21, Los secretos detrás de Avalon.
Motivados por un miedo mayor, el grupo volvió tan rápido como pudo al Mercadotroll. No iban a negar que estaban seguros con lo que se iban a encontrar del otro lado.
Se reorganizaron, y formaron una estrategia para poder avanzar en silencio y acabar con aquellos que se interpusieran en su camino.
Aria logró activar otra vez su armadura, e hizo todo lo posible para no pensar en lo que había dicho aquel tipo antes de ser atacado por sus amigos.
Era una nueva incógnita que no tardó en clavarse como espina en su mente. Aún sabiendo de la historia de la princesa, en el libro de las guardianas no había algo relacionado a alguna clase de llave o sobre alguna portadora que haya sido parte del oscuro movimiento troll.
En cuanto el portal del muro se abrió, lo único que se pudo oír era caos. Bajaron rápido por la escalinata, y vieron a muchos troles correr mientras que otros eran capturado.
—Muy bien, cambio de planes.— susurró Aria.—Debemos sacarlos, y evitar un enfrentamiento mayor. Son más que nosotros.
Aunque Jim no estaba del todo de acuerdo, aceptó junto al resto del grupo. Además de eso, le emocionaba ver a su amiga tomando las riendas y siendo sensata. Más aún cuando el sentía la gran necesidad de vengar la muerte de Vendel.
—Debemos reunirlos en el giro.— propuso Clara.
—Si, con AAARRRGGHH los cubrimos mientras logran llevar a los trolls por el pasillo.— dijo Toby.—¿Listo copiloto?
El troll gigante asintió, y junto con Toby se escabulleron a ver qué más había.
El resto fue en busca de la comunidad bajo tierra para informarles del plan.
•
Ocultos detrás de un muro Aria se cuestionaba que era lo que Gunmar planeaba hacer con aquellos trolls que iban separando. Pero algo vio que hizo que su mente se dispersara en otra dirección.
—Debo ir al calabozo.— susurró.
—¿Qué? No.— exclamó Jim.
No tuvo que preguntar demasiado para saber lo que Aria planeaba. Pues al igual que ella le dolía aquella traición, pero estaba seguro que a su compañera de batalla le dolía a un más. Él no confiaba tanto como lo hacía Aria, hasta esperaba que pronto Asteria se revelará contra el grupo.
—Hay algo que debo saber Jim.— murmuró.
—Se que irás aunque te detenga.— dijo este.—Solo no hagas una tontería.
Aria sonrió por ese comentario, y sin decir más nada corrió lejos de ellos.
No pudo esquivar a los guardias, así que tuvo que enfrentarlos sola. Hasta ella misma se sorprendió por lo habilidosa que era en ese momento. Los derribo sin aquel esfuerzo que la caracterizaba desde un principio.
Ahora no sentía tanto miedo como antes, sino más bien emoción por haber logrado derribar a tres trolls que la superaba en tamaño y fuerza.
Busco por todos lados a Asteria, y la encontró en el fondo del calabozo. Con ayuda de su espada iluminó el caminó, y logró llamar la atención de la muchacha.
No lucía para nada bien. Tenía el labio lastimado, y un ojos morado. Sus manos estaban cubiertas con vendaje hechos de su propia ropa, y se podía notar rastros de sangre en estos.
—¿Qué quieres?— pregunto sin verla.
—Vengo a sacarte de acá.— respondio.
—¿Por qué?— pregunto.
Su voz, aunque no llego a ser un grito, denotaba enojo. Y Aria no sabía con quién estaba enfadada. Sin consigo misma por haberse dejado capturar o con la guardiana por aún estar ahí, de pie y confiando en que ella podía cambiar.
—Vete Aria, este es mí destino.— continuó.—Desde que nací las cazadoras a mí alrededor estaban seguras que algo así iba a suceder.
—¿Dejarás que alguien más decida por ti?— pregunto consternada.—Tambien me pasó algo igual, pero decidí que debía ser así.
—¿Por qué sigues confiando Aria?
La muchacha la vio con confusión. No tenía una respuesta clara para eso, pero por el momento solo estaba allí por otras razones lejos de la confianza.
—Solo quiero ayudarte, porqué no deseas nada de esto.— se limitó a responder.—Y aún nos puedes dar una mano contra Gunmar.
Sin esperar, con su espada rompió el candado de la reja. Asteria lo dudo por un instante, sin embargo salió de ahí. Evitó la mano que Aria le extendía, y no le dijo siquiera gracias. Aunque de algún manera, la guardiana entendió que si lo hizo.
—Debemos sacar la mayor cantidad de trolls de aquí.— anuncio.
—¿Qué está sucediendo?
—Gunmar planea hacer un nuevos ejercicio.— respondio.
Apurada ante el plan del temible troll, fue por sus amigos.
•
Se reunieron con el resto, y los pusieron al corriente. Pero estos ya estaban al tanto de los nuevos planes de Gunmar. Ahora solo debían buscar la manera de mover la mayor cantidad de trolls.
En el giro, hacian todo lo posible para sacarlos de ahí. Pero la cantidad supera al pequeño espacio. Además de eso, aún era de día, y Clara, quien se había movido con ayuda de la vara de sombras, aviso que el lugar se llenaría rápido y que el sol los dañaría.
—Yo me encargó.— dijo Jim.
En lo que el resto se ocupaba de salvar a los trolls, Aria hizo algo que nunca hacía. Se separó del grupo. Aún había algo rondado por su cabeza, y solo un ser podía darle una mano por muy mala que fuera.
Sabía dónde encontrarlo, y asustada por la locura se acercó a la Piedra Corazón. Una extraña energía la atravesó, e hizo latir nervioso su corazón.
Cómo si de alguien sin miedo se tratara, grito llamando la atención del gran troll oscuro. Este estaba tomando la energía de la piedra, y se detuvo al verla de pie frente a él.
Del collar brotó la princesa, y trato de detenerla pero Aria la ignoró. Debía obtener respuesta aunque eso pusiera en peligro su vida.
—Llegas a mí antes de tiempo.— dijo este con una sonrisa socarrona.
—¿De que llave hablan?— pregunto Aria.
—Aria.— exclamó la princesa.—Ahora no.
—Ahora si.— dijo Gunmar.—¿Acaso no les has dicho todo princesa maldita?
La princesa Aria lo vio, y luego a su aprendiz que la veía con confusión. Cuando Gunmar quiso seguir hablando llegó Jim, y este lo vio con furia.
—Luego me encargo de ti.— amenazó.
Tomo la mano de Aria, y la saco de ahí casi a las rastras. Prometió que luego de todo la reprocharia pero ahora necesitaba su ayuda para evitar a los soldados de Gunmar.
•
El giro relentizaba el traslado, y solo quedaba una opción. Le habían advertido a Clara que usar mucho la vara de sombras le podía hacer daño, quizás a su cuerpo o peor aún a su alma. Pero esta estaba convencida que si no la usaba la vida de muchos trolls terminaría esa misma tarde.
—Creo que puedo ayudarte.— dijo Aria.
Ambas asintieron. Fueron a lo más alto de una roca, y cada una tomo una parte de la vara. Clara comenzó con el portal. Este aún era pequeño, y no alcanzaba para nadie más que un par de humanos.
—Esto lo leí en un capítulo del libro.— murmuró Aria.
La princesa se hizo presente, y tomo su hombro para que la viera.
—Se lo que viste pero no lo hagas.— advirtió.—Aley no salió viva después de eso, y tú no eres una bruja.
—Lo se, pero Vendel confiaba en que algo de magia me quedaba.— dijo.— Debo hacer esto.
—Eres tan obstinada.— sonrió pese al dolor.
—Todas lo somos.
La princesa se apartó. Aria tomo con aún más fuerza la vara de sombras, y recorro aquello que leyó en el libro.
—Por la magia de Merlín, el poder de Avalon está bajo mí mando.— exclamó.
El collar brillo con más fuerza, y su luz verde se mezcló con la del oscuro portal. Este se cerró para luego volver a abrirse aún más grande. La magia que emanaba hizo que Aria se levantara del suelo. Clara grito por ayuda.
Jim al voltear a ver, vio a su compañera de batalla envuelta en una radioactiva luz verde. Esta se había soltado de la vara, e iba directo al gran portal. Corrió tan rápido como pudo y la sujetó de la cintura. Sin embargo la corriente mágica era aún mayor.
—No dejaré que te vayas.— exclamó.—Aun hay mucho que hacer.
Toby, AAARRRGGHH y Blinky fueron a ayudar, y ellos se les único Candra. Entre todos lograron que Aria se estabilizara, y volviera a tomar la vara.
El portal se comportó.
Apuraron para que pasaran tan rápido como fuera posible. Del otro lado los esperaban Steven junto con Eli para darles algo con que cubrirse del sol de la tarde.
Con los últimos trolls, solo quedaba el grupo. Uno a uno cruzó el portal. Tras Candra, quien llevaba a Asteria esposada, Clara soltó la vara y le ordenó a Aria que hiciera lo mismo.
—No puedo.— dijo esta aterrada.—Estoy atada.
Clara noto que sus ojos pasaron de verde claro a uno muy oscuro y este color se expandía por todos su mirada, hasta logrando salir de la misma como extrañas vetas negras. Cuando quiso ir por ella, el portal la chupo y escupió del otro lado. Cerrándose por completo.
Nadie sabía nada. No podían ver a Aria ni a la princesa. Clara comenzó a llamarla, alertando al resto del grupo.
Una pequeña luz verde se formó, y de esta brotó Aria, que descendió hasta quedar en lo alto de una roca. Clara corrió hasta ella, y volvió a pedir ayudar.
Asustado, sin saber con qué se iba a enfrentar, Jim corrió hasta llegar a Clara. La encontró abrazando el cuerpo de su amiga. El brazo de Aria cayó pesado a un costado, dejando ver cómo la oscuridad se iba disipando.
—Jimbo.— murmuró Toby.
Clara los vio, y negó ante la mirada de sus amigos.
—No, no, no.— negó repetidas veces Jim.
Tomo el inerte cuerpo de Aria. Era la primera vez que tomando su mano sintió tanta frialdad. La abrazo, y no pudo evitar llorar. Le había prometido mucho y ahora sostenía con dolor todo eso que no iba poder hacer.
Una lágrima resbaló por su mejilla, y cayó sobre la piedra de Avalon. Esta se conservaba apagada, pero un brillo surgió. La luz se expandió, hasta cubrir su cuerpo. Se apartaron, hasta que se apago y lento Aria abrió los ojos.
Tosió un par de veces, y se quejó por un leve dolor de cabeza.
—¿Qué ocurrío?— pregunto confundida.
—¿Cómo te sientes?— respondió Jim con otra pregunta.
—Confundida.— respondió.—¿Pasó algo?
Jim, Toby y Clara se vieron, sin saber que responder. La princesa salió del collar y la abrazó con fuerza llorando con la misma intensidad.
—No vuelvas a morir niña tonta.— chilló.
Y antes de dejarla hacer más preguntas, sus amigos la abrazaron. A ellos se les unieron los trolls, haciendo que los demás rieran y dejarán aún más confundida a Aria.
—¿Morí?— insistió en saber.
—Algo así, pero le diremos a tu papá que solo te desmayaste.— respondio la princesa.
★★★
Holis ¿Cómo les va? Espero que bien.
Ah, estaba ansiosa por torcer la historia de esta forma.
Lo siento pero alguien debía recibir el golpe y claro que iba a ser la prota ¿Sino quien?
Es a partir de acá que la historia empieza a alejarse de la original. Y spoiler el próximo capítulo es bien tranqui, asi que se pueden relajar. De ver.
Sin más que decir ✨ besitos besitos, chau chau ✨
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro