Jimin vuelva despertar. Esta vez atado de manos y pies, pero sobre un colchón.

El dolor de cabeza ha disminuido y despierta aturdido, esperando que todo ha sido un sueño, uno muy extraño con piratas y la muerte de su pareja, pero parece que aún no ha despertado, porque con lo primero que se encuentra es con un chico de ojos grandes y un vestuario extravagante, que le recuerda al del capitán garfio. Baja la mirada hacia su ropa y nota que es la misma del sueño, nota el mal olor que desprende.

Este chico de cabello oscuro grita con una sonrisa en su rostro. "¡Sí!, has despertado, dios. Pensé que habías muerto, ¿estás bien?, ¿te duele la cabeza?" Jimin frunce el ceño. Está siendo claro que parece no estar soñando y las cosas suceden en verdad.

"Pellízcame de una vez por todas". Murmura y el chico que aún no se ha presentado, encoge los hombros sin darle importancia a tal petición. Quizás el chico viene de un lugar en que se acostumbra a pedir algo así a un extraño.

Sólo obedece y recibe un quejido. "Pero tú lo pediste..."

"Porque pensé que estaba soñando, pero dolió..." Le interrumpe. El chico mueve la silla de madera y asiente pensativo.

"No es un sueño, o eso creo, tengo conciencia propia...A menos que, ¡oh no!, quizás soy producto de tu imaginación y creo tener poder sobre mis propios pensamientos, ¿Crees que hmp-" Llega un hombre a sellar su boca con su mano izquierda.

Con la poca movilidad que Jimin tiene para mover la cabeza, levanta la mirada y observa al mismo hombre al que le pegó un golpe. Lo único que su limitada vista ve es como la expresión del atractivo pirata cambia al mirarlo a él. 

El hombre se dio cuenta que el chico no hablaría más y le susurró. "Sal un momento, dame diez minutos, toma agua, Jeongin, no dejes que te lave el cerebro".

Luego de que el chico obedece diciendo un sí capitán y dándole una última mirada a Jimin, Jungkook se vuelve a concentrar en él. Ahora hay una sonrisa perversa. Él estaría corriendo, de no ser porque está atado.

Y aunque el hombre es atractivo, no compensa el hecho de que le ha secuestrado y tiene una espada que sobresale de su cintura. Ahora está vestido ahora con una camisa gris de manga larga y un pantalón café con botas negras y largas, eso hace pensar al rubio que ha pasado al menos una noche, ya que el llamado capitán se ha cambiado de prendas.

"Bien. Ahora que estamos solos y no hay ninguna excusa para tu mal comportamiento". Jimin desea golpearle de nuevo. "Me presento de nuevo. Me llamo Jeon Jungkook y soy el capitán de este barco y si no queda claro, soy un pirata".

Jimin no dice nada. El capitán, desesperado, golpea su hombro con suavidad. "Si no dices nada tendré que buscar la manera de que hables..." Amenaza, quiere hacer bien las cosas, la violencia es el único recurso al que desea acudir.

Quizás por temor a que de alguna manera sea castigado por la Diosa de los mares o porque queda una pizca de compasión en su corazón.

Eso queda tachado por él en lo absoluto.

Para ser un pirata, debe dejar de lado la empatía y cualquier valor que afecte su tripulación y lo que desea.

Lo había aprendido varias veces, pero este caso se veía distinto, el joven rubio lucía perdido, no fingía y eso le agradaba.

Le daba el beneficio de duda, así este le hubiera golpeado la cabeza. 

Además se notaba a leguas que era inofensivo, no llevaba un arma y el único objeto que cargaba era el preciado collar...

Jimin se queja muerde su labio inferior. "¿Y cuál sería la manera?"

Jungkook sonríe malicioso, saca la espada de su estuche y sin pena alguna, se la muestra a Jimin. "Espero entiendas que tengo mis métodos..." Le guiña el ojo al rubio, quien tiembla.

Quizás se ha pasado, si Seokjin hubiera visto tal escena, le hubiera golpeado en el instante.

Con los labios temblorosos y aguantando las lágrimas, comienza a hablar. "¿Qué quieres saber?, tengo que advertirte, que no hay nada que tenga que sea de tú interés. Si te refieres al collar...no tiene valor monetario, sólo quiero volver a casa...Ha sido suficiente con la muerte de mi pareja". Jimin busca una mirada ablandada de parte del hombre, quien parpadea un poco y espera que termine de hablar

"No estoy buscando vender tu collar. Sólo quiero que me lo entregues, si lo haces, te llevaré a casa sin ningún problema, puede ser un buen trato, ¿no?"

"Podrías comenzar con desatarme..." Sugiere.

Jungkook duda y al final obedece, el muy ingenuo obedece a un rubio desconocido.

Al desatarlo, al menos de manos, el joven se sienta de inmediato y estira sus extremidades. Sus ojos analizan el cuarto y rápidamente nota lo que esperaba. En definitiva, parece una habitación pirata de esas que se encuentran en las historias ficticias, hay barriles y una hamaca que da con una ventana. La puerta está a la derecha y necesita buscar un buen plan para escapar, más detalles, alguna pista, o un arma (aunque no sepa usar una).

"Así que son piratas..."Vacila. "¿Por qué necesitas el collar?, me hubieras podido tirar al agua y tomarlo si quisieras...¿Por qué debes pedirlo tan amable si eres un pirata?".

Jungkook pasa saliva, notando la pequeña sonrisa en el rostro del rubio se asomaba. Su rostro estaba algo sucio y olía extraño.

"Esa joya tiene poderes que necesito". Si funcionaba lo que iba a decir, se llamaría el mejor hombre para convencer a la gente. Eso funcionaba un poco con los borrachos con los que conversaba en la taberna y terminaba robando su dinero. "Me puede ayudar a recuperar a mi familia...Lo he perdido todo y lo necesito, están muertos". No mentía, Jimin lo notaba en sus ojos y su mirada oscura.

Mirada que reconocía a la perfección. Pero no podía caer por ello. Le creía, pero todo resultaba fuera de lo común, ¿cómo una piedra puede revivir a las personas?, ¿Su abuela sabría el poder que tiene en sus manos?

"¿Y cómo es que una simple puerta puede hacer algo así?, ¿Qué poderes tiene?" Parecía que había llegado a un cuento de hadas, como si estuviera en el nunca jamás.

Bueno, relacionaba las cosas con Peter Pan, pero quizás tenía una obsesión con dicha historia.

"Con la piedra puedo pedir un deseo y se cumplirá". No es tan descriptivo, está desesperado por tenerla entre sus manos. "La piedra protege al dueño y es difícil quitarla si él no desea, o al menos lo sé. Incluso puedes respirar bajo el agua gracias a ella, hay muchas historias detrás".

Jimin asiente, cambiando la expresión en su rostro a una de completa serenidad.

¡Bingo!

"Me gustaría tenerla hasta llegar a casa, pero en el momento en que la necesites, te la entregaré sin dudarlo. Si es que me llevas a casa y me proteges hasta llegar. Quiero una cama caliente y una buena comida".

Jungkook casi salta de emoción, pero no lo hace. Tan fácil... Pensó que el chico sería más complicado de convencer, un par de palabras tristes y ¡Lo tenía comiendo en la palma de su mano!

Aunque los planes de Jimin, eran diferentes. Muy diferentes.

Estrecharon las manos e incluso el rubio sugirió. "Después de tener a tu familia de vuelta, me llevarás a casa". El robusto pirata estuvo por lanzarse a sus brazos, de no ser porque en su cabeza se repitió que no era adecuado hacerlo.

En cambio, cortó las sogas y Jimin sonrió.

"Tomarás mi cama, yo dormiré en la hamaca".

Debe pensar con mente fría.

Es lo que piensan ambos, dejando de lado por un momento, lo que había ocurrido desde que Taehyung se había ahogado de una forma tan peculiar.

"¿Cuál es tú nombre?" Pregunta Jungkook, analizando la habitación por si había dejado un arma en algún lugar, aunque Jimin había aceptado fácilmente, no podía confiar por completo. Aunque no parecía que supiera usar un arma, quizás tenía habilidades con dichas herramientas.

Le importaba poco de donde provenía y porque vestía de esa manera, pero la mínima decencia humana que había en él, le hizo preguntar su nombre.

"Soy Park Jimin".

Jungkook no sabía que el dueño de aquel nombre le iba a condenar el resto de su vida.

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¿les gusta esta temática en las historias?, ¿qué opinan? jeje, espero les guste, gracias por leer/votar/comentar!!💗

nos leemos el próximo miércoles ☃️