Capítulo 5: Pulsera
Narrado por Tania.
Había sido extraño el hecho de que el chico de la tienda de accesorios me diera ese regalo. Según yo Patrick ni siquiera estaba en Stewartville, a menos que fuera una sorpresa y se presentara en la noche durante la fiesta, pero ya habíamos terminado hace días. No quise contarle a ninguna de las chicas porque no estaba de humor para recibir sus consejos de "amiga échale ganas" o "te conseguirás a alguien mejor".
Mis padres se habían ido de viaje, por lo que la casa estaba sola para mí. Así que al llegar subí directamente a mi habitación. Al abrir me encontré con mi cama tan cómoda, no quería ir a la fiesta. Solo quería dormir y dormir, pero nos la habían organizado por nuestro cumpleaños. Así que a fuerza debía ir. Me senté en mi cama sacando de mi bolso el pequeño regalo y al abrirlo me encontré con un listón negro. Y una nota debajo de él.
"Necesito hablar contigo. Escogí el listón porque sé que te gustan mucho para recoger tu cabello. Y el negro es porque sabes que es nuestro color."
Definitivamente era Patrick. ¿Qué le diría al verlo? Me recosté en mi cama y me quedé pensando en las posibles opciones, pero estaba tan cansada que terminé por conciliar el sueño que traía.
Narrado por Violet.
—¿Te encuentras bien hija? —me pregunta mi madre.
—Claro que sí mamá. ¿Por qué lo preguntas?
—Te noto algo pensante. ¿Segura que todo está bien?
—Sí mamá, confía en mí.
—Bueno, te creo.
—¿Irás a la fiesta con tus amigos? —interviene mi papá.
—Sí papá, ya les había dicho que iría. Es importante porque es la fiesta anual que nos hacen desde hace cinco años.
—Pero trata de llegar temprano.
—No te preocupes. Danny pasará por mí y también me traerá de regreso, aunque estoy segura de que quién nos terminara trayendo a casa será Bryan.
—Está bien hija.
—Por cierto, te llegó un paquete hace rato —dice mi mamá.
—¿Paquete? ¿Por qué no me dijiste desde que llegué?
—Porque te fuiste directamente a dormir y preferí que descansaras.
—Bueno, muéstrame lo que me llegó.
—Claro hija, ya vuelvo.
Mi mamá salió directo a la cocina y después regreso con una cajita. Me la dio y en la etiqueta para ver de quién provenía, no decía el nombre. De seguro era un regalo de alguna persona que le daba pena hablarme o algún amigo. Subí a mi habitación para poder abrirlo tranquilamente, aunque antes al recibirlo mis padres me miraron con cara de ¡Ábrelo! Y claro que yo no iba a abrirlo frente a ellos. Me senté cerca de mi escritorio y encendí de una vez la computadora. Mientras se prendía, abrí el regalo y me encontré con una hermosa pulsera. Estaba hecha con cristales blancos y al moverla se veía como si fuera un diamante que tenía un brillo intenso.
Al colocarla en mi muñeca derecha no hice caso a lo demás que venía en la cajita, sino fue hasta cuando la tiré por accidente y solo había una etiqueta que decía #2, no entendía que significaba. Pero fuera quien fuera la persona anónima, de verdad me había alegrado muchísimo. La computadora ya estaba encendida así que entré rápidamente a mi Facebook para ver las noticias del día de hoy. No había muchas cosas interesantes, solo un tonto anuncio sobre lo de Malcolm. Diciendo que estaba en búsqueda, pero que Stewartville estaría con seguridad rodeando cualquier punto de acceso. Lo cual me mantenía tranquila, porque de alguna manera sí nos había sorprendido esto y nos sentíamos intimidados. Luego lo de la nota del día de hoy, sin duda había sido todo un incentivo a sentirnos nerviosos.
Sonó mi celular y era un mensaje de Danny diciendo que en dos horas pasaba por mí, por lo que tendría que apurarme rápidamente para irme a la fiesta. Me levanté para buscar algo de ropa y una vez que encontré lo que me iba a poner me dispuse a entrar a darme un baño.
Narrado por Barrie.
El entrenamiento intensivo por parte de Max estaba dando resultados Cada vez me tardaba menos en dar veinticinco vueltas en la alberca. Debía ganar esa competencia costara lo que costara. También sabía que ese día era la obra de teatro de Delilah. A la cual comenzaba a notar algo distante sobre ese tema, pero andaba de pilla con Max. Como si no supiera que no nos damos cuenta de que le gusta, pero evitaba mencionarlo dado a todos estos años de amistad que llevamos.
Llegué a casa lo más rápido que pude porque ya se estaba haciendo tarde y por nada del mundo me perdería de esa fiesta. Era nuestra pre-fiesta anual desde hace cinco años, y claro que habría chicas a las cuales cazar. Entré a mi casa saludando rápidamente a mis padres, pero antes de dar un paso más para subir las escaleras hacia mi habitación me detuvieron.
—¿Qué sucede? —contesto de mala gana.
—¿Por qué tan tarde Barrie? —me dice mi mamá.
—Les dije desde ayer que Max me ayudaría con mi entrenamiento. Recuerden que mi competencia es en dos días.
—Pero podías volver a avisarnos, sabes que estamos con mucho trabajo y nos despistamos.
—Perdón mamá, prometo avisarles a partir de ahora.
Mi madre se acercó a mí dándome un beso en la mejilla. Ahora sí salí disparado hacia mi cuarto, llegué quitándome rápidamente la ropa hasta quedarme en puro bóxer. Lo hacía a propósito para que mi vecina volteara a ver. Qué suerte tenía que nuestras habitaciones quedaban conjuntas. Y tal cual como lo había imaginado ella se encontraba ahí viéndome fijamente, y entonces para ponerle más calor a la situación comencé a bailar frente a mi espejo alborotando mi cabello y haciendo que mis músculos se pusieran tensos. Posteriormente comencé a bajarme el bóxer lentamente lo que provocó que ella se volteara. Reí y me metí a la ducha.
Terminé de bañarme y salí rápidamente para vestirme. Una vez que ya estuve listo solo me puse loción para oler rico y salí disparado hacia la planta baja para despedirme de mis padres. Llegué y les dije que ya me iría porque tenía que pasar por unas bebidas, lo cual me quitaría tiempo en lo que iba hasta el centro comercial. Ambos asintieron diciéndome que me cuidara y que me divirtiera. Les deseé una buena noche y salí de mi casa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro