Por él;
Honestamente, no sé con certeza si en algún momento me arrepentiré de hablar sobre este tema; lo veo poco probable, ya que es algo que quiero hacer, y que no me avergüenza en lo absoluto. No voy a presentarlo como la típica historia de amor donde la protagonista no creía en el amor, ni en los cuentos de hadas, porque sé que no hay necesidad de apresurarse: sé que todos en algún momento conoceremos a alguien que nos enseñe a mostrar nuestro lado más vulnerable, no sólo con esa persona, sino con los demás: tal vez incluso, esa persona llegue a amarte cuando nadie más lo hizo, incluso cuando ni tú mismo lo hacías. No te odies a ti mismo por creerte incapaz de recibir amor.
Lo cierto es, que adoro recordar el día en el que nos conocimos y la primera impresión que causó dentro de mí, la cual estuvo lejos de ser un amor a primera vista; no lo digo porque me pareció poco agraciado, lo digo porque ni siquiera estaba consciente del gran impacto que él tendría dentro de mi vida tiempo después. No estaba consciente de que terminaría encantándome cada pequeño detalle que lo conformara. No estaba consciente de que me hiciera y me haga sentir tanto que aunque en su momento llegó a confundirme mucho, ahora es una de las principales razones del por qué quiero quedarme con él; las palabras no me alcanzan para describir todo lo que siento: es sobre una cantidad de la que no puedes explicar, pero no tienes que hacerlo porque esa persona se siente de la misma manera que tú.
Él lucía tan pequeño; tan frágil, tan inadecuado; cuando un amigo me preguntó si él era ❝mi tipo de chico ideal❞, no lo dudé y respondí con un franco ❝no❞. En este tiempo yo tenía a alguien más dentro de mi cabeza; me gustaría decir que dentro de mi corazón también, pero no era así, porque dejé de sentir en algún momento. Mi manera de ser, y de comportarme era completamente distinta a la de hoy en día; me tomaba las situaciones más a la ligera, y solía bromear sobre todo y todos. También mi humor era distinto: era pesado, y solía enojarme cuando me contradecían. Tenía el ego muy alto, o al menos, solía creer que así era; viviendo en un engaño para protegerme a mí misma lastimaba a los demás, era algo cotidiano. La segunda vez que volvimos a cruzar palabras, aunque esta vez solo hice una pregunta criticando su vestimenta de manera indirecta; él sólo rodó los ojos, y yo inconscientemente me reí y seguí mi camino, restándole importancia a un futuro encuentro indirecto. Pero fue hasta la tercera vez donde nos conocimos, y donde ambos supimos que si hablábamos, nos llevaríamos muy bien; así fue, ése día las ganas de conocerlo se hicieron presente porque supe que seríamos buenos amigos, y la curiosidad de saber qué era lo que quería; lo que necesitaba, conocer sus secretos; sus fantasías, lo que odiaba, lo que le gustaba, las razones del por qué no dormía, también se hizo presente.
Conforme íbamos conociéndonos, fui apreciando cada momento con él, a tal punto de comenzar a desarrollar sentimientos románticos hacia él. Lo único que comencé a querer fue guardarle un lugar dentro de mi corazón; y me regañé por eso, ¿tal vez algo tan bonito acabaría de una manera tan fea? Los sentimientos son fatales; más cuando no sabemos cómo controlarlos. Enamorados suicidas, amistades rotas, son temas popularmente comercializados y relacionados al amor que me aterraban y me carcomían la cabeza noche tras noche. Tuvimos muchas discusiones; nos distanciamos, pero todo ocurrió para darnos cuenta de lo mucho que realmente nos queríamos, y necesitábamos. Mi mayor miedo era que se confundiera; que él creyera sentir algo que no sentía por mí para no lastimarme, para no alejarme más, porque me quiere, aunque quién iba a saber si de la misma manera en la que yo. No quería que fuéramos amigos y que a veces nos confundiéramos; yo me encontraba queriéndolo siempre, y procurando que se encontrara bien, incluso cuando nos volvimos temporalmente ajenos. Ahora no está confundido, y me reconforta saber eso; nunca tuve miedo de no ser correspondida, porque lo quiero: voy completamente en serio cuando digo esto y quiero que sea feliz aunque no sea conmigo. No elegí quererlo, y supe que lo hacía cuando es el por qué sonrío cuando no hay razón; porque cuando las cosas se empiezan a poner mal, lo único que quiero es correr a sus brazos, y esto es una clase de deseo que nunca había sentido antes.
En un día cansado, simplemente ya me encontraba pensando en él. Todo en él es bonito, aunque sea terco, aferrado y tenga actitud de niño en ciertas ocasiones, su carácter sigue pareciéndome bonito. Y qué puedo decir sobre lo que me transmite; es un muchacho muy lindo, una persona increíblemente bonita, lo quiero muchísimo, muchísimo más de lo que alguna vez creí poder llegar a sentir por alguien.
Me frustra no encontrar las palabras correctas para describirle todo lo que me hace sentir. No puedo prometerle que no le haré daño, pero prometo intentar no hacerlo. No sé qué suceda con nosotros en el futuro; estoy consciente que quizás no seamos el 'amor de nuestra vida' del uno al otro, pero estoy segura de que quiero seguir viendo sus ojos y su sonrisa; escuchar su voz; platicar; molestarlo; darle besitos y hacer idioteces por muchísimo más tiempo. Puedo decir que sus abrazos me hacen sentir en casa, y sus ojos, querer permanecer ahí, con él, de por vida; sea lo que sea que un "para siempre" signifique, quiero eso con él, para bien o para mal, en cualquier estación del año,
Algo como un futuro ordinario no existe; todo está cambiando en cuestión de segundos, y es difícil predecir que sucederá con nosotros el día de mañana, pero aún sabiendo esto, quiero permanecer con él. No quiero soltar su mano; no voy a dejar que se aparte de mi vista como una lágrima dentro de lluvia hasta que ambos podamos estar bien el uno sin el otro; y para ser sincera, esta incertidumbre me gusta mucho. No quiero que nos convirtamos en un recuerdo, y tener que dibujar una sonrisa falsa en mi rostro al escuchar su nombre; lo quiero aquí, conmigo hasta el día en el que perdamos la esperanza y no logremos recuperarla.
Y aún tengo una larga lista de cosas por decir, pero la dejo en que nunca deja de sorprenderme. No sé qué es lo que hago, pero lo quiero, y eso es importante para mí, quererlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro