Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

-Capítulo 11-

--------------♤-------------
"El predendor"
--------------♤--------------

Tres días se había pactado desde el inicio del viaje de Giyu escoltando a Tamayo. Habían adquirido hermosas telas fabricadas por la empresa textíl de Kanroji junto con su marido Iguro, quienes eran amigos cercanos de la familia Kochou.

Además, la pelirosa los había recibido en su casa amablemente, ofreciendoles comida y estadía para los integrantes de la Finca Mariposa.

Gustosa y orgullosa de sus creaciones, había dado a Tamayo una amplia gama de colección de sedas finas y bordados realizados a mano. Definitivamente, la dulce mujer poseía unas manos habilidosas a la hora confeccionar  telas; la parte "química"  y composición de estas se encargaba su esposo.

En total, había comprado 15 telas preciosas, mientras que dos restantes fueron obsequio de Kanroji para Shinobu y Kanao.

—Por favor Tamayo san, estos dos modelos telas son para Shinobu chan y Kanao chan. Estoy segura que su habitación quedará realmente exquisita.

—Gracias, Mitsuri san por supuesto que les encantará.

En cuanto a la estructura de la Finca Mariposa, esta tenía demasiadas ventanas; específicamente el modelo de esta era como las villas de Inglaterra.
Muzan gran parte de su vida había pasado en Inglaterra y junto con difunta esposa, habían mandado a construir la gran casa bajo el modelo arquitectónico inglés. Bajo los ojos nipones, era una construcción realmente fascinante. Un poco exótica quizás...

Continuando con el viaje de Giyu, un día en el que acompaño a Tamayo a la plaza comercial de Osaka; el pelinegro se había detenido en un puesto de broches para el cabello, llamando su atención uno que tenía mariposas incrustadas a su alrededor, especialmente una de color rojo con bordes dorados que exaltaba la belleza del broche.

Con delicadeza tomó aquel prendedor de cabello y miró extasiado el accesorio.

—  Joven, ¿le gusta? Indicó una mujer de nombre Marina, la vendedora de broches.

—  Es-to... es realmente bello. Sin ningún tapujo dijo lo que pensaba al ver la pretensión del broche.

— Lo es, debería comprarlo es un diseño casi único.

Giyu continuaba observando el broche, pero más aquella mariposa de color rojo vibrante, se parecía a una de las que Shinobu tenía en la finca, tan única y bella como ella.

—Y-o .... no se si pueda pagarlo... se ve demasiado costoso.

—Podría hacerte una rebaja, además no me esta yendo muy bien con las ventas, ya sabes, muchos soldados de Osaka se han enlistado para la guerra y han dejado de comprarme estos prendedores para sus amantes. Como veras, estoy a punto de perder el negocio, mis hijos tienen hambre así que estoy segura que con tu corazón bondadoso podrás darme lo que creeas conveniente.

—Es un poco  dificil para mí suponer un precio. Contestó directo.

—¿Cuanto es lo que tienes?

—Tan solo, 80 yenes, los cuales debo hacerlos alcanzar hasta finalizar mi trabajo.

—Humm ya veo, te entiendo ambos tenemos necesidades. Pero creo que tal ves, te puede interesar este pequeño que tengo acá. Marina sacó de una pequeña caja de gamuza la versión del mismo broche pero más pequeña y su precio era más factible de pagar.

—Sé que te dije que el diseño era único pero, bajo la necesidad que tienes de adquirirlo, toma esto te lo dejaré en 30 ¿que te parece?

—¡Trato hecho!— Giyu sacó de su bolsito el dinero pagandole a la mujer, tomó el broche y lo guardó. Se dió la vuelta para continuar su camino pero Marina lo detuvo.

—Jovencito, estoy segura que en casa tu hermosa novia o esposa estará gustosa con el regalo. ¡Cuidalo por favor!

Al escuchar lo dicho por la mujer, le regalo una sonrisa ladina y respondió:

—Eso haré.

.
.
.
.

El moreno mientras seguía montando a caballo, recodaba aquella escena en donde había adquirido el prendedor. Gustoso estaba en volver a ver a la pelinegra y darselo apropiadamente declarando sus sentimientos, dejando a un lado el orgullo y la inutilidad de poder expresar sus sentimientos. Caso omiso hizo a las advertencias de Tamayo, si Muzan no aceptaba, no tenía más de otra que llevarse a Shinobu a su aldea.... o al menos eso pensaba.

A lo lejos podía divisar la entrada de la finca Mariposa, el corazón se hacía pequeño al saber que ella estaría ahí esperandolo y tener una charla pendiente que si no hubiese sido por Tanjiro o la misma Tamayo, los dos podrían haber hablado sin interrupciones.

Pasando por varias ramas de los frondosos arboles, el puente empedrado y el pequeño estanque que daba a la entrada, por fin pudieron llegar. Vio al pequeño Tokito vigilando la entrada hasta que finalmente se detuvo.

—Bienvenidos- exclamó Tokito.

—Gracias, Tokito podrías ayudar a la señora Tamayo llevando las telas, yo iré al establo a llevar a los caballos. Necesitan descansar.

—Entendido. El pequeño entró al carruaje y cuando estaba a punto de ayudarla a bajar, sintió como alguien lo empujo.

—Quítate, el único que puede tocar a la señora Tamayo soy yo.

—¡Yushiro! Pero y tus heridas. Replicó Tamayo sorprendida.

—¡Idiota! Se quejaba el pequeño Tokito quién quedó tirado en el piso tras el empuje de Yushiro.

—Ya- ya se encuentran bien Tamayo san. Y cierra la boca Yukito, a ti nadie te habló.

A regañadientes, ambos jovenes llevaron las telas a la casa junto con Tamayo quién antes de irse con ellos se dirigió a Giyu.

— Giyu san, por favor piensa bien en lo que te dije.

Tomioka no dijo nada, tomo las riendas del carruaje y fue directo al establo. Dejó a los caballos en la cabaña, les dio agua y comida y estos como muestra de agradecimiento, lamieron su manos.

—Buenos chicos, dijo mientras los acariciaba. De pronto un olor no muy apetecible surgía de su cuerpo. Necesitaba refrescarse despues de su largo viaje. Suspiró un poco, y hablando consigo mismo respondio:

—ahgg...¡Estoy demasiado exhausto! necesito bañarme enseguida pero no quiero entrar apestoso a sudor a la casa.

Se despidio una vez más de los caballos,  y cuando estaba a punto de irse, el trío de lolis lo habían estado observando.

—Bienvenido a casa, exclamaron al unisono.

—Gracias, niñas.

—Le diremos a Shinobu sama que ya estas aquí, Giyu chan.

—No... noo... por favor Nao, no lo hagas. Mejor podrías traerme una toalla y muda de ropa, iré a bañarme al río pero no quiero que Shinobu me vea hasta estar presentable.

—¡Entendido Giyu chan! Las tres pequeñas se fueron directo a casa a traer lo solicitado por el moreno.

Mientras tanto Daki había estado hechada en su habitación, ni si quiera se había tomado la molestia de ayudar a preparar el desayuno. Solo se preocupaba por lucir jodidamente bien. Necesitaba algo de acción, ya que aburrida estaba desde que llegó aún así, todavía se encontraba a la expectativa de la fiesta familiar, misma a realizarse en tan solo unos días.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando al otro lado de la habitación escuchó como un tumulto de ropa se cayó, abrió la puerta encontrandose a sí con las pequeñas, quienes estaban perdidas entre los ropajes.

—¿Chicas? ¿Que les pasó?

—Lo sentimos Daki san, estabamos buscando toallas y ropas para Giyu chan.

—¿Giyu chan?

—Sí, el guardaespaldas de Shinobu sama.

—¿Es guapo?- preguntó la mujer. Ni siquiera prestó atención a la palabra "guardaespaldas" que dijeron las niñas.

—Si es muy lindo, contestaron inocentemente las tres.

—Ay niñas, eran de pedirme ayuda a mí. Tengan llevenle esto.

—Gracias, Daki san.

—Por cierto, ¿dónde esta el joven?

—Está en el establo....pero no le digas nada a Shinobu sama. Nos dijo que se bañaría en el río, quiere estar presentable cuando la vea.

—Ah... ya veo, así que ¿son cercanos eh?. De todas formas, no se preocupen, no le diré nada a Kochou. Vayan a de una vez a darle lo que necesita.

—¡Si, Daki san!

La escandalosa mujer aprovechó la ingenuidad de las pequeñas y sigilosamente, fue tras ellas a comprobar si en realidad el hombre del que hablaban, era apuesto.

Se escondió tras la puerta del establo y vio como Giyu aceptaba las cosas amablemente. Las chicas se fueron del lugar de inmediato mientras que Daki continuaba oculta.

Extasiada lo veía, aquella piel bronceada, cabellos negros y orbes profundamente azules fijó su atención.

—Este hombre.... es realmente apuesto, dijo al verlo. Y ¿si yo también voy al río a bañarme? Esto sería un deleite para mí.




Continuará...
Nota: las lolis le dicen de cariño Giyu chan ya que este alguna vez les había ayudado a poner un nido de pajaró  que se cayó al suelo. Al principio no le gustó pero al final, terminó aceptandolo.
Lo prometido es deuda como suelo decir. Subiré los cap más.
Espero que disfruten ❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro