D O S
Segundo mes.
— ¿Están seguros de volver a UA? —pregunta Enji, el padre de Shōto arqueando una ceja. En sus brazos tiene al pequeño Kasei que por alguna extraña razón le tiene una gran preferencia por encima de los demás.
— ¡Claro! —exclama Katsuki dándole a Natsuki a su madre en brazos. Ella la atrae y la deja en su regazo. La pequeña está durmiendo.— Shōto y yo lo hemos discutido lo suficiente y sí, queremos volver a UA.
— No será un proceso fácil, mas que nada para ti. —Shōto le pasa a Kazuo a su suegro, quien está escuchando con atención lo que dice Enji.— Te han hecho la cesárea, en un mal movimiento se te puede abrir y puedes morir por ello.
— En eso tiene razón, deberías tomártelo con más calma. —habla Masaru no queriendo desilusionar. Katsuki le mira con la mirada algo triste. No esperaba que su padre favorito le dijera algo así.
Padre favorito porque All Might también se había proclamado ser su padre en el pasado, claro.
— Sé que puedo. —toma la mano de Shōto.— Seré el héroe número uno y este bastardo será el número dos como su padre.
— ¿Me estás insultan...?
— Seremos los mejores héroes que el mundo conocerá y los padres del siglo. —declara dada por termina su discusión.— Les dije que vinieran porque necesitamos que alguien se haga cargo de ellos mientras estamos en UA.
— Hablamos con el director y dijo que no había problema de llevarlos a clase pero no queremos que sean un problema, pueden estar inquietos y no queremos retrasarnos más. —le sigue Shōto. No permitiría que su novio cargue con todo. Katsuki le dirige una sonrisa que corresponde de igual manera, da un ligero apretón a su mano.
— No creo que sea buena idea, mejor esperen a que estén más grandes, pueden...
— No. —interrumpe Mitsuki a Enji.— Si mi bebé dice que puede es porque puede. —ella les sonríe y luego asiente con la cabeza.— Den lo mejor de ustedes, yo me haré cargo junto con Masaru de los niños.
— No me hagan ver el malo, por favor. —habla Enji algo desesperado.
— Entendemos tu punto, pero no queremos esperar más. Nuestros compañeros también deben de sospechar que hemos tardado tanto en volver. —habla Shōto. Tenía un punto válido. Además, Katsuki era un punto de ataque habitual por parte de los villanos, ¿Quién garantizaba el hecho de que no lo sería otra vez? Necesitaba tener la preparación para romperles la boca con tal de defenderse.
— Bien. —se rinde Enji.— Sólo que no te sobreesfuerces, ¿Entendido? Eres parte de nuestra familia ahora y gracias a ti tendré los mejores nietos que pude pedir.
— Por favor. —Katsuki rueda los ojos.— Aún si no pudiera darles nietos a tu vieja y a ti, soy lo mejor que le pudo pasar a tu pendejo hijo este.
— ¡Hey! —exclama Shōto ofendido.
— Sería una decepción para la familia y una decepción de hijo si te deja ir. —ríe Enji y los demás ríen a excepción de Shōto.— Me agradas Katsuki.
— ¡Pues por lo menos yo no tengo por hijo a un pendejo! —exclama Shōto.
— Todoidiota... —suspira Katsuki acariciándose las sienes.
—♥—
— ¡Todoroki-kun! ¡Kacchan! —exclama Izuku viendo a los llegados a su aula. Gracias a que habían pedido el permiso, reincorporarse al grupo no fue tan difícil como esperaban. Aún así, deben de esforzarse para poder estar a la par de sus demás compañeros.
Además de que Enji dió una suma magnifica de dinero para su reincorporación pero eso es algo que ninguno de los dos sabía y seguirá así.
— Muevete, extra. —Katsuki se abre paso y entra al aula. De inmediato Eijirō le abraza.
— ¡Blastyyyy! Te extrañé bastante, ¿A dónde te fuiste? —pregunta haciendo una tierna cara de perro regañado. Katsuki rueda los ojos.
— Problemas familiares. —contesta. No estaba del todo mintiendo debido a que se trataba de sus propios hijos.
— Viejo, ha pasado tanto tiempo. —saluda Hanta sonriente.— Es bueno ver a nuestro Bakugō de vuelta.
— ¡Kacchan! —ahora son los brazos de Izuku quien lo rodea.— He estado tan preocupado por ti.
— También estuve muy preocupado por mí. —suspira. Bueno, podría dejar pasar aquel acercamiento, no tenía ganas de pelear y si las tuviera tenía que reprimirlas. Debía estar relajado.
— ¿Y a mí no me vas a dar la bienvenida? —pregunta Shōto detrás. Izuku de inmediato suelta a Katsuki entre risas nerviosas.
— Perdón, Todoroki-kun. —y se le lanza a los brazos. Tenya, Ochaco y Tsuyu le abrazan bastante emocionados. Después de todo, su amigo ha regresado.
Katsuki no puede evitar esbozar una sonrisa por ello. El amor de su vida al lado de sus amistades era algo que le enternecía.
— ¡Bakugō está sonriendo! —exclama Eijirō haciendo enrojecer a Katsuki de golpe.
— ¡Muérete, pelos de mierda! —exclama aventándole una pequeña explosión en la cara.
Shōto ríe un poco. Su novio jamás cambiaría y eso era algo que no deseaba. La esencia pura de Katsuki era lo que le motivaba su amor desenfrenado.
— Vaya, ya estando de vuelta y ya han generado desastre. —Aizawa entra y rueda los ojos. Aunque también les extrañaba.— Empecemos con esto, tal vez con algo de ejercicio estaría bien para una cálida bienvenida, es más, una pelea entre ustedes estaría bastante bien.
Katsuki y Shōto se miran entre sí. Se dedican miradas cómplices. El rubio sonríe con picardía, eso era de lo que estaba hablando, pelear, sentir el dolor físico, estar vivo moviéndose de aquí a allá. El de cabello bicolor, en cambio, no puede evitar pensar en que debe ser más benevolente con su novio debido a que necesita estar en reposo pero sabe que Katsuki le reprocharía por toda su vida si le daba el gane.
Aún así...
— Una pelea con el bastardo, qué hermosa bienvenida. —se relame los labios y truena los dedos de ambas manos. Aquello estaría divertido.
Aunque claro, hacer la guerra con su novio era uno de sus pasatiempos favoritos pero gustaba más de hacerle el amor cada que podían. Oh, pero claro, hacerlo no significaba tener relaciones sexuales, sino pequeños detalles cariñosos como los besos esquimales a los que estaban los dos tan acostumbrados o compartir de sus alimentos cuando al otro se le antojaba.
Esa clase de gestos eran lo que consideraban hacer el amor.
Ahora mismo están en la cancha de prácticas recreativas. Katsuki está frente a Shōto con simples ropas casuales. Sería una batalla de cuerpo a cuerpo para notar si no habían perdido práctica en sus movimientos, luego sería para saber el poder de su quirk. Después de todo, la capacidad física debe de ser igual al incremento del poder.
— Esta batalla puede terminar de dos maneras: uno de los dos queda inconsciente o lo pone completamente inmovilizado. —declara Aizawa algo retirado junto con sus demás alumnos. Estos se limitan a observar.
Aunque claro, personas como Izuku que están murmurando cada movimiento que hacen, expresando cada idea que se les cruza por la mente siempre había compartiendo sus pensamientos con el resto para un justo análisis.
— ¡Empecemos!
El primero en atacar es Katsuki a lo que Shōto le esquiva. Cualquier otra persona consideraría que el de cabellos bicolor siendo el más alto sería el primero en acortar la distancia pero vamos, el joven Bakugō no es así. Siempre enfrentando los problemas de frente. El rubio toma su ventaja y toma el brazo de Shōto para después girarse sobre sus propios pies y tirar de él para hacerlo caer al piso.
Vuelve a ponerse a una distancia prudente, Shōto se levanta con cuidado. El golpe le ha dejado algo molido. Había olvidado el característico movimiento del rubio.
Ahora es él el que se acerca a Katsuki repartiendo golpes con los puños al aire, esto es debido a que el rubio de inmediato se pone a en un estado defensivo. Eijirō no puede evitar recordar su pelea con él. Al no poder usar sus quirk's, Shōto debía recurrir al acercamiento para poder inmovilizar a Katsuki y no dejarle inconsciente. Porque sí, planea ganar de la misma manera como su novio también lo ejecuta.
Su puño derecho pasa al lado del rostro de Katsuki, a lo que el rubio utiliza la propia para hacer palanca con esta y acercar aún más sus cuerpos, llega a darle una patada con la izquierda en el estómago al tipo de cabellos bicolor lo que le deja sin aire en un momento.
Sin duda, la vida casera lo había cambiado. Aún así, consideró que sería Katsuki quien menos fuerza tendría pero veía que era todo lo contrario.
El rubio se gira sobre sus talones para luego elevar su pie derecho, impactando contra el mentón de Shōto, haciéndolo caer pero antes del impacto, le toma del brazo y lo hace irse boca abajo en una justa media vuelta. Apenas sí le dió tiempo al de cabellos bicolor meter la mano derecha para evitar una mala caída.
Aquel movimiento parecía un paso de baile, lo cual dejó algo perplejo a Izuku. Parecía estar danzando Katsuki durante la pelea lo que le generó curiosidad. Cada movimiento caía con elegancia y suavidad aun debido al impacto y fuerza puestos.
Katsuki se sienta en la espalda baja, obligando a Shōto permanecer en aquella situación. Toma las muñecas de Shōto y jala hacia donde está él para inmovilizarlo por completo.
— ¡Perfecto! —exclama Aizawa.— El encuentro termina, Bakugō gana sin recibir ningún golpe.
Shōto no puede evitar sonreír aún a pesar de su situación.
Su novio de verdad sería el héroe número uno.
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