Trunks mantuvo abrazada a Giin hasta que el llanto entre ambos pudo calmarse un poco, con una mirada silenciosa ambos entendieron lo que debían hacer en ese momento, por lo que regresaron, recogieron el cuerpo de Gohan con cuidado, levantaron vuelo y se alejaron de ahí.

Ambos estaban asustados y preocupados, no sabían que era lo que tendrían que hacer ahora, parecía como si una nube densa y gris se hubiese formado en el futuro... su futuro.

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Volaron en silencio durante todo el camino hacia la Corporación Capsula, sería una mentira afirmar que ninguno de los dos jóvenes llegó a desear que Gohan abriría los ojos y diría que solo estaba lastimado.

Esperanza que fue pisoteada cuando llegaron y dejaron el cuerpo acostado en una habitación, fue ahí cuando por fin entendieron la gravedad de la situación: El guerrero Son Gohan había muerto y solamente quedaban ellos para defender el destino de la tierra.

—Giin... iré a decirle a mi madre —Trunks nuevamente la había llamado por su nombre, lastima que la situación no fuera la más indicada, de otro modo, ella se hubiera sentido tan feliz.

—Esta bien —ella respondió sin mirarlo— yo... yo me quedaré con Gohan

Trunks con pasos lentos y el corazón tan pesado como una roca fue al laboratorio de su madre, quien se encontraba frente a su escritorio trabajando en unos nuevos planos, recordó que ella había mencionado encontrar la manera de construir una máquina del tiempo.

—¡Oh Trunks! Que bueno que llegaste, por fin pude terminar los planos, ahora podremos... —sus palabras se detuvieron al mirar a su hijo— Trunks, ¿Por qué lloras?

—Mamá —sollozó— Gohan está... está muerto.

—¡¿Que cosa?! —exclamó incrédula ante aquella revelación, al mismo tiempo que de sus ojos comenzaron a escapar varias lágrimas— no... no puede ser cierto.

Trunks corrió a abrazarla mientras dejaba escapar su llanto de la misma forma, después de eso, él le contó todo lo que había sucedido.

—Trunks, ¿Donde está Giin?

—Está con Gohan —respondió mirándola— mamá, está destrozada... no sabe que decirle a Milk.

—Ya pensaremos en algo —dijo mientras se levantaba de su silla— iré a verla.

Bulma fue a la habitación donde habían dejado a Gohan, al entrar vio que Giin estaba de rodillas y abrazaba el cuerpo de su hermano mientras lloraba y pedía que por favor despertara, al ver esta escena sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Giin —se acercó lentamente y tomó sus hombros— tranquila.

—Bulma, ¿Que le voy a decir a mi madre?… Gohan era el único hijo que tenía.

—Todavía te tiene a ti —con cuidado hizo que la mirara y con cuidado secó sus lágrimas— tu eres toda la familia que le queda, tienes que ser fuerte por las dos.

Los bellos ojos de la joven nuevamente se llenaron de lágrimas al pensar que ahora solo quedaban ella y su madre.

—Tengo miedo.

—Descuida, todo estará bien.

—Debo ir a hablar con ella, solo quiero despedirme de Gohan y me iré.

Bulma entendió que ahora ella quería estar sola, no quiso presionarla más por lo que asintió antes de salir de aquella habitación.

—Gohan, gracias por todo, gracias por mostrarme lo hermosa que es la vida en la tierra, gracias por darme una familia —sonrió levemente mientras su mano acariciaba la cabeza de su difunto hermano— no quiero ni imaginarme lo que me habría ocurrido si tu no hubieras aparecido.

Miró el cuerpo del muchacho y con cuidado le retiró aquella muñequera azul que se posaba en su brazo, se la colocó y la miró como si fuera el objeto más valioso que tuviera.

—Gohan, tal vez no pueda revivirte, pero juro que vengaré tu muerte —prometió mientras miraba su muñeca— nos vemos pronto hermano.

Ella dejó un pequeño beso sobre la frente del muchacho y salió volando de la Corporación Capsula con dirección a la montaña Paoz. Estaba asustada y a la vez triste, pero sobretodo, tenía miedo a como reaccionaría su madre ante la muerte de Gohan.

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Iba tan concentrada y perdida en sus pensamientos que al final no se dio cuenta que ya había llegado a su casa, su cuerpo se congeló justo frente a la puerta, como si algo no le permitiera continuar con su camino.

Era el miedo.

Pero sabía que Milk se enteraría tarde o temprano y ella tenía el deber de decírselo ya que ambas compartían el mismo amor por Gohan, con aquel pensamiento se armó de valor, respiró hondo y abrió la puerta.

Al entrar a su casa vio que la mesa ya estaba servida, había tres platos con arroz y carne.

—"La comida favorita de Gohan" —pensó tratando de no quebrarse en llanto.

Al ingresar más a la casa pudo ver a su madre sentada mientras cosía las ropas de Gohan, ella levantó la vista al notar otra presencia.

Y una sonrisa se dibujo en su rostro, se levantó y fue a recibir a su hija.

—¡Giin! —la abrazó— que bueno que llegaste, estaba empezando a preocuparme.

—Mamá...

—¿Y Gohan? —preguntó mientras lo buscaba con la mirada— ¿Otra vez no vino contigo?

—Mamá —Giin tomó sus manos y la miró a los ojos— Gohan... está...

Por alguna razón Milk pudo anticipar las palabras que Giin no podía decir, un dolor horrible en su corazón comenzó a expandirse mientras veía el rostro completamente devastado de su pequeña.

Era el mismo dolor que sintió cuando Goku murió.

—No puede ser —lágrimas comenzaron a formarse en los ojos de Milk— mi Gohan no puede...

—Murió mamá —Giin no pudo aguantar más, agachó la mirada y comenzó a llorar— murió luchando contra los androides.

El silencio reinó por varios minutos sin que nadie dijera nada, madre e hija estaban frente a frente con un dolor terrible en el corazón. Giin no sabia que hacer, tenía miedo de ver a los ojos a su madre.

—Debí haber sido yo —rompió el silencio con dificultad— Gohan era tu hijo, él merecía vivir, yo solo soy un montón de chatarra —cayó de rodillas cubriendo su rostro con ambas manos— ¡Yo debí haber muerto!

En ese momento sintió como un par de brazos la rodeaban, al levantar la vista pudo ver a su madre abrazándola y llorando con ella, Giin solamente pudo corresponder a aquel abrazo y lloró en el pecho de su madre.

—Giin... por favor no digas eso —pidió sin dejar de llorar— tú eres todo lo que me queda... mi hija.

Ambas se quedaron abrazadas llorando, no supieron cuanto tiempo estuvieron en aquella posición pero, de un momento a otro, Giin se había quedado dormida en los brazos de su madre.

Milk la llevó a su habitacion y la puso en su cama, fue ahí cuando se dio cuenta que en la muñeca de Giin se encontraba la muñequera que Gohan solía usar, aquello fue demasiado para ella por lo que salió de la habitación y rompió a llorar.

—"Goku —pensó en medio de su llanto— por favor cuida de mi Gohan"

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Al cabo de unas horas, alguien abrió la ventana y entró en la habitación de la joven mientras ella seguía durmiendo, se trataba de Trunks cuya preocupación no podía dejarlo en paz, no quería dejarla sola en un momento como aquel.

—"A pesar de estar durmiendo... sigue siendo tan hermosa" —pensó mientras tomaba su mano y la veía dormir.

Mientras observaba a la joven, varios recuerdos invadieron su cabeza, y en cada uno de ellos estaba ella, recordó la promesa que le hizo a Gohan tiempo atrás.

"Recuérdale que no está sola"

—Giin, no se si me escuchas pero quiero que sepas que me quedaré contigo hasta que mi cuerpo sea destruido —dijo mientras acariciaba su mano con cariño— yo te protegeré de todo aquel que trate de hacerte daño, somos un equipo.

Sin más que perder, Trunks se inclinó hacia el rostro de Giin, plantando un pequeño beso en sus labios, fue un roce ligero pero cargado con sentimientos puros e inocentes.

—Te amo y te juro que nada me hará separarme de ti.

Trunks se quedo ahí observándola, pensando en que era lo que les depararía el futuro hasta que llegó el alba, fue entonces cuando salió de la habitación.

A partir de ahora ambos tendrían el deber y la responsabilidad de salvar la tierra, tal como Gohan lo habría querido.