Cap. 13 Llega el villano
Corrimos rápidamente hasta a las puertas principales del castillo donde los reyes estaban ahí viendo como los guardias ayudaban a la gente a huir, pero... ¿de qué?
Calia: papa ¿Qué ocurre?
Darcio: la gente empezó a correr de la nada, dicen que hay algo en el cielo.
Marc: ¿Qué?
Lucían: Marc, mira. (apunta al cielo frente a ellos)
Mire arriba y había una enorme nube negra acercándose, me quede impactado por eso.
Autor: imaginen que hay luces verdes en la nube.
Había algunas luces verdes entre la nube como si fueran relámpagos, mis amigos Alkimos y Azriel también llegaron y vieron los mismo que nosotros, de pronto de entre la nube negra salió una enorme roca flotante en la cual apenas se podía ver, pero había como individuos encima de ella.
Calia: ¿Qué es eso? (dijo asustada)
Darcio: es... es...
Yo ya supuse de quien se trataba.
Marc: Lorcan. (dijo aun mirando al cielo)
Se hizo más visible, los individuos arriba de la piedra eran soldados de Lorcan, tenían armaduras negras, el cráneo expuesto y carbonizado envuelto en fuego verde, tenían espadas negras y no paraban de reírse, quizás el convirtió a otros antes de llegar, de pronto ellos abrieron un espacio entre ellos como dejándole espacio a alguien, ese alguien salió lentamente de entre el humo y cuando se hizo totalmente presente el rey vio con horror que era...
Darcio: ese es.... Lorcan. (dijo asustado)
Todos nos sorprendimos de cómo se veía, era como sus soldados, pero un poco diferente.
Autor: este es Lorcan.
Ese era el malvado del que todos hablaban en la leyenda.
Lorcan: ¡es bueno estar de vuelta!
Guerrero poseído: señor, jejeje deles una muestra de su poder jajaja.
Lorcan: es cierto.
Entonces él se acerca al borde de su roca voladora, inhala, pero cuando exhala escupe un montón de fuego verde que incinera muchas casas de los ciudadanos incluso llegando a quemar a algunos que aun trataban de escapar.
Darcio: ¡nooooooo!
Marc: ese maldito.
Lorcan: .... ¡ATAQUEN!
Justo cuando dijo eso todos sus guerreros bajaron de la roca y corrieron hacia nosotros dispuestos a matar a cualquiera que se les atravesará.
Marc: no nos quedemos aquí ¡vamos! (dijo sacando sus espadas y yendo a pelear)
Azriel: ¡vamos!
Alkimos: ¡sí!
Los tres fuimos a detener a esas criaturas.
Darcio: los guardias que quedan también ayuden.
Guardias: ¡si majestad!
Dijeron a coro para luego acompañarnos. Los guerreros de Lorcan nos vieron y fueron hacia nosotros también riéndose enserio ya estoy harto de que se rían.
La batalla fue brutal, ellos a como dé lugar querían acabar con nosotros, nos atacaron con tantas ganas que casi no podíamos con ellos, en eso los guardias que llevaban a la gente los ayudaron a entrar al palacio para que estuvieran a salvo así que debíamos cubrirlos, algunos de los guardias que nos ayudaban en la batalla murieron, yo no pude mucho ya que había dos, contra mí.
Guerrero poseído: jeje jajajaja. (dando espadazos)
Marc: Rrrrr... ya (bloqueando) dejen... de reírse.
Guerrero poseído 2: será divertido ver tu cadáver en el suelo. (también dando espadazos)
Entonces Azriel se libró con el que luchaba y agarro un escudo de los guardias caídos.
Azriel: ¡Marc toma! (le lanza el escudo)
Marc: ¿ah? (lo agarra) lo tengo- AY (se cubre con él)
Mis amigos también usaron también los escudos para protegerse, hasta que vi a uno de ellos apartándose, luego volvió con una especie de piedra larga con una esmeralda en un extremo y se la llevo a la cima de una de las casas que aún estaba en pie y la clavo ahí.
Guerrero poseído: jejeje ¡vamos a destruirlos!
Entonces de la cosa que puso ahí una onda de sonido empezó a salir.
Guardia: ¡AAAHHH! (se agarra la cabeza con dolor y cae al piso) ¡AAHHHH!
Vi que los demás guardias también les pasaba los mismo.
Azriel: ¡AAAHH! (cae al piso)
Alkimos: ¡AAAAAHHH! (también se cae)
También a mis amigos, mate a los dos guerreros con los que peleaba y les pregunté que les pasaba y ellos dijeron que no se podían mover porque la cabeza les dolía un montón, preguntaron si a mí no y yo les respondí que no.
Narra Calia.
Estábamos dentro del palacio cuidando a la gente, pero de pronto un dolor inmenso empezó a hacerse presente en mi cabeza, caí de rodillas porque era demasiado, vi que toda la gente y mis padres también les pasaba los mismo, espero que Marc pueda arreglárselas así pero no sé cómo va a luchar con este dolor.
Narra Marc.
No entendía que les pasaba yo estaba normal.
Marc: ¿Qué les pasa? Necesito su apoyo.
Azriel: Agh n-no ¿sientes Agh este dolor?
Marc: yo estoy bien que-
Guerrero poseído: ¡RRAAA! (ataca)
Me ataco uno de ellos, pero yo lo cubrí con mi escudo, lo empujé con él y le atravesé el cráneo con mi espada, ahí lo comprendí, era por esa cosa que producía ese sonido seguro era eso lo que les producía ese dolor así que debía deshacerme de eso.
Corrí hacia esa cosa de piedra, estaba a punto de llegar cuando una flecha casi me llega, giré la mirada y vi que eran más guerreros arriba de la piedra con arcos y flechas con puntas de esmeralda.
Guerrero poseído con arco: ¿Por qué a ese no le afecta?
Lorcan: no es como los demás ¿Qué será?
Guerrero poseído con arco: matémoslo.
Lorcan: si no es como los otros entonces solo puede ser.... ¡ah! Jejeje ya sé quién es. Disparen las flechas.
Todos me dispararon yo tuve que esconderme detrás de uno de los escombros a esperar que dejaran de hacer eso.
Azriel: ¡AAAAHHHH! ¡siento que puedo morir... si sigue esto! (agarrándose la cabeza)
Alkimos: ¡RRRRrrrrrrr...! ¡no soportare mucho!
No soporte escuchar sufrir a mis amigos así que, agarre mi escudo y fui directo a esa cosa del sonido hasta que...
Marc: ¡AAHH! (una flecha le da en la pierna y cae al piso)
Me dolió mucho, pero seguí cubriéndome con mi escudo.
Lorcan: jajajaja veamos de que estas hecho, humano.
Marc: Rrrrrrr....
Empecé a arrastrarme aun con mi escudo mientras las flechas no dejaban de llegar.
Marc: Rrrrr.... Debo... hacerlo. (dijo arrastrándose)
De pronto una flecha me llego al brazo.
Marc: ¡AAHH! ¡Rrrrrrr...!
Seguí arrastrándome a pesar de eso, cuando estuve cerca me levanté con toda la fuerza que me quedaba.
Lorcan: es fuerte. (sonrie)
Agarra la cosa con mis manos y la quite y con mucha ira la tire al piso que se rompió, entonces el sonido dejo de escucharse, voltee y vi que mis amigos ya no se quejaban si no que se levantaron algo adoloridos.
Azriel: aahhh, eso fue horrible.
Alkimos: y que me lo digas (me mira) ¡Marc!
Yo seguía cubriéndome con mi escudo, cuando note que ya no lazaban flechas así que tire mi escudo y fui hacia ellos caminando a duras penas.
Marc: q-que bueno que estas mejor ahora. (sonrie adolorido)
Azriel: déjanos ayudarte.
Azriel me quito la flecha de la pierna y del brazo, me queje de dolor, pero lo soporte.
Azriel: mira nomas esta flecha, nunca vi que hicieran una con esmeralda.
Marc: Agh, supongo que debes ser algo nuevo.
Alkimos: ¿Por qué dejaron de lanzar?
Marc: no lo se.
Todos volteamos y vimos hacia la roca flotante no sabíamos que pasaba, pero estaban haciendo algo. Un par de minutos después sorpresivamente una especie de arpón grande con una punta de esmeralda impacto contra el suelo.
Alkimos: pero ¡¿qué?!
Mas grandes arpones de esos empezaron a ser disparados desde la roca flotante hacia el suelo, la roca empezó a descender mientras varios guerreros poseídos bajaron por las cadenas con arcos y espadas. Solo quedábamos yo, Alkimos, Azriel y algunos pocos guardias más.
Los guerreros poseídos nos rodearon, algunos se quedaron sobre las cadenas mientras nos apuntaban con sus arcos con flechas listas.
Marc: debe ser una broma. (viendo a todos los malos)
Azriel: estamos perdidos.
Entonces el mismo Lorcan bajo de ahí, callo al piso de pie y nos miró mientras se acercaba a nosotros lenta pero amenazantemente.
Lorcan: admito que eres fuerte y resistente ¿Quién eres humano?
Marc: (serio) soy Marc.
Lorcan: está bien (se acerca más) debo darte las gracias.
Marc: ¿Por qué?
Lorcan: por liberarme.
Me quede impactado con lo que dijo.
Alkimos: ¡¿Qué?!
Azriel: Marc ¡¿es cierto eso?!
Marc: claro que no, no sabía de él hasta que me dijeron la leyenda.
Alkimos: ¡¿entonces porque dice que lo liberaste?!
Marc: ¡no lo sé!
Lorcan: es sencillo...
Todos lo volteamos a ver.
Lorcan: en cuanto Salí del sello lo supe, supe como por fin logré salir de mi confinamiento. Tu (me señala) con tu llegada a este mundo, alteraste el equilibrio mágico, al abrirse la puerta, el tejido de ambas realidades se rasgó causando un desequilibrio mágico lo que debilito el sello por un momento....
No podía creer lo que estaba diciendo, significa que su regreso es... mi culpa.
Lorcan: cuando cruzaste la puerta a este mundo debilito más el sello por sentirse una presencia de otra tierra en esta, yo lo aproveche para romperlo y salir. Oohhh si tan solo no hubieras cruzado, tal vez yo no habría escapado. (dijo burlón)
Marc: n-no puede ser.
Lorcan: créelo, esto es tu culpa.
Me quede sorprendido de esa revelación, mire a mi alrededor, mire los cadáveres de los guardias, las ruinas, esto es mi culpa.
Lorcan: me encantaría ver tus lamentos por más tiempo, enserio, pero es hora de morir. ¡disparen!
De pronto sus guerreros dispararon sus flechas, mis amigos rápidamente se cubrieron con los escudos y yo también lo iba a hacer.
Algunas flechas impactaron con los pechos de los guardias, uno intento pelear, pero fue atravesado por dos espadas de los malos al mismo tiempo.
Azriel: Marc, abajo- ¡aahh! (le llego una flecha a la pierna)
Alkimos aun resistía con un par de flechas en el abdomen.
Marc: Alkimos- ¡AAHH! (impactaron varias de esas flechas en su cuerpo) a-ah... a-Agh. (cae arrodillado)
Esto era mi culpa, mi vida parecía mejor y ahora resulta que soy el culpable de la destrucción de este mundo, pero... Calia, ella iba a morir también, aun si yo muero ahora ella morirá también igual que todos los que me mostraron su confianza. Agh, al demonio, no me importa si soy el culpable de esto, debo arreglarlo.
Marc: (alza la mirada, enojado) lorcan...
Solo había una forma de evitar que todo esto que temo ocurra y es matar a ese sujeto.
Marc: Rrrrr... (recoge una lanza de los guardias)
Azriel: Marc ¿Qué haces? (cubriéndose con el escudo)
No le hice caso, me pare apuntando mi lanza hacia él malo.
Marc: Rrrrr.... ¡AAHH! (corre hacia adelante)
Cuando llegue a una distancia que yo crei suficiente lanzo la lanza con la mayor fuerza que tengo, veo como Lorcan estaba mirando la muerte de los demás.
Lorcan: jajajaja ¿oh? (se da cuenta)
La lanza se le clava en el hombro.
Lorcan: ¡AAHH!
Guerrero poseído: ¡señor!
Los guerreros poseídos se detienen para mirar atónitos a su señor lastimado.
Lorcan: Rrrrr (se saca la lanza y lo mira a él)
Entonces enciende la lanza en fuego verde me la lanza, pero yo la esquivo rodando a un costado a un con las flechas en mi cuerpo, me dolía, pero mi enojo hacia él era más grande, recogí una espada y lo miré fijamente.
El me mira, fue como una competencia de miradas intensa hasta que él se toca la herida en su hombro un momento y luego dice.
Lorcan: ¡guerreros! (todos los suyos ponen atención) ¡vámonos! ¡pelearemos otro día! Primero debemos ir por algo.
Guerrero poseído: si señor ¡larguémonos!
Lo obedecieron si cuestionar, se ve que no tenían libre pensamiento, todos los guerreros calavera volvieron a subir por las cadenas, cuando ya todos estaban sobre la piedra flotante, los arpones se salieron y volvieron a su lugar, Lorcan me lanzo una última mirada y se fueron con todo y las nubes negras, cuando se fueron...
Alkimos: Marc... ¿Qué paso ahí?
Marc: a-ah... (se cae)
Azriel: ¡Marc!
Me caí porque ya no soporte el dolor y la sangre que perdía, al final acabe desmayándome.
Narra Calia.
Me quede sorprendida de lo que paso, Marc logro hacerle daño a ese sujeto, mi papa también estaba impactado pero mi mama estaba furiosa porque escucho igual que yo, que Marc fue el responsable de que Lorcan volviera, pero no me importaba eso fui corriendo para ver a Marc que se había caído al piso.
Calia: Marc, Marc ¿estas bien?
Lo vi ahí moribundo con muchas flechas clavadas en el cuerpo, cuando puse mis manos sobre él, entonces sentí algo y cuando me las vi, pude ver que mis manos estaban manchadas de su sangre.
Calia: ¡oh no! (horrorizada)
Alkimos: princesa, por favor ayúdenos a llevarlo al castillo.
Calia: sí.
Ayudé a Alkimos a sujetarlo, todavía respiraba, yo puse su brazo sobre mi cuello, Alkimos hizo lo mismo con el otro brazo mientras con nuestras manos los sujetábamos del pecho.
Calia: no te mueras por favor (casi llorando) ya casi llegamos ¿oíste?
En eso note como algunas gotas de sangre caía al piso formando un camino mientras caminábamos, incluso un poco caía desde un lado de su boca lo que hizo asustarme más. Llegamos al castillo, pero mi madre enojada con los brazos cruzados y unos guardias sobrevivientes se pusieron enfrente.
Calia: mama ¿Qué haces?
Eira: déjenlo morir.
Calia: ¡¿Qué?! ¡mama tenemos que ayudarlo!
Eira: claro que no, mis sospechas eran ciertas, el trajo ese mal de vuelta, no permitiré que siga haciéndonos daño.
Calia: mama por favor-
Eira: ¡pero nada!
Calia: ¡se está desangrando! (molesta)
Eira: pues vótalo en alguna zanja y que termine el trabajo.
Calia: ¡nunca!
Eira: ¿tú que dices Darcio?
Mi papa también estaba mirándonos.
Calia: papa por favor debemos ayudarlo. (suplicando)
El no dijo nada solo aparto un poco la mirada.
Calia: ¡di algo!
Siguió sin decir nada.
Eira: ¿ya lo ves?
Lucían: mama ¿viste lo que hizo? Le tiro un lanzazo a ese tipo.
Eira: ¡tu cállate! ¡tú también lo defiendes entonces tú y tu hermana están castigados! (señala a Marc) tiren a esa basura a algún lado y vayan a sus habitaciones o lo hare yo.
No resistí más, deje a Marc un momento y rápidamente tome una de las espadas de él y le apunte a mi madre.
Eira: ¡¿Cómo te atreves?!
Calia: inténtalo, vamos quiero verte intentarlo.
Eira: Rrrrr, no sé cómo llegaste a ser mi hija.
Sentía ganas de llorar, pero me contuve lo mejor que pude, pero entonces mi papa se acercó y me quito la espada de las manos.
Calia: papa por favor.
El no dijo nada solo me miro y se apartó.
Eira: ¡ustedes vayan a sus cuartos! ¡AHORA!
Ese fuerte grito nos hizo ir a nuestros cuartos, pero yo me detuve a medio camino para ver a Marc sujeto por Alkimos una última vez.
Eira: guardias tiren a esta criatura a una zanja para que muera.
Los guardias dudaron ya que lo vieron luchar valientemente y a pesar de estar herido de muerte seguía peleando.
Eira: ¡¿no escucharon?!
Guardia: Rrr... s-si majestad.
Darcio: ¡esperen!
Eira: ¿ahora que quieres?
Darcio: guardias lleven a Marc a una celda en el calabozo.
Eira: ¡¿Cómo?!
Guardia: si majestad.
Eira: ¡¿Cómo te atreves a contradecirme?!
No le hizo caso.
Darcio: oye... (llamo a un guardia)
Guardia: ¿sí señor?
Le susurra al oído.
Darcio: yo hablare con mi esposa, mientras tanto lleven equipo médico al calabozo y cúrenlo.
Guardia: oh, si señor. (responde susurrando también)
El guardia se va mientras los demás llevan a Marc al calabozo.
Eira: ¡¿Qué estás haciendo idiota?! Esa cosa nos condenó a todos.
Él no le hizo caso y solo se fue.
Eira: ¡oye! (se va tras él)
Yo estaba en mi habitación llorando desconsoladamente ¿Por qué mi mamatiene que ser así? No quiero que Marc muera, no me importa lo que hizo, con loque hizo antes sé que encontraremos una forma de vencerlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro