Capítulo 1
Bebés y niños llorando.
Una tormenta dentro de un establecimiento.
Los ayudantes robots moviéndose por todas partes sin control.
Objetos flotando por magia.
Peluches siendo despedazados.
Un niño corriendo por toda la guardería con serpientes en lugar de cabello.
Dopinder en medio de todo el caos sin saber que hacer.
Pero no nos adelantemos tanto. ¿Quieren saber cómo llegamos a este punto? Todo comenzó ese mismo día en la mañana...
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15 de enero del 2025, ese era la fecha que marcaba el calendario, también era el día en el que por primera vez Dopinder cuidaría a los hijos de sus amigos. Estaba muy nervioso, no había podido pegar el ojo en toda la noche, estaba muerto de los nervios y no era para menos; estaba apuntó de asumir una gran responsabilidad y ya no se podía retractar ¿O sí?
En ese momento la puerta se abrió mostrando a Drax y Mantis junto a la pequeña Keila que era cargada en los hombros de Drax; Dopinder se acercó rápidamente -aunque nervioso-a ellos para saludarlos.
-Hola, son los primeros en llegar -comunicó el taxista.
-Ya nos dimos cuenta -respondió Drax de forma arisca-¿Seguro que reforzaron bien el lugar? -cuestionó mientras lo inspeccionaba con la mirada
-Drax, por favor, se amable -reprochó Mantis y cargo a Keila para dársela a Dopinder-, en general es tranquila, solo que hace unas semanas empezó a desarrollar sus poderes -explicó refiriéndose a su hija.
-¿Y cuáles son?¿Son peligrosos? ¿Debo ajustar a los robots? -interrogó mientras mecía a la niña.
-Son empáticos, iguales que los míos, pero...creo que puede usarlos sin necesidad de tocar a alguien, no se si pueda afectar a varias personas a la vez -contestó con algo de duda.
-Me encargaré de anotar si eso sucede -anunció y Mantis le sonrió.
-Si mi hija necesita algo, si mi llega a necesitar, llámame a esta cosa rara que Stark nos dio a todos -demandó Drax mostrando su teléfono.
-Cuenten con ello -asintió-.Oh, recuerden que sólo a los padres de cada hijo mediante su huella digital se los puedo entregar cuando acabe la semana.
-Lo sabemos -habló Drax-. Volveré Keilita -se despidió de su hija.
-Adiós hija -Mantis besó su mano.
-Abio -dijo la niña mientras movía su manito.
Cuando los padres se fueron, Dopinder llevó a la pequeña a una zona en el suelo donde habían peluches, la sentó y se puso en cuclillas.
-Según el libro que leí, debo dejar que te relaciones con el lugar primero, así que...-tomó un peluche de oso y se lo dio-conoce a señor Migins.
-Minis -balbuceo mientras recibía al peluche.
-Exacto, lo dijiste casi igual -apretó un botón en el "reloj" de su muñeca-. Deborahbot cuida a Keila, si necesita algo me avisas -le ordenó amablemente a su ayudante Robot.
-Entendido humano.
Apenas se levantó escucho el sonido de la puerta abrirse, por esta aparecieron Steve y Tony cargando a la pequeña Morgan que trataba de quitarle un maletín al último.
-No jovencita, esa maleta es de papá y es para adultos -explicó el millonario a su hija.
-¿Qué llevas ahí Tony? -preguntó curioso Steve.
-Capipaleta, es para nuestras vacaciones, obviamente son cosas no muy americanas -respondió con obviedad.
El Capitán América iba a responderle a su esposo pero antes de que lo hiciera Dopinder se paro frente a ellos.
-Hola señor Stark y señor Rogers -saludó amablemente.
-Dopinder puedes llamarnos por nuestros nombres -le comunicó el rubio.
-Aquí tienes a nuestra pequeña jovencita -habló Tony y le dio a Morgan-, ten pido que tengas cuidado, agarro la manía de ir hacia cualquier enchufe que vea.
-Todos están bien tapados con las gomas que compraron para amueblar el lugar -le recordó el de piel morena.
-También, es posible que no quiera separarse de los Robots -agregó de ojos azules.
-Bobot tes -balbuceo Morgan mientras hacía esfuerzos para acercarse a uno de ellos.
Dopinder se dio cuenta, presionó otro botón en el aparato que le construyeron para controlar a los Robots y lo llamó.
-Eric, cárgala y pasea con ella por la habitación -pidió y le entregó a la niña
-Si, humano.
-Yo le hubiera puesto un nombre más genial a los robots pero ni modo -comentó con superioridad el millonario.
-Tony, por favor -le reprochó Steve.
-Esta bien capipaleta -aceptó el contrario-. Bueno Dop, nos vamos, cuida mucho a nuestra jovencita -le pidió seriamente a Dopinder y este asintió-, volveremos en tres días.
-Hasta pronto Dopinder -se despidió Steve.
-Adiós señor Rogers y señor Stark.
Cuando se fueron, Dopinder cayó en cuenta de se le habían acabado los robots, el siguiente niño o bebé que entrará por la puerta estaría 100% bajo su responsabilidad; solo esperaba que fuera muy tranqui...
-Ya llegaaaaron las bendiciones -gritó Wade al entrar con Peter y Ellie, que cargaba a su hermanito Miles mientras este dormía.
-Wade, Miles se va a despertar, guarda silencio -pidió Peter.
-Hola señor Dopinder -saludó Ellie.
-Hola dulzura, hola señor Pool y señor de Pool -recibió animado a los recién llegados.
-¿Qué hay Dopinder?; te explicó brevemente, Ellie no te dará problemas...
-Soy una niña buena y te puedo ayudar cuidando a mi hermanito -se ofreció amablemente.
-Buen intento pero no funcionará -advirtió Peter-. Quiere estar todo el tiempo con Miles, pero tiene que hacer otras cosas también.
-Pero papá Spidey -se quejó.
-Ellie bonita ¿Qué dijimos la otra vez? -preguntó Wade.
-Hay que hacerle caso a Papá Spidey o si no papá Wade dormirá en el sofá -recordó con pesar.
-Buena niña -apreció Peter y revolvió el pelo de la niña-. A Ellie le gusta leer, con eso puede estar tranquila pero cuando lleguen Billy y Tommy puedes hacer que jueguen juntos; el que si te va a dar problemas es Miles, ahora está cargando pilas al dormir, pero cuando se despierte estará hiperactivo y es posible que trepe las paredes.
-Al parecer tiene los poderes de mi arañita nalgona pero tiene mi personalidad -dijo Wade orgulloso.
Dopinder se preocupó, pero decidió calmarse. Peter y Wade se fueron, él cargo al bebé con uno de sus brazos, le indicó a la niña donde estaban los libros de cuentos, camino hacia las cunas y dejó que Miles siguiera durmiendo.
Al cabo de varios minutos, la puerta volvió a abrirse, está vez mostrando a Warren, Kurt y un pequeño bebé Rubio que miraba todo sorprendido.
-Kurt, Warren hola -los saludo-y tú debes ser el pequeño Achu -refiriendose al pequeño.
El bebé lo miró casi frunciendo el seño mientras que Kurt apoyo su cabeza en el hombro de Warren mientras sufría en silencio.
-Tiene tres meses, todavía podemos cambiarle el nombre -sugirió Warren.
-No, sólo tienen que acostumbrarse -alegó Kurt y volvió a mirar a Dopinder-, se llama Ashur.
-Lo siento -se disculpe el hindú-, ¿Hay algo que deba saber de él? -preguntó.
-Eh, nada grande, solo se teletransporta cada vez que se asusta, molesta o llora -explicó amenamente mientras el contrario se asustaba.
-Aunque no suele suceder muy seguido si lo mantienes entretenido -calmo el rubio.
-Menos mal -suspiró.
-Bueno, ya nos tenemos que ir -informó-, adiós mi niño, te voy a extrañar -le dio un besito en su frente y se lo entrego a Dopinder-cuídalo mucho, llamaré estas tres noches para ver como esta.
-No se preocupen, todo estará bien, se los aseguro.
Ambos padres se fueron; Dopinder colocó al bebé el una cuna grande donde también estaba Miles dormido.
-Muy bien Ashur, aquí tienes un nuevo amigo, se llama Miles, cuando despierte podrás jugar con él -le dio una pelota para ir a ver como estaban Keila, Morgan y Ellie.
El pequeño miró a su costado mirando al moreno dormir, soltó la pelota y se acercó a él.
-¿Mng? -balbuceo y puso su manito en la cabeza del otro.
Y así, los hijos de los superhéroes siguieron llegando.
Bruce y Clark habían dejado a Martha y Robin, informando que hasta el momento ninguno había manifestado tener algún poder, la única anotación que le dieron fue que no solían separarse, siempre estaban muy unidos.
Visión y Wanda llevaron a Tommy y Billy, el primero, apenas entró empezó a correr a gran velocidad por todo el lugar, mientras que el segundo se fue directamente al área de lectura donde estaba Ellie y mágicamente hizo aparecer un sillón grande.
Logan trajo casi a rastras a Laura, que se empecinaba en que se podía cuidar sola en su casa, al final terminó entrando a regañadientes y juntándose con sus primos; el mayor le advirtió a Dopinder que la niña solía tener ataques de ira, así que debia tener cuidado.
T'challa y Ororo llevaron a la pequeña Kira, diciendole que por nada del mundo la dejara llorar mucho tiempo porque causaría que lloviera, y si de plano no se calmaba con nada que llamara a la reina de Wankanda para que le ayudara a controlarla.
Oliver y Barry dejaron a Nora en la misma cuna de la guardería, esta de chupaba el dedo mientras movía su sonaja, le dijeron que estaría tranquila siempre y cuando tuviera su sonaja con ella.
Loki y Quill llegaron al mismo tiempo, dejando a Frigga y Meredith, respectivamente, en el establecimiento; el dios de las mentiras amenazo al taxista si es que algo le llegará a pasar a su hija, mientras que el nombrado guardián de la galaxia le regalo un CD con las canciones favoritas de su niña.
Ya casi estaban todos. Dopinder atendía las exigencias de Frigga mientras ordenaba a los Robots cambiar el pañal de Nora y Ashur.
-¿Seguro que es buena idea? -cuestionó una voz detrás suyo.
-No tenemos de otra -reitero otro- a demás, tenía que pasar tarde o temprano.
El ahora cuidador, volteo y se encontró a Pietro y Clint hablando mientras que ambos sostenían las manitos de un niño tímido que se aferraba con todas sus fuerzas a estos. En los hermosos ojos del pequeño se podía ver que tenía mucho miedo, Dopinder no sabía porque estaba de esa forma pero esperaba poder ayudarlo. De forma rápida, se acercó a los recién llegados.
-Buenos días -los saludó- ¿Pasa algo malo?
-Hola Dop, ven tengo algo que decirte -le informo Pietro mientras lo apartaba de su esposo y de su hijo-. Estamos preocupados por Alec.
-¿Por qué?
-Cómo sabes lo adoptamos hace casi tres meses, durante todo ese tiempo se ha comportado tímido y callado pero cuando le explicados que se quedaría aquí se empezó a comportar de manera extraña -contó con intranquilidad-, en el orfanato no nos dieron muchos detalles, solo nos dijeron que lo encontraron fuera con heridas en sus rodillas y llorando; suponemos que sus padres biológicos lo abandonaron allí pero no estamos seguros. Creemos que piensa que lo vamos a abandonar aquí, habíamos pensado que uno de los dos se quedara el primer día pero nos necesitan para una misión. No sabemos cómo tranquilizarlo -confesó angustiado.
Dopinder no sabía que responder, miró que a la distancia Clint estaba en cuclillas hablando con Alec, parecía que el niño estaba apunto de llorar pero Clint le dio un abrazo y se tranquilizó. Sabía que los robots no lograrian hacer eso y a él le falta mucho por aprender todavía, además de que tenía que atender a los demás. Entonces se le ocurrió una idea que podría funcionar; llamó a Ellie, está al instante dejó su libro y fue hacia donde estaban los adultos.
-Ellie, siento molestarte, pero crees que puedas leerle un cuento a Alec; eres la niña más dulce que conozco, se que se va a sentir a gusto contigo, por favor -le rogó encarecidamente el taxista.
-No hay problema, con mucho gusto lo hago -aceptó con una sonrisa en el rostro-, ¿Quién es Alec? -cuestiono.
El mayor se descolocó un poco ya que pensé que ambos niños ya se conocían, así que miro al otro adulto en busca de una respuesta.
-Alec es muy tímido en multitud, decidimos presentarle a todos de a pocos, hasta ahora sólo conoce a la familia Maximoff -explicó
-Entiendo -respondió y volvió a mirar a Ellie-, es tu primo lejano, ahora los voy a presentar.
Los tres fueron hasta donde estaban Alec y Clint. Dopinder llamó la atención del pequeño y este lo miró con algo timidez.
-Hola Alec, mira, te presento a Ellie -la nombra movió su mano saludando-, ella te quiere contar un cuento ¿Qué dices?¿Te interesa?
-¿Qué histolia? -cuestionó casi en un susurró.
-¿Cuál te gustaría? -preguntó el ex-cirquero y su hijo lo miró.
-Alquelos -respondío el pequeño.
-Le puedo leer Robin Hood -propuso Ellie y todos asistieron; ella tomó la mano de Alec y este soltó la de su padre-, se que te va a gustar mucho y tiene bonitos dibujos.
Alec esbozó lo que parecía una sonrisa y despidiéndose de sus padres se fue con Ellie hacia el sillón donde también estaba sus tres primos.
-Lo voy a extrañar.
-Solo nos vamos tres días, anciano -le recordó Pietro.
-Lo voy a extrañar dije -reitero Clint-. Por favor cuidalo mucho y si sucede algo no dudes en llamarnos, vendremos en seguido.
-No se preocupen, yo los mantendré al tanto -aseguro el cuidador.
Los tres se despidieron y Dopinder volvió a donde los niños para ver que necesitaba cada uno.
Pasaron un par de horas en la que las cosas estuvieron tranquilas. Jugaba con algunos niños, alimentaba a otros y vigilaba a los demás por sí necisitaban alguna otra cosa.
Todo iba de maravilla, hasta que el sonido persistente de una sonaja despertó a Miles, ahí es donde todo se fue al carajo.
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Primero lo importante (Se aclara la garganta) ¡¡PRIMER CAPÍTULO DE "LA GUARDERÍA DE DOPINDER"!!, estoy muy emocionada, este es el último libro que me falta publicar de lo que prometí que se vendría este año.
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Segundo, me equivoque en una fecha importante en el libro principal que es cuando se adoptó a Alec, así que aquí les dejo la real:
° Alec nació el 18 de marzo del 2021, fue abandonado en agosto del 2024 y adoptado en octubre de ese mismo año °
Si hay algún otro error de fechas, no es mi culpa es de Barry.
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Bueno, eso es todo por ahora, nos leemos en la próxima 😉
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