i. Unos miles y miles de años antes

Sur de Italia, 500 a.c

Se ve a cinco chicos: dos chicas y tres chicas en lo que parecía ser una fortaleza abandonada. Una de las chicas parecía ser la lider, su nombre era Dominique Weasley. Ellos eras revolucionarios en contra del sistema que allí se ejercía, el de los rumanos, pero no solo eso. La pelirroja era una poderosa bruja con habilidades increíbles al igual que su amiga Isabelle.

—¡Isabelle!—le gritó a su compañera que estaba calentandose junto al fuego—. Me pareció ver algo, reemplazame unos minutos que voy a ver.

La pelinegra subió rápidamente tomando la posición de su amiga. Dominique bajó levitando y sus amigos la miraron.

—Nosotros protegeremos el fuerte, princesa. Ve tú—dijo el de pelo negro de unos 30 años y muy guapo, Aro.

—Gracias—dijo mientras la envolvía un humo violeta y en lugar de la chica ahora se veía un águila majestuosa.

Sobrevoló los aires buscando a los guardias y cazadores de su padre. Voló un par de quilometros hasta que se los encontró, estaban armados hasta los dientes con espadas y armaduras.

"Izzy, los encontré" se comunicó mentalmente con su mejor amiga.

"¿Dónde están? ¿A cuantos kilómetros?"le respondió preocupada.

"Estoy volviendo, están a un kilómetro y medio" informó la rubia.

"Prepararemos el fuego y las espadas, ya es hora de que los Volturi lleguen al poder" dijo la vampiresa de pelo negro.

Se apresuró a volver volando, la mayoría de sus compañeros ya habían muerto a manos de los romaníes. Aquellos cinco eran los líderes de aquella resistencia aunque Dominique e Isabelle tenían apenas la apariencia de chicas de 18 años. Pero ¿como había sucedido todo eso? Sencillo

20 días antes. Rumania, castillo de los romaníes

Dominique Saguinari, hija de Vladimir y una bruja/metamorfa. Vivió toda su vida con los mayores lujos, pero mientras tanto lideraba junto a sus amigos una resistencia. Vivía con su prima materna, Lily.

—Estamos planeando el golpe para esta noche—le informó Lily en sus paseos matutinos por el pueblo.

Como las dos eran híbridas no les afectaba en nada la luz solar, también podían comer comida humana y tenían la sangre caliente.

—Tengo hambre—se quejó Niky, justo cuando una chica que Lily y Dom muy bien conocían, pasaba por ahí. La agarró del brazo y la miró a los ojos, y estos cambiaron de color—. Dame el brazo para alimentarme, no gritarás y te quedarás quietita hasta que termine.

—Sí, señora—dijo la chica dejando al descubierto su brazo.

Todos los pueblerinos tenían lavado el cerebro y siempre les daban sangre ni bien se lo pedían. Pero a Dominique le gustaba esa chica, tenía sangre dulce y la más deliciosa que ella había probado.

—Te llamás Celia ¿cierto?—le preguntó Lily mientras que su prima se alimentaba de la castaña.

—Sí, señora—dijo la chica, intentando no retorcerse de dolor.

—Es perfecta para el plan—dijo la castaña viendo a Dominique.

—Muy bien, es hora de transformarla—dijo Dominique dejando de beber su sangre y llevandola a un lugar aparte.

Dominique al ser tri híbrida tenía otra manera de transformar. Se cortó un poco la mano y miró a los ojos a Celia.

—Bebe mi sangre y tragala—ordenó Dominique con sequedad.

La chica le hizo caso y entonces Lily sacó su puñal y la apuñaló varias veces en el corazón, Celia quedando inconsciente.

—Llevatela de acá y nos encontraremos cuándo de la señal de humo de que ya están todos reunidos en un mismo lugar. Cuando recupere la conciencia tendrás que explicarle que yo soy su nueva ama y que me tiene que obedecer, pero eso se lo ordenaré yo ni bien se levante.

Esa noche algo fracasó, pasaron la información y ya estaban esperandolos. Muchos de ellos murieron, el grupo liderado por Cayo murió casi todo menos él y unos vampiros más. Dominique, Isabelle, Aro, Marcus y Cayo junto a sus grupos tuvieron que huir a la fortaleza y esperar a que vinieran a por ellos para matarlos.

En el presente...

Dominique bajó volando más bajo con la clara intención de que Stefan y Vladimir la vean. Cosa que funcionó.

—Sigan el aguila—ordenó el rubio, a lo que Dom sonrió internamente.

"Cayeron en la trampa, ya me están siguiendo. Llamen a Lily y a los neófitos" les dijo a sus amigos.

"Izzy ya se ha encargado de hacerlo" pensó Marcus.

"Perfecto, los veo en 20 minutos. Junten a todos" les informó la pelirroja.

Dominique llegó cinco minutos antes que el ejército de vampiros y volvió a su forma humana descendiendo al muro de la fortaleza en dónde estaban Aro, Marcos, Caius e Izzy.

—Vampiros y vampiresas—dijo Aro avanzando hasta el borde de dónde se veía el campamento que habían montado.

No eran muchos, debían ser unos veinte. Se nutrían de los humanos que se habían llevado del pueblo, que funcionaban como bancos de sangre fresca.

<<Ha llegado el día en el que nuestra venganza contra los romaníes se dará, nos persiguieron desde rumania hasta Italia. Pero ha llegado el día, tenemos de nuestro lado a Furia Roja y a Tornado negro>>

Todos los vampiros empezaron a aplaudir mientras cantaban "Furia Roja nos guiará a la victoria" y "Tornado negro nos protege con su manto".

—Sí que te aman, Dominique—dijo Caius viendo a todos aquellos vampiros.

—¿Y quién no?—preguntó con una sonrisa arrogante y mirada fría.

Ella era así, siempre lo había sido. Fría hasta con sus amigos, cortante. No dejaba que nadie vea sus emociones en público, que no sea enojo por supuesto. Se elevó por los aires mostrandose ante todos con su cabellera flameante.

—Descansen, ya hubieron muchas batallas. Yo puedo con ellos, y después de eso nos bañaremos en lujos y riquesas—dijo la chica proyectando fuego sobre su cuerpo, dando la sensación de estar en llamas.

Todos estallaron en aplausos y los vampiros llegaron a la fortaleza, muchos se estremecieron al ver a aquella chica flotando frente a ellos. Se veía imponente, estaba a más de 50 metros de altura.

—Hola padre—saludó con frialdad desde las alturas aunque no haya gritado se escuchó perfectamente—¿Te imaginaste que nos enfrentaríamos así? ¿Sin yo tener un par de aces bajo la manga?

Quién salió despendida del suelo fue Isabelle, poniendose al lado de su mejor amiga.

—Así que ustedes dos son Furia Roja y Tornado Negro—dijo Stefan con sorpresa.

—¿Sorprendido? Que empiece el show—anunció Izzy juntando sus palmas

—Ahora—ordenó Dominique volviendo sus ojos violetas.

Del bosque salió Lily en su forma lobuna con un ejército de neófitos, como unos cuarenta.

—Ataquen a matar—ordenó extendiendo los brazos usando sus poderes de control mental.

Y empezó la pelea, los neófitos tenían desventaja contra el ejército de vampiros que los más jóvenes tenían doscientos años. Pero con la ayuda de Lily en su forma lobuna y de las chicas disparando bolas de energía, la ventaja era de los rebeldes.

Muchos de los originales huyeron, Stefan y Vladimir huyeron como ratas, y varios vampiros se rindieron ante el poder de las híbridas. El resto de los vampiros salieron de detrás de la fortaleza, Aro, Cayo y Marcus liderando el grupito.

Los vampiros rendidos exigían piedad, a lo que Dominique puso una sonrisa macabra y miró a los Volturi.

—Yo me encargo de hipnotizarlos y dejarlos a mi servicio, serán mi guardia personal—anunció a sus amigos—. Al igual que entrenaré a los neófitos para que sean mi guardia.