Poco a poco, abro los ojos, y nuevamente me encuentro en aquella oscuridad. Ya sabiendo que nadie me va a venir a socorrer, trato de buscar algún indicio de luz, entonces aparece una pequeña llama azul-morado frente a mis ojos, es hermosa, donde con una hermosa melodía, interpreto que me índica que la siga.

No sé, cuánto tiempo llevo caminando, en medio de la nada, donde solamente mi única compañía es la fría oscuridad... .Pero aún así no tengo miedo, ya que esta pequeña llama, me da la fuerza suficiente para seguir adelante y no echarme para atrás. Sigo caminando, con un poco de dolor en las piernas, hasta que de la nada estoy parada en el bosque, bajo la hermosa lluvia, que es como si me estuviera abrazando con calidez y protección. Entonces escucho que se acerca una persona a gran velocidad, por lo que alarmada, dejó de admirar la lluvia y me colocó en posición de defensa, aunque no sé cómo lo hice, porqué nunca estudié nada de defensa personal..., es como si mi cuerpo actuará por sí solo..., pero no importa, lo que me interesa ahora, es quién es esa persona.

- ¡¿Quién esta ahí?! - pregunté, con voz penetrante, para que me tuviera miedo y se marchara.

Pero al no oír ninguna respuesta, aunque podía seguir sintiendo su presencia, empezé a correr para poder ver si me seguía o no. Luego de unos minutos, sentí como alguien me agarraba con sus manos frías como el hielo, por la espalda y colocaba algo en mi cuello, que me quemaba. Tras esto, sin poder evitarlo, solté un grito desgarrador, por el ardor irresistible que sentía, era cómo si me estubiera en una hoguera, quemandome viva.

- ¿Qué...? - era la voz de una mujer, que por el tono de su voz, estaba sorprendida, supongo que al verme gritar de ese modo - ¿Cómo te... puede lastimar...? - su voz salía entrecortada - Si esto, solo debería lastimar a... a los... - no terminó de hablar, ya que sin decir nada más, me agarra con más fuerza, donde al segundo, sentí caer algo caliente por mi cuello, era mi sangre... .

No podía moverme, debido a que mi cuerpo se quedó paralizado por el dolor, a pesar de que rogaba a gritos que me respondiera, para así poder irme de ese lugar, pero por mas que lo rogaba, no respondía. Lo peor de todo era que me estaba desangrando, se nota que hoy no es mi día de suerte. Después de unos minutos, comenzé a ver todo borroso y negro, pero antes de caer en la oscuridad, en la lejanía pude distinguir a la llama azul-morado, y con mis últimas fuerzas, traté de soltarme del agarre de la mujer para ir donde la llama, pero al no poder, ya que estaba débil, todo a mi alrededor se vuelve negro.

- "Quisiera ser lo suficiente fuerte, para no estar en estas circunstancias, como esa vez en mi desastrosa infancia..., quiero ser poderosa, para no estar dependiendo de nadie, ¡QUIERO PODER!" - eso fue lo último que pensé desde lo más profundo de mi alma, implorándolo a gritos, antes de sentir una calidez que me envolvía todo el cuerpo, seguido de los gritos desgarradores de la mujer. Donde tras escucharlos, abrí los ojos y ví que las llamas estaban en todo mi cuerpo, pero estas no me quemaban, sino me protegían.

- ¡Me la vas a pagar, voy hacer que te arrepientas! - ese grito, hizo que fijará mi mirada en aquella mujer, que se estaba agarrando el brazo, donde estaba saliendo sangre, pero de pronto siento un aroma exquisito, que tras esto sale mis colmillos. Entonces lo entendí, estaba deseando la sangre que salía del brazo de la mujer.

- Vaya, veo que quieres mi sangre, pero sabes qué, ¡No te voy a dar el gusto de provarla! - su voz me sonaba más a un reto, que una advertencia, por lo que eso hizo, que me hierva la sangre, así que clavé mi mirada en su rostro, que estaba cubierto totalmente, dejando solo a la vista sus ojos, donde eran de un color celeste, pero que representaba la viva imagen de la frialdad. Traté de hablar algo, pero no podía ya que me ardía toda la zona del cuello, así que coloqué mi mano derecha sobre el y sentí como una cicatriz larga horizontal. Mi cuello estaba muy lastimado, debido a aquella daga.

- Nos volveremos a ver muy pronto, Alexa Richenburg - ¿Cómo rayos sabe mi nombre? - Tu vida de ahora en adelante será un infierno, y no te olvides de mi, ya que yo seré tu muerte - después empezó a reirse como si fuera una maniática, hasta que paró y dijo - Hasta pronto, Alexa, y para no ser tan mala, te daré un consejo - no creo que su consejo sea bueno - Busca en el clan de los hechiceros a Gabriela Sheskyn, ella te dirá todo sobre una profecía... y... - su voz era melancólica - Dale saludos de mi parte. Adiós - sin decir nada más, veo como desaparece entre el bosque, mientras que yo, pues, me he quedado con la boca abierta, ¿Qué profecía?, ¿Qué significa que mi vida se va a convertir en un infierno?, tengo tantas preguntas que mi cabeza me duele, además tanto es mi asombro que no sé, en qué momento la llamas ya no están en mi cuerpo, sino que en mi dedo índice, de mi mano izquierda, hay un anillo de madera, donde en la parte superior esta ese azul-morado, junto con unos pequeños puntos blancos. Es como si estubiera viendo la mismísima noche, encapsulada en el anillo... .

Sin tener nada más que hacer, voy caminando por todo el bosque, sin tener un rumbo fijo, solo admirando la bella lluvia, hasta que el anillo empieza a brillar del color azul-morado, tanto es su luz que obligada tengo que cerrar mis ojos, sintiendo como si estuviera cayendo a un abismo, hasta que me no siento nada... .

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Una luz me hace despertar, veo algo borroso al comienzo pero luego mi vista de adecua a la luz, noto que estoy en una cama desconocida, entonces un torbellino de recuerdos inundan mi mente. Ya lo recuerdo con claridad, todos mis amigos, incluyéndome, somos criaturas que no las creía reales, hasta que paso este incidente. Recuerdo todo, pero hay algo que siento que me estoy olvidando y de paso siento que es importante, muy importante. Después de unos minutos de procesar todo lo ocurrido, me percato que estoy sola y si no estoy equivocada, vine a la habitación con Diana, intento levantarme pero no puedo, mi cuerpo no me responde. Intento levantarme unas 4 o 5 veces más pero nada, hasta que alguien entra por la puerta, es Diana y Jack, que me miran con cara de preocupación, para que luego sea reemplazada por una de alivio. Pero ¿Dónde está Matt?.

- ¿Cómo estás?, ¿Te encuentras bien? - me preguntó Diana, mientras se sentaba a mi lado, acariciando mi cabello.

- Di... ana... - mi voz salió ronca, no puedo hablar, siento un ardor en mi cuello, sin evitarlo llevó mi mano sobre el y mis ojos se abren hasta no poder, al sentir un línea horizontal.

- Alexa, no te toques, te vas a hacer daño - esta vez habló Jack, mientras quitaba mi mano de mi cuello y me ayudaba a sentarme en la cama.

Les miro a ambos confundida, ya que no puedo hablar, tengo una línea en mi cuello y además todo mi cuerpo no me responde, por más que yo quiera, lo único que puedo mover son mis brazos, aunque con dificultad.

- Intentá sacar tu voz, sin tener que esforzarlo - me ordenó Diana, mientras que Jack solo me miraba, pero evitaba sus ojos, ya que de algún modo me quemaban.

Trato de hablar, hasta que poco a poco logro sacar mi voz sin ningún esfuerzo. Por lo que ahora, voy a empezar con mi interrogatorio, aunque quisiera que este aquí Matt pero después de lo que me dijo esa vez en la jaula, dudo que me quiera ver o recibir con los brazos abiertos, y no tiene la culpa, yo los metí a esto, de eso no hay duda.

- Bu... eno... - me detuve para aclararme la voz - Co... como decía - a ambos les miré fijamente a los ojos - ¿Porqué mi cuerpo no me responde? - hice la primera pregunta que se me vino a la mente.

- Eso es porqué... mmm... es un poco complicado... - habló Diana un poco ¿Incómoda?, pero no pudo continuar, ya que Jack la interrumpió, sentándose a lado mío.

- Alexa, lo que te voy a contar, talvez no sea de tu agrado pero es la pura verdad, así que, quiero que no te alteres cuando te cuente todo, ¿Entendido? - yo solo asentí con la cabeza, ¿Qué demonios hice?, fue lo único que pensé, antes de que Jack, empezara su relato.

- Bueno, hace 2 días... - ¡¿QUÉ?!, ¡¿Estuve 2 días inconsciente?!. Ahora quisiera gritar, pero prometí no interrumpirle - ...Hace 2 días cuando Matt y yo despertamos, queríamos venir a ver cómo estaban, pero sentí un olor como si algo se estuviera quemando, mi instintos me decían que provenía de la habitación en la que ustedes estaban..., entonces escuchamos los gritos de Diana, así que corrimos donde ustedes... y cuando abrimos la puerta... - dio un suspiro, ya me estaba empezando a asustar, ¿Qué siempre hice? - Ufff... cuando abrimos la puerta, vimos a Diana tirada en el piso asustada, mientras que vos estabas en la cama cubierta en llamas azul-morado sin que te quemarás..., pero lo demás, era como si fueran unas simples velas..., la cama, las cortinas, la madera..., literalmente, todo se fue derritiendo con el simple toque de esas llamas. De inmediato llame a Liz, la cual no tardó en venir, pero se quedó igual que nosotros al verte..., estaba peor que una estatua... .No sabíamos qué hacer, todos habíamos entrado en shock, hasta que... - se notaba que se le estaba haciendo un nudo en la garganta, pero no sé porqué... .Al parecer no puede continuar, así que Diana le dijo que ella seguiría con el relato, pero en el fondo sentí que eso, sería el interruptor de algo que daría otros 180° a mi vida, de lo que ya estaba... .

- Bueno como decía Jack - Diana se sentó en el lugar que Jack dejó, ya que este se fue de la habitación - Todos estabamos en shock, hasta que... empezaste a gritar... - de repente me agarra de mis manos, en forma de apoyo - Tus gritos eran desgarradores..., eso hizo que todos saliéramos del trance..., nos fijamos en ti tratando de ver qué era lo que provocaba tus gritos, entonces vimos que de tu cuello salía sangre..., al verte sangrar quise acercarme para ayudarte, pero la llamas me lo impedían... - apretó más mis manos, fijando sus ojos en mí, donde sin darme cuenta, había empezado a llorar - Mientras tus gritos aumentaban..., las llamas también lo hacían, en un intento de desesperación, traté de meterme en la llamas.., pero Matt me detuvo..., no podía verte así, te estabas desangrando y no podía hacer nada para ayudarte..., Liz, llamó a una chica que creó una barrera para que el "Fuego", si se lo puede hablar así, no se propage más de lo que ya estaba. Pero antes de que esa chica acabe de poner la barrera, Matt ya se había metido dentro de el..., yo no dejaba de llorar por la impotencia de no saber qué hacer. Pero después de unos minutos, los gritos cesan junto con las llamas..., entonces vemos como la llamas se formaban en un anillo, colocándose en tu dedo índice, mientras que Matt te traía... .Te atendimos de inmediato y mientras curaban tus heridas, Liz trató de quitarte el anillo pero de este salió un diminuto, aunque potente rayo... y tu collar de cumpleaños... - me había olvidado completamente de mi collar - Vino volando del escritorio de Liz, que está al otro lado de la casa... - ¡¿Qué?!, ¿Es eso posible? - Tu collar vino brillando... - no..., por favor, que no sea lo mismo que ocurrió en el bosque..., por favor... - Ese brillo era cegador..., vino directo a tu cuello, donde vimos que lo sanó al instante, aunque se quedó una línea.

- Diana, ¿Dónde está mi collar y ese anillo? - le pregunté, mientras me limpiaba las lágrimas del rostro.

- Tu collar..., un minuto, espérame - se levantó de la cama, para ir a buscar a unos cajones del escritorio - Aquí está, una vez que te sanó la herida, dejó de brillar y cayó a lado tuyo, toma - me dio el collar, donde al instante me hizo acordar de mi madre, ¿Cómo estará?, tenía ganas de llorar nuevamente..., pero debía ser fuerte, ya no estoy en el mundo que conocía, estoy en un mundo donde la vida mis amigos y la mía, dependen de un hilo. Entonces decidí hacer un juramento... .

Yo, Alexa Richenburg, juró convertirme en la más fuerte de todos, para que nunca más dependa de nada ni de nadie, aunque eso signifique que me vuelva alguien de corazón frío como el hielo y solitario como la oscuridad, jamás daré lugar a mostrar mis sentimientos, pelearé por mis seres queridos. Y sobre todo, encontraré una forma de salvar a mis amigos, aunque me cueste la vida, por eso buscaré un poder cegador para cumplir tal cometido.

- Alexa, ¿Te encuentras bien? - me preguntó Diana, haciendo que salga de mis pensamientos, jurandome ser la más fuerte... .

- Si, ¿Porqué la pregunta, es que tengo algo en la cara? - la pregunté, con tono de burla.

- No tienes nada en la cara, es sólo que de un momento a otro, creí ver tus ojos volverse, completamente negros, espero que no sea nada malo - se notaba que estaba preocupada por mi bienestar.

- Tranquila, te juro que no tengo nada, más bien, ¿Dónde está el anillo? - quería salirme del tema, porqué siento que tal vez mis ojos sí se volvieron negros.

- El anillo..., bueno sigue en tu dedo, nadie te lo pudo quitar - me señaló mi mano izquierda, cosa que fijé mis ojos en el y efectivamente el anillo azul estaba ahí.

Ni qué decir, es hermoso... .Toqué el anillo con mi otra mano, y sentí aquel interruptor encenderse..., todo a mi alrededor se va volviendo negro, lo último que logro distinguir es a Diana gritando mi nombre, mientras que Jack y Matt entran por la puerta desesperados. También logro ver que unas llamas salen del anillo, hasta que todo está negro... .

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- Alexa... Alexa... despierta... Alexa... - una voz conocida me llama. Abro mis ojos para encontrarme con la oscuridad, donde no sé cómo llegué ahí.

- ¿Hola? - pregunté, pero nadie me responde, entonces aparece una llama azul-morado frente mío, y me quedo atónita al ver que de esta sale una voz.

- ¿Quién eres?, ¿Qué quieres? y ¿Dónde estoy? - digo como puedo al salir del shock, la llama solo vuela a mi alrededor y no recibo ninguna respuesta de su parte, después de unos eternos minutos.

- Mi nombre es Kiara, es un gusto conocerte Alexa Richenburg, he venido ante tí, ya que he escuchado tus plegarias de querer tener un poder inigualable, además sin tener que escuchar tu juramento, yo ya te había elegido para ser mi recipiente y estamos en mi mundo, es decir, la oscuridad - su voz era suave y melancólica pero con una autoridad decidida.

- ¿Porqué yo?, es cierto que quiero poder pero, no quiero ser el juguete de nadie, ni mucho menos su recipiente - dije con voz seria.

- Alexa, para cualquier cosa que hagas, necesitas siempre un sacrificio y por lo que te he visto, eres alguien fuerte, con un destino importante, pero aún no te has dado cuenta de eso, además quieres salvar a tus amigos ¿Cierto? - es verdad, quiero sacarlos de este mundo pero... .

- Si hubiera una forma, lo haría sin dudarlo, pero no existe solución par... - entonces Kiara me interumpe.

- Claro que existe un remedio para lo que les pasó - me quedo atónita al escuchar sus palabras. Podré remediar lo que les hice, podré salvarlos de este mundo... .

- ¡Dímelo! - le grité, al fin una salvación.

- No te lo diré, no tienes ni el poder suficiente para obligarme a decírtelo - su tono era de burla pura, se burlaba de lo débil que soy.

- ¡Entonces dame poder! ¡Dame el suficiente poder, a cambio de ser tu recipiente!, no me importa si juego mi vida, solo quiero salvar a mis amigos - si me pedía ser su recipiente, lo aceptaría. La ira de impotencia me está consumiendo, haré lo que sea necesario para salvarlos... .

- Hagamos un trato, yo te doy todo el poder que necesites, más la solución de cómo volver a la normalidad, a cambio que seas mi recipiente, donde poco a poco te voy a consumir en la oscuridad, tu personalidad, todo se va a ir perdiendo, hasta que provoque tu muerte - soltó una pequeña risa, al ver mi cara de asombro ente las últimas palabras.

- Acepto, no me importa si muero o me pierdo a mi misma, ya que para ese entonces, mis amigos ya estarán a salvo - dije decidida de mi respuesta.

- Bien acerca tu nuca - hice caso a lo que dijo, cuando de pronto siento punzadas, dejó salir un gemido de dolor, hasta que el dolor desaparece.

- ¿Qué hiciste? - le pregunto, mientras toco mi nuca, siento un pequeño dibujo en el.

- Te dibuje una llave, que representa el trato que hicimos, ahora no puedes dar marcha atrás. Vamos a convertirnos en las mejores amigas, hasta que llegue el día de tu muerte - dijo con una risa malévola y con sarcasmo en la parte de "Mejores amigas".

- Así es Kiara, vamos a ser mejores amigas - dije con igual de sarcasmo que ella, junto con una sonrisa fingida.

- De ahora en adelante, tu vida no será la misma y la vida de tus amigos depende de lo que hagas en todo momento - dicho esto, veo como empieza a desvanecerse, dejándome sola.

Lo que dijo es cierto, mi vida ya no es la misma, haré hasta lo imposible para cometer mi juramento.
Ahora, soy una persona que tiene un frío corazón, donde juró salvar a sus amigos, aunque eso le cueste la vida..., una persona solitaria, donde mi mejor amiga es la oscuridad... .

Soy... la nueva Alexa Richenburg... .

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Hola, mis lectores, perdón por no haber actualizado hasta hoy.

Estuve con un montón de actividades extracurriculares, en serio lo siento.

Voten o comenten!!!!

Bueno, hasta el siguiente capítulo!!!!!!

Gracias♡♡♡