Sed De Sangre

JongIn

Desde que JongDae me dejó en esta casa no he hecho nada más que entrenar una y otra vez para alcanzar mi objetivo: Liberar a BaekHyun.

Chen no me dejó ir a buscarlo cuando llegué y mucho menos podía ir él ya que dijo que deberíamos planearlo con tiempo para evitar algún error debido a la ahora intensa fuerza que poseía Krystal.

Así que recibí los entrenamientos de Chen y cada vez notaba mejoría en mis reflejos así como lo dijo el cazador: que mis ahora habilidades por la mordida habían sido un plus en mis capacidades.

Claro que noté cambios en mí, cómo la capacidad de correr intensas velocidades, trepar árboles, sentir olores tan bajos y una visión súper potente; también se desarrolló que pudiera escuchar a kilómetros de mi ubicación.

Todo iba bien hasta que comenzaron los cambios más fuertes.

Chen me había dicho que cómo soy de sangre cazadora, el cambio se retrasaría más de lo que un humano lo hubiera hecho (ya que estos cambian en fracción de segundos o mueren en el proceso), pero realmente fue un milagro que la contradicción de sangres no me haya matado; pero sí hizo más potente el proceso de cambio.

Primero empezó con dolores fuertes en mi cuello, resaltando las venas de esa zona al punto de sentir que estas explotarían; luego, fueron migrañas horribles que hacían que gritara de dolor y desesperación (incluso salieron mis colmillos).

Duré alrededor de un mes con esto hasta que llegó KyungSoo.

Cuando Chen y yo salimos a hacer guardia, sentí el olor a miedo y la respiración agitada de alguien, creí que era una basura más alimentándose de la sangre inocente.

Así que le informé a Chen que nos dirigiéramos hasta ese lugar y a unos metros de donde estaba un gran árbol, noté una sombra.

Estaba de pie, temblando y gritando pero hasta que notó que estábamos allí y yo apuntándole con el arma... se quedó en silencio.

Tembló más y más.

Y luego JongDae me dijo que no disparara.

- Déjalo, es un humano. – Dijo el cazador.

¿Un humano?, ¿Qué hacía en el bosque?

Pensé por unos momentos pero un dolor intenso en mi cuello me atacó y justamente pude ver cómo el humano caía inconsciente en el suelo.

Este dolor era diferente, me ardía y me daba sed, no era cómo los dolores del principio ya que Chen dijo que se mantendrían hasta terminar el cambio.

Pero recuerdo que faltaba una cosa, me llegó el pensamiento de lo que el cazador me había mencionado: La sed de Sangre.

De sólo pensarlo mis papilas generaban más saliva y casi sentía el sabor dulce en mi lengua, ¿Pero cómo? Si nunca la había probado.

¿Qué hacía?

Observé que JongDae cargaba al chico en brazos y lo llevaba a la cabaña, supongo que lo interrogaría.

Cuando iba a decirle lo que sucedía ya que tenía demasiado calor en mi cuerpo, Chen me pidió ir y checar al chico.

Desesperado por terminar lo que me pidieron y por quitarme esa sensación tan agobiante, fui al cuarto donde lo tenían y le coloqué un trapo húmedo.

El chico estaba maltratado, tenía golpes en su cara, rasguños en su ropa y piel, ojos hinchados y manchas de tierra. Se veía tan indefenso dormido y mis sentidos se agudizaron, mi corazón se aceleró y generé una gran cantidad de saliva.

No podía dejar mis sentidos fuera del chico, me estaba volviendo loco.

Hasta que traté de ignorarlo y volver a ponerle el trapo húmedo en la frente y justo cuando mis sentidos volvían a enfocarse, el muchacho despertó.

Lo miré, y él me miró.

Estaba aterrado y sus ojos estaban enormemente abiertos, mis sentidos me exigían actuar pero para dejarlos de lado, le pregunté firmemente:

- ¿Estás bien?, ¿Quién eres tú? – Dije.

El chico no respondió, a lo que volví a decirle tratando de controlarme y tomar la poca paciencia que me quedaba.

- ¿Qué hacías en el bosque?, ¿Alguien te hizo algún daño?

Creo que debí haberlo intimidado porque tembló y tembló hasta el punto del llanto y con los ojos llorosos me dijo:

- ¿Vas a matarme? No me hagas daño por favor...

En eso, entró Chen y me pidió que saliera de la habitación, pero mis sentidos me pedían a gritos que los satisfaga pero logré darme paso no sin antes mirar al muchacho que yacía en la cama.

No sé cuánto tiempo hablaron, pero creo que Chen hará algo que no me agradará.

De pronto mi mente ya estando en mi habitación a oscuras recordó la mirada del chico, su blanca piel... y lo delicioso que sería ver esa dermis perturbada por mis colmillos, con gotas de sangre... muchas gotas de sangre contrastando con la blanca y tibia superficie.

Se me hizo agua la boca.

¡ME ESTABA VOLVIENDO LOCO!

Jalé mis cabellos he hice un grandísimo intento por mantenerme firme, hacía calor y mucho, por lo que me quité la camiseta.

En eso, tocaron la puerta.

Una vez.

Y mis colmillos hacían que abriera la boca, pero yo la cerraba con fuerza.

Dos veces.

Pasé mis manos por mi cara desesperadamente casi arañándola en el proceso.

Tres veces.

Y abrieron la puerta.

Y POR UN DEMONIO, ERA ESE CHICO ¡MALDITA SEA!

Mis sentidos se cegaron, y sólo escuché "Tu ropa" a lo que casi le aventé cualquier prenda y dije:

- Tómalo y retírate.

El chico rápidamente cerró la puerta y yo puse el pestillo para asegurarla.

Luego más tarde, Chen tocó la puerta y al ver que yo no respondía, trajo las llaves y la abrió.

Estaba parado observándome cómo hacía impulsos de querer sacar algo de mi cuerpo, pero no salía.

- Kai, ¿Ha comenzado? – Dijo. - ¿Cuánto llevas así?

- Desd... desde que llegué. – Dije tratando de controlarme, estaba sudando.

Chen corrió fuera y luego volvió a la habitación con un paquete de sangre en una bolsa.

- Bébelo. – Me pidió.

No lo pensé dos veces y tomé rápidamente la bolsa y lo bebí.

Al sentir el sabor, mis ojos se nublaron y succionaba automáticamente, cerré mis ojos y al terminar quedé exhausto.

No me levanté hasta la hora de la cena.

Cené y al parecer mi necesidad de beber del chico al verlo en la cocina fue casi nula... Casi.

Luego Chen me dijo que dormiría en mi habitación: Menuda mierda.

Al parecer, fue a tender su cama en lo que yo lavaba los platos, pero al llegar a mi habitación estaban sábanas tiradas en el suelo.

No, después de lo que me pasó creo que yo debería dormir en el suelo. Y le pregunté:

- ¿Qué haces?

- Tiendo mi cama. – Respondió.

Así que le arrebaté las sábanas y me acosté en el suelo tapándome hasta arriba para evitar lo que había pasado hace unas horas.

Me ganaba el sueño de nuevo, por lo que solo sentí cómo se movía en su cama y me decía:

- Buenas noches JongIn, Gracias.

Quedé profundamente dormido.

Hasta el próximo fin de semana >3<