Narra Marc.

Se estaba haciendo tarde, estaba con mis amigos dentro del coliseo descansando de este día, estaba sentado en una silla con mi pierna vendada por la herida de la flecha y ya limpio de la sangre de mis rivales.

Alkimos: uff buen día el de hoy ¿no?

Marc: Agh (quejido) si, un buen día.

Azriel: ¿creen que a los reyes les gusto?

Marc: a mí no me importa eso, pero creo que sí.

En eso entra sorin.

Sorin: bien hecho el día de hoy muchachos, descansen bien para el día de mañana, Marc te ganaste esto. (me lanza una manzana verde)

Marc: (la atrapo) Ah... gracias. (tomo un cuchillo que estaba ahí y la corto y la comparto con mis amigos)

Azriel: gracias. (recibe un trozo)

Alkimos: si, gracias. (recibe otro pedazo)

Marc: no se si podre mañana, mira mi pierna. (dije para luego comer mi trozo de manzana)

Sorin: hoy te levantaste a pesar de eso así que no creo que eso sea problema después de una noche de descanso. Y si lo haces tal vez te de tres manzanas. (dijo tratando de sonar generoso)

Marc: aja. (dije con sarcasmo)

????: yo te puedo dar mucho más que eso.

Todos volteamos a donde venia esa voz femenina, yo, mis amigos, sorin y algunos otros guerreros nos sorprendimos de quien era. Era la princesa acompañada de 4 de sus guardias.

Sorin: p-princesa... ¿q-que hace en un lugar como este?

Calia: vine a ver a los peleadores que hicieron un gran trabajo hoy (me mira a mi) sobre todo a él. (me señala)

Todos me miran.

Marc: ¿Qué? ¿a mí por qué?

Calia: porque para mí fuiste el mejor de este día.

Varios me empezaron a ver con envidia.

Marc: espere.... (me levanto con algo de dificultad) Agh... yo ¿Por qué? (me acerque un poco a ella)

En eso sus guardias que eran de su misma raza me apuntan con sus lanzas.

Guardia: aléjese de la princesa.

Calia: (suspiro) tranquilos, cálmense por favor.

Otro guardia: debemos protegerla.

Calia: (me mira) veras estos señores me impidieron venir a menos que vengan con ellos.

Marc: eso no responde mi pregunta. (cruzo los brazos)

Calia: tú eres el humano del que hablaban, eres muy bueno por lo que vi hoy.

Marc: solo fue suerte.

Calia: una suerte muy grande, oye ¿Cómo te llamas?

Marc: me llamo Marc.

Calia: oh bonito nombre, yo me llamo Calia.

Marc: ok, mucho gusto Calia-

Guardia: "princesa" Calia para ti. (dijo molesto)

Marc: ok, ok, lo siento.

Calia: oye solo quería felicitarte por lo de hoy.

Marc: aaahhh gracias... princesa. (dije con seriedad)

Calia: ¿oh? ¿Por qué esa seriedad?

Marc: por nada (me acerco a su cara y veo que se sonroja) no es nada. (me alejo)

Calia: a-ah... a-ah (sonrojada) ok.

Marc: gracias por su visita alteza, pero ahora tengo que descansar para mañana, así que ya puede irse. (me voy a mi lugar)

Calia: aahhh (se veía que no sabía que decir ahora) ok, ya me voy, descansen todos.

Todos: si alteza. (dijeron a coro mientras se inclinaban)

Después de eso vi como la antropomorfa se iba con sus guardias, cuando se fue totalmente Azriel y Alkimos se acercaron a mí.

Azriel: oye ¡la princesa Calia vino a verte! Eso jamás había pasado.

Marc: ¿y qué?

Alkimos: ¿Cómo que "y que"? ¿no te das cuenta del gran honor de tuviste?

Marc: amigos, ya les dije que las princesas no me importan ¿ok? Solo quiero descansar.

Alkimos: que frio eres.

Marc: no lo soy.

Sorin: ¿Qué hiciste para que venga a verte solo a ti?

Marc: ejem dijo que nos venía a ver a todos.

Sorin: si, pero más a ti ¿Qué hiciste?

Marc: no hice nada, solo peleé en la arena como todos los demás, solo eso.

El resto de la noche me siguieron insistiendo con los mismo, de que les diga que hice para que alguien como ella se fijara en mí, la verdad yo no sé qué hice.

(voz de alguien) eres un tonto.

Oye ¿Qué?... nah olvídalo, mejor sigo, al final logré hacer que me dejaran en paz respecto al tema y pude dormir tranquilamente en el suelo.

Narra Calia.

Ya salí del coliseo aun con el sonrojo en mi cara no podía creer que se me acerco tan rápida y despreocupadamente, no sé porque le vi tanta seriedad, pero no importa voy a preguntarle a mi padre si podemos venir mañana.

Calia: aahhh papa.

Darcio: (a punto de entrar al carruaje) ¿sí? ¿qué sucede?

Calia: quería saber (dije un poco tímida) si no es mucha molestia ¿si podemos volver mañana aquí?

Darcio: ¿oh? ¿y ese cambio?

Calia: no hay ningún cambio, solo quería ver más de esas peleas, porque después de mucho no recordé la emoción que daban.

Espere que se lo creyera.

Darcio: Mmmm claro, porque no.

Calia: gracias, gracias papa.

Eira: ¡esperen un momento! (interrumpe) no puedes volver mañana, porque mañana tienes una reunión con los condes para discutir asuntos importantes.

Calia: Aaaaahhhhh.... (me queje) no quiero, son muy aburridos.

Eira: no me importa, vas a ir.

Calia: papa, di algo por favor.

Eira: Darcio ¿no crees que ella debe ir a esa reunión en vez de perder el tiempo?

Darcio: a ver, vamos a calmarnos y hagamos esto, Calia (viéndome a mi) puedes venir mañana, pero regresaras al medio día para la reunión que será a esa hora ¿ok?

Calia: Mmmm.... ¿no hay otra opcion? ¿Por qué no van ustedes en vez de mí?

Darcio: no, no hay otra, lo tomas o lo dejas.

Calia: (suspiro) ok acepto, gracias papa.

Darcio: de nada.

Eira: eres un tonto, (molesta)

Darcio: ¿Por qué te pones así?

Ahí tuvieron una pequeña discusión, pero no me importaba porque estaba feliz de volver mañana para ver a Marc.

Al anochecer volvimos al castillo, me fui a mi cuarto para dormir lo más pronto posible y volver con todas las energías, aunque debía pensar en algo para ver a Marc más seguido porque no podía hacer esta estrategia toda la vida, así que debía pensar en algo para que seamos más cercanos, si, muy apresurada lose.

Narra Marc.

Estaba recostado en el suelo usando un saco lleno de paja como almohada, otra vez no era lo más cómodo del mundo, pero era algo, estaba echado boca arriba mirando el techo con mis dos manos debajo de mi cabeza, entonces alguien me hablo.

Azriel: ¿no puedes dormir? (estaba echado a mi lado hablando en voz baja)

Marc: no, es solo que a veces no duermo cuando tengo cosas en mi mente. (también hablando en voz baja)

Azriel: ¿y qué es?

Marc: no es nada importante.

En eso alguien más se une a la conversación.

Alkimos: anda dinos, somos tus compañeros. (hablando en voz baja)

Marc: ¿también estás despierto?

Azriel: dinos ¿ese algo tiene que ver con que te portaras frío con la princesa?

Marc: (suspira pesadamente) está bien, si hay algo. Verán antes de venir aquí tenía una mala vida, pero al menos tenía una novia, pero el mismo día en que llegue aquí ella termino conmigo como si nada.

Ellos mostraron algo de impresión.

Marc: no entendí porque no había hecho nada malo, hasta ese día habíamos sido felices, pero repentinamente me termino y me dijo que debía superarlo y ya, me dejo como si fuera algo de lo que ya se aburrió y horas después me enteré de que ya tiene otro novio muy rapido.

Azriel: ¿Qué? eso es muy malo.

Alkimos: esa mujer es muy mala, no sé cómo terminaste siendo su novio.

Marc: al principio ella no era así, pero me dijo que intentaba cambiar por mí, verán el concepto que yo tengo de las princesas, reyes o cosas parecidas, es que son personas que pueden conseguir lo que quieran y si ya no les gusta algo pues lo votan y consiguen otro fácil. Así yo lo sentí con ella en ese momento y con esta princesa.

Azriel: no conozco a la princesa Calia, pero no crees que es muy repentino lo que dices.

Alkimos: sí.

Marc: tal vez, si un día ella vuelve prometo ser más respetuoso.

Alkimos: eso espero, te pueden encerrar por insubordinación.

Marc: eso supuse, mejor ya vamos a dormir, tenemos que pelear mañana.

Los dos: ok.

Todos volvimos a dormir, yo lo hice con algo de dificultad, pero lo logré al final. El día siguiente era de lo mismo solo que ahora me tocaba a mí y a mis amigos pelear con algo así que tomamos nuestras armas, mis armas eran las mismas mis confiables espadas así que las tomé y me las puse en la espalda y salimos afuera.

Cuando salimos a la arena pude ver que la princesa estaba en el mismo lugar que ayer solo que esta vez venia sola parecía emocionada, si se atreve a venir a nuestro lugar otra vez tratare de ser más respetuoso. Sonó el gongo de inicio, ahora nos tocaba pelear contra unos guerreros lagarto antropomorfos, eran tres de ellos y se veían fuertes y amenazantes, pero podíamos con ellos.

Azriel y Alkimos fueron los por los otros dos y yo contra el último el cual debo admitir que tiene bastante experiencia en estas cosas porque esquivo todos mis ataques y el casi me corta la cabeza o los brazos con su sable, finalmente me dio un fuerte codazo en la cara me que derribo.

Lagarto antropomorfo: eres muy débil, no sé cómo llegaste tan lejos, ahora de pie (me agarra del cabello) quiero verte cuando te corte la cabeza.

Pero justo cuando me levanto le atravieso con mi espada el abdomen.

Lagarto antropomorfo: ¡AAAHHhhhggggg...! (escupió sangre)

Aproveche para golpearlo en la cara con todo lo que pude, lo golpe con mis puños sin dejarle ni un solo segundo para respirar o reaccionar hasta que lo deje un momento y mientras él se agarraba el abdomen porque estaba sangrando yo agarre una piedra y lo comencé a golpear otra vez hasta que me agote de eso, recogí mi espada otra vez y lo atravesé directo al corazón matándolo. En eso vi como mi compañero Azriel estaba teniendo dificultades con su oponente así que tome el sable de mi oponente caído y lo lance hacia el otro lagarto clavándose lo en el hombro.

Lagarto antropomorfo 2: ¡AAAHHHHH! (grita de dolor)

Marc: ¡aprovecha!

Azriel: ¡sí!

No desaprovechando uso su espada para cortar su cabeza salpicando la sangre, cuando volteamos vemos que Alkimos ya acabo con su rival metiéndole un hachazo en la cabeza.

Marc: bien hecho.

Alkimos: también lo hiciste bien.

Azriel: ¿y yo que? (dijo molesto)

Marc: jeje ya está bien, tú también amigo.

Azriel: gracias.

Narra Calia.

De nuevo fue impresionante, fue tan épico verlo en acción otra vez.

Gata antropomorfa: ¡ese tipo! ¡el que no tiene pelaje! ¡es tan fuerte e impresionante!

Tigresa antropomorfa: lo sé, no sé lo que sea, pero no me importa, me pregunto si estará soltero.

Gata antropomorfa: se lo preguntare.

Calia: Rrrrrrr....

Oí eso y me enojo tanto que empecé a gruñir, ellas no eran lo suficientemente buenas para él.

(voz de alguien) exageras.

Claro que no lo hago, estaba diciendo la verdad, como sea. 

Narra Marc.

Ya habíamos terminado la pelea y estábamos aun en la arena celebrando.

Marc: lo hicieron muy bien, denme cinco. (alce mi mano)

Azriel: ¡sí!

Me dio lo cinco y Alkimos también.... sin embargo...

¡POOM!

Todos nos alarmamos de un extraño sonido de explosión que venía desde dentro del coliseo, de pronto del otro lado donde salían nuestros oponentes salieron varios gladiadores animales antropomorfos con todo y sus armas.

Alkimos: ¿no se supone que la pelea acabó?

Marc: si, no entiendo esto.

Azriel: no entiendo... ¡¿qué demonios?!

Vimos que los gladiadores que salieron si eran animales antropomorfos, pero tenían la cabeza hecha un cráneo de su animal respectivo solo que sus cráneos parecían negros, como carbonizados y envolvía sus cráneos un extraño fuego verde como la esmeralda mientras sus cuerpos seguían normales.

Marc: ¿Qué está pasando? (dije preparando mis espadas)

Azriel: ¿son nuevos rivales? (con miedo haciendo lo mismo que yo)

Alkimos: ah tal vez. (inseguro preparando su hacha)

Extraño antropomorfo: rrraaaaa.... ¡¡Mátenlos!! (apunto su espada hacia nosotros)

Todos los extraños antropomorfos fueron corriendo hacia nosotros.

Marc: ¡aquí vienen, estén listos!

Llegaron hacia nosotros y otra lucha comenzó, eran buenos, pero nosotros o éramos más, no entiendo porque se ven así.

Marc: (bloquee el espadazo de uno de ellos) ¡Rrrrr! ¡¿Qué rayos les pasa?!

Extraño antropomorfo: ¡jajajajaja! (soltó una risa macabra)

Alkimos: (peleando) no preguntes ¡solo defiéndete!

Marc: tienes razón.

Empuje al que tenía frente a mí y de un rápido movimiento con espada en mano le corte muy profundo la garganta y para rematar le corte toda la cabeza, el fuego en su cabeza se apagó y murió.

Continuamos defendiéndonos hasta acabar con todos, uno logro hacerme un gran corte en el hombro, pero a pesar de esto seguí adelante, cuando los matamos ya pudimos estar tranquilos, entonces toda la gente aplaudió, pero eso no importaba ahora.

Marc: ¿están bien?

Azriel: ... sí, estoy bien.

Marc: muy bien ¿y tú?

Alkimos: yo estoy bien ¿Qué rayos, paso?

Marc: no lo sé, pero hay que averiguarlo.

Nos metimos de vuelta en el coliseo, nos encontramos con sorin, así que Alkimos con su gran fuerza de oso pardo lo puso contra la pared sujetándolo del cuello.

Sorin: ¡Agh! ¡están vivos!

Alkimos: claro que sí, explícanos que rayos ocurrió allá afuera. (molesto)

Sorin: una gran pelea, eso fue lo que vi ¡AGH!

Apretó más fuerte su agarre.

Marc: ¿Qué eran esas cosas? ¿sabías que estaban ahí?

Sorin: no, no sabía.

Alkimos: imposible, nadie se une a estas batallas sin tú permiso, eres el que organiza todo esto.

Sorin: s-se los juro.... no sé quiénes eran, pero su batalla me dio buen dinero.

Marc: ¡Agh! suéltalo no sabe nada.

Lo soltó y el respiro agitadamente en el piso.

Azriel: ¿Qué eran esas cosas?

Marc: no lo sé, se veían como los guerreros de siempre, pero al mismo tiempo no lo eran.

En eso Azriel me dijo de la herida en mi hombro, me la mire, pero no le tome importancia porque estábamos en otra cosa, pero de la nada escuchamos unos pasos metálicos como de armadura y eran los guardias de nada más ni menos que la princesa.

Todos: ¡alteza!

Todos se arrodillaron, algo que olvidaron hacer ayer. Como dije que sería respetuoso también me arrodillé.

Calia: está bien, pueden levantarse.

Todos nos levantamos.

Sorin: ¿a qué vino majestad? ¿vino a ver al humano?

Calia: de hecho, vine a verte a ti, sorin.

Sorin: ¿a-a mí? Vaya, estoy honrado majestad ¿Q-que puedo hacer por usted?

Entonces ella me señalo con el dedo, algo que me confundió bastante.

Sorin: ¿el? P-pero ¿no dijo que venía a verme a mí?

Calia: así es, quiero comprarlo.

Sorin: ¿eh?