¡Chica castaña!
Hoy iniciaba una nueva semana y Manobal no estaba lista para iniciarla pero recordó que hoy en la noche iría a la feria con su gatita. Sus ánimos se levantaron en cuestión de segundos y se preparó rápido para ir a la universidad.
Una vez ya lista salió de su casa rumbo a la universidad, cuando llegó vio a los alumnos ir de aquí para allá, otros conversando y uno que otro sentado en las bancas. Entro y se dirigió a su casillero para sacar su libro de Inglés, lo saco y cerró su casillero. Luego fue hacia la cafetería donde estaría su unnie comiendo o platicando con Rosé.
En el trayecto su teléfono empezó a sonar en su bolsillo, lo saco y sonrió en grande al ver quién era.
- Gatita, ¿Cómo estás?
- Lili estoy bien, ¿Tú estás bien?
- Sí ¿Para qué llamaste? ¿Ocurrió algo?
- ¡Ah sí! Quería desearte un buen día en tu universidad y recordarte nuestra salida en la noche
- A las 8 paso por ti, ponte más linda de lo que ya estás.
- Me pondré muy linda, Lili.
- Gatita ya me tengo que ir, te amo.
- Te amo más, Lili. Adiós
La llamada terminó y Lisa seguía con esa tonta sonrisa que no se fijó que Jung Whee-in venía caminando hacia su dirección, ambas iban distraídas y chocaron, el teléfono de Manobal cayó al piso dejando a simple vista su fondo de pantalla donde salía Jennie sonriendo.
- Lo siento, Wheein. - se disculpó.
La chica de pelo negro azulado, se agachó para recoger el teléfono de la contraria y no evitó ver el fondo de pantalla.
- No te preocupes, yo tampoco me fijé - le dió el teléfono al contrario - Adiós
La chica salió casi corriendo, tenía que contarles esto a sus amigas.
- ¡Chica castaña y con mejillas grandes! ¡Chica castaña y con mejillas grandes ! - grito al ver a sus amigas sentadas
- ¿Que te sucede Wheein? - pregunto una rubia.
- ¿Cuál chica castaña? - cuestionó otra.
- Hace rato choque con Manobal, su teléfono se cayó y yo lo recogí... En su fondo de pantalla tenía a una chica castaña y de mejillas regordetas. - hablo
- ¿Estudia aquí? - pregunto la rubia parándose de la silla.
- Nunca la he visto, así que tal vez no estudie aquí.
- Tranquilas, de seguro solo es su hermana menor o algo - comento la peligris.
- Cierto, no creo que Manobal este enamorada de alguien. - soltó una risita.
- Nayeonnie... Me siento mal - dijo con su cabeza recostada en la mesa banco.
- ¿Que te duele? ¿La panza? ¿La cabeza? - interrogó acercándose a su amiga.
- Me siento mareada - contesto.
La rubia tocó la frente de su amiga y estaba ardiendo en fiebre.
- ¡Por dios Jennie! Deja voy a buscar a la enfermera - salió corriendo rumbo a la enfermería.
Jennie solo se quedó recostada preguntándose el porqué le había dado fiebre, en la mañana no se sentía mal. Ah cierto, el día de ayer se estuvo mojando en la lluvia ignorando a Lisa la cual le decía que se enfermaría si seguía mojándose.
Después de una hora y media, Jennie ya se estaba en su casa descansando con unos pañuelos húmedos sobre su frente para bajar un poco la calentura.
- Hija, me tengo que ir al trabajo. Tu padre está en un viaje de negocio y yo tendré que recuperar las horas... ¿Crees que tu novia te pueda venir a cuidar? - pregunto nerviosa
- ¿Lili? Sí, sí, si... Llámala - hablo con un tono débil.
La señora Kim agarro el teléfono de su hija y marco al contacto de 'Lili💖'
- ¿Nini que paso? Estoy en clases...
- Lisa, soy la madre de Jennie
- Oh. ¿Le paso algo a Jen?
- Tiene un resfriado y yo me tengo que ir a trabajar y su padre no está aquí en Seúl. ¿Crees que terminado tu horario de clases puedas venir a cuidarla?
- Claro que sí, señora Kim. El maestro de inglés está faltando por cuestiones personales y no está viniendo así que solo me falta una hora para salir
- Muchas gracias, Lisa. Entonces te dejo, dejaré la puerta cerrada pero hay una llave escondida en una maceta artificial del lado derecho.
- No se preocupe, señora. Cuidare muy bien a su hija.
- Gracias, Lisa. Adiós
- adiós
Termino la llamada, dejo el teléfono en la cómoda y vio a su hija dormida una última vez antes de irse.
Lisa llegó a la casa de Jennie abrió la puerta, se quitó los tenis y se puso unas pantuflas.
Subió a la habitación de su novio con rapidez y se adentró a ella.
- Nini... - llamo y su novia que seguía dormida - voy a cambiarte el pañuelo.
Cambio el pañuelo y estuvo sentada en la silla del escritorio observando a su novia, cada diez minutos cambiaba el pañuelo y dejaba un beso en la mejilla de Jennie.
- Lili... - hablo Jennie casi en un susurro.
- Gatita, ¿Cómo te sientes? ¿Mejor o peor? - cuestionó preocupada.
- Un poco mejor... Pero ya no podremos ir a la feria - hizo un puchero - y todo por mi culpa.
- No Nini, no es tu culpa. - dejo un beso en la mano de Jennie - Podemos ir otro día a la feria, lo importante es que estés bien.
- Lili, ¿Me puedes dar un besito? - hizo una 'trompita' con su labios.
Lisa rió y beso los labios de Jennie, estuvieron besándose un buen rato y ninguna quería separarse pero lo tuvieron que hacer por falta de aire. La pelicastaña tenía sus mejillas rojas al igual que Lisa.
- ¿Te puedes acostar conmigo aquí en la cama? - pregunto.
- ¿Estás segura? - miro a Jennie.
- Segura - Lisa se acostó a lado de Jennie y ambos se cobijaron. Poco después las dos se quedaron profundamente dormidas.
La señora Kim llegó a su casa después de tres horas, subió a la habitación de su hija para ver cómo estaba.
Sonrió en grande y con ternura al ver a su hija junto con su novia dormidas, se veían tan tiernas así, que fue inevitable no tomar una fotografía de esa bella escena, cerró la puerta para irse a su habitación a cambiarse.
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