Ya voy amor, espero no llegar tarde
Yoongi cumpliría al día siguiente la mayoría de edad, y terminaría en un par de semanas por fin sus estudios superiores, incluyendole una maestría, tenía un trabajo decente en la universidad y vendía varias de sus composiciones, se sentía listo para ir por su omega y tomarlo si este aún seguía libre y aún lo aceptaba, todavía no se sentía como alguien que enorgulleciera a su familia pero no quería esperar más, un miedo le invadía terriblemente desde que vio a su pequeño en ese video y en esa foto con ese otro niño de cabello oscuro que lo miraba como si fuera carne fresca.
Sólo esperaba no llegar tarde.
Por su parte Jimin había recibido ya la noticia de ser aceptado en la escuela de artes, Tae recibió la misma carta afirmativa y se preparaban para pasar el último mes y medio antes de mudarse a la capital, Jimin y Tae brincaron de alegría y emoción por la nueva aventura que les esperaba.
Cookie por supuesto no estaba tan contento, aún le restaban dos años para poder seguir a Tae, lo mataban los celos de imaginarlo en un nuevo lugar lejos de él conociendo gente nueva y temía que otro alpha mayor viera a su omega y lo enamorara, tomándolo y borrando su marca, también sentía algo de celos por ese flacucho alpha que seguía Jimin desde niños, ¿qué le veía?, ¿qué era tan grandioso sobre él que lograba que su hermoso hermano Jimin lo amara tanto y se dedicara a lograr su unión? ¿y si se lo quedaba en verdad y lo alejaba de ellos?, cierto que tenía a Tae pero ya no podía imaginar su vida sin su precioso Tae y su hermoso Jimin, eran suyos, aunque sólo Tae lo era en realidad y eso le bastaba y sobraba para sentirse el alpha más afortunado.
Como si ambos se dieran cuenta de lo que pensaba Cookie mientras los veía charlando completamente en ausente lo abrazaron al mismo tiempo y lo llenaron de mimos, Tae diciéndole que no podría encontrar a nadie que lo hiciera dejar de pensar en él y plantandole besos por toda su cara y Jimin diciéndole que lo quería mucho y que su lugar en su corazón jamás se lo quitaría ni Yoongi, que siempre sería su hermanito bebe mientras desacomodaba su cabello juguetonamente.
Cookie se quedó inmóvil asombrado de lo mucho que lo conocían esos dos, ¿acaso ya leían su mente?, además no podía negar que había imaginado esta escena mil veces con la diferencia claro de que en su fantasía ambos eran sus omegas y se río para sí mismo nervioso pensando que seguro lo golpearían si de verdad ya leen su mente, en especial Jimin por imaginarlo así, Tae por el contrario quizá lo deje tomarlo después de golpearlo por imaginar a su Jimin de esa manera.
Faltaban un par de semanas para terminar cursos cuándo Jimin veía su calendario en la mañana, al día siguiente sería el cumpleaños de Yoongi, vendría por él? Le parecía recordar vagamente que Yoongi prometió que iría por el cuando pudiera, y eso en la mente de Jimin se tradujo como en cuanto sea un adulto y no esté obligado a seguir lo que los adultos me indiquen, al contrario de Yoongi Jimin obedecía casi ciegamente a los mayores y sentía profundo respeto por esas reglas implícitas como respetar a tus mayores y solía asumir muchas veces que los demás tenían ese mismo respeto.
Y entonces se decidió, iría a buscar a su alpha y no le importaba nada más, estaba cansado de esperar y que mejor pretexto que no tener alojamiento aún para cuando empezaran su escuela, le llamó a Tae quien le dijo que él lo acompañaba pero sólo si iba Cookie, Jimin pensó que quizá temía enfrentar a Hobi con su nueva prometida sin la seguridad de su alpha a su lado y se sintió muy egoísta al pedirle que dejara a su alpha para apoyarlo en su búsqueda.
- no Tae, no te preocupes, mejor disfruta el tiempo que nos queda para entrar, te llamaré llegando allá, sólo ven y ayúdame a elegir que ponerme, y a hacer mis maletas.
Tae llegó en menos de 10 minutos, aún iba en pijama, se puso un abrigo al salir y unos zapatos cómodos.
Al cabo de una hora ya tenían la maleta, Tae le insistió que era mejor viajar ligero, ya tendría tiempo de volver y llevarse más cambios, aún les faltaba el atuendo pero ambos tenían hambre, bajaron a prepararse algo, los padres de Jimin salían temprano a trabajar, aún no le daban las buenas noticias a Jimin, una semana antes habían hablado en la reunión de la comunidad y decidieron que también vivieran en la misma casa donde vivían los otros chicos de la escuela de artes, la casa aún tenía una habitación libre, y los padres de Jin aceptaban gustosos compartir con la comunidad, decidieron esperar a que terminara el curso porque conociendo a su pequeño sí le decían que se quedaría ahí dejaría todo para irse aún cuando le importaban mucho sus estudios y no quisiera desilusionar a nadie, así era Jimin a veces muy impulsivo.
Por otra parte Jin era el único de los mayores que ya sabía la noticia, había pensado en decirle a Nam pero temía que éste se lo comentara a Yoongi y lo hiciera perder la cabeza o saliera huyendo, aún cuando llevaban tanto viviendo juntos no siempre podían descifrar el actuar de su pálido amigo, sin embargo confiaban en él y en que era sensato la mayor parte del tiempo.
Jin a veces se imaginaba la reacción que tendría al ver a su omega destinado, quizá por fin lo verían sonreír de nuevo como cuando estaba con esa simpática chica, recordó con una sonrisa como todos se miraron entre sí al conocerla y como se preguntaban si el más pequeño de los Min había decidido dejar definitivamente a lado la promesa de volver por su omega.
Tae y Jimin terminaron sus pancakes con fresas, Jimin lucia preocupado y Tae sabía que estaba de nuevo inseguro de sí mismo, entonces le dijo calmadamente y sin mirarlo directo - ¿recuerdas cuando fuimos a aquella competencia? Cuando viste de nuevo a Yoongi y el también te vio en el video - prosiguió sin esperar una respuesta afirmativa pero aún así Jimin ya había asentido silenciosamente - hemos cambiado desde entonces, tu dejaste los lentes y ahora luces mucho tus ojos, más aún desde que nuestra hermanita te enseñó a maquillarlos, tu ropa es más presentable y entallada, tu figura está más marcada por los ejercicios de danza y lo que falta aún ahora que entremos a la escuela, creo que ahora eres aún más bonito, aunque siempre lo has sido...
A Jimin se le llenaron sus ojitos de lágrimas saladas, Tae era ese tipo de amigo que sabía justo lo que lo preocupaba y se sintió afortunado de ser su amigo, le hizo una última pregunta casi a modo de susurro, sintiendose apenado luego de murmurarla - ¿y si no le gusta mi figura? - Tae lo miró con ternura - Jimin no hay nada de malo en tu figura, al contrario, si Yoongi no lo ve estará ciego o algo, no creo que el se preocupe por estas cosas cuando el es un flacucho, ya relájate, buscaremos algo que le provoque que le falte el aire al verte.
Jimin sonreía, se sentía tan afortunado de tener a Tae, siempre lo hacía sentir mejor hablar con él y siempre le provocaba algo de risa que su amigo aún se expresara con expresiones y un tono que denotaba un poco de celos de su Yoongi.
Eligieron unos jeans ajustados con las rodillas rotas, una camiseta negra, y unas botas cargo, Tae le había elegido una camisa Blanca que se estallaba perfecto a su cuerpo y resaltaba su figura pero Jimin aún se sentía inseguro de usarla, así que optó por esta camiseta que consideraba le daba suerte, tenía una portada de Iron maiden y le quedaba un poco ceñida al cuerpo.
Pensó en colocarse perfume pero prefirió ir así, no quería que nada interfiriera para que Yoongi lo reconociera, aunque debería bastar con su olor y esa vieja camiseta.
Tae sabía de esa camiseta, de pequeños Jimin no dejaba de hablar de ella, y se la ponía todas las noches para dormir, tenía años que no la veía, sin saber que su amigo la atesoraba y por eso la había dejado de utilizar para no maltratarla y mostrarle a su alpha que aún la guardaba y había cuidado bien de ella.
Al cabo de una hora Jimin se despedía de su amigo que le deseaba suerte, tenía mucho miedo, nunca había viajado sólo, sin embargo sentía más incertidumbre de la reacción de su alpha y de a que se enfrentaría al llegar a esa dirección, quizá Yoongi ya tendría alguien y por eso no se apuraba a volver, pero estaba decidido a averiguarlo y hacer lo posible por estar con él.
Jimin ya estaba de pie frente a la puerta con la dirección que estaba escrita en ese papel que le tomó dos años conseguir, su pecho se oprimía y sentía ganas de regresarse y olvidarse de todo pero ya estaba ahí, ya no había vuelta atrás... - tú puedes Jimin... - susurro al momento que exhalaba para tratar de tranquilizarse, estaba a punto de tocar y la puerta frente a él se abre de golpe.
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