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16.

Cuando el doctor visitó la residencia del modelo por primera vez se sorprendió de lo hermosa que era. En realidad tenía a muchos pacientes adinerados y cada casa que visitaba era lujosa y extravagante, sin embargo esa tenía un toque distinto. Parecía ser que era mejor llamarla hogar en lugar de casa.

No sabía si era porque la madre de Hyungwon se la dejó en heredad y la había comprado con el pensamiento de que el pequeño Hyungwon creciera libre y feliz, pero la villa era hermosa y elegante. Ahí perfectamente podrían vivir unos adinerados padres pero también unos felices hijos.

Mientras caminaba detras de su manager, quien le mostraba el camino, se perdió un poco en lo casualmente hermosas que parecían las mañanas en ese lugar rebosante de flores con colores vívidos y el sonido del viento mezclado con el canto de los pajaritos. Al menos así de lindo fue hasta que al entrar a la casa escuchó el desagradable sonido de las arcadas.

No le costó saber de donde provenían y aunque recién acababan de llegar, tanto la mujer como él corrieron en esa dirección sólo para encontrarse a un débil Hyungwon siendo sostenido por los fuertes brazos de Wonho, junto a la señora que cuidaba de la casa quien sostenía el rubio cabello del delgado para evitar que cubriera su rostro.

Nadie dijo una palabra hasta que Hyungwon dejó de vomitar y fue ayudado por Wonho a limpiarse y cambiarse de ropa, ya que antes ni siquiera había tenido tiempo de quitarse el pijama.

Poco después ambos chicos vinieron a la sala de estar donde esperaban los dos adultos mayores en silencio.

—Sentimos mucho la tardanza. —dijo Wonho ayudando a Hyungwon a sentarse lo más cómodo posible, arreglando un par de cojines antes de irse a la cocina a traer un vaso con agua para él.

El médico negó inmediatamente.

—No hay ningún problema. —entonces miró a Hyungwon quien parecía un poco mareado por el reciente vomito del cual no se recuperaba todavía. —¿Cómo te sientes?

Hyungwon lo miró, y aunque lucía cansado, pálido y un poco enfermo, sonrió.

—Estoy bien. —dijo con firmeza, sorprendiendo al resto. —No es como si no hubiera pasado por esto antes, ya hasta me estoy acostumbrando. Quizá en un futuro lo extrañe. —bromeó.

Al escucharlo hablar, la mujer tuvo la intención de decir algo, pero tan pronto como Hyungwon se dio cuenta que iba a decir algo, carraspeó la garganta y apartó la mirada de ella, sin ánimos de ocultar su desdén.

En ese momento Wonho volvió y aparte del vaso con agua, le trajo un recipiente con un montón de helado de pistacho y un par de bananas que Hyungwon tomó, depositó en el recipiente e hizo papilla junto al helado, para finalmente comer un gran bocado de la extraña mezcla.

—En los últimos tres días ha sido su desayuno favorito. —dijo Wonho con una sonrisa, tratando de excusar el comportamiento de su novio.

—¿Tú vives aquí con él? —preguntó el doctor.

Wonho negó con una sonrisa triste.

—Nuestros trabajos no nos permiten pasar mucho tiempo juntos asi que tomo vacaciones cuando él toma, y acordamos que nos quedaríamos juntos en esta villa durante los días de vacaciones. —suspiró. —No esperamos que nuestras vacaciones fueran tan caóticas, pero me alegra haber estado desde el primer momento de este asunto, así no me perderé ningún detalle.

Después de comer varios bocados más, Hyungwon se dirigió al doctor una vez más.

—Así que es momento de hablar... —dijo casi con temor.

El doctor asintió.

—Aunque todavía no hay nada confirmado, creo que es importante que dejemos en claro cuales son los asuntos importantes tanto médicos como legales de este asunto. —explicó. —Primero hablemos de ti. —sugirió. —El otro día en el consultorio no pude explicarte bien, porque ni siquiera sabía que no conocías tu condición. —sacó unos papeles de la carpeta que tenía en la mano y los depositó en la mesa del centro. —Primero quiero que sepas que tienes un cuerpo hermoso y privilegiado por la naturaleza, ya que eres parte de un muy pequeño porcentaje de personas que cuenta con una mutación genética con un organo extra al que se ha denominado como “tracto genital reproductivo”.

Hyungwon se sorprendió de escuchar aquella información, sobretodo porque jamás había escuchado de eso antes, y Wonho a su lado estaba igual de sorprendido pues aunque Hyungwon fuera increíblemente hermoso, no creyó que su cuerpo fuera diferente al resto en ningún aspecto.

—Eso... —suspiró. —¿Significa que por dentro soy como una mujer? ¿Algo como intersexual?

—No exactamente. —descartó el médico. —Aunque podría decirse que es una condición muy similar, de la cual no se tiene tanta información.

Wonho miró los papeles sobre la mesa y no se contuvo de preguntar.

—¿Cuál es la diferencia? —preguntó sin dejar de mirar las imágenes impresas.

El doctor suspiró.

—No es una condición al azar provocada por distintos factores. —explicó con seriedad. —Es algo estrictamente hereditario.

Ambos chicos se sorprendieron nuevamente.

—¿Qué quieres decir? —preguntó el delgado, dejando a un lado su precioso helado. —¿Acaso mamá...

El anciano apartó su vista de él.

—La condición es relativamente nueva. —explicó evadiendo su pregunta intencionalmente. —El primer caso registrado se cree que data de unos 800 años de antigüedad en un pueblo remoto de Alemania. En realidad es una historia muy trágica.

El hombre no creyó que fuera conveniente que Hyungwon escuchara algo así, por lo que decidió omitirlo, pero no esperó que provocaría la reacción contraria.

—Necesito saberla. —dijo el delgado. —No importa qué tan trágica sea.

Ante la insistencia, el médico no pudo evadir la verdad, sobretodo porque sabía que Hyungwon estaba demasiado tan desinformado respecto a su propio cuerpo que no podía ocultarle ninguna otra información.

—Hace 160 años unos inversionistas alemanes compraron lo que eran las ruinas de un antiguo edificio que a lo largo de los años se había ido modificando para diferentes usos. —explicó. —La idea era derrumbar todo el edificio y reconstruirlo para ser un local comercial, pero justo antes de demolerlo un historiador les pidió permiso para ingresar y fotografiar el lugar que hace un par de siglos era un famoso lugar de fiestas. A su recorrido se unieron un par de personas aventureras y varios curiosos, y fue gracias a estas personas que descubrieron que había un cuarto secreto en ese lugar. —Wonho frunció el ceño. —El edificio era tan antiguo que no podían forzarse a sí mismos a entrar, pero después de informar lo sucedido, pudieron ingresar al lugar y encontraron ahí una escena bastante triste.

Wonho se acomodó en su asiento, y tuvo la intención de pedirle al doctor que se detuviera, pero Hyungwon se le adelantó.

—¿Qué había? —dijo como un niño escuchando un cuento antes de dormir.

—Bueno, según los informes... Era una habitación equipada con lo necesario para vivir, pero demasiado encerrada. —respondió con dificultad. —En el centro de la sala estaba el esqueleto con ropa de un hombre joven, pero dentro de su ropa también estaba el esqueleto de un bebé no-nacido.

—¿Qué? —preguntó Hyungwon con los ojos llorosos. —¿Acaso era forzado? ¿Alguien lo encerró en ese lugar?

Wonho soltó un fuerte suspiro.

—Fue algo que ocurrió hace mucho tiempo... —dijo tratando de consolarlo. —Quizá tuvo complicaciones médicas y no lo soportó.

El doctor asintió levemente.

—No se tiene mucha más información aparte de la que el hombre dejó escrita en un par de cartas muy deterioradas por el tiempo. —dijo con pesar mientras miraba a Hyungwon llorar silenciosamente. —Al parecer la última carta la escribió cuando tenía cerca de 29 años y era precisamente una carta de despedida hacia un amante, donde expresaba que no se sentía bien, y que esperaba que él regresara pronto para que cuidara a su otro bebé en caso de que le ocurriera algo. —suspiró. —Las investigaciones buscaron el paradero del hombre mencionado en la carta pero se cree que se trató de un amor complicado para esa época. El hombre parecía tener esposa y un hijo, y se cree que el hombre de la habitación era su amante y que precisamente no pudo volver a ayudarlo porque él falleció en un accidente de trabajo. Era claro que nadie sabía de su amorío y al parecer nadie sabía de la condición genética del amante, y probablemente tampoco de su paradero.

Wonho volvió a suspirar.

—¿Es todo tan trágico? —preguntó con el corazón estrujado.

El doctor negó.

—Los registros dicen que la viuda crió al hijo del difunto pero que no era hijo suyo ya que parecía padecer algún tipo de esterilidad porque nunca tuvo un hijo propio. Así que se cree que ese niño fue quien dio inicio a la investigación que ahora conocemos, porque probablemente fue dado a luz por el hombre de la habitación. —explicó. —Siguiendo con la línea de investigación, empezaron a aparecer algunos otros casos en todo el mundo, donde hombres daban a luz a sus propios hijos, aunque como comprenderán son escasos ya que en aquellos tiempos un hombre no podría saber que es biologicamente diferente hasta que lo supiera por experiencia, y debido a que sólo un bajo porcentaje de hombres es homosexual, y a lo rudimentario de la época, probablemente muchos murieron sin saber que eran especiales. Yo mismo no había visto en nuevo caso en más de dos décadas.

Hyungwon se quedó con la mirada en el suelo por mucho tiempo.

—Entonces... ¿Mi mamá me heredó tal cosa? O acaso... —sus palabras se detuvieron al pensar en una figura paterna.

Era extraño pensar en eso ya que tenía entendido que el metodo de concepción utilizado fue con un donante a través de fertilización in vitro, pero inmediatamente sus pensamientos fueron detenidos cuando el doctor miró a la mujer a su lado.

—Cuando dije que era estrictamente hereditario me refería a hombres nacidos de hombres con la misma mutación genética. —respondió y prosiguió sin darle tiempo a Hyungwon para pensar en lo que acababa de decir. —He explicado la parte médica de este asunto. —dijo con tranquilidad. —Es momento de la parte legal.

El cuerpo del modelo se tensó tan pronto como vio que la mujer estaba buscando las palabras para empezar a hablar, sin embargo era tan asfixiante la atmosfera del mal humor de Hyungwon, que la mujer prefirió decir las cosas sin rodeos está vez.

—Heng Yuan... —susurró. —Tu mamá no era precisamente una mujer...

Y algo estalló dentro de Hyungwon.

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