Cuando supo que tendría una semana libre pensó en muchas cosas por hacer con Wonho pero definitivamente visitar al doctor no estaba dentro de sus planes, por lo que se rehusaba a ir incluso aunque Wonho se lo había pedido de muchas maneras diferentes ese día.

—Ya dije que no. —dijo rodeando el sillón, escapando de su novio.

—Entonces, ¿prefieres las cosquillas? —preguntó el mayor totalmente preparado para atacar, pero el delgado fue más rápido y logró escabullirse a la siguiente sala de su casa con una gran sonrisa.

A ese punto ya había olvidado por qué había iniciado la persecución, sólo estaba enfocado en huir jugando como un niño. Pero su sonrisa se borró cuando miró que Wonho se detuvo en la puerta y soltó un suspiro.

—Hyungwonnie... Lo digo en serio. —mencionó con un tinte de seriedad en su voz. —De verdad quiero que visites a un médico. Me preocupa que tú... —carraspeó la garganta y suspiró. —Mira, no sé cuál sea el motivo por el que te la pasas vomitando todas las mañanas, pero aunque seas modelo no debes dejar que tu alimentación sea un tema con el cual obsesionarte. —confesó preocupado.

Hyungwon se sorprendió al escucharlo hablar de eso. En realidad no era la primera vez que alguien se preocupara de que desarrollara algún trastorno alimenticio, después de todo en la industria del modelaje el peso era un tema de suma importancia que había llevado a muchos a problemas graves. Pero afortunadamente no era su caso. Su genética le había otorgado muchos privilegios y casi nunca se había privado de ciertos placeres, y aunque cuidara su alimentación siguiendo una dieta de nutriologo, nunca se obsesionó con ello.

—No tengo problemas alimenticios. —respondió acercándose a él. —Lo del vomito es... No sé, algo más. —acunó sus mejillas. —Pero no es lo que crees.

El mayor acarició la mano que se había posado sobre su mejilla y lo miró con ojos suplicantes.

—Entonces hagamos un chequeo y déjame estar seguro de que todo está bien contigo. —pidió con tristeza. —Temo que si el problema persiste y no estoy aquí para ayudarte, ni nadie más... Algo pueda ocurrirte.

El delgado de quedó sin palabras después de eso. Realmente no había pensado que el vomito mañanero le preocupara tanto, ya que no parecía ser algo grave. Todo era tan simple como dejarlo salir y se acababan los síntomas.

—Bien. —respondió dándole un poco de alivio a su novio.

Y así fue como después de un par de horas de preparación y espera, se encontraban en el hospital haciendo los chequeos de rutina con el médico de Hyungwon.

—Odio las agujas. —mencionó repetidamente tomando la mano de Wonho mientras le extraían sangre para su examen de rutina.
El mayor lo consoló suavemente hasta que la enfermera acabó de extraer lo necesario.

—Pueden tomar asiento. —sugirió. —Los resultados de los exámenes saldrán dentro de poco, en unos minutos podrán pasar al consultorio para los exámenes físicos.

Ambos asintieron y tomaron asiento, uno preocupado y otro maldiciendo internamente por ser tan complaciente y tener que soportar los piquetes de las malditas agujas.

—Chae Hyungwon. —le llamó un hombre mayor. —Era chequeo trimestral no semestral. —le regañó. —Llegas tarde. —el modelo sonrió avergonzado, pero la atención se desvió a la persona que se puso de pie junto a él. —¿Él es...?

—Ah. Él es Wonho. —respondió. —Mi novio.

El médico se sorprendió, pero no dijo nada respecto a eso.

—Pasen, haremos los chequeos físicos ahora. —informó invitando a ambos a su oficina. —Wonho, puedes tomar asiento. Hyungwon, tú recuestate en la camilla y levanta tu camisa a la altura del pecho... —el menor obedeció. —Me dijeron que estás aquí por un problema abdominal, ¿te ha dolido algo últimamente? —preguntó mientras tocaba distintos puntos de su abdomen desnudo.

Hyungwon pensó en la respuesta y negó.

—Simplemente se trata de un vomito repentino, sobretodo en las mañanas. —explicó.

—Doctor, ¿cree que puede tratarse de un problema alimenticio? —preguntó el preocupado Wonho.

El médico examinó a Hyungwon con sus manos y parecía no haber dolor en ningún sitio.

—Si se tratara de una gastroenteritis habría dolor y otros malestares, como garganta lastimada, acidez por las noches y otros síntomas. —respondió para calmar un poco al nervioso novio, pero el que estaba más intranquilo era el mismo médico. —¿Hace cuanto son pareja? —preguntó sin poder contenerse.

Hyungwon se sorprendió de que se tomara tal confianza, pero suponiendo que lo preguntara para encontrar su diagnóstico, decidió responder.

—Bueno... Nos conocimos hace un tiempo en el trabajo... —dijo vagamente. —Formalizamos hace un par de semanas, quizá un mes pero...

—¿Han tenido relaciones sexuales sin preservativo? Y si es así, ¿cuándo fue la última vez? —preguntó el doctor sin dejar de hacer lo que estaba haciendo.

El rostro de Hyungwon cambió a un tono rojizo bastante notorio y se rehusó a responder debido a la vergüenza, sin embargo para Wonho era más fuerte la preocupación que todo lo demás.

—Sin preservativos lo hicimos la misma noche que formalizamos. —respondió. —Un mes aproximadamente... ¿Puede tratarse de alguna infección o irritación intestinal? ¿Debo usar preservativos sin excepción?

El doctor miró a Wonho y le quedó claro que Hyungwon había sido el pasivo de la relación al menos en esa ocasión, así que su preocupación y sospecha aumentaron. No dijo nada, simplemente volvió a su asiento y tomó los papeles que estaban encima del escritorio.

—Si se tratara de una infección presentaría síntomas como diarrea y calambres abdominales que de no ser tratados con medicamentos no se detendrían en todo el día o al menos en su mayor parte, y sobre la irritación también son síntomas similares que durarían poco. Si lo que los provoca se detiene, entonces los síntomas también. —explicó. —Si no hay síntomas como esos, está prácticamente descartado. —suspiró. —En cambio, si los exámenes no arrojan un resultado diferente, temo que puede tratarse de algo más.

Ante la contundente explicación, el corazón de ambos se aceleró temiendo que se tratara de algo malo. Hyungwon se levantó de la camilla y se sentó al lado de su novio para poder tomar su mano y sentir algo de apoyo, mientras que Wonho lo acarició una y otra vez pidiendo silenciosamente al cielo que no fuera nada grave, ya que aunque había estado apenas unos meses con Hyungwon, se había enamorado de él desde el primer momento y si era sincero, se veía en un futuro junto a él, siendo una familia.

El doctor leyó los papeles en silencio, uno tras otro sin decir nada y no apartó su mirada de ellos hasta que leyó el último.

—Bien, los exámenes dicen que todo está en orden. O al menos casi todo. —contestó seriamente. —Uno de los exámenes demuestra un poco de fluctuación en las plaquetas y otro demuestra un cambio a nivel hormonal. Así que creo que debemos hablar.

Ambos se miraron entre sí y luego miraron al doctor.

—Dígalo. —pidió Hyungwon, sabiendo que el doctor no diría nada hasta que obtuviera el consentimiento de decirlo enfrente de su acompañante.

El doctor asintió.

—Creo que se trata de un embarazo. —dijo directamente.

Lo siguiente que hubo en la sala fue silencio.

Un muy ruidoso silencio.