Después de mucho tiempo, Trunks poco a poco fue abriendo los ojos, estaba confundido, no recordaba que había pasado.

—¿G-Gohan? —preguntó todavía sintiéndose un poco aturdido.

Fue entonces cuando pudo hacer memoria de lo último que había pasado y se dió cuenta de que Gohan lo había noqueado, con dificultad se puso de pie y vio que Giin estaba junto a él, desmayada.

—108, despierta —la llamó mientras la sacudía. Pasaron unos segundos hasta que ella pudo reaccionar.

—Trunks... —murmuró el nombre de lo primero que vio al despertar, entonces se dió cuenta de lo que había pasado— ¡Trunks!

—¿Estás bien? —preguntó mientras la ayudaba a levantarse.

—Sí, estoy bien. ¿Qué pasó? ¿Dónde está Gohan?

—No lo sé, él... —se detuvo un momento—. ¡No puede ser! ¡No logro sentir el ki de Gohan!

—¡Es verdad! —se percató—. Hay que buscarlo.

—¡Sí!

Ambos levantaron vuelo y se alejaron de ahí a toda velocidad, tenían un mal presentimiento, algo que les gritaba que había ocurrido una tragedia y aquello les causaba mucha preocupación y temor.

—¿Logras verlo? —preguntó Trunks volando junto a Giin.

—No —negó desesperada—. No lo veo por ninguna parte.

Los dos continuaron volando mientras la lluvia continuaba cayendo con fuerza, siguieron revisando cada parte de lo que alguna vez fue una ciudad, esperanzados en encontrar a Gohan. El cielo era oscuro, la vista era deplorable y no había signos de vida alguna.

Cuando de pronto, Trunks logró divisar un cuerpo tendido en el suelo.

—¡108! ¡Allá abajo! —ambos descendieron para revisar más de cerca.

Trunks instintivamente tomó la mano temblorosa de Giin, los dos caminaban lentamente, con cada grano de esperanza derrumbándose a cada paso.

—¿Será Gohan?... —dijo Trunks con un hilo de voz.

A medida que caminaban, Giin apretaba la mano del pelivioleta, mientras que las lágrimas de ambos se mezclaban con la lluvia.

—"Gohan, tú no puedes estar muerto... no puedes dejarnos solas a mamá y a mí. —pensaba la joven mientras lloraba en silencio—. Tú me prometiste que estarías conmigo siempre"

Ambos aceleraron el paso y al estar lo suficientemente cerca confirmaron sus temores: Aquel cuerpo que yacía ahí tirado era Gohan, él había muerto.

—No puede ser... —se lamentó Trunks mirando el cuerpo de su ahora difunto maestro.

—No... —susurró Giin tratando de aguantar el llanto. Inmediatamente, Trunks se arrodilló frente al cuerpo de Gohan.

—Gohan... —el muchacho se aferró al cuerpo de su maestro, llorando desconsoladamente—. ¡Gohan! ¡Despierta, Gohan!

Giin solamente cayó de rodillas llorando mientras miraba aquella escena, era como si su mente hubiera dejado de funcionar, como si de pronto algo dentro de ella hubiera sido apagado.

—¡GOHAAAANNN! —gritó Trunks levantándose de golpe—. ¡NOOO...!

La furia e ira de Trunks era demasiada, tanta que no podía controlar sus propios sentidos, aquel sentimiento era tan abrumador que no se dió cuenta de que estaba apretando sus puños con tanta fuerza que había provocando que le sangraran, pero a él poco o nada le importaba.

Continuaba gritando y llorando, dejando escapar toda su ira y frustración, cuando de pronto, un destello de poder hizo que se transformara en un súper saiyajin, tal y como Gohan lo deseaba.

Dejó caer todo el peso de su cuerpo sobre el pavimento, golpeándolo con sus manos y provocando más grietas sobre este, su grito desgarrador haciendo eco por toda la ciudad. Al mismo tiempo, Giin se levantó y dió vuelta, dándole la espalda a Trunks y al cuerpo.

—¿Gohan está muerto?... —dijo llorando y con su mirada completamente perdida—. Eso es imposible, él no puede estar muerto... me prometió que estaría conmigo...

Él había sido su hermano, su amigo, su maestro, su familia, incluso había llegado a ser casi como un padre para ella, y los androides se lo habían arrebatado como si de un simple y sádico juego se hubiera tratado.

—Ya no está... lo mataron —dijo entre susurros mientras tomaba su cabello con algo de fuerza— jajaja... no solo asesinaron a varias personas inocentes y destruyeron todas las ciudades, ahora ustedes... ¡USTEDES MATARON A GOHAN! —gritó llena de rabia.

En ese momento pasó lo que nadie esperaba, la ira y furia en Giin eran tantas que al expulsarlas provocó que un destello de luz recorriera su cuerpo y su poder lograra dispararse, ella también logró transformarse.

Cuando de repente, ella salió volando de ahí, dejando solo a Trunks quien inmediatamente la siguió a toda velocidad gritando su nombre. Pero Giin no lo escuchaba, solamente tenía en mente encontrar a 17 y 18, quería vengar la muerte de su hermano.

Sin embargo, Trunks fue más rápido que ella por lo que no le tomo mucho esfuerzo alcanzarla, tomó su brazo con fuerza y la jaló hacia él, tratando de hacerla entrar en razón pero ella respondió soltándose con brusquedad.

—¡SUÉLTAME! —exclamó aún siendo presa del enojo y tristeza.

En aquel momento sentía como si algo se hubiese apoderado de ella por lo que no fue consciente de que había comenzado a lanzar varios golpes aleatorios, sin importarle si llegaba a lastimar al muchacho frente a ella.

—¡108, 108! ¡GIIN MÍRAME! —Trunks por primera vez desde que se conocieron la llamó por su nombre.

La mencionada al escuchar su voz finalmente pudo ser consciente de lo que estaba haciendo, Trunks envolvió sus brazos alrededor de ella, abrazándola con fuerza y, sin más, ella comenzó a llorar amargamente en su pecho.

—Giin —sollozó—. ¿Qué piensas hacer?

—¡Quiero vengar a Gohan! —dijo aún llorando y abrazándolo.

—Y lo haremos, Giin. Pero ahora, debemos llevar a Gohan a mi casa.

—Trunks... —le susurró—. ¿Qué le voy a decir a mi mamá?

—Tranquila —besó su frente— ya pensaremos en algo.

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Mientras tanto, en un lugar más allá del cielo.

Gohan miraba desde el otro mundo como Giin y Trunks sufrían por su muerte y como este último trataba de consolarla y calmar su llanto.

—Giin —dijo con lágrimas cayendo de sus ojos— lamento mucho no haber cumplido mi promesa... Por favor, perdóname.

—Ella estará bien —le respondió una voz de manera animada, poniendo una mano en su hombro—. Por lo que me has contado, ella es una chica muy fuerte, además de que tiene a Trunks. Ambos estarán bien.

—¿Tú lo crees, papá?

—¡Desde luego! —Goku le respondió sonriéndole como de costumbre—. Ahora son súper saiyajins, los dos se tienen el uno al otro, se pondrán muy fuertes ¡Y derrotaran a esos sujetos! —le ofrece su mano—. Vamos, los chicos nos están esperando.

Y así, Gohan finalmente se reunió con su padre, se reencontró con el señor Piccolo y con todos sus amigos, finalmente tendría el descanso que tanto ansiaba, pero siempre tendría muy presente el recuerdo de aquella pequeña niña que había rescatado de un futuro terrible, la vio crecer, le brindó un hogar y una familia.

—Giin, por favor nunca pierdas la esperanza, nunca te des por vencida... por favor no mueras —se despidió mientras veía como ella y Trunks cargaban su cuerpo— mereces ser feliz, mereces un futuro mejor, por favor no mueras... Trunks cuidala mucho, te la encargo.