La vida te da sorpresas
Al cabo de un par de días fue sólo a buscar a Hoseok, lo encontró como siempre riendo con sus amigos y practicando pasos de baile, pero ahora no podía verlo como antes, antes cuando lo veía sólo veía a un abusivo aprovechado de la inocencia de su amigo, ahora quería volver a verlo y le causaba alegría verlo sonreír, lo confrontaría por sus acciones y quizá también sea algo de pretexto para volver a ver su boca de cerca.
Tae suspiró profundamente y caminó decidido hasta donde estaba el mayor y le dijo - hablemos - Hoseok lo miró extrañado, -¿pasa algo pequeño? - revolvió los cabellos de Tae y este sintió cosquillas en el estómago, y no pudo evitar sonreír como niño bobo, ya antes le habían dicho pequeño pero no era común que pasará y todos eran familiares, Hoseok pensó que era adorable este chico, se preguntó porque iría a buscarlo, si sería por lo del otro día.
Tae iba tan ensimismado al encuentro que no se dió cuenta que Jimin lo siguió y ahora estaba a un par de pasos de ellos escuchando todo.
Tae no aguanto más y lo confrontó pero hasta el mismo se sorprendió de lo que salió de su boca, el pensaba preguntar cuáles eran sus intenciones ocultas en si y no creer sus mentiras, en vez de eso de su boca salió - ¿Te gustó? El otro día cuando nos besamos, ¿te gustó verdad? -
Hoseok dejo caer la mandíbula poniendo una cara de sorpresa, esperaba cualquier pregunta excepto esa, Jimin también estaba sorprendido, hasta Tae lo estaba.
- S- sí... - contestó Hoseok sintiendo que le bajó todas las defensas - a ti también, ¿no? O ¿por qué sentí que metiste tu lengua en mi boca? - continuó, dándose cuenta de lo que había dicho cuando ya lo había hecho, la cara de Tae se puso del color de un tomate, Hoseok apretó sus labios sin saber que hacer y la cara de Jimin era cada vez más sorprendida.
Tae entonces sólo dijo - Sí - y agachó si cabeza sintiéndose derrotado y avergonzado, la cara de Hoseok fue de incredulidad pura y Jimin se llevó las manos a su boca para callar un grito de sorpresa - ¿en verdad? - preguntó Hoseok recibiendo de nuevo una afirmación de Tae que asentía con un movimiento de su cabeza.
Hoseok sonrió enternecido y avergonzado, sus mejillas ahora tenían un color rosaceo y pensó - este chiquillo es adorable, podría caer rendido a sus pies si no me cuido - sus amigos habían escuchado todo y empezaron a hacer cánticos de burla y pedían otro beso, Jimin entonces caminó hacia Tae y le preguntó en voz baja - ¿estás bien? ¿Quieres ir a casa? - Tae lo miró y asintió, dieron la media vuelta y empezó a caminar a la salida de la manita de Jimin, Hoseok cayó a sus amigos y corrió detrás de los chiquillos, tocó el hombro de Tae que se giró al sentirlo, entonces Hoseok lo abrazó y le plantó un beso largo, pausado, sintió como el chiquillo le correspondía y se derretía despacio entre sus brazos, Jimin pudó sentir que su amigo soltaba suavemente su mano y rodeo el cuello del Alpha, dejándose llevar en ese beso.
Cookie también los había seguido sin que se fueran cuenta y vio cómo su amigo era besado despacio y con pasión, sintió como su entrepierna se abultaba y pulsaba, su corazón se aceleraba y no podía apartar la vista ni lo quería hacer a pesar de sentir mucho coraje por qué estaban besando a Tae y Tae y Jimin eran de su propiedad.
Jamás había visto a Tae así, sentía envidia y deseo, el quería tocarlo y besarlo igual que ahora lo hacía el mayor, Jimin permanecía inmóvil mirando lo que sucedía boquiabierto, un pequeño gemido salió de Tae y Hoseok se detuvo, si seguía querría llevarselo y tomarlo y no podía, era un niño, por mucho que le gustará no podía hacer eso, empezó a sentir como todo su cuerpo se erizaba y soltó el abrazo lo más tranquilo que pudo, prometió buscarle más tarde si le dejaba su domicilio y en cuanto Tae lo dijo Hoseok se despidió rápidamente cubriendo sutilmente con la chamarra que sostenía en su mano su cada vez más evidente bulto que crecía bajo su pantalón, Tae lo miraba con deseo y éxtasiado por lo que ese beso le hizo sentir, y sólo se fue cuando vio entrar con cierto apuro a Hoseok al baño, le gritó que lo esperaría más tarde y caminó hipnotizado con una sonrisa boba en su rostro y sus mejillas sonrojadas, Jimin caminó detrás suyo en silencio, Cookie ya se había ido a casa.
Hoseok se encerró en un cubículo del baño y se descargó, una, dos, tres veces, que clase de magia tenía este pequeño, besaba riquísimo y si no lo hubiera soltado cuando lo hizo habría hecho aparecer su forma animal, podía sentirlo, jamás había dado rienda suelta a este arrebato, en verdad le daba miedo y más aún tratándose de un chiquillo, ahora entendía perfectamente lo que sintió su amigo aquella noche en la guardería.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro