3
Peter casi me asesina cuando le dije que le ofrecí a Gael estudiar conmigo, y tiene razón, fue una idea estúpida, ¿ por qué demonios hice eso? Vaya a saber quien, ahora no sé cómo decirle a Gael que no, me daba vergüenza, después de lo que me contó, sería horrible decirle que no estudie conmigo.
Soy una persona terrible, pero me sentí mal por el, tener que estudiar mirándolo la pantallita del celular era demasiado incómodo, de cierta forma, quise ayudarlo, olvidando lo que me hizo. Algo dentro de mi cree que cambio, que está arrepentido, solo espero que esto de ser bueno conmigo, no sea un plan de el y de Tony.
-¿Te dio un ataque o que?. Pregunta Peter sin entender lo que hice.
-Creo que si, no lo sé, sigo sin saber porqué hice eso. Respondo mientras seguimos caminando al centro comercial.
Lo bueno que tiene la ciudad, es que los lugares no quedan lejos, solo algunas cuadras de las otras, y en el centro comercial, que es gigante, hay todo para comprar, hasta el cine está ahí. Lo que tenía que comprar, era para la clase de arte, la profesora nos pidió algunas pinturas para una nueva actividad.
-Sabes que puedes decirle a mi madre la verdad, ella no entenderá. Le digo a Peter mientras subimos las escaleras mecánicas.
-Lo sé, pero no quiero que todos sepan lo que ocurrió, por lo menos no aquí. Responde sin levantar la vista.
Yo me limito a decir algo y entramos al lugar para comprar las pinturas. No era un lugar tan grande, pero si tenía mucha variedad de pinturas y tonalidades. Nos acercamos al mostrador donde una chica rubia estaba concentrada con el celular y no notó nuestra presencia hasta que estuvimos frente a ella.
-¿Que necesita?. Pregunta la chica sin ánimos.
-Necesito 3 pinturas color rojo, dos verdes, 4 azules y 2 blancas. Digo amablemente, y no como ella Preguntó.
-¿Algo más? Dice ella una vez que tenía todas las pinturas en mano.
-Solo eso. Le respondo.
Cuando estaba por sacar el dinero, escucho una voz familiar al otro lado de la puerta tras el mostrador, parecía conocer a la chica que atiende el lugar porque la llamó por su nombre.
-Sony, mamá vendrá en unos minut...
Se detiene al notar que estábamos ahí.
-Hola Ciro. Dice Gael con una sonrisa leve.
-Hola Gael. Le devuelvo el saludo y Peter se aclara la garganta.
-Hola para ti también Peter. Dice Gael apoyando los codos en el mostrador.
-Aja, hola. Se limita a decir el y da pasos hacia la salida.
Yo lo sigo pero freno cuando Gael vuelve a hablar.
-¿Sigue en pie lo de estudiar juntos?. Pregunta.
Era mi oportunidad perfecta para decirle que fue una mala idea, que no sabia si confiar en el todavía, pero no pude, vi que estaba feliz porque le haya ofrecido mi ayuda.
-Si, mañana a las 4 en mi casa. Le digo y noto que Peter se tensa.
-Ahí estaré. Dice Gael y vuelve a entrar por la puerta tras el mostrador.
Peter no dijo nada en todo el camino, su rostro estaba demasiado serio, al igual que a la mañana cuando íbamos en el auto hacia mi escuela. Creo que quedó bastante claro que Gael no le caía bien, pero no entiendo su enojo, seré yo quien estudie con el, yo me metí solito en eso.
-¿Te sucede algo?. Pregunté auque ya sabia que si le molestaba y mucho.
-Tuviste la oportunidad perfecta de decirle que no querías estudiar con el, no le creo absolutamente nada con eso de que cambió, para mi hace esto para seguir molestandote.
No supe que decir, quizás tenía razón y yo estaba cayendo en su juego como idiota, pero tampoco había pasado tiempo con Gael, no sabía como era fuera de la escuela, y nunca fuimos cercanos, eso quedó bastante obvio.
-Si mañana notó algo raro, te lo haré saber y podrás decirme -te lo dije-.
Peter solo asintió y sin darnos cuenta, llegamos a mi casa. Me despedí de el y entré, mi madre estaba hablando por teléfono muy concentrada que no se dio cuenta de mi presencia. Fui a mi habitación y dejé las pinturas sobre mi escritorio junto a la ventana, igual al de las películas, solo me falta la mayoría de los útiles escolares.
Sábado a la mañana y yo parecía un zombie, estaba tan dormido y mi cabello no apuntaba para ninguna dirección en concreto. Salgo de mi habitación y escucho los ronquidos de mi madre en la suya, parece que tiene un maldito oso ahí adentro, aún en la cocina la sigo escuchando.
Hoy venía Gael a mi casa para poder estudiar para el examen de ciencias, estaba un poco nervioso, no le he contado a mi madre que el vendría, sabe que Gael era el que me hacía bullying junto a Tony y los otros idiotas sin personalidad propia.
Le dije a Gael que venga a las 4, a esa hora mi madre se va con sus amigas y vuelve como 5 horas después, era horario perfecto para que ninguno de ellos se cruce, no quisiera tener que testificar a favor de mi madre en la corte por asesinato.
Ya, quizás exagero un poco, pero si le dirá muchas palabrotas y lo echará de aquí, pero como culparla, ella también la pasó mal al ver que yo sufría por culpa de Gael. Ahora que lo pienso, fue una pésima idea invitarlo a estudiar, Peter tenía razón, tengo que decirle la verdad, me daría lástima por el pero si esto es un plan para volver a molestarme, prefiero evitarlo.
Tomé mi teléfono para enviarle un mensaje a Gael pero gracias a que lo usé casi toda la noche y me quedé dormido con el celular prendido, ahora no tenía bateria, tener suerte es lo mío. Me voy a calmar, lo pondré a cargar y desayunaré tranquilo.
Eras las 3 y medía, mi madre estaba terminado de arreglarse para salir y justo en ese momento me acuerdo que tengo que decirle a Gael que se cancela estudiar conmigo, que fue un error y que lo lamentaba. Le hubiera mandado antes pero me concentré en otras cosas y el tiempo se me pasó volando.
Enciendo mi teléfono que ya tenía la batería totalmente cargada y espero a que termine de encender, pero antes de que entre a WhatsApp, suena el timbre y mi madre me pida que abra la puerta.
Bajo rápidamente las escaleras, como de costumbre y me dirijo a la puerta, cuando la abro, siento que mi boxer estaba sobre mis talones de lo estupefacto que había quedado al ver a Gael del otro lado y saber que mi madre seguía en la casa.
-Gael, ¿Qué haces aquí?. Pregunté nervioso.
El me mira confundido.
-Tu me invitaste. Dice y caigo en que si fue así, pero quise preguntar otra cosa y los nervios no me dejaron.
-Si, pero a las 4, faltan 20 minutos todavía. Dije mirando mi reloj.
-Si, lo sé, pero al salir de casa, pasaba el autobús y aproveché para tomarlo. Dice con una sonrisa leve.
Mi madre no podía verlo, pero no sabia como hacer para que el entre sin que ella lo vea, la única forma, era decirle la verdad.
-Gael, si te he dicho que vengas a las 4, es porque mi madre no estaría en casa, ella te conoce y... sabe lo que sucedió.
El asiente avergonzado, pero parece entenderlo.
-Lo siento, fue una idea tonta aceptar, es obvio que tú te sentirías incómodo y tampoco pensé en tu madre y que me odia y tiene razón al hacerlo porque fui una mierda contigo y la verdad lo que menos quería era hacerte pasar un mal momento con ella.
El hace media vuelta y se va, pero no dejo que se aleje mucho porque lo vuelvo a llamar -espero no arrepentirme de esto-.
-Gael espera. Le digo y el vuelve hacia mi.
-¿Que sucede?. Pregunta con expresión frustrada.
-No me siento incómodo, si te he dicho para estudiar juntos fue porque quería, creo en que has cambiado, veré la forma de hacerte entrar.
El sonrió y se quedó en la puerta mientras yo entraba a casa para distraer a mi madre, si tengo suerte y ella está en el baño de abajo, podré hacer que Gael entre y suba rápidamente las escaleras hacia mi habitación. Si no tengo suerte, mi madre lo verá y el tendrá que correr por su vida.
Llamo a mi madre y ella me contesta desde la cocina, desde ahí no se ve hacia la puerta, era una buena oportunidad, me dirijo a la puerta para abrirla pero ella aparece por el pasillo y yo me quedo pegado a la puerta.
-¿Saldrás?. Preguntó ella mientras guardaba un budín de pan en su cartera.
-Em, aún no, quizás si, no tengo muchas ganas tampoco. Le contesto y ella levanta una ceja por mi respuesta indecisa. -Sabes, si, voy a salir, hasta luego mami. Le digo y abro la puerta pero ella me vuelve a llamar y siento que me cagué.
-¿No llevarás el celular?. Pregunta y voy a buscarlo rápidamente.
-Gracias, Adiós. Digo y cierro la puerta.
Gael estaba a un costado y tomó su brazo para llevarlo atrás de la casa, nos quedaremos ahí hasta que mi madre salga y podamos entrar.
El era alto y se notaba cuando yo estaba a su lado, tengo que levantar la vista para encontrarme con su rostro, y se lo envidio porque no tiene ni una marca, toda su piel es lisa.
-Que linda bicicleta. Dice mirando hacia la pared donde está estaba colgada.
-No la uso desde los 10 años, ya no entro en ella. Le digo y vuelvo a mirar hacia adelante de la casa.
-Si quieres la arreglo y puedes venderla, no está tan vieja. Dice y se acerca a la bicicleta para mirarla más de cerca.
-Si quieres, pero te daré la mitad del dinero por arreglarla. Digo y miro la hora en mi reloj.
-Para nada, lo hago por cortesía nomas.
-No, absolutamente no, tu necesitas el dinero más que yo, te la daré para que la vendas. Le digo y hago un ademán de cerrar la conversación pero el vuelve a responder.
-Ya me estoy aprovechando mucho, Ciro. Dice negando con la cabeza.
Yo lo miro seriamente pero con intensiones de que sepa que no acepto un No como respuesta. Se hicieron las 4 y mi madre salió de casa y subió al auto de su amiga que había estacionado en la puerta. Con Gael fuimos rápidamente adelante y entramos pero estudiaremos en mi habitación, mi madre puede volver y vernos ahí, como dije, no quiero ser testigo de un asesinato.
Mi habitación no era tan grande, y tampoco había tantas cosas en ella, solo la cama, mi escritorio, el armario y un mueble con algunos libros. También estaba bastante ordenada, odiaba tener que caminar y pisar cosas que estén tiradas en el piso, ah, y ni una pisca de polvo habia, ya que soy alérgico a eso.
-Tu habitación es todo lo contrario a la mia. Dice Gael observando la misma. -Yo tengo todo un desorden por todos lados.
-Soy un amo de la limpieza. Le digo y el suelta una sonrisa donde se le marcan los hoyuelos.
Pusimos las cosas en mi escritorio, sentía un poco de nervios porque nunca le había explicado algo a nadie, mucho menos para estudiar, si no lo hago bien, lo más probable es que el muera de la risa o no quiera seguir estudiando. No sé cuál de las dos me va a avergonzar más.
Sin darnos cuenta, había pasado más de hora y media y ya estudiamos todo lo necesario, pero estábamos riéndonos de estupideces, nunca creí que iba a estar así con Gael, mucho menos a las risas. Como no habíamos comido nada, bajé para buscar algo de comer pero en ese momento, sentí que me hacía encima.
-Mi madre está aquí. Le digo a Gael después de haber subido las escaleras como flash.
El se levanta rápidamente y agarra su mochila. Se dirige a la ventana y mira por esta misma la altura que hay desde aquí hasta el piso.
-Saldré por la ventana. Dice y se sienta en el borde de esta.
-¿Estas loco? Estamos en el segundo piso. Le digo en voz baja para que mi madre no escuche.
-No es tan alto. Dice pero siento cierta duda en su voz.
-De ninguna manera, veré como logro distraer a mi madre para que puedas salir por la puerta.
Bajo rápidamente y encuentro a mi madre en la cocina, perfecto, Gael podrá bajar sin que ella lo vea. Me pongo sobre el Marco de la puerta de la cocina y la miro con una sonrisa, ella me devuelve la mirada pero confundida.
-¿Te sucede algo?. Pregunta ella.
-Nada, me alegra volver a verte. Le contesto.
-Me fui por hora y medía. Dice levantando la ceja.
-Lo sé, pero igual extraño a mi madre. Le digo y con mi brazo tras de mi espalda, le hago señales a Gael para que vaya a la puerta de salida.
-No tengo dinero, Ciro. Dice ella y yo la miro extraño.
-No te iba a pedir dinero. Le contesto.
Doy la vuelta y veo que Gael está por salir pero mi madre empieza a caminar hacia ahi y yo la detengo antes de que cruce la puerta de la cocina. Ella me vuelve a mirar confundida y yo me quedo pensando en que decirle.
-¿Te hiciste algo en el cabello?.
Que pregunta estúpida.
-Em, no. Dice ella y de toca el mismo.
-Se ve más claro. Le digo y ella pone cara rara.
-¿Has tomado?. Pregunta ella y abro los ojos.
-Nunca tomo madre. Le digo con obviedad.
Mientras ella se vuelve a mirar el cabello, giro y veo que Gael logró salir de la casa y estoy más aliviado. Me corro de la puerta de la cocina y dejo pasar a mi madre. Hubiera sido un drama si ella veía a Gael aquí adentro, lo insultaria de todas las formas posibles y en todos los idiomas, pero creo que odia más a Tony, ese idiota.
Subo las escaleras y escucho que la puerta se abre, automáticamente bajo y veo a mi madre saliendo con las bolsas de la basura. Por un momento se me detuvo el corazón, creí que Gael había entrado de nuevo. Cuando mi madre vuelve a entrar, me llama y voy rápido hacia donde ella está.
-¿Que sucede?. Pregunté.
-Acabo de ver a ese Gael en la esquina, el chico que te molestaba.
Lo recordaba bastante bien.
-Que raro que ande por aquí. Miento.
-Seguro estará esperando a que salgas para hacerte algo. Dice ella enojaba.
-Ya pasó mucho tiempo, me lo crucé en la escuela y no me hizo nada.
-Porque no es tonto, si te hace algo en la escuela, todos sabrán que fue el. Dice ella aún con la cara de enojo.
-De hecho, el otro día me defendió con Tony. Le comento y ella abre los ojos sorprendida.
-Ahora se hace el bueno, esos son los peores, Ciro.
Yo pongo los ojos en blanco y me voy a mi cuarto. Tomo mi teléfono y le envio un mensaje a Gael.
Mi madre te vio en la esquina.
Segundos después, me llega un mensaje de el.
¿Que ha dicho?.
Pregunta el.
Todavia te odia.
Le respondo y el me manda emojis frustrados.
Creo que es entendible su enojo.
Lo sé, Ciro.
Apago la pantalla del celular y lo dejo en la mesita de luz, pero sin darme cuenta, me había quedado dormido completamente sobre mi cama.
Como es de costumbre y de todos los días, el sol me pegaba en la cara brillante, no necesitaba un reloj despertador, ni mucho menos que mi madre me despertara, bastaba con que el día este soleado y sentir como me encandila la cara el rayo que entra por la ventana.
Hoy era el examen de ciencias, había estudiado bastante y era muy probable que aprobaría. Pero rápidamente Gael vino a mi mente, ese día estudiamos mucho pero no sé si ha seguido practicando y leyendo. Es raro que me preocupe por eso, no sé porque lo hago, hace algunos meses deseaba no cruzarmelo en la escuela y ahora me preocupa que apruebe un examen.
Dejaré de pensar en eso y voy a levantarme de la cama y desayunar, no quiero llegar tarde, hoy por lo menos no. Hice café con la cafetera y desperté a mi madre para que me llevara a la escuela. En mi casa no es como las de las películas donde los padres siempre despiertan a sus hijos, acá soy yo quien despierta a mi madre que ronca como oso invernando.
-MAMAAA!!!. Grito al ver que no se levantó después de las 5 veces que vine a despertarla.
Ella salta de la cama por mi grito y me mira horrorizada y asustada.
-¿Como me vas a despertar así, eres idiota niño o que?.
-Tienes que llevarme a la escuela, hoy tengo un examen y tu a penas estas reviviendo mujer.
Le digo y abro las cortinas.
-Creo que tendría que ser yo quien te despierta y te dice esas cosas.
Dice ella resfregando sus ojos.
-Siempre me despierto antes que tú.
Bajo las escaleras y me dirijo a la cocina para servir café en dos tazas, en ese momento me suena el teléfono, era un mensaje de Gael.
Suerte con el examen y gracias por ayudarme :).
No puedo evitar sonreír y le respondo.
Suerte para ti también ♧.
-¿Por qué sonríes como tonto?. Pregunta mi madre tomándome por sorpresa.
-ehh, vi un video gracioso. Le respondo y parece creerme.
Después de desayunar, mi madre y yo subimos al auto y vamos hacia la escuela. Tenía mi cuaderno en las manos, de a ratos le echaba un ojeada para no olvidarme de nada, aprobar este examen es como aprobar un cuarto de la materia, después era más fácil llegar a fin de año.
-¿Hoy te verás con Peter?. Pregunta mi madre.
-No lo sé, por qué?. Le pregunto curioso por su pregunta.
—¿Sabes que el te quiere mucho, no?.
—Si, lo sé, yo también lo quiero mucho.
—Si,pero el...
—Mami, tengo que seguir estudiando. Le digo y pongo mis ojos en los apuntes.
Rato más tarde, llegamos a la escuela. Saludé a mami con un beso en la mejilla y bajé del auto. Estando ahí, Gael volvió a mi mente, de verdad odiaba que este ahí presente, solo fui amable con el, tengo que dejar de pensar en el y concentrarme en mis apuntes y aprobar ese examen.
Entonces, entro al salón de clases, como siempre, esta vez íbamos a estar en un salón común, sin todas las cosas de ciencias que solemos usar los días de clases común, dejo mi mochila en la silla y me siento a esperar a que los demás entren.
Unos minutos después, el salón empezó a llenarse con los demás y como era de esperarse, era el único que estaba sentado solo. Una voz familiar cruzaba la puerta y automáticamente miré para ahí. Gael estaba parado ahí con su mochila y miró hacia mi lugar.
Mi preocupación de no saber si había estudiado volvió, el se acercó y clavó la mirada en el asiento vacío que estaba al lado mío. Yo le hice seña con la mano para que tomara asiento y lo hizo. Agarró su mochila y sacó su cuaderno, era buena señal, si no hubiera estudiado, no lo haría, o directamente no asistía a clases.
—Tengo que decirte algo, Ciro, algo que tendría que haber dicho hace bastante.
Me dijo girando su cabeza hacia mi y clavando sus ojos marrones intensos en los míos. Sentí un poco de nervios porque no tenía idea de lo que Gael quería contarme.
—Dime.
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