Fogata con malvaviscos, historias de terror, comida para un batallón, demasiado amor homosexual entre las parejas de la casa.

—Me siento como en un reality de "The L world" —dice el imbécil del novio de Matilde.

—Oye, eslabón perdido —llama su atención Hope—, si no te gusta, te largas ¿okay?

—Oye ¿Qué te pasa?

—Andas haciendo comentarios estúpidos ¿No te das cuentas que ellas son nuestras, madres, tías y abuelas? —él se queda callado— Si vas a soltar un comentario idiota sobre la homosexualidad que te rodea, piénsalo 80 veces ¿capicci?

—¿Qué pasa? —pregunta Valentín llegando a ellos al observar a su hermanita con una clara pose de ataque.

—Nada —el chico se retira.

—Hope —la toma del brazo antes de que ella se aparte— ¿Qué pasa? no lo has dejado en paz desde que llegaron.

—Es un imbécil, dijo que se siente como en un reality de "The L world"

—¿Qué te molesta? Hemos lidiado con esto y lidiaremos con esto de por vida —ella exhala enojada— ¿O es algo más? —Ella se tensa. Alma claramente ya ha hablado con su hermano, pero no quieren presionar a su hermanita es la más parecida a su mamá y en cuanto se siente presionada o amenazada se cierra—. Tal vez estás canalizando tu enojo por todo lo que pasó este año —intenta desviar la conversación sabe que ella no está lista.

—Sí, tal vez es por eso. Iré a dar una vuelta... sola. Necesito despejarme, estaré aquí antes a la hora del almuerzo, me llevo mi teléfono.

—No te alejes mucho que no tendrás señal.

Hope suspira y comienza a caminar, llega a la cascada donde no hay nadie o eso cree ella, se saca la ropa mirando hacia todos lados y se sumerge en el agua, luego sale y se sienta en la orilla sobre una roca mientras ve el agua caer, suspira y comienza a sentir dolor en su rodilla justo donde tuvo la operación, se masajea la zona hasta que otras manos ocupan el lugar de las suyas y alzar la mirada ahí están esos ojos verdes.

—¿Te duele mucho? —le pregunta Matilde masajeando y ella sin saber el porque sus manos calman su dolor.

—Sí —responde si dejar de verla mientras nota que su respiración se torna irónicamente más tranquila con ella cerca— ¿De dónde saliste?

—Estaba leyendo por aquí cerca —dice restándole importancia—. Dime cuando quieres que pare.

—Ya estoy mejor, gracias —la castaña asiente y se sienta a su lado, una brisa le mueve el cabello y Hope se obliga a apartar la mirada—. Por favor no les digas —Matilde a su lado la mira—, a mis madres esto —señala su rodilla.

—¿Siempre te duele así?

—Solo... a veces.

—¿Tienes calmantes?

—Sí, en la cabaña, pero trato de no usarlos.

—¿Por qué? Si te duele deberías tomar.

—No quiero terminar como el Dr. House —Matilde ríe— ¿Te ríes de mí?

Entonces Hope le comienza a hacer cosquillas y termina encima de ella, quedando ambas mirándose a los ojos . Llevan 3 días mirándose de vez en cuando, compartiendo sonrisas, y algunas expresiones sin siquiera mediar palabra, al parecer Hope descubrió que tiene muchas cosas en común con la rara Matilde, que comparten el interés y la cultura literaria y que pueden hablar de horas sobre literatura y no aburrirse. 

Matilde eleva la mano y corre el cabello que le tapa el rostro a Hope que por un momento cierra los ojos, sonríe ante su tacto y vuelve a mirarla, la de ojos verdes se eleva un poco dando el primer paso y Hope termina de unir sus labios a los de ella, se separa y la observa con los ojos muy abiertos, pero Matilde no le da tiempo le vuelve a traer hacía a ella y vuelve a besarla, esta vez se deja llevar y prueba pidiéndole permiso con su lengua, a lo que la otra accede, el beso al inicio es algo torpe y se nota la falta de experiencia de Hope, no es que Matilde sea una experta, pero definitivamente ya ha besado antes.

—Espera —le dice Hope apartándose luego de un momento apoyando su frente en la suya—, estás, estás de novia.

—Olvídate de él, al volver será mi ex —intenta besarla de nuevo.

—No, yo no puedo, no si sigues teniendo novio.

—Lo terminaré ahora si eso quieres —el teléfono de Hope suena con un mensaje.

—Debemos regresar, ya está la comida.

Caminan lado a lado en silencio hasta la cabaña, no se miran ni vuelven a hablarse en el trayecto, aunque Hope roza su mano y Matilde se pega más a ella entrelazando sus meñiques hasta ver la cabaña y soltarse separándose un poco. Pero la prueba llegaría en la noche y también el momento de hablar.

—Ashton, tenemos que hablar luego —le susurra Matilde al oído mirando a Hope.

Ninguna entiende bien que le pasa con la otra, se conocen desde hace años, prácticamente han crecido juntas y ahora recién parecen haber notado la presencia de la otra, lo bien que se llevan y los intereses comunes que comparten, la diferencia de edad de 3 casi cuatro años no se nota, pero Hope si se percata de eso, quizás en un futuro no sea tan evidente, pero ahora si lo es, y cree que quizás haberla besado, aunque fue el primer beso más maravilloso con el que había soñado, ha sido un error. 

Hope piensa que algo entre ellas podría ser complicado para toda la familia y más porque se conocen desde hace tantos años, porque ella está en la universidad ahora y esto solo complicaría las cosas ¿Qué puede tener con una niña de 15 casi 16 años? ¿Una relación? es impensable. Lo mejor será hacer como que nada ha pasado y no volver a tocar el tema o volver a besarla.

Luego de almorzar Ashton, toma furioso sus cosas y le pide a sus exes suegras ir a dejarlo a una parada de autobús para volverse a casa, no es el mejor manejando el rechazo. Matilde entra seria y como suele ser de callada no dice nada, no da explicaciones, aunque Bianca intenta saber, ella mira a Hope y no dice nada, tampoco sabe que decir "Lo dejé porque me gusta alguien más con heterocromía, pero no es tu novio, es su hermana" piensa Matilde y solo se limita a decir que se dio cuenta de que es un idiota y no quería seguir con él, su hermano suspira y niega, luego se encoje de hombros y sigue jugando a la play con los demás.

—¿Podemos hablar? —le susurra Matilde a Hope, cuando la encuentra en la habitación que comparten a solas.

—¿De qué?

—Sabes de que.

—Escucha creo que lo mejor es no volver a mencionarlo y no volver a hacerlo —Matilde exhala con una risita irónica.

—Dijiste que no seguirías porque estaba de novia y lo terminé ¿ahora te acobardas?

—No es eso, pero ¿Qué podemos tener nosotras? Estoy en la universidad, tienes casi 16 años y algo entre nosotras perjudicaría las cosas en la familia...

—Eso debiste pensarlo antes de besarnos —llega Alma secándose el cabello saliendo de bañarse y ellas se alejan un poco.

—¿Todo bien chicas? —Matilde asiente y baja, Hope quiere hacer lo mismo, pero su hermana la toma de la muñeca— ¿Algo que quieras contarme?

—No —frunce el ceño.

—¿Segura?

—Sí ¿puedo irme? —la suelta y baja.

Esa tarde noche casi todos van al pueblo a una feria, Olivia y Pauline se quedan con su hija que se siente mal, con un fuerte dolor de estomago, le atribuyen esto a la ruptura con su novio sin imaginar que en realidad se debe a los nervios y el sobre pensar del beso que se dio con la hija de las mujeres que consideran como unas tías. Hope sin poder ser capaz de ignorarla le pide a sus madres que volvían a casa para ayudar con la cena irse con ellas, Alma observa todo y frena a Bianca de irse con su hermana, Matilde y ella se deben una conversación a solas.

—Hola ¿Cómo sigues? —le pregunta sentándose a su espalda, Matilde tomo la cama grande que comparte Hope con su mejor amiga.

—Bien —un retorcijón le llega y ella se levanta corriendo al baño, vuelve y se acuesta otra vez dándole la espalda, pero esta vez al volver Hope está acostada sobre las frazadas en la cama—. Deberías tomar la litera.

—Estoy bien aquí —Matilde blanquea los ojos y se acuesta. Hay un silencio por un momento entre ellas —. Escucha no fue un error, pero lo será si seguimos con esto —susurra para que solo ella escuche volteándose para hablarle a su espalda—, estoy en la universidad, recién comienzo y...

—Solo fue un beso —dice Matilde intentado proteger su corazón del rechazo, de escuchar que le diga que prácticamente es una niña—. Yo no te pedí una relación, ni tampoco...

—Cortaste con tu novio ¿por qué entonces?

—Porque era un idiota, y te dije que iba a cortar con él, solo le adelante la ruptura —Hope suspira, es cierto se lo dijo. Quizás sobre pensó demasiado las cosas—. Al parecer ya decidiste de igual manera por las dos ¿no es así? —voltea a verla—. Hoy es la última noche aquí.

—¿Y qué?

—Si va a ser una despedida, será a la manera de esta mocosa —se acordó de como su mamá le dice a su mami.

Matilde se acerca y atrapa sus labios entre los suyos, Hope intenta resistir y se separa, pero ella vuelve a unir sus labios cuando la necesidad de besar a la más joven es más fuerte que ella, y el beso es pronto necesitado, necesitan hacerse entender la una a la otra que esto no puede seguir, que no puede volver a repetirse, que es un error, una locura y lo único que terminan logrando es grabarse en la mente, cuerpo y labios de la otra, porque esos labios, está despedida y cada una de las sensaciones van a dejar marcado a fuego algo que nadie jamás podrá llenar, aunque se empeñen en volver a sentirlo con otras personas, jamás volverán a sentir algo así, al menos hasta que el destino caprichoso les vuelva a demostrar porque solo son ellas las únicas capaces de llenar ese sentimiento.

Escuchan la risa de Alma en el pasillo y ambas se separan agitadas y con los labios algo hinchados, voltean dándose la espalda con la respiración agitada. Es Alma quien asoma la cabeza a la habitación ve a su hermana con los ojos muy abiertos, los labios algo hinchados y sonríe cerrando la puerta.

—Mamá están dormidas, déjalas descansar, Hope cenó un perrito caliente en la feria no creo que tenga hambre —los pasos se alejan por el pasillo y ellas respiran, Hope sabe que su mamá no es ninguna tonta y se hubiera dado cuenta con solo verla.

Hope se cambia y se mete en la cama dándole la espalda, teme que si voltea a verla caiga en la tentación, pero tampoco quiere estar lejos de ella y no dejaría a su mejor amiga durmiendo al lado de la castaña de ojos verdes la última noche, porque definitivamente quizás sea una de las pocas veces que vuelvan a verse. Ya tapadas Matilde pasa un brazo a su espalda y Hope también, ambas se toman de la mano, un momento de intimidad sutil y sublime solo de ellas dos, una despedida silenciosa, una acuerdo implícito a futuro.