Yeda, 17 de marzo de 2023

Dos alarmas comenzaron a sonar simultáneamente, una clásica de las apps de alarmas y otra musical. Lo primero que hicieron fue apagar la alarma, y después, al ser conscientes de quién tenían al lado, gritar.

–¿Pero qué? ¿Cómo coño he acabado contigo en la cama?

-Ayer te bebiste hasta el agua de los floreros, Naia. Me gusta más eso como apodo...

–Carlos... ¿Tú y yo...?—le preguntó temerosa al ver que estaba sin pantalones.

–No te acordabas ni del número de tu habitación y te traje a la mía. Te quedaste dormida mientras estaba en el baño y te quité los pantalones porque al no ser de pijama, pensé que ibas a estar más cómoda.

–Entonces, gracias.

–¿Te acuerdas ya de tu número de habitación o va a tocar ir a recepción?

–Primero a desayunar y luego ya se verá. Tengo un poco de margen antes de la hora en la que tengo que estar en el paddock. ¿El baño?

Algunas horas después, al acabar la primera práctica libre...

–Nat. ¿Estás bien?

–Después del café, estaré bien. ¿Qué tal en la primera práctica, Lance?

–P4. El coche creo que irá bien para la qualy y la carrera. ¿La resaca?

–¿Estuviste anoche?

–Sí. Aunque creo que tú ya tenías bastante alcohol en tu cuerpo. Le ofreciste un trío a Pierre y a su novia.

–Madre mía... Si que me pasé anoche. Luego los buscaré para pedirles disculpas.

–Tranquila. ¿Vienes a comer conmigo, con Esteban y te presentamos a Lando? 

–Primero iré a buscar los afectados por mi intento de trío y luego os llamo.

–De acuerdo, Nat. ¡Adiós!

Se dirigió hacia el box de Alpine en busca del piloto con el número 10, mientras tarareaba "El mismo lugar" de Funambulista. Sentía que todo el mundo estaba igual de centrado en ganar pero con un buen rollo general en el ambiente. Bueno, a excepción de cierta parte del equipo de los toros rojos.

–¡Nos saliste cantarina, fotógrafa verde!—le gritó Carlos al verla cuando él iba camino del motorhome a una reunión.

–Lo llevamos en la piel. El mismo idioma, cien mil acentos para entender. Que hay tantos barcos y siempre un puerto donde volver. Esta es nuestra forma de ser, una mezcla perfecta de locura y sensatez...—canturreaba Nai.

Utilizó a Carlos como pareja de baile fugaz y se despidió con una sonrisa. Aunque al piloto lo acababa de dejar sin palabras ya por un número ya inimaginable de veces. 

En el box de Alpine, se encontró primero con Kika, la novia de Gasly. Después de saludarla, le pidió perdón por la petición de ayer y la modelo le dijo que tranquila, que con alcohol en el cuerpo todo el mundo hacía locuras y estuvieron hablando de alguna anécdota sin mucha importancia.  Después, la española se despidió diciendo que había quedado para comer y que encantada de haberla conocido sin alcohol de por medio. La portuguesa le dijo lo mismo.

Algunos minutos antes de empezar la práctica libre 2...

–Naiara. Se te calló esto durante la comida.

–¡Vaya! Gracias, Esteban. Les tengo mucho cariño a esos dos murciélagos. Aunque supongo que no vienes solo por esto, ¿verdad?

–Verdad. Para fastidiar un poco a Fernando y para decirte que si ves a Lance le desees buena suerte de mi parte.

–Tranquilo, francesito. Se lo diré en cuanto lo vea. Y ahora vuelve a Alpine no vaya a ser que venga alguien aquí en plan de guerra.

–¿Francesito?

–Recuerda el odio histórico de españoles y franceses. Y da gracias que no me has pillado cabreada y te he llamado franchute.

–No. Eso déjalo para tu compatriota cuando se enfade conmigo.—dijo el piloto francés riéndose.— Me voy. Si haces fotos por la pista, haz también al 31.

El semáforo del pitlane se puso en verde pocos minutos después de que Esteban saliera del box de Aston Martin. La práctica libre 2 acababa de empezar y el objetivo principal sería encontrar o acabar de confirmar la configuración adecuada para la clasificación y la carrera. O si ya estaba segura, hacer tandas largas para probar los neumáticos para la carrera o vueltas lanzadas de qualy.

Con algo de cuidado porque los mecánicos estaban organizando herramientas y preparándose para las prácticas de paradas, logró salir del box y se acercó a la valla para hacer fotos en la línea de meta y luego ya buscaría otras posiciones en el circuito.

Al acabar allí y mientras se movía hacia un nuevo sitio, se puso a mirar las fotos realizadas. La gran mayoría eran de los coches 14 y 18, que obviamente para eso le pagaban. Pero se hizo una nota mental de pasar las fotos del coche 31 a Alpine y sonrió al ver cómo, aunque fueran hechas seguramente de manera inconsciencte, unas poquitas del coche 55 estaban allí presentes en su cámara.

Por la noche...

–Thalía, devuélveme el teléfono.

–No mames, Naiara. ¿Quién es ese Jaume?

La chica Ferrari descolgó el teléfono sin vergüenza y le soltó un piropo al portero una vez lo vió en la videollamada.

–Perdona, Jaume.—le dijo una vez recuperó el móvil

–¿Valenciano? ¿Quién quieres que no se entere?

–La chica que te ha piropeado. Es medio de México. En castellano se enteraría.

–De algo se va a enterar. Eso tenlo presente.

–Lo sé. Pero bueno, algo se evita. ¿Qué tal por Madrid? ¿Al final habéis hecho noche de concentración allí?

–Sí. Lo del AVE mañana por la mañana se pensó pero se ve que convenía más que nos fuéramos hoy.

–¡Jaume! ¿Nai te ha cogido el teléfono?

–¡Ah, sí! Nai... A tu hermano se le ha roto el teléfono. Intentaré cubrirle un rato para que se escape a una tienda de teléfonos mañana. Pero hasta que te avise él, llámame o escríbeme por WhatsApp a mí.

–¿Qué le ha pasado al móvil?

–Le explotó la batería. Si te cuento la que se lió.

–Una muy gorda seguramente.

–¡José! ¿Quieres que le diga algo a tu hermana?

–¿Valenciano? ¿Tiene alguien que habla castellano y no quiere que se enteren, cierto?

–Cierto. ¿Le digo algo?

–¿Nos vas a ver mañana, germana?

–Sí, germanet. No hay clasificaciones ni carrera en la hora del partido y hay varios del Real Madrid que querrán ver caer al Atlético. No sé cómo pero el partido se verá.

–Vale. Perfecto germana.

–Me tengo que ir yendo. Adiós chicos.

–¡Adiós, Nai!

Colgaron la videollamada y la chica no se encontró con Thalía. El piloto Lando Norris se encontraba sentado en la cama con una sonrisa de oreja a oreja.

–¿Cómo has entrado en mi habitación?

–Iba con Jason que buscaba a Thalía. Me han comentado que no ibas a salir y cómo eres de las pocas personas por mi planta que no sale de la habitación hoy...

–Soy Naiara. Encantada. No tengo plan pensado para la noche nada más que dormir. Pero si quieres jugar a algo.

Y así, es como en una sola noche, Lando y Naiara comenzarían una amistad duradera.