19, Un montón de ...
Aria llegó junto con sus amigos al Mercadotroll. Por suerte su papá le dejo faltar a clases al saber lo de Jim. Sin embargo Aria le hizo prometer que no le diría sobre lo que pasaba a nadie. Pues lo último que necesitaba era que se supiera antes de tiempo lo que le pasaría a su amigo.
Al encontrarse con Jim, este les dijo sobre la decisión que tomo.
—Se lo que harás, al menos deja que te acompañe.— dijo Aria.
Jim tomo una de sus mano a través de los barrotes, y le dio una cálida sonrisa. Aquel silencio causo más estragos en su amiga de lo que cualquier otra palabra haría. Otra vez sería el único en sacrificarse, y como la última vez, no dejaría que ella ni nadie se involucrara.
Se lo llevaron frente al tribunal, y Aria no puede hacer más que verlo. Sentía un nudo formarse en su garganta, y como eso no le dejaba respirar con tranquilidad. Le nublaba la vista, y solo podía pensar en lo peor.
Clara se le acerca, y le toca el hombro para verla a cara.
—Debemos confiar en que todo saldrá bien.— dijo, dando una sonrisa.
•
Con Toby cómo su supuesto abogado defensor, y la falta de pruebas que demuestren que él no era culpable de traer a Gunmar al mundo humano, Aria no confiaba tanto en las palabras de su amiga.
—¿Por qué ella no lo puede defender?— Clara señaló a la princesa.
—No soy humana, lo fui pero prácticamente estoy muerta.— respondió.—Pero con Candra nos quedaremos a su lado, vigilando que su amigo no diga una tontería y retrase lo más que se pueda el juicio.
Aria asintió.
—Bien, iremos por esas pruebas.— exclamó.—Algo debe haber, alguien debe saber algo.
El grupo se dividió. Mientras Toby se organizaba para hacer una actuación creíble, el resto fue en busca de algo que le diera una chance a su amigo.
Iban en silencio detrás de Blinky, y Clara no pudo evitar sentir curiosidad. Ella tenía una leve corazonada sobre los sentimientos de su amiga hacía su amigo, y ahora solo quería saber qué tan buena era para descifrar a los demás.
Además de eso buscaba aligerar un poco la situación, o hacer que Aria pensara en algo más.
—Asi que Jim.— murmuró evitando alguna risa.
Aria la vio por el rabillo del ojo, y noto la sonrisa de su amiga.
—¿Qué?— respondió nerviosa.
—Veo que te preocupas mucho por él.
—Es normal, es mí mejor amigo.— insistió sin verle a la cara.
—Vamos, eso lo sé.— dijo Clara.
Antes de continuar su camino, se detuvo y con ella a Aria. La tomo de los hombros, y la vio fijo a los ojos.
—Tienes que decirle.— sonrió.—Si lo ocultas por más tiempo, te hará doler.
—Pero, ¿Si todo sale mal?
—Evitaremos que eso suceda.— respondió.—Debes confiar un poco más.
—¡Bien!— dio un salto.—Por esas pruebas.
Listas, corrieron a encontrarse con Blinky.
Se encontraban frente a la tienda de de Rot y Gut. Su plan era hacer preguntas, sin embargo los dueños del lugar le hacían difícil la ayuda. No querían hablar, a lo que el troll de múltiples ojos se decidió por medidas extremas.
Las dos muchachas no podían hacer más que contener las risas al ver la actuación de policía malo del mentor de su amigo.
A la fuerza supieron que había un infiltrado en el Mercadotroll. Alguien del lado de Gunmar entre los demás trolls, y eso era más que suficiente para salvar a Jim de una muerte asegurada.
Ahora solo debían hallarlo.
Preguntaron por todos lados sobre un tal Krax, o si habían visto a alguien cargar con tantos detectamanadas. Pero parecía ser que nadie sabía sobre este ser. Lo que confirmaba aún más sobre el infiltrado.
Entre tantos, uno le indico un posibles escondite. Con las últimas novedades, corrieron hasta el lugar. En una llamada, la princesa les comentó acerca de Jim dando un discurso increíble sobre hecho de cometer errores.
—Pero saben, los trolls son muy quisquillosos.— sostuvo la princesa.—Y aunque el joven cazatroll hayan tenido buenas intensiones, ellos solo saben que volvería hacer lo hizo sin importar las consecuencias.
—Esto esta mal.— Aria cubrió su boca dejando ver un ceño de preocupación.—Debemos buscar al espía.
—¿Un espía?— preguntó la princesa.—Eso tiene sentido. Vayan por él, es la clave para demostrar que alguien aquí trabaja para Gunmar.
Tras cortar corrieron por los pasillos del Mercado, hasta que después de dar varias vueltas dieron con el escondite. Se escabulleron dentro, con la única intensión de hallar pruebas, por más mínima que sea.
—Este es el fin.— bufó Aria.
Antes que Clara pudiera reprochar su falta de optimismo escucharon algo. Al voltear a la entrada, vieron al sospechoso principal.
Blinky decidió actuar rápido, y le tiró al desconocido un detectamanadas. Solo fue cuestión de segundos para que dejara al descubierto su identidad. Era a quien buscaban.
Los tres fueron contra el, debían atraparlo al menos en una pieza. Pese al esfuerzo del grupo, Krax era escurridizo. Se escapó de entre sus brazos.
Y ocurrió lo peor.
En un intento de detenerlo, Blinky lo amenazo con una piedra explosiva. Solo era eso, una falsa acción. Pero un leve temblor hizo que aquel artefacto resbalara de sus manos y cayera, con mala suerte, en manos del espía.
Una gran explosión los empujó lejos de quien antes era su única esperanza. Atónitos se vieron entre sí, sin palabras, ni nada que pudiera suavizar la situación.
Ahora era cuestión de suerte.
•
Todavía les quedaba una última ayuda, sin embargo está no sirvió de nada. En cuanto llegaron al tribunal la decisión ya estaba tomada. Nada se podía hacer más que implorar porque Jim pudiera salir vivo de los más oscuro del Mercadotroll.
—Esperen.— exclamó Aria.—Aun podemos llevar estos detectamanadas con Vendel, el nos va a creer.
Giro para ir a la sala del troll, y se topo con Usurna. Se podía leer cierta pena en su rostro, pero les era difícil de creer.
—¿A dónde crees que vas?— pregunto.
—Con Vendel, aún hay una chance.— respondió Aria.
La reina tomo el hombro de la muchacha y la vio directo a los ojos. Aria estaba segura que podía ver maldad en ella, algo que dudaba encontrar en los trolls sobre la tierra.
—El ha fallecido.— musitó.
Espantada dio unos pasos atrás, negando a lo recién dicho. Era una mala noticia tras otra, y estaba segura que no iba a resistir más palabras cargadas con tragedia.
Con Vendel muerte, sin nadie de poder a su lado, solo quedaba escuchar el veredicto final. Y la realidad no se encontraba tan lejos a lo que abogaba minutos atrás.
La palabra culpable resonó en su cabeza, y como un eco, más bien un horrible sismo, recorrió su cuerpo haciéndole doler.
Pronto las cadenas de la jaula comenzaron a moverse. El ensordecedor ruido trajo a Aria a la cruel realidad del momento.
—Esto no puede terminar así.— exclamó histérica.—Que se detengan.
—Lo siento Guardiana pero así es la ley troll.
Aria la vio con furia, y paso a su lado para correr hasta donde estaba Jim. Él parecía no verse tan afectado. De alguna forma Aria sentía que estaba en paz. Aunque odiaba pensar eso.
—Jim, por favor.— tomo su mano.—No así.
Este le sonrió con pena, y el peso de la realidad se reflejó en su mirada azul. Brillaba del dolor, y las lágrimas pesaban, aún así se retenían al límite de sus ojos.
—Arias, yo ...— se pauso.—Espérame.— murmuró.
Sin previo aviso, Usurna dio la orden, y lento Jim se fue sumergiendo en las tinieblas. Aria cayó de rodillas al suelo, viendo como este desaparecía de su vista. Sentía que su corazón se rompería de golpear con tanta fuerza, y que toda el agua de su cuerpo se iría en lágrimas.
Había recuperado a su amigo, sin embargo ahora lo volvía a perder.
•
Había pasado una hora. Nadie decía nada, y se podía notar a simple vista el malestar y tristeza en cada uno.
Aria, se encontraba sentada en la mesada de la biblioteca, dando la espalda al resto. Lloraba de enojo, segura de que todo se pudo haber evitado.
Al final, haberle dicho algo o no, le termino por doler como dijo Clara. Pero más le dolía no haber confiando en que algo bueno saldría de eso, o que lento cualquier esperanza se iba a apagando.
El denso silencio se vio interrumpida por suspiros de sorpresa. Aria sintió que su piel se erizó. No quería voltear, la realidad le estaba jugando tanto en contra que no estaba segura con lo que se iba a encontrar.
—Aria.— llamo.
Cubrió su boca para evitar gritar. Con rapidez volteó, y se volvió a encontrar con él. Lucia cansado, y de lejos se notaba que su armadura pesaba. Aún así mantenía una sonrisa llena de eso que ella estaba perdiendo, esperanza.
—Jim.— exclamó.
Se puso de pie y corrió hasta quedar frente a él. Lo abrazó sin dudarlo dos segundos, y lloro en su hombro. Era como si recién volviera a respirar.
—Estas aquí, pero ¿Cómo?— pregunto si apartarse.
Jim vio a sus amigos, y abrazó con más fuerza la muchacha que se deshacía en sus hombros.
—Una condena troll no iba poder contra mí.— respondio.
El resto festejo la única buena noticia del día, y se unieron a ellos en un cálido abrazo.
Pero aquel momento de bienestar se interrumpió. Nadie la había notado, y ya se empezaban a cansar de su extremo silencio a la hora de entrometerse en cualquier sitio.
—Que hermoso reencuentro.— dijo dando un par de aplausos.—Lo digo de corazón.
Voltearon a ver, y Asteria se encontraba en una esquina. Al principio los trolls no la reconocieron como una aliada, puesto que está traía su armadura negra.
—¿Qué hace ella acá?— pregunto Blinky.
Jim camino entre sus amigos, y llegó a su lado. No le gustaba decir lo que ella era en voz, pues con todo lo ocurrido aún sentía que no se podía confiar en nadie que no fuera sus amigos.
—Anda, dilo Jim.— sonrió con sorna.
Se notaba que disfrutaba la pena del cazatroll.
—Es nuestra aliada.— murmuró.
—¿Qué?— pregunto Blinky.
Jim rodó los ojos, y suspiro agotado.
—Esta de nuestra lado.— respondió más energético.
—Asi es amigo, así que tu y el resto de tus ojos vean con más respeto.
Paso al lado de Jim, y buscó donde sentarse. Pese a ser aliada, los trolls no eran los único que desconfiaban de ella. Tanto Toby como Clara, y sobretodo Candra, la veían con disgusto.
Aria noto la tensión, y se interpuso entre las miradas de odio como de arrogancia.
—Cuesta creerlo pero si está de nuestro lado.— dijo nerviosa.—¿Cierto?
—Si, así es.— respondio la cazadora.—Y como soy buena cumpliendo con mí palabra les traigo algo jugoso.
Se tomó su tiempo para decir aquello. Veía y analizaba a cada uno. Esperaba poder descifrar antes de tiempo las reacciones del grupo. Hasta que Toby, agotado por la espera le apuro a que hablara.
—Su querido troll patriarca en realidad fue asesinado.— dijo.
Jim se acercó a ella, y la vio a los ojos. No sabía nada hasta ese momento. Buscaba que estuviera mintiendo, pero podía notar en la claridad de su vacía mirada que decía la verdad.
—Y el infiltrado tenía un ama.— añadió.—Todos sabemos quién es, que fue la causante del deceso de su amado Vendel.
—Usurna.— murmuró Aria.—Ella planeó todo esto.
—Y va por más.
★★★
Hola mis soles ¿Cómo les va?
Ah, que lindo que la primer publicación del año sea pura tragedia. Lo siento pero yo no escribí la historia original.
Llegamos a la parte de ¿Qué carajo hacemos? Solo somos unos niños.
Ya casi falta poco para terminar la 2da temporada. Y hay cosas que van a cambiar respecto a lo original, como que voy agregar uno que otro elemento cliché básico que nos gusta mucho u.u
En fin, sin más que decir nos leemos pronto ✨ besitos besitos, chau chau✨
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