Narrado por Caroline.

Fui cobrando conciencia después del golpe que recibí.

Recordé lo que había pasado, Christopher era la persona que nos estaba asechando.

El dolor en mi pecho ya no se sentía tanto, el cuchillo no había atravesado tanto como para ocasionarme una herida de gravedad. Traté de moverme, pero mis manos estaban atadas a la cama.

Volteé a mis lados y reconocí la habitación en seguida. Estaba en casa de Tania, en su recámara.

Seguí forzando mis manos para poder romper los nudos que las tenían aprisionadas. Poco a poco fui deslizándolas tratando de no gritar por el dolor que se generaba al rozar mi piel con las sogas. Logré liberar a una y desamarré el nudo de la siguiente.

Me levanté tratando de no hacer ningún tipo de ruido. Avancé hacia la puerta y al cruzarla revisé mis laterales para verificar que nadie estuviera cerca.

Cada rincón que vi estaba completamente oscuro, pero me arme de valor para salir y caminé hacia donde estaban las escaleras para bajar a la sala principal.

Conforme iba avanzando un escalofrío atravesó mi cuerpo. Una sensación que me decía que algo malo iba a pasar en cualquier momento. Me concentré en solo bajar y salir de la casa para buscar ayuda.

Los escalones chirreaban un poco y por más que fuera bajando de puntitas hacía un ruido fuerte. Continúe a mi paso hasta llegar al último escalón. Caminé hacia la entrada y en eso una voz hizo que me paralizara.

—¿Vas a algún lado cariño?

Salí corriendo hacia la puerta, pero él fue más veloz. Logró tomarme con sus brazos y me arrastró de nuevo hacia arriba. Pataleaba para lograr zafarme, pero no servía de nada. Ni siquiera mis gritos lograban salir fuertes para captar la atención de quien fuera.

Llegamos a la habitación de Tania y me aventó sobre la cama. Quise bajarme para correr de nuevo, pero él era más fuerte que lograría aferrarse de nuevo a mí. Me sujetó fuertemente con las sogas que había dejado tiradas y volví a estar aprisionada.

—No te preocupes. En un momento iré por alguien para que te haga compañía —dijo dando media vuelta y cerrando la puerta con llave.

Narrado por Danny.

Mis padres tardarían en llegar. El tráfico estaba a todo lo que daba y solo me quedaba esperar. Dijeron que no me arriesgara quedándome solo y que si era necesario me fuera con alguno de los vecinos.

Decidí quedarme en mi habitación dejando la puerta con seguro y solo esperar a que mis padres llegaran lo más pronto posible.

La sensación de terror al ver el cuerpo de Delilah seguía recorriendo cada centímetro de mi cuerpo. Un escalofrío inmenso sentía al volver a recrear la escena en mi mente. No podía sacarla, ver su cuerpo y luego bajarla para que solo viéramos que ya estaba muerta.

No quería creer que los demás ya estaban muertos, era algo que no podía digerir completamente. Tenía la esperanza de que estuvieran a salvo todos y que...

Las lágrimas comenzaron a caer. Dejé que salieran, que fuera recorriendo mis mejillas.

Desde que éramos unos niños jugábamos en la calle, íbamos al bosque de Stewartville a tener nuestros días de campo en cuanto cumplimos trece años. Y ahora eso se había acabado, ahora cinco ya no pasarían momentos así de increíbles.

El tiempo siguió pasando. Seguí pensando en recuerdos que tenía con todos mientras observaba las estrellas que brillaban en toda mi habitación. Bryan me ayudó desde que éramos pequeños a colocarlas para que cuando estuviera todo oscuro brillaran. Sonríe ante aquel recuerdo.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos en cuanto escuché un ruido que provenía de abajo. Me levanté y tomé un bat de béisbol que tenía cerca, abrí la puerta con el cuidado de no hacer el más mínimo ruido y fui avanzando entre el pasillo lentamente.

Llegué a las escaleras y me asomé para tratar ve visualizar algo, pero había olvidado dejar las lámparas encendidas por lo que todo estaba oscuro. Iba a comenzar a bajar cuando sentí que alguien detrás me empujó haciendo que cayera de las escaleras rodando hasta llegar al suelo y sentir un golpe fuerte en la cabeza dejándome inconsciente.

Narrado por Caroline.

Ya había pasado tiempo desde que Christopher se fue. Tenía miedo de lo que pudiera hacer a continuación. Escuché como azotaron la puerta de la entrada.

Había regresado.

Escuché cómo arrastraba sillas de un lado a otro. Luego comenzaron a sonar los pasos sobre las escaleras hasta que llegó a la puerta y la abrió.

—Hola amor. He llegado y traje a alguien. Te voy a desatar y no quiero que salgas corriendo como loca, ¿entendido?

Asentí y se acercó a mí. Comenzó a desamarrar los nudos que me había puesto tanto en las manos como en los pies. Me jaló del brazo para salir de la habitación y bajamos hacia la sala.

Una vez que llegamos abajo vi que Danny estaba inconsciente atado en una silla. Había otras tres a lado de él y deduje que al menos una era para mí.

—¿Por qué Christopher? ¿Por qué haces esto? —pregunté con los lágrimas en los ojos.

—Eso lo explicaré cuando lleguen los otros dos. Que no creo que tarden tanto, a menos que el tráfico que hay en el centro los entretenga.

— ¿Qué quieres decir con dos?

—¡Oh! Es cierto, tú no estabas. Delilah también está muerta. Te perdiste de su grandiosa entrada.

Las lágrimas comenzaron a correr más sobre mis mejillas. No podía creer lo que estaba sucediendo, seguía sin entenderlo.

Danny comenzó a moverse y en cuanto reaccionó volteó hacia mí. Luego paso su vista hacia Christopher y su reacción fue de sorpresa. No sabía que haría con nosotros, no sabía que nos esperaba a todos.

—¡Hola Danny!

—¿Christopher? —pregunta asombrado.

—Sorpresa.

—¿Qué demonios estás haciendo?

—No quiero entrar en detalles aún. Mejor platiquemos sobre algo un poco más referente a ti.

—¿A mí?

—¿Recuerdas el Halloween del año pasado?

—¿Tú fuiste quien mató a ese chico? —pregunto sorprendida.

—Había una nota clara en el cuerpo, ¿lo recuerdan?

—"Este es solo el principio." —respondió Danny.

—Exacto. Caroline, cariño —tomó aire y continúo con su vista fija en mí—. Eres la más inteligente de los ocho y pensé que al recibir al último esa nota entenderías que hacía referencia a lo del Halloween.

—Quiero que me expliques cómo demonios lo hiciste. Estabas a mi lado en cuanto pasó todo.

—¿Segura que era yo quien estaba a tu lado? Recuerda que ese día bebieron mucho, tal vez te confundiste de persona.

—Recuerdo que...

—Recuerdas lo que tu mente quiere ver —me interrumpe.

—¿Por qué Christopher?

—Bueno, tal vez pueda adelantarles algo.

—Habla ahora —dice Danny con tono molesto.

—Mi padre es Malcolm Stewart.

¡Hola Marcados!

¿Qué tal? ¿Les gustó el capítulo? eue 
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Eso significa algo, y creo que ustedes lo saben bien: alguien más morirá. 

Espero que todos se  encuentren bien. 

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Los sigo esperando en el grupo, ya voy a comenzar a publicar cosillas. eue

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Restan tres capítulos.  
(¿Están listos para el final?)