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Cap. 18 La luz vencera

Narra Calia.

Luego de que Marc se fuera, mi madre, si es que aún lo era, me quiso atacar, pero logre esquivarlo.

Eira poseída: ¡deja de huir y enfréntame!

Calia: veo que al fin muestras tu verdadero rostro, madre.

Eira poseída: Rrrrrraaaa...

Vi a mi padre muerto a un lado de la sala, me ponía triste pero también enojada y con ganas de matarla, que de hecho es la única forma ya que cuando eres poseído no hay regreso, levanté la espada y me preparé. Pero justo cuando la levante mi madre me ataco empujándome muy fuerte contra la pared, me quise levantar, pero ella me piso el pie encima.

Eira poseída: siempre fuiste tan patética, igual que tu novio, mi amo lo asesinara y no harás nada para evitarlo.

Con mi mano busqué algo y en eso encontré un escombro afilado de los que cayeron cuando nos golpearon con su arpón y se lo clave en la pierna haciendo que perdiera el equilibrio.

Eira poseída: ¡AAAAHH! (se aparta) ¡maldita!

Me ataca con su espada, pero la sujeto desde la hoja con mis manos.

Calia: ¡Rrrrrrrrrr...! (resistiendo)

Eira poseída: ¡deja de jugar!

Suelta una mano y me golpea en el estómago y luego de golpea en la cara haciéndome caer al piso, viene hacia a mí, pero por suerte me golpeo cerca de mi espada así que espero que este lo suficientemente cerca.

Eira poseída: debí haberte abandonado cuando eras bebe.

No hice caso a lo que dijo, agarre la espada y de un certero ataque le corte la pierna.

Eira poseída: ¡AAHH! (se arrodilla)

Aproveche y le clave mi espada en su boca.

Eira poseída: ¡Agh! Agh... A-Agh...

Calia: (enojada) a ver si con eso te callas.

Le saco la espada de la boca y le corto la cabeza, su cabeza de fuego verde se apaga y su cuerpo cae.

Luego me acerco al cadáver de mi padre muy triste, no podía creer que los perdí a todos, bueno no a todos aún tengo a Marc, pero justo en eso alguien me toca en hombro y yo rápidamente volteo apuntándole con mi espada.

Alkimos: hey, hey, hey, princesa tranquila soy yo, soy normal. (dijo con su hacha en una mano)

Baje mi arma por el alivio, aunque a él se lo veía con varios golpes, cortes y un par de mordidas, mejor no pregunto esa parte, también llega Azriel que está en igual estado que Alkimos.

Calia: aahhh solo son ustedes chicos.

Azriel: si, ah... ¿Qué paso aquí? ¡¿esa es la reina?!

Alkimos: no puedo creer que Lorcan la controlara.

Calia: igual se lo merecía. (me levanto)

Los dos: ¿Eh?

Calia: ¿Esta todo bien afuera?

Azriel: algo, logramos salvar a mucha gente, pero también mucha fue asesinada, aún quedan algunas de esas cosas por ahí, pero los guardias dijeron que se encargarían.

¡POOM!

En eso escuchamos una explosión que venía de arriba.

Calia: ¡debemos ayudar a Marc!

Azriel: ¡¿Dónde está?!

Calia: está enfrentando a Lorcan, quien busca la flor ¡vamos!

Los dos: ¡sí!

Así que sin perder más tiempo los dos fuimos a ayudarlo, espero que no esté perdido.

Narra Marc.

Ese sujeto me estaba lanzando bolas de fuego verde desde su boca, es raro pero feo, me estaba defendiendo, esquivando a duras penas sus ataques.

Lorcan: ¿es todo lo que sabes hacer? (escupe otra)

Marc: (lo esquiva) deja de lanzar eso y pelea como hombre. (molesto)

Lorcan: (se detiene) entonces adelante.

Marc: ¡aaahhh! (va hacia él)

Lo ataque con todas mis fuerzas, pero se cubría, luego me golpeo en la cara, luego en el estómago para alejarme de él, pero rápidamente lo agarre de un brazo y le di un rodillazo en el abdomen.

Lorcan: Agh... ¿es todo lo que tienes?

Alza el otro puño y me da un golpe directo al rostro que me aleja de él, me levanto rápido del suelo y lo ataco otra vez con mi arma, pero me sujeta el brazo y con el otro rompe la hoja de mi espada, me quede impactado por esto y me vuelve a empujar lejos y por último con su látigo o lo que sea que fuera eso me amarro el cuello y me mando al piso.

Marc: ¡Agh! (escupe algo de sangre)

Él se acerca y con su látigo aun amarrado a mi cuello me acerca a él mientras tarto de liberarme.

Lorcan: esperaba más del humano que me libero ¿Por qué ya no eres tan fuerte como esa vez?

Él se refería a cuando me levante y le clave una lanza.

Lorcan: ya veo, solo me dañaste porque estaba distraído, que pena que solo puedas enfrentarme de esa forma.

Marc: Rrrrrrr.... (lo mira enojado)

Lorcan: ahora debo matarte. (levanta su cuchilla verde)

No me deje, aún tenía mi espada rota en la mano y se la clave en el estómago.

Lorcan: ¡AAAHH!

Marc: ¿Qué opinas de eso? Infeliz.

Lorcan: Rrrrrrr....

Aun estando amarrado me estampa contra la pared, me causo un dolor horrible.

Lorcan: basta de juegos entonces. (se quita la espada rota)

Pero rápidamente de la nada llega mi amigo oso antropomorfo Alkimos y le clavo su hacha en la espalda.

Lorcan: ¡AAAAAHHH!

Se da vuelta, pero él se agacha y le quita su hacha y bien hacia a mí.

Alkimos: Marc.

Me ayuda a levantarme.

Alkimos: ¿estas bien?

Marc: si, Agh... como siempre.

Lorcan: ¡desgraciado! (inhala y escupe fuego verde)

Nos movimos para que no nos diera, en eso llega Azriel y Calia.

Marc: ¿Qué hacen aquí? (adolorido)

Azriel: no vamos a dejarte solo.

Lorcan: que conmovedor, no quieres abandonar a su amigo y quieren morir como él.

Lo miramos enojados.

Lorcan: es hora de su sentencia- ¿oh?

Se detuvo repentinamente de su monologo, y empezó a mirar arriba.

Lorcan: ahí está... puedo sentirla... (mira a Calia) tu padre no fue muy ingenioso.

Alkimos: Marc ¿puedes pararte?

Marc: si, si puedo.

Me levanto y me pongo erguido con algo de dificultad.

Azriel: ¡sube arriba! ¡ve por la flor! (dijo mientras tira su lanza hacia Lorcan)

Esta lanza logra darle en el hombro.

Lorcan: ¡AAHH! ¡RRRR...!

Escupió fuego otra vez y yo lo esquive para ir hacia alguna escalera que me llevara la piso de arriba.

Lorcan: no te iras-

No termino porque Alkimos lo ataco con su hacha, pelearon un rato, pero el agarro a mi amigo del cuello y lo levanto.

Lorcan: patéticas criaturas.

Lo atraviesa con su cuchilla.

Alkimos: ¡AAHH! (escupe sangre)

Azriel: ¡nooooooo!

Agarra una espada y pelea contra él.

Yo solo seguí subiendo con la esperanza de encontrar pronto la flor y salvar a mis amigos. Llegue hasta otra sala comencé a buscar por todas partes, en los muebles, en los estantes, incluso en los baúles y en uno de esos logre encontrarla.

Marc: aquí esta.

Estaba con todo y su saco con la que la trajimos, la tome de este, la saque de ahí y pensé que tal vez pueda usar su poder sin tocarla o no sé, para mi sonó lógico en ese momento, hasta que una luz verde atrás mío, Lorcan se estaba acercando así que voli a esconder la flor en su lugar y cuando llego si era él.

Lorcan: tus amigos dieron buena pelea, pero no demasiada. (se me acerca)

Marc: no te dejare tenerla.

Lorcan: o que lastima por ti porque yo puedo darte algo.

Marc: no tienes nada que yo quiera así que no intentes convencerme.

Lorcan: pero yo puedo regresarte a tu mundo.

Marc: ¿q-que? N-no, mientes.

Lorcan: digo la verdad. Mira solamente.

Estira su mano a un costado y aparece una especie de portal o ventana con un borde verde oscuro que mostraba mi mundo, mi ciudad.

Marc: e-esto... ¿esto es en tiempo real?

Lorcan: claro que sí, mira solamente quien te está extrañando.

En la ventana: se veía a Lin, mi ex estaba caminando por la calle toda preocupada.

Lin: enserio estoy preocupada por Marc, no he sabido nada de el en días, estoy muy arrepentida por lo que le hice, como quisiera encontrarlo para disculparme y que volviéramos a intentarlo.

No sabía que es lo que estaba viendo.

Marc: n-no... no puede ser.

Lorcan: créelo, ella te extraña, quiere que regreses.

Marc: no, no, ¡NO! (se aleja) no voy a volver, no importa si eso es verdad o no, no quiero volver a verla, no quiero volver a mi mundo, ya amo a alguien más así que olvídalo.

Lorcan: mmm...

El cierra la venta después de mi contestación.

Lorcan: es una lástima, crei que podríamos arreglarlo por las buenas, pero parece que no.

Marc: nunca voy a negociar con alguien como tu- Agh.

De la nada me agarro fuerte del cuello.

Lorcan: eres muy fuerte chico, sería un desparecido matarte.

Entonces con su otra mano me toca la cara y me la empieza a quemar, el dolor era horrible.

Marc: ¡AAAAAAHHH!

Lorcan: tú me obligaste.

De la nada le cae un jarrón a lorcan antes de terminar el trabajo y me suelta.

Lorcan: ¡RRRRRR...!

Era Calia.

Calia: aléjate de él.

Lorcan: no voy a perder tiempo contigo, tengo que encontrar esa estúpida flor. (se va)

Narra Calia.

Después de que se fuera fui corriendo a ver a Marc que seguía en el piso. Y cuando me acerque...

Calia: ¡Marc! ¡cariño! ¡¿estas bien-

No termine de hablar porque el me golpeo en la cara.

Calia: auch ¿Por qué hiciste eso? ¿oh?

Ahí lo vi, su cara se estaba carbonizando poco a poco.

Marc: c-Calia... Rrrrr... aléjate... Rrrrrraaaa... estoy... tratando... de resistir.

Calia: tú puedes, no dejes que te controle, eres más fuerte que él.

Marc: Agh... (se arrodilla) ¡vete! .... (levanta la cara y esta estaba mitad calavera negra con fuego) ¡vete! .... ¡no quiero hacerte daño!

Seguía retorciéndose tratando de soportar el poder que lo estaba contaminando.

Calia: solo resiste, buscare la flor y tal vez con eso halla una solución-

No acabe porque me volvió a golpear en la cara derribándome.

Marc: (enojado) ¡he dicho que te vayas! (una mano sujeta una espada) ¡no! (se sujeta la mano que tenía la espada con la otra) ¡aléjate! (su voz comenzaba a cambiar)

Yo con lágrimas en los ojos no me quedo otra más que irme corriendo a buscar la flor de cenizas.

Narra Marc.

Tenía un calor en mi interior, quemaba tanto que dolía mucho, sentía mi cara quemándose, no resistiría mucho y terminaría sucumbiendo a su control.

¡POOM!

Otro temblor, me acerqué tambaleándome a la ventana y vi que el cielo se había nublado y comenzaban a caer bolas de fuego verde del cielo destruyendo muchas más cosas del reino, esto me enfureció y me preocupo, pero ¿Qué podía hacer yo?

Entonces la flor que había olvidado por completo comenzó a brillar un poco, no resistí mis propias piernas, estaba cansado, ya no podía pelear contra el poder de Lorcan que estaba dentro de mí y que me estaba consumiendo, me arrastre hacia donde guarde la flor de cenizas y estaba volvió cenizas el lugar donde la guarde con todo y la bolsa en que estaba, me arrastre hacia esta, quería, aunque sea tratar de tomarla.

Marc: (arrastrándose) d-debo... intentarlo...

La quemadura de mi cara aumento hasta cubrir casi toda mi cabeza, solo me quedaba un ojo humano. Si toco la flor tal vez me pulverice porque ya estoy contaminado.

Marc: (arrastrándose) s-solo... una vez.... (estira su brazo) p-por favor...

Estiré mis dedos lo más que pude, sus pétalos estaban tan cerca, mi mente se ponía en blanco y me venían ideas para cometer atrocidades. Sentí que mi cara se quemaba por completo y solo mi dedo índice toco la punta de un pétalo.

Narra Calia.

Corría por los pasillos tratando de encontrar la flor, pero no la encontraba, Agh ¿Dónde la puso mi padre?

Calia: ¿Dónde está? .... ¿oh? ¡AAHHH!

Algo apareció desde el techo, me agarro de la cabeza y me llevo para arriba, me soltó dejándome en el piso de lo que parecía ser la azotea, adolorida levanté mi cabeza y vi que fue Lorcan quien lo hizo mientras hacía caer fuego verde del cielo.

Lorcan: (la mira) princesa.... El tiempo se agota, entrégame la flor ¡ahora!

Calia: n-no sé dónde está, si quieres mátame porque ya no puedo hacer nada.

Lorcan: tienes razón (extiende los brazos) mira a tu alrededor, todo para ti esta perdido.

Guarde silencio.

Lorcan: si tanto quieres morir entonces (saca su cuchilla de esmeralda) te lo concederé.

Se acerca a mí y me toma del cuello, no tenía fuerza, tampoco es que pudiera hacer mucho, levanto su cuchilla... pero... se detiene porque unos pasos se escuchan subiendo por la escalera y alguien llego a donde estábamos.

Lorcan: mira, tu amado llego para verte morir, pero creo que lo disfrutara porque ya lo controlé ¿no es así- ¡AAHH!

Recibió un ataque y me soltó.

Lorcan: ¡estúpido! ¡¿Qué- ¿oh?

Algo era diferente o igual no sé, porque su cara estaba normal ahora solo que tenía los ojos cerrados, de el emanaba un calor extraño, se acercó lentamente a nosotros y cada vez que daba un paso quemaba lo que pisaba.

Calia: ¿Q-qué?

Lorcan: no puede ser (molesto) ¡esto es imposible!

Marc: ahora es tu turno de morir (abre los ojos) Lorcan.

Sus pupilas eran amarillentas como el fuego.

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