CAPITULO 25
Ardes como el fuego pero lastimas como daga.
JongIn
Después de retirarme, llegó la mañana y no pude cerrar los ojos pesando en él. En le daño que me hacía y en lo mismo que yo lo lastimaba, y es difícil porque sé que el monstruo que llevo dentro se calma cuando estoy con él, me siento a salvo; pero también sé que es un peligro seguir así a la deriva de lo que pasará mañana y de lo que seremos en una semana.
No puedo arriesgarme a perderlo por otra persona o ponernos en peligro ahora que Krystal regresó.
- Ohh KyungSoo, tu llama es fuerte y adictiva, me hipnotiza como la luz de una fogata a medio del bosque. Me llena de paz y seguridad con el cálido abrazo de tu fuego; si me acerco más me quemarás. – Susurro al aire fresco de la mañana y de los pájaros que lo gobiernan cantando a lo lejos.
Temo ser quemado y temo apagarte. No puedo seguir arriesgándote en un mundo donde puedo perder el control de mí mismo y herirte, donde no sé ahora quién soy ni a donde voy; teniendo en mente sólo rescatar a BaekHyun y vengarme.
Mi corazón duele por dentro porque sé que aún dudas de lo mucho que te amo y de tus propios sentimientos, porque sé que Oh SeHun sería mejor para ti y podría protegerte o sacarte una sonrisa... Mis inseguridades duelen y me clavan en el pecho como una daga que se hunde cada vez más profundo.
No soy el indicado para ti y lo sabes.
Sólo que aún lo logras aceptarlo.
...
Mis pensamientos son interrumpidos por un llamado a la puerta de mi habitación.
- Adelante. – Es Oh SeHun, me mira con esos ojos propios analizándome, como si pudiera entender lo que siento.
- JongIn, necesito hablar contigo, es Krystal, al parecer el plan tiene que acelerarse. – Me explica.
- ¿Por qué lo dices?
- Lo que sucede es que tenemos informantes encubiertos dentro de las tropas enemigas y me han informado que saben donde estamos y tienen planeado venir y atacar de nuevo. – Me comenta.
- Hay que mover a KyungSoo, no podemos dejarlo aquí, es un blanco fácil. – Ni siquiera hemos encontrado la gema y por más que me he cansado de leer no hay nada.
- Sí, siento que ya ha recibido a lo largo de este tiempo todas las instrucciones para poderse defender y no correr riesgo de todos modos. – Dice seguro SeHun.
- Aún así. – Me acerco mirando fijamente a SeHun. – Cuídalo, es la única cosa que me ha hecho no darme un tiro por ser una bestia traga sangre como tú. Da tu vida si es necesario. – Finalizo.
- Ha quedado claro, Kim JongIn. – Me dice devolviéndome la mirada de una forma un tanto retadora.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro