Cap. 11 El baile y la amenaza
Cayo la noche, me dirigí al cuarto de Calia para decirle que ya debía bajar, cuando me acerque vi que había dos guardias en la puerta.
Marc: ¿ustedes que hacen aquí?
Guardia: ¿tú que crees humano? Nuestro trabajo.
Otro guardia: esperamos a que la princesa, este, lista ¿a qué vienes tu?
Marc: vine a decirle que ya debe bajar, los reyes la llaman.
Guardia: ok.
Me acerque a la puerta y toque.
-toc- -toc- -toc-
Ahí escuche su voz desde dentro de la habitación.
Calia: ¡ya les dije como 3 veces que ya voy! ¡no me presionen! (grito, molesta desde dentro)
Marc: aahhh cal- (me corregí) princesa Calia, soy Marc.
Hubo un silencio en la habitación, hasta que ella volvió a hablar.
Calia: ¡Marc! (escucho como se tropieza con algo)
Guardia: ¿está bien princesa? (le habla a la puerta)
Calia: ¡sí, estoy bien! ¡Marc! ¡lo siento, no sabía que eras tú!
Marc: acabo de llegar, los reyes me mandaron para decirte que ya bajes, que están llegando los condes y duques.
Calia: ¡ya voy, un momentito!
Escuche otros ruidos de muebles moviéndose dentro, algunos quejidos de ella, los guardias y yo nos miramos un momento confundidos hasta que por fin ella salió.
Calia: ya salí, ya podemos ir.
La vi con un bonito vestido, era rojo igual que su cabello, aunque su cabello era de un rojo más brillante así que eso lo hacía resaltar un poco.
Marc: te vez muy bien ¡ay!
Un guardia me golpeo en el brazo con el palo de su lanza.
Guardia: más respeto. (serio)
Calia: ¿Qué te dije? (seria)
Guardia: lo siento majestad.
Marc: ya debemos bajar. (dijo mientras se soba el brazo en el que fue golpeado)
Calia: andando pues.
Mientras caminábamos seguí viéndola de reojo con su vestido rojo, enserio se veía muy linda.
Autor: este es el vestido, imaginen que lo usa ella.
Bajamos las escaleras, por suerte los guardias ya no nos seguían, creo que me tienen un poco más de confianza.
Marc: oye, enserio te vez muy linda. (dijo mirándola de reojo)
Calia: jeje gracias Marc, viniendo de ti es un halago mucho mejor. (dijo sonrojada)
Marc: jeje ¿Por qué? soy un simple guardaespaldas. (dijo divertido)
Calia: ¿eso crees? Pueees....
Ella me toco la mejilla, no me sorprendí tanto, para este punto eso ya se hacía normal, pero esta vez ella tenía una mirada picara en su cara, eso sí me sorprendió, pero antes de que pasara algo más llegaron sus padres bien vestidos con unas ropas que se veían de fantasía pero que también parecían de la realeza. Calia rápidamente quito su mano de mi mejilla.
Darcio: hija que bueno que pudiste venir.
Calia: obvio que sí, vivo aquí.
Eira: deja ese tono, jovencita. (molesta)
Calia: pero no dije nada malo.
Eira: note tu tono, niñita.
Calia: ¿Cuál tono? (comenzando a molestarse)
Darcio: ya, ya, no es momento para esto debemos ver a los condes.
Eira: está bien. (se va molesta por alguna razón)
Darcio: lo lamento, ella ha tenido un día estresante.
Calia: ¿ah sí? (molesta)
Darcio: si, Marc.
Marc: ¿sí?
Darcio: puedes descansar esta noche, si quieres trata de divertirte.
Marc: gracias majestad es muy amable de su parte, tratare.
Darcio: está bien. (se va)
En eso veo en el fondo que llegan Alkimos y Azriel así que voy a ir con ellos.
Marc: son ellos, Calia me tengo que ir un momento.
Calia: ¿no puedes quedarte conmigo? (dijo triste)
Marc: solo me iré un momento y luego volveré ¿ok?
Calia: Mmmm ok, pero pronto.
Marc: lo prometo.
Me fui dejándola ahí, pase entre los invitados que eran todos antropomorfos de diferentes animales, algunos me miraron raro, aunque era de esperarse soy humano y no estoy vestido para la ocasión, llevaba mi armadura y mis dos espadas en la espalda.
Fui con mis amigos que estaban frente a una de las ventanas.
Marc: amigos.
Los dos: hola Marc.
Marc: ¿algún avistamiento de esos seres?
Alkimos: no, ninguno, si hubiera habido alguno te hubiéramos avisado.
Azriel: de hecho, si hubiera habido alguno, mucha gente estaría en pánico.
Alkimos: cierto.
Marc: no debemos bajar la guardia.
Azriel: lo sabemos. ¿Cómo va la fiesta?
Marc: pues no sé, recién empieza, el rey dijo que podíamos divertirnos así que hagámoslo.
Azriel: nunca estuvimos en una fiesta como esta.
Marc: lose, pero hay que tratar de no hacer nada raro.
Yo me fui a buscar a Calia como se lo prometí, la busque con la mirada pasando amablemente entre los invitados hasta que finalmente la vi, estaba hablando con el conde ese de la otra vez, ese tigre anciano que le dijo mala princesa y todo, vi que estaban hablando, pero ella de la nada se fue corriendo vi su expresión, estaba casi llorando entonces molesto me acerque a ese conde.
Eira: lo lamento si mi hija lo ofendió, la corregiremos.
Tigre anciano: su hija es muy malcriada, no debería ser llamada princesa.
Eira: eso ya lo sé, pero ella no entiende razones.
Tigre anciano: si fuera usted le pasaría el trono muy pronto al príncipe lucían.
Marc: ¿Qué le hizo?
Llegue a él muy molesto.
Tigre anciano: ¿y tú que haces aquí? ¿No te das cuenta de que es una fiesta para la realeza? Pido que por favor lo saquen de aquí.
Eira: es el guardaespaldas de Calia, que parece no saber cómo dirigirse a alguien importante. (me mira molesta)
Marc: ¡al demonio con eso! ¡¿Qué le hizo?!
Tigre anciano: esa no es forma de dirigirse a mí.
Marc: ¿Qué... le... hizo? (repitió muy enojado)
Tigre anciano: solo le dije la verdad que era una terrible princesa, que no merecía el trono y que mejor que su hermano tenga un descendiente pronto para no darle el trono a esa inútil y salvar al reino de una desgracia-
Me acerque tanto que mi cara estuvo a unos pocos centímetros de la suya.
Marc: vuelva a decir eso, lo reto. (dijo muy serio)
Tigre anciano: ¿y que harás si lo hago? Digo la verdad.
Marc: (mira a la reina) ¿usted aprueba esto?
Eira: claro que sí, Calia es una inútil, me esforcé, pero esa mocosa solamente no aprende, es mejor que lucían tenga descendientes rápido para que ella no lleve nuestro reino a la ruina total.
Marc: eres su madre ¿Cómo le dices eso?
Eira: soy la reina debo actuar como tal.
Marc: no sé cómo alguien tan grandiosa como Calia puede venir de alguien tan horrible.
Eira: ¡¿Cómo te atreves?!
Tigre anciano: eso amerita la cárcel.
Marc: hagan lo que quieran yo iré a ver a Calia. (se va)
Eira: guardias, captúrenlo.
Los guardias se acercaron, pero alguien los detuvo.
????: no, quédense ahí.
Era Lucian.
Eira: ¿Qué haces hijo? Deben-
Lucian: no, nada de deben, escuche todo lo que piensas de Calia, encima te atreves a decírselo en la cara ¿Cómo puede ser tan cruel?
Eira: busco lo mejor para el reino.
Lucían: ¿y para tu familia qué?
Eira: muchos son más importantes que unos pocos.
Lucían: ¿Cómo puedes decir eso?
Los, deje ahí discutiendo, busque a Calia por muchos lugares hasta que finalmente la encontré en el exterior de la fiesta, el balcón del castillo.
Ella estaba asomada en el balcón, con los brazos recargados en la baranda sin moverse, solo viendo el horizonte, me acerqué a ella hasta que estuve a su lado.
Marc: ¿estas bien? (dije poniéndome en la misma posición que ella)
Calia: -snif- no lo estoy -snif-
Marc: es por lo que dijo.
Calia: si es por lo que dijo, ya sé que soy una terrible princesa, trato de mejorar, pero no hace falta que me lo digan a cada rato y de una forma tan directa. (dijo muy depresiva)
Marc: (pone su mano en su espalda) descuida, él no sabe de lo que habla.
Calia: ¿Cómo puedes estar tan seguro? (lo mira con algunas lágrimas en la cara)
Marc: solo lo sé, no estes triste por favor.
Calia: no puedo evitarlo.
Pase la mano que tenía en su espalda a su mejilla, ella se sorprendió y me miro.
Autor: aquí pongan la canción "destino o casualidad" de Melendi y Ha Ash.
Marc: deja de llorar, no hagas caso a lo que te dicen solo son palabras, sé que las palabras duelen, pero no hacen daño permanente, sé que serás una gran reina algún día, demuéstrales que están equivocados. (dijo con una gran sonrisa)
Ella al escucharme soltó más lagrimas solo que de felicidad y de repente me abrazo muy fuerte y yo le correspondí.
Calia: muchas gracias Marc, gracias por aparecer en mi vida.
Marc: descuida, no voy a dejarte sola.
Calia: eso espero, no hay nadie como tú.
Marc: no, en mi mundo hay millones como yo.
Seguimos hablando sin separarnos del abrazo.
Calia: no, para mí no hay nadie igual que tú. (dijo con una linda sonrisa)
Sonreí al verla, seguimos con el abrazo mientras la luna alumbraba sobre nuestra posición, luego de un rato nos separamos sin dejar de mirarnos, nos quedamos así un momento y dije.
Marc: supongo que ya debemos entrar.
Calia: ¿de verdad? .... ¿Qué tal si bailamos?
Marc: ¿es enserio?
Calia: seria mi primer baile con un humano, pero no me importa me gusta que seas tu.
Marc: (sonrie) está bien, si tú lo quieres.
Mientras la música suena desde dentro, ella y yo nos tomamos de las manos y comenzamos a bailar lento en el balcón, la verdad nunca hice estas cosas así que por accidente le pisé el pie.
Calia: ¡ay! (dice de dolor)
Marc: lo siento, es que nunca hice esto.
Calia: no te preocupes ¿Qué tal si nos dejamos llevar en el baile?
Marc: ¿ósea uno rápido?
Calia: leíste mi mente. (sonrie)
Marc: ok.
Yo era mejor en eso, seguimos tomados de las manos, pero comenzamos a movernos rápido, cuando la música se puso más fuerte yo alce su mano y le di una vuelta a velocidad normal y luego otra, luego fue ella la que me dio una vuelta, me sentí un poco tonto con eso, pero no me queje.
Nuestros ojos no dejaban de verse estábamos unidos por una extraña atracción magnética, fue hermoso lo admito.
Narra Calia.
Marc y yo seguimos bailando, mi corazón latía muy rápido como a mil por hora, pero me gustaba eso, entonces yo en una vuelta que me dio me tropecé por accidente, no me caí, pero acabamos separándonos.
Calia: ay lo siento.
Marc: no te preocupes a cualquiera le pasa en estas cosas (extiende su mano) ven, intentémoslo otra vez.
Calia: sí. (sonrojada tomando la mano de él)
En cuanto le tome la mano, el con la otra que tenía libre me sujeto de la cadera y mientras me sujetaba la mano con la otra me bajo un poco hacia el suelo, pero por suerte me sujetaba de la cadera y me volvió a subir, la luz de la luna hacia mejor esta escena.
Narra Marc.
Nuestros ojos volvieron a verse, rehaciendo la atracción que teníamos, sus ojos celestes de cerca brillaban más que la luna, le di otra vuelta, pero nos detuvimos, conmigo abrazándola por la espalda ella giro su cabeza hacia mi lado, nuestras bocas estaban a solo unos poquitos centímetros, ahí sentí algo eléctrico, no nos besamos, volvimos al nuestros baile, ella y yo aun con las manos agarradas empezamos a dar vueltas, hubo risas hasta que nos volvimos a acercar, volví a agarrar su cadera esta vez con mis dos manos y ella me tomo de los hombros con sus dos manos. Muy lentamente nuestras caras se comenzaban a acercar.
Calia: te quiero Marc. (acercándose lentamente)
Marc: yo también te quiero Calia. (acercándome igual) ¿estas contenta ahora?
Calia: contigo siempre estoy contenta.
Marc: jeje, yo igual.
Mis ojos se empiezan a cerrar, los de ella también, nuestros labios estaban a muy pocos centímetros, ambos queríamos esto, lo podía sentir ¿acaso estaba bien esto? Eso no me importaba ya, solo la quería a ella.
Narra Calia.
Mis ojos se cierran, estábamos por darnos nuestro primer beso, mis preocupaciones ya no estaban en mi mente, yo quería estar con él y sé que él también conmigo.
Autor: aquí paren la música.
Narra Marc.
Nos habríamos besado, de no ser por....
¡BOOM!
Una explosión que venía desde dentro de la fiesta y una onda expansiva desde dentro del palacio interrumpió nuestro momento.
Calia: ¡¿Qué fue eso?!
Marc: vamos a ver.
Escuchamos a los invitados alarmarse, entramos y nos encontramos con mis amigos.
Marc: ¡¿Qué sucedió?!
Alkimos: ¡no lo sé, también nos tomó por sorpresa!
Azriel: ¡miren el conde! (señala)
Yo pase entre la gente para ver a que se refería, llegue a lo que los invitados estaban viendo y pude ver al mismo tigre anciano, ese conde desgraciado que hizo llorar a Calia, ahora estaba arrodillado en el piso con humo cubriéndole toda la cabeza. La reina se le acerca un poco.
Eira: conde ¿se encuentra bien?
El no respondía solo seguía quejándose sujetándose con ambas manos la cabeza envuelta en humo.
Marc: si puedes oírme, di algo.
En ese preciso momento él se levando dando un gran grito haciendo que todos se apartaran, él ahora estaba con el cráneo expuesto carbonizado envuelto en fuego verde. Como los tipos del coliseo, estaba como poseído por algo.
Tigre anciano poseído: jejejeje.... ¡JAJAJAJA! (se rio como loco)
Calia: ¡¿Qué paso?!
Marc: (la detiene) quédate atrás. Todos quédense atrás.
Azriel: si paso. (dijo sorprendido)
Darcio: ¡¿Qué significa esto?!
Tigre anciano poseído: rrraaaaa.... (me mira) ¡tú! (me señala)
Marc: ¿eh?
Tigre anciano poseído: todos ustedes ¡morirán! Nuestro señor Lorcan es ¡libre!
Todos de inmediato se asustaron, era el nombre del malvado de la leyenda.
Marc: ¿Cómo?
Tigre anciano poseído: SIIIII.... Nuestro señor ha regresado y tomara lo que es suyo, ¡tomar el control de este mundo!
Darcio: ¡¿Cómo pudo salir?! ¡se supone que esta sellado para siempre!
Tigre anciano poseído: jejeje ¡eso creíste tú, pero no! Algo ocurrió que hizo que el sello se rompiera y ahora Lorcan es libre.
Darcio: ¿Qué fue ese evento que rompió el sello?
Tigre anciano poseído: no importa ¡Lorcan está cerca! Vendrá mañana en la tarde para invadir este reino.
Todos se asustaron.
Tigre anciano poseído: jejeje primero los debilitaremos. Rrrrrrrrrr... ¡RRAAAHHHH!
En cuando grito una explosión verde nos azoto a todos hasta que...
Zorra morada: ¡AAAHHH! (se arrodilla mientras se queja de dolor)
Águila anciana: ¡AAAAHH! (se arrodilla de dolor)
Incluso otros más de los duques también les paso lo mismo mientras que el resto veíamos confundidos.
Zorra morada: ¡AAAHHH...! (se agacha) Rrraaaaa.... Jejeje jajajajaja.
Águila anciana: JAJAJAJAJA.
Se habían convertido en los mismo que el tigre anciano, en eso llegan unos cuantos guardias más que también habían sido poseídos.
Guardias poseídos: ¡JAJAJAJAJAJA!
No paraban de reírse, eso me ponía nervioso, los malos se reunión en un lado del salón mientras que el resto de los invitados se alejaron, llegaron más guardias que por suerte estaban bien.
Guardia: ¡¿Qué son esas cosas?! (alarmado)
Marc: ayúdennos a vencerlos. (sacando sus espadas)
Guardia: aahhh.... Si, hagámoslo.
El resto de los guardias: ¡SIII!
Mis amigos también prepararon sus armas.
Marc: ¡contra ellos!
Nos fuimos contra los poseídos y ellos hacia nosotros y una brutal batalla comenzó, ellos eran buenos, pero nosotros lo éramos más, con buena coordinación matamos a casi todos, Alkimos acabo con la zorra morada poseída, Azriel con el águila y los guardias se encargaron de los suyos, al matarlos dejaron solo polvo negro, esquive los ataques del tigre poseído, hasta que lo derribé al piso, se quiso levantar, pero puse mi pie en su pecho.
Tigre anciano poseído: no nos detendrás humano.
Marc: eso lo veremos.
Sin más que decir le clave mi espada en su cabeza, se dejó de mover, su fuego se apagó y se volvió polvo negro.
Todos estábamos impactados por lo que paso.
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