Único.
Manteniéndose serio en sus facciones la mirada del Santo de capricornio parecía asustar al joven niño que tras la pierna de su sobrino se ocultada. El Cid no puso objeción, solo sé quedo quieto. Su llegada al santuario fue tardía debido al entrenamiento que manejo, fue de los últimos en obtener la armadura de oro, por lo que, no llego a estar consciente de muchas cosas en torno a su pareja como Ilias y ahora la presencia de Regulus. Cosa que lo hacía sentir casi desconsiderado con el hombre que amada, hasta hace unos días que Sísifo le admitió toda esa parte de su historia.
El Cid se mantuvo callado escuchando atentamente, alentando a su pareja terminando por ofrecerle un abrazo al terminar de desahogarse. Sísifo aparte de su pareja era un hombre que llegaba a admirar, cosas como está alentaban ese sentimiento al escuchar su historia con su hermano. Siempre lo considero casi un ideal de guerrero, noble, justo, fuerte y bondadoso, cosas que le enamoraron desde el primer momento, a su vez cosas que no cambiaban cuando Sísifo le dio el privilegio hace solo unos días atrás específicamente, uno 5 cuando se le informo que podría buscar a su sobrino y por ende se le encontró, El Cid tuvo la oportunidad de escucharlo decir sus penas encima, darle su hombro y apoyarlo en esto.
Estaba seguro que no era el único que lo pensaba y ya Sísifo había demostrado lo que valía. No conoció a Ilias, pero en otra circunstancia le hubiera gustado.
En ese momento El Cid estaba apoyado en la pared, no llevada la armadura, estaba más casual por decirlo de alguna forma. Mirando a Sísifo atender a su sobrino. Fue complicado para Cid hacerse una idea de cómo sería esta nueva rutina, seguramente Sísifo lo tomaría como su alumno pero a su vez era su único familiar de sangre vivo. Antes de su llegada solo apoyo a su pareja y le ayudo a conseguir lo que sería ropa nueva para él.
Ahora que lo veía de frente no se imaginada lo que debió haber pasado ese niño solo en el bosque, casi le daba lástima pero a su vez, algo de admiración por ese sucedo a su corta edad. Regulus pudiera ser un gran guerrero, de eso estaba seguro. Pero como dicen, se necesita un buen tiempo para convertir hierro en un arma blanca, el joven hijo de Leo en ese momento necesitaba descansar.
Sísifo lo había aseado detalladamente, en este momento buscada cocinarle algo para que comiera más dignamente. Los ojos del más pequeño, miraban inseguros sobre la mesa mientras cada tanto miraba a Cid, como si estuviera temeroso de hablar o de querer preguntarle algo. Bueno, El Cid no estaba diferente porque no deja de meditar y sobre analizar en que decirle a Regulus o como actuar con él, tenía 7 años y el tiempo que estuvo solo no le ayudada.
"Eres dulce pero sin dejar de ser tu conmigo, con Regulus no tendrás problemas. Seguro se caerán bien." - Había dicho su amado centauro.
Lo que rompió el silencio fueron unos fuertes pasos que se alcanzaron a percibir, cuando una silueta de gran tamaño se asomo, Regulus rápidamente cambio de semblante para salir disparado de la mesa al ver otra cara conocida.
- Un gusto verte otra vez. - El Santo de Tauro se llevada la mano a la nuca cuando Regulus de abrazo a su piernas. Reconociendo al santo que lo cuido momentos antes del asesinato de su progenitor. - Lamento no haberte buscando lo suficiente. - Arrodillándose sujeto al joven de los costados para cargarlo. Su notaba la culpa eh su voz por verse obligado a dejar a un niño sólo.
- Lamento haber huido... Estaba asustado... - Se escudo. Jugando con sus dedos. - Estás más grande que cuando recuerdo. Mi amigo fortachón. - Desde su puesto Sísifo rio. Le sorprendía notar lo fácil que Regulus reconoció a Hasgard, y el cariño que aún le tenía. Si mal no recordaba, el estuvo con ellos unos días antes de que pasara lo que pasará.
- Desde joven soy así. - Bromeó. Y vaya que no era mentira. Extendiéndole a Regulus un regalo, el también le había conseguido algo de comer. - ¿Cómo te sientes ahora?
- Bueno... No sabía que tenía un tío. - Se volteo a ver a Sísifo, quien le respondió con una sonrisa.
Cuando se reencontraron Sísifo se quitó la chaqueta que llevada para rodearlo, abrazándolo con fuerza casi aguantando las lágrimas. Terminar por disculparse por no poder hacer nada, y explicándole todo.
Zeus Santo, entre más pasos daba para acercarse a su sobrino el corazón se le oprimía. No aguanto cuando lo tuvo de frente.
- Ahora quiero volverme como mi padres mi tío dijo que mañana iría con el patriarca para buscar que pueda lograr eso.
- Puedes contar conmigo si necesitas algo. - Hasta que Cid hablo, sutilmente dirigió su mirada al futuro santo de Leo. Que, nuevamente lo miraba casi desconcertado por no conocerlo del todo aún. - Me agrada tu voluntad a tu corta edad. Dónde espíritu de mantiene, serás digno de las huellas de tu padre. - Bien, ya dio su primer paso para acercarse al Santo de Leo. No supo si fue el correcto, pero ya estaba hecho. Directo como él era.
- ¡Gracias! - Esa respuesta le complació. - Hasgard, bájame por favor. -Y dicho esto, el toro obedeció. Ya tomando la suficiente confianza para hablar con Capricornio. - No te he preguntado cómo te llamas, ¿Eres muy amigo de mi tío como Hasgard no? - Sísifo casi quiso reír por olvidarse de eso. Estaba tan concentrado en Regulus que se le olvidó que Cid estaba con ellos, específicamente, que nunca lo presento con Regulus.
El que si rio en disimuló fue Hasgard.
- No sé cómo explicártelo... Digamos que soy tu otro tío.
- ¿Mi otro tío? ¿También eres hermano de mi padre? ¿Porque tu cabello es negro entonces? - La inocencia de un niño sería el nuevo contrincante de Cid. Que, para sorpresa de los 2 contrarios, Cid se arrodillo, pasando su mano por los cabellos del castaño.
- No. Soy el amante de tu tío. Su pareja, pudieras decir que tenemos la misma relación que tú padre y madre. - Le explico tranquilamente. - Espero que me vez la oportunidad de conocerte.
- Solo que ellos no te pueden bar un primito. - El toro bromeó. Aportando a la conversación temiendo el resultado de que Regulus les pregunté si entonces eso significada que también tenían un hijo. En sus tiempos cuidando de los niños que quedaron huérfanos aprendió un poco de lo volátil que es la mente inocente de un menor de edad.
- ¿Uhm?
- Luego te explico. De momento ven a comer.
- Voy. - Ya habiendo servido fue grande la satisfacción de Sísifo al verlo comer tranquilamente. Casi no parecía que hace unas horas, Regulus estuvo a punto de atacarlo al no reconocerlos y ahora estaba tranquilo disfrutando de un buen plato de comida como cualquier niño.
Casi se sentía mal por tener que involucrarlo en este tipo de viva. Pero ni él ni su hermano, ni nadie del santuario han estado absortos de estar en medio de estas peleas aún teniendo la edad de Regulus, su sobrino era fuerte, haría germinar su voluntad lo mejor que pudiera. Solo que, le varía este día para descansar como un niño que era.
- ¿Quieres que te ayudemos en algo? - Sísifo negó.
- Si no les molesta, me gustaría quedarme con Regulus el resto del día.
- Si quieres mi ayuda, estoy para los 2. - Alzando el pulgar el albino los dejo solo. Por un momento El Cid se quedó mirando a Sísifo, antes de separarse.
- "Te queda bien la paternidad" - Le dijo atreves de su cosmos, haciendo sonreír al castaño que le respondió con la frase. - "Espero te adaptes entonces. Ya te presentaste con tu nuevo sobrino" - Sonriendo el ironía el capricornio se fue. Dejando a tío y sobrino solos.
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Cómo bien había pensado, Regulus se adaptada rápido. En esos momentos estaba dominando sus poderes como pocos aspirantes.
- Menos de unos meses y ya puede sacar su cosmos. Tu sobrino es una caja de sorpresas. - Cada que pudiera, El Cid asistía a los entrenamientos de Sísifo junto a Regulus, llegando a aportar bastante en lo que pudiera. En el proceso afinando su relación con su nuevo sobrino. Lento pero seguro de cierta forma.
- Mi padre ya me había hablado de eso. - Sentándose en un pilar que el mismo destruyó entrenando Regulus les admitió. - Me hablada del cosmos y de la naturaleza. A veces practicada cómo me explicaba. - Les dijo.
- Ilias era un hombre... Bueno. El parecía hablar con la naturaleza ya que siempre buscada estar junto a ella.
- Mi padre me enseñó a respetarla. A veces lo sentía en media de su armadura. Por cierto. Tío El Cid. - Regulus se volteo al peli negro. Curioso que solo le tomo unas semanas en agarrarle una mejor confianza al capricornio como para decirle tío, dónde le empezó a decir de esa forma sin mayores objeciones. Lo que El Cid nunca creyó escuchar estando dirigido a él. - Aprovechando que está aquí, ¿Usted sonríe?
- ¿Qué?
- Mi padre era similar a usted, ya que llegada a ser callado, pero mi padre sonría más seguido. Me es raro que nunca lo visto sonreír en estos meses. Al ser pareja de mi tío, me pareció raro no verlo. - Explico. Y en sí, era una propuesta simplemente infantil. Suspirando pesadamente tras unos minutos de silencio mirando fijamente a Regulus, debatiéndose si complacerlo o no, el santo de capricornio se quitó la corona que conformada su armadura y acepto. Sonriendo a su forma para el joven León durante unos simples segundos.
- Que guapo. - Sísifo coqueteo. Aunque bueno, no era la primera vez que lo veía sonreír, pero solía pasar el momento más íntimos. Así como paso, en pocos segundos más Cid volvió a su temple serio como de costumbre.
- Tienes razón.
- ¿Quieres entrenar conmigo un momento? - Ignorando a los 2, el Santo de capricornio le tendió la mano a Regulus para volver a sus entrenamientos. Descubriendo en el proceso de las cualidades más curiosas de Regulus: El copiado de técnicas.
Ambos Santos de oro quedaron en un completo Shock al ver eso. El más anonadado fue El Cid, era una técnica en su perspectiva injusta. Tendría que enseñarle a usarlas bien.
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Uffffff. Lo terminé XD pensé que no llegada. Iba a ser un extra para explicar la cronología que use para eso a base de los Gaidens, ya que por si no lo saben, Sisifo es el mayor de su generación con 29, y Régulus tiene 15 siendo el menor. Osea, Sisifo obtuvo la armadura a las 13, antes de que Régulus naciera, haciendo que tenga unos 19 a 21 en este Shot, pero veo que no será necesario.
Ahora sí, esta será la ultima vez que escribiré de este shippeo, los que me conocen saben que nunca ni me gusto, ni me llamo la atención, no creo que me guste algún día y el fandom no me ayuda a agarrarme un minuto de aprecio cada vez que lo intento. Solo los juntada cuando necesitada una pareja para Sísifo en mis fic de Regulus, o cuando alguien más me convencía. Esta idea la vengo considerando hace meses, así que no me la voy a dejar guardada. ¡Coño de la madre, necesito más fic de Sísifo siendo el papá de Regulus!
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