómago que no podía explicar. Era repugnante- madre......está mañana...........las reinas.......nos eligieron a mi y a unos niños.........- comenzó a hablar temblando de miedo. Era ridículo tenerle tanto miedo a una persona y no aún dragón. -nos reclutaron para irnos a otro pueblo.....-cerro los ojos con fuerza preso del pánico, esperando un dolor agudo......uno que nunca llegó.......en su lugar sintió una suave caricia en su mejilla.

Pero ya no se confiaba........

Volvió a cerrar los ojos mientras las caricias en su mejilla seguian. No podía confiarse. Después de unos segundos solo se escuchó el eco de la fuerte cachetada que su madre le dió.

Sobó con cuidado su mejilla rosada. Y derrepente sintió otra de esas en su mejilla derecha. Y luego una vez más otra en su mejilla izquierda y así creando un sonido armónico por la velocidad, fuerza y constancia de las cachetadas. Cuando su madre lo soltó le dió una última cachetada el doble de fuerte que las anteriores.

Quiso llorar pero aguanto. Si lloraba el golpe sería peor.
Su madre le vio indiferente.

-¿Cuando te vas?-pregunto más tranquila, moviendo lo aun lado de una patada. Luego le dió otra. Escupió un poco de sangre. Recostando se por completo en el suelo, respirando frenéticamente. La primera patada le había sacado el aire y la segunda le saco sangre.

-un mes.....-susurro ocultando su cara entre sus brazos. Quería llorar. Pero el siempre lloraba.

-de acuerdo.....para entonces la bebé ya tendrá un año- acaricio suavemente la cabeza rojisa de la bebé con desprecio.- quiero que te la lleves,no puedo cuidar al bebé que nacerá en unos meses y está niña.

El alzó la cabeza rápidamente aturdido. ¿Quien cuidaría el bebé entonces? No conocía a nadie en el otro reino y era un viaje de casi 4 días a caballo, y aparte no podría cuidarlo si tenía que trabajar.

-pero madre......-antes de que terminara su madre le dió una patada en la cara. Está parada hizo que cayera hacia atrás golpeando su cabeza con un mueble. Y provocando que un hilo de sangre saliera de su nariz.

-te la llevaras- dicho esto se acostó de nuevo y cerro los ojos.- vete de aquí.

Asintió frenético antes de salir corriendo. Llego hasta la cocina y se dejó caer en una silla. Una mujer de cabellos cenizos se paró frente a el.

-levi.....-susurro acariciando su cabello.

Respiraba cansado, sus ojos pesaban y se sentía terriblemente agotado. Su estómago dolía y sus mejillas también.

-escuche que te irás pronto.

El asintio.

-ella dijo que me llevará al bebé.

-pues llévatelo......No hay nada que te lo impida.

Suspiro frustrado- claro que sí, un bebé necesita de su madre. Admito que la mía no es tan buena madre, pero es una madre al fin y al cabo.

La mujer se sentó a su lado.

-tu hermana te cuido cuando tus abuelos murieron. Creo que sí ella pudo tu también.

Recordaba ala perfección esos tiempos. Con apenas 5 años se quedaba solo en casa, después su hermana comenzó a cuidar de el todo el tiempo con solo 13 años lo había cuidado y le enseñó casi todo lo que sabe. Luego a los 7 años partió rumbo a España junto a su padre y un primo, dónde le enseñaron a escribir y otras cosas más. Cuando regreso ella fue quien lo recibió, ese mismo día conoció a quien es su mejor amigo.....el principe hunter.

-pero es diferente......yo ya tenía 5, la bebé solo tendrá 1 año. Y sólo tengo 8 años ¿Que podría hacer?- apretó fuertemente su ropa en busca de consuelo.

-lo se, pero también se esto- le acaricio suavemente la cabeza- los caballeros han lidiado con cosas peores que irse y estar solos. Estoy segura que tú lo lograrás, sobretodo con ese espíritu.

La mujer se fue dejándolo solo. Cuando la puerta se cerró se echó a llorar, no quedaba de otra, tendría que irse del reino y llevarse al bebé con el.........solo esperaba hacerlo bien.

-lo más complicado será el viaje. Será mejor que vaya preparando cosas y un plan.

Salió caminando lentamente por los largos y oscuros pasillos del castillo. Le daría una buena crianza a su hermana, le daría lo mismo que su hermana mayor le dió. Amor.

-podría llevarla en brazos, pero tendría que llevar algo para cargarla.

Se dispuso a conseguir una pequeña canasta. Llevaría una almohada y al menos tres mantas pequeñas. Una sería para que el bebé este cómodo acostadito, la otra para cobijarlo y otra para tapar la canasta un poco, así  taparía un poco el sol y la fuerte brisa.

Sonrió alegre. Tendría que comenzar de una vez.

Dando saltitos fue hacia el jardín, dispuesto a pedir ayuda para construir la canasta.
Y pedirle a James su disposición para ayudarlo a cargar la canasta en los descansos y así ninguno de los dos se cansaba.

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-bien, necesitaran algunas cosas para el viaje, bueno son solo 4 días.

-primero: una capa que les cubra todo el cuerpo, con capucha.-anuncio la reina Marlen.- mi reino es algo frío y en el camino lo es aún más.

-segundo: botas para nieve. El camino está repleto de esta.-dijo el rey Eduardo.

-tercero: ropa de manga larga y algo gruesa. Ya les dijimos que hace mucho frío.

-Cuarto: alimento para ustedes. Y eso es todo.

Los dos asintieron y se fueron del cuarto con una reverencia.

-entonces llevarás a tu hermana- hablo James.

- si me la llevaré.

El castaño sonrió y asintio.

-¿Cómo se llama?

- su nombre es Ariel.

-es un lindo nombre.

-si tú lo dices.

-prometo ayudarte cuando te canses demasiado.

-gracias James.

Juntos corrieron a los cuartos de los sirvientes. Bueno el pelirrojo se desvió cuando el castaño ya no lo miraba, y salió del castillo. Los guardias dejaban que los sirvientes salieran casi todo el tiempo, así que no había problema. Corrió colina arriba, ahora la colina estaba repleta de árboles secos y cespedes largo y mojado de lo normal. La brisa era helada y húmeda, las estrellas se miraban absolutamente hermosas. Era un desperdicio no quedarse a mirarlas, bueno, ya tendría tiempo para eso. Corrió encontrándose de nuevo con aquella majestuosa criatura. Esa con la que se encontraba de vez en cuando.

-hola Gold - saludo respirando con fuerza. Se había cansado. Ante su saludo recivió un rujido en respuesta.- yo también te extrañe....parece que me quedaré esta noche.