Bakú, 29 de abril de 2023

La carrera al sprint acababa de terminar. Por mucho que se diga que Ferrari es italiano, Azerbaiyán era su circuito. Leclerc había ganado el sprint y Sainz podía haber atacado y logrado una posición mejor si no hubiera tardado tanto en adelantar a Russell. Por tanto, los ocho que conseguían puntos de más a menos eran: Leclerc, Pérez, Verstappen, Sainz, Russell, Alonso, Hamilton y Stroll.

Fuera de algunos adelantamientos espectaculares, el momento más impactante fue ver el cohe de Tsunoda con tres ruedas y la cuarta avanzando por la pista como si llevara un espíritu dentro.

Naiara seguía en el box haciendo fotos a todo el personal que se le cruzaba en el camino. Después de los problemas con el DRS el viernes y lo que el coche sufría en rectas, un sexto y octavo puesto, estaban bien. Si mejoraba a muy bien o empeoraba esa opinión dependería de la carrera de mañana.

–Naiara. El dueño te llama.—le gritaron desde fuera del box.

–¿El señor Stroll?

–Sí. Sígueme.

–Nai, Johnny y yo te necesitamos para decidir aspectos de la grabación de mañana...

–Luego, Mad. Me llaman.

Naiara siguió a a una chica del equipo de prensa hasta una parte del paddock dedicada a reuniones para los altos cargos. En una de las salas le esperaba Lawrence Stroll. El empresario canadiense fue claro desde un principio.

–Señorita Gayà. ¿O ese nombre es falso?

–Es mi primer apellido, señor.

–¿Entonces por qué contó que sabe falsificar documentos de identidad?

–Empezó por lo clásico de poder entrar a los locales para mayores de 18 años, la mayoría de edad en mi país. Pero luego, le ayudaba a un amigo en su trabajo y lo vi como punto a tener en cuenta en mi entrevista ya que tengo puesta una denuncia en Singapur a mi nombre por parte de la empresa Meriton Holdings.

–Realiza un buen trabajo pero no me cae bien. Ándese con ojo si no quiere perder su empleo al terminar la temporada.

–De acuerdo, señor Stroll. ¿Puedo irme?

–Sí. Mañana la quiero por el circuito antes de las nueve de la mañana. Hasta esa hora, es libre de hacer lo que le plazca, sea con mi hijo o no.

En cuánto acabó de hablar, Naiara se largó de aquella sala enseguida. Y si que haría cosas con Lance, pero no las que se esperaba Lawrence. Los dos jóvenes tenían que hablar seriamente sobre el nuevo escenario que acababa de plantear el empresario.

Después de hablar con Madelyn y Johnny respecto a algunos de los planes para mañana, salió directa hacia el hotel. Cuando llegó al hall, sacó su teléfono para llamar a Lance, pero Esteban le frenó.

–¿Buscas a cierto piloto canadiense?

–Exacto, Esteban. ¿Sabes dónde está?

–Viene camino del hotel. Pero sé cuál es su habitación. ¿Subes conmigo?

–Por supuesto. Total, de manera indirecta pero también te afecta a ti...

Diez minutos después...

–A ti Estie, ya te esperaba. Nat, ¿ha pasado algo?

–También te interesa saberlo Lan. Os afecta a ambos.

–¿Abres la habitación y pasamos?—le metió algo de prisa Naiara.

El canadiense abrió la habitación y una vez se sintió en terreno protegido, Nai soltó la bomba.

–Tu padre me ha amenazado con despedirme.

–¿Espera, qué? ¡Pero si casi todo el equipo habla de la buena calidad de tus fotos y vídeos! ¡No te puede echar por incumplir el contrato! ¿Quién más lo sabe?

–Tu padre y nosotros tres.—dijo señalándose a sí misma y a los dos pilotos que le acompañaban.

–En caso de despido, Alpine podría contratarte. Claire se jubila al acabar esta temporada, podría recomendarte.

–Podría contratarte de asistente personal... Y Fernando o Carlos podrían ofrecerte algún trabajo si se lo comentas.

–Suficiente con habérselo contado a Esteban cuando solo te lo debería haber dicho a ti, Lance. Y Esteban, gracias por la puerta abierta por si Lawrence cumple con el despido.

–¿Por qué volver a Valencia con tu hermano, entra en el plan si te despide?—le preguntó el piloto con el número 18 a la española.

–Si Meriton Holdings deja de ser el máximo accionista del Valencia antes de diciembre podría entrar esa opción. Si no, inviable.

–¿Tu anterior trabajo era en el fútbol? Vaya caja de sorpresas, española.—comentó el piloto francés.

–Mi hermano es el actual capitán del Valencia. Pero no entré por enchufe. Falsifiqué mi documento de identidad.

–Si mi padre se ha enterado de eso, es tu ruina.

–Y lo sabe.

–Estáis jodidos.

–Gracias, Esteban. Así no ayudas.—le gritó la de Pedreguer.

–Hay que conseguir tu contrato para ver como podemos blindarlo, Nat. ¿Tenéis alguna amistad dentro de la policía de algún país?—les preguntó Lance.

–No.

–Tengo un amigo detective. Me está ayudando con lo del Valencia. Pero seguro que tiene algún contacto dentro del mundo abogacía y en cuanto tengamos el contrato, revisarlo todo bien.

–Avísale. Y de aquí no sale nada salvo a ese amigo de Nat. ¿De acuerdo?

–¡De acuerdo, capitán!—le respondieron Naiara y Esteban haciéndo el saludo militar.

Después de un rato de risas después de ese último momento, Naiara se despidió de ambos pilotos y se fue de la habitación. Solamente era la cuarta carrera y ya habían tenido no se cuantos cambios de escenario. Menuda locura de cabezas tendrían cuando llegara Abu Dhabi a este ritmo.

Nota de autora:

Hoy ha sido Abu Dhabi, el fin de temporada real de esta temporada 2023. Aquí, todavía nos queda tralla por dar ya que como veis, estamos por Azerbaiyán.

El himno holandés aquí no va a sonar tanto, es lo único que puedo decir.

Sprint y nueva información de la situación de Naiara con la presión de Lawrence Stroll. ¿Cuándo explotará todo esto? Se aceptan teorías sobre lo que va a pasar.

Como ya sabéis, estoy por @wri_art_multi_vlc en Instagram para hablar y donde digo cositas sobre el fic. Muchos besos para tod@s 😘.