Especial Halloween Parte I
Narrado por Danny.
Veo el reloj, me doy cuenta de que ya es tarde. Se supone que Natalie ya debería estar aquí para comenzar a adornar la casa para su estúpida fiesta de Halloween.
Me levanto para asomarme por la ventana y ahí está parada pensando en si dirigirse hacia la entrada o no. Me le quedo viendo fijamente durante unos segundos hasta que da el primer paso. Me preparo para escuchar el timbre y bajar a abrirle.
¡Ding dong!
Bajo tranquilamente, el timbre vuelve a sonar y grito que ya voy. Abro la puerta y un fuerte abrazo recibo. No entiendo por qué fue el abrazo, nos habíamos visto hace unos cuantos días mientras pedía a mis padres el permiso de realizar su fiesta en casa.
—¿Dónde están mis tíos?
—No te hagas tonta, sabes que se iban a ir para dejarte la casa.
—¡Tranquilo! —me dice mientras se va acercando a la cocina y camino detrás de ella. Abre el refrigerador y saca una jarra con jugo.
—¿Y bien? ¿En qué quieres que te ayude? —pregunto.
—Tú no te preocupes que todo está fríamente calculado. ¿Acaso no confías en tu prima favorita?
—Eres la única prima que tengo Nat —le digo mientras me pasa un vaso con jugo—, además siempre te creo.
—Más te vale Danny. Por lo tanto deja todo en manos mías que esta casa se convertirá en el mejor escenario de Halloween.
—Está bien, todo tuyo el trabajo.
—Mejor dime, ¿invitaste al susodicho?
—¿De qué hablas? —le respondo nervioso. Giro mi vista hacia otra dirección, pero comienza a reírse mientras me ve sin despegar su mirada de mí.
—Tú sabes a quién me refiero —me dice guiñándome el ojo—, Ryan.
—¡No digas su nombre!
—Eres el primo al que más quiero y te apoyo en todo, así que deberías traerlo a la fiesta para que conozca al Club de los Ocho.
—Deja de llamarnos así Natalie. Y no lo invitaré porque nadie tiene que saber sobre él.
—Como quieras Danny. Iré por unos amigos para que me ayuden, ¿ok? —me dice con su mirada de que trama algo.
—No quiero ninguna sorpresa, ¿entendido?
—Sí Danny, deberías de relajarte o hacer que te relajen —me dice riendo mientras se aleja hacia la puerta. La abre y vuelve a decirme que no me preocupe.
Natalie siempre había sido como una hermana para mí. A pesar de que me llevaba por dos años actuaba como niña pequeña, pero la edad no define la forma en que actúas. Y para ser sincero, era la prima que todos quisieran tener y no por su forma de ser, sino por su físico.
Salgo de la cocina, camino hacia las escaleras y vuelve a sonar el timbre. Doy media vuelta, abro; me encuentro con Barrie y Max. Les digo que pasen y al entrar los veo sus rostros entusiasmados.
—¿Pasa algo? —pregunto clavándoles la mirada.
—¿Ya llegó tu prima la bue...? —Max le da un codazo antes de que termine su pregunta—, me entendiste ¿Cierto?
—Sí Barrie, te entendí. Y respondiendo a tu pregunta: sí, ya llegó.
—¿Dónde está? Dime por favor.
—No seas desesperante Barrie —dice Max mientras ríe.
—Fue por sus amigos para ver cómo decorar la casa. Así que lo siento amigo, pero... tendrás que esperar hasta la noche.
—Te odio Danny. Todos en la preparatoria te envidian, tienes a una prima fabulosa y sabes que lo digo por su cuerpo.
—Lo sé, lo sé —respondo dándome media vuelta caminando hacia la sala de estar.
—Si fuera mi prima no tendría problema en cometer incesto con ella.
Los tres soltamos una carcajada enorme. Barrie tenía ideas un poco extremas, pero no podíamos hacer nada por cambiarlo. Después de no parar de reír por un largo tiempo nos sentamos en el sofá a platicar sobre lo que usaríamos esta noche. Esa era una gran pregunta, ¿de qué nos disfrazaríamos?
No escucho alguna propuesta sobre los disfraces para esta noche. Los tres nos quedamos en un silencio incómodo por un rato. Era una decisión algo difícil, teniendo en cuenta que no era cualquier Halloween, era uno organizado por Natalie. La reina de la preparatoria, que ahora ya graduada quería dejar Stewartville con broche de oro organizando una súper fiesta.
—¿Saben qué? Yo me voy, porque tengo que pensar bien cómo vendré disfrazado —dice Barrie levantándose del sofá—, y si sabes cómo se vestirá tu prima me avisas Danny, por favor. Así vengo con algo similar y se enamorará de mí.
—Anda Barrie, ve a soñar un poco más —le respondo sarcásticamente.
Max también se levanta y se despide de mí dirigiéndose hacia la entrada junto a Barrie. Una vez que están fuera ahora sí subo a mi habitación, llego y me recuesto pensando en Ryan.
No podía invitarlo, no era el momento indicado, ni el lugar indicado. Después hallaría la manera de decirles a todos lo que estaba pasando, igual sé que me apoyarían pero no me sentía cómodo contándoles. Me levanté, tomé las llaves que estaban en mi escritorio y bajé nuevamente a la sala. Dejé una nota para Nat diciéndole que volvía en la noche y que fuera lo que hiciera, cuidara los objetos importantes. Abrí la puerta de la casa y salí.
Caminé sobre la banqueta hasta que me detuve en casa de Tania. Me quedé viendo desde afuera —como Natalie hace unas horas—, y esperé unos segundos hasta que avancé para presionar el timbre. Sus padres abrieron la puerta diciendo que ya iban de salida, pero que Tania se quedaría por el Halloween. Me cedieron el paso y me despedí de ellos dándoles un apretón de manos.
—Como que tus padres salen mucho, ¿no?
—Ya sabes cómo son Danny. Los negocios son negocios y más vale atrapar buenos clientes.
—Eso sí, pero te dejan mucho tiempo sola.
—Ya me acostumbré —me responde con una sonrisa forzada. Camina hacia su sala y toma asiento invitándome a que también lo haga.
—Y bueno... ¿Estás lista para al rato?
—Sí, pero Delilah y sus ideas de disfraces no me parecen.
—¿Qué se le ocurrió? Al menos ya saben qué ponerse, yo sigo sin siquiera tener una vaga idea de qué.
—Ay Danny, ahorita vemos qué hacer contigo —me dice sonriendo—. Delilah tuvo la gran idea de disfrazarnos de unos animales sexys. ¿Te imaginas?
—Delilah tiene buenas ideas, no se verían mal. Y sabes que este tipo de fiestas saca a relucir nuestro lado oscuro —le digo mientras río. Tania también suelta una carcajada.
—Está bien, haré un pequeño sacrificio. Y creo que a Patrick le gustará ver ese lado oscuro.
—Nada perdida, eh.
—Ahora pensemos en un disfraz para ti.
—Es difícil Tania.
—¿Qué te parece de pirata?
—Bryan se vestirá de eso, me lo dijo desde ayer —le respondo desanimado. No se me ocurría un buen vestuario para esta noche y al parecer a Tania tampoco.
—¿Y Barrie? ¿Max?
—Tampoco saben. De hecho estuvieron hace no mucho en mi casa, en especial Barrie que quería ver a Natalie.
—Ese Barrie siempre tan...
—¿Especial? —ambos reímos. Sabíamos que Barrie desde hace tiempo comenzó a alocarse.
Continuamos sentados esperando a ver que se nos ocurría para disfrazarme, pero era inútil.
—¡Lo tengo! Sé un zombie.
—¿Es en serio Tania?
—¡Oh, vamos! Te verías bien Danny.
—Está bien, seré un zombie.
No era tan mala idea, y creo que el propósito de este Halloween era consumir alcohol y no el mostrar el mejor atuendo. Que la mayoría sé que iba por eso, otros cuantos a realizar ciertas cosas una vez que fueran presas del alcohol y finalmente aquellos que solo querían convivir con sus amigos —incluyéndome—, cada quien haría lo que quisiera.
Y en mi casa, mi maldita casa.
Lector/Lectora
Bienvenido@ a este especial de Halloween. (:
Los capítulos irán subiéndose conforme pase el día, al final tendremos cuatro que forman este especial.
Y aprovechando esta área le deseo un feliz cumpleaños a una de las lectoras que se unió a esta aventura y va al corriente con todo.
¡Muchas Felicidades!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro