Narrado por Natalie

—¿Ya está todo?

—Sí Nat, deberías de relajarte —me dice Oliver, mi rey del baile de graduación.

—¡Perfecto!

Era la última fiesta de Halloween que daría antes de partir a la universidad, debía ser más que perfecta y sería algo que siempre recordarían.

Había estado esperando durante años el día de la graduación, el día en que me coronaría reina de generación, el día en que diría adiós a este suburbio que odiaba por los malos ratos que me había hecho vivir, el día en que simple y sencillamente sería libre de rehacer mi vida en otro lado junto a otras personas.

Y ahora solo era cuestión de horas para irme de aquí.

Mi legado de abeja reina había pasado a manos de Tiffany, la nueva líder de porristas, mi subordinada favorita de estos tres años en la preparatoria. La había educado para que todos la idolatraran, que se diera a respetar y para que dejara huella por generaciones. Uno de mis proyectos favoritos.

Observaba a todos decorar la casa, dejándola impecable y que realmente estuviera acorde a la temática de Halloween. Bebidas comenzaban a traer todos, frituras vaciaban en tazones. Vasos rojos se apilaban en la cocina a lado del refrigerador, cervezas eran ingresadas al congelador.

—¿De qué te vas a disfrazar Nat? —me pregunta una chica que jamás había visto.

—Es obvio que hoy seré una porrista, es la última vez que portaré el uniforme.

La chica me sonríe, se retira hacia la sala con adornos en la mano. No me había portado groseramente, simplemente le respondí. Doy media vuelta y subo a la habitación que se me había asignado para empezar a transformarme en una sexy porrista.

Narrado por Delilah.

—Es hora de ir por nuestros disfraces.

Salgo de casa en compañía de Violet para ir por Tania y así dirigirnos al centro comercial en busca de los disfraces. La hora se acercaba más, a pesar de que ya sabíamos lo que compraríamos tardaríamos horas en vernos perfectas.

Llegamos y toco el timbre. Tania aparece en cuestión de segundos, pareciera que ya estaba esperando a que llegáramos. No se encontraba sola, estaba junto a Danny.

—Miren quién está aquí —digo al cruzar la entrada de la casa.

—Yo ya me iba Delilah, que se diviertan en el centro comercial —dice Danny. Me detengo cerca de la puerta y le obstruyo el paso.

—No tan rápido. Tú nos acompañaras para decirnos qué tal nos vemos con los disfraces.

—¡Delilah! ¡No! ¿Por qué siempre me incluyes en actividades que son de ustedes?

—Porque eres el único que no nos juzga. Y siempre has estado para cada una de nosotras. Sabes que Barrie es muy graciosito, Max es su compinche así que queda fuera automáticamente y Bryan... tú más que nadie lo conoce. No estaría aquí.

—Está bien, solo porque son ustedes iré.

—¿Y Caroline? —pregunta Tania.

—Caroline decidió retirarse del club de las cuatro por hoy —digo mientras camino hacia a la entrada nuevamente—, irá vestida como Marilyn Monroe y Chistopher será Elvis Presley.

—Ya lo veía venir, era obvio que iría vestida como alguien más.

—Como sea, nosotras no abandonaremos mi idea.

—¿Ya nos podemos ir chicas? —dice Danny con cara de aburrimiento.

—Quita esa cara Danny, te aseguro que te vas a divertir.

—Siempre es divertido salir con ustedes, ¿no ves mi cara de emoción? —finge una expresión y lo golpeo en el brazo. Se ríe pidiendo disculpas agregando que realmente se alegraba de convivir con nosotras.

Salimos de la casa de Tania, caminamos hacia su cochera donde se encuentra la camioneta que le habían regalado este año por su cumpleaños. Esta vez voy al frente junto a ella, arranca y salimos hacia nuestro destino.

Le digo que encienda la radio y suena The Sweet Escape de Gwen Stefani. Ambas nos ponemos a cantar mientas que Violet y Danny nos observan como si estuviéramos locas. El ritmo de esa canción es realmente buena y nos movemos al ritmo de ella. Las carcajadas empiezan a llenar el ambiente, disfrutaba estos momentos junto a ellos.

Llegamos al aparcamiento, tomamos el ticket de entrada y se estaciona cerca del acceso al centro comercial. Bajamos y caminamos directo a la tienda de disfraces.

Pedimos los atuendos de cada una: Violet de una gatita, Tania de una abejita y finalmente yo, una conejita. Le pregunto a Danny de qué se disfrazara y responde que de zombie. Le hago una cara de desaprobación, le doy un traje de jugador de fútbol americano. Entra a los vestidores y minutos después sale, las tres aplaudimos porque realmente se ve bien.

Cuando tenemos cada uno su atuendo perdemos el tiempo probándonos otros, comenzamos una gala de disfraces al ritmo de I love it de Icona Pop, canción que suena en el momento indicado. Reímos por las vestimentas que se nos hacen graciosas portarlas, otras las halagamos pensando en si cambiarlas o no. Finalmente Violet decide elegir un traje de diabla y Tania uno de bruja, dejándome sola con la idea original.

Malditas.

Narrado por Bryan

—¿No se supone irías con las demás a comprar su disfraz Caroline?

—Tú lo has dicho, iría. Lo que pasa es que quedé con Christopher de ir disfrazados como pareja, y le dije a Delilah cómo estaba la situación.

—Mientras no se haya puesto loca como casi siempre...

—No, dijo que lo entendía.

—Y bueno, ¿para qué pediste que viniera?

—Para no estar sola, en lo que llega Christopher.

—¿Es en serio Caroline? Todavía tengo que ir a disfrazarme.

—Yo también tengo que hacerlo.

—Pero tú estás en tu casa...

—¡Osh! No te enojes, mejor deja subo a vestirme y así me das tu opinión de cómo me veo.

—Está bien Caroline —respondo a regañadientes.

Veo a Caroline subir a su habitación, me quedo en el sofá viendo hacia su ventana. Volteó hacia la cocina pensando en si ir por algo de comer porque mis tripas gruñen. Decido que es necesario tener algo en mi cuerpo. Me levanto dirigiéndome directamente al refrigerador, al abrirlo solo veo los ingredientes necesarios para hacer un sándwich. Una vez que lo preparo salgo de la cocina y al llegar saltó del susto que termino tirando mi alimento.

—¡Christopher! Eres un hijo de...

—Tranquilo. No abrió nadie y decidí entrar con su llave de repuesto.

—Está bien, pero hiciste que mi sándwich tuviera una gran caída.

—Lo siento viejo. Vamos a preparar otro.

Al verlo disfrazado de Elvis Presley dedujo que Caroline se vestirá de Marilyn Monroe. Nada mal para ser su segundo Halloween juntos, el pasado fueron Barbie y Ken.

Una vez que cada quien se prepara algo para comer salimos a la sala y Caroline baja abrazando a Christopher. Me siento en la sala a comer y al finalizar me despido de ambos diciéndoles que los miraba más al rato en casa de Danny.

Sigan leyendo y descubrirán muy pronto el suceso que se conecta con la línea actual de la historia. eue