Si el futuro te diera una miradita a el, si te dejara husmear un poquito por esa tabla suelta dónde un hilo de luz te deja ver hacía el otro lado, si te dejara ver las decisiones que tienes que tomar, a quienes perderías, a quiénes ganarías, cómo y cuándo sucederían las cosas. ¿Harías todo de nuevo para estar en el punto que estás hoy?

Si el futuro le hubiera dejado hacer eso a Scarlett ella definitivamente sabe, con absoluta certeza, que pasaría por cada desición de nuevo, con tal de estar al lado de su esposa y sus hijos. Porque acompañado a su futuro el destino sintiendo compasión por ella al quitarle a sus padres y hermanos en un accidente, ideo la forma de reparar el daño y darle una familia propia, unos padres que la amarían incluso más a que así mismos, una esposa que haría todo por verla feliz y unos hijos que definitivamente amarían tenerla cómo mamá.

Con Atenea no fue diferente, aunque ella había sido golpeada y maltratada por las mismas bestias que decían ser sus padres, por su orientación sexual, ella encontró en George a un mejor padre, un amigo y un mentor, que la amo y al que hizo plenamente feliz, hasta el último día de su vida. La mocosa no fue la excepción a esta felicidad, cuándo pensó que no podría amar a nadie más y se había negado al amor y la maternidad luego de su matrimonio fallido, llegó Scarlett, colocando su mundo patas arriba con su cabello negro y ojos azules que siempre a ella le había parecido que podían ver su alma. La convirtió en una mejor persona, una buena esposa y ambas aprendieron a ser unas mejores madres para sus hijos, siempre tratando de apoyarse, incluso cuándo los oleajes de la marea alta de la vida amenazaron con separarlas, y le quitaron a tantos de sus vidas, ellas resistieron la primer tormenta y la segunda vez que la vida movió su bote, se encontraron juntas y fortalecidas para atravesar la crisis y ayudar a su hijo.

—Atenea me dió un calambre, ay, ay, ay quítate que me dió un calambre.

Se sale torpemente de encima de ella, y le soba la pierna, mientras Scarlett se queja y casi llora del dolor hasta que va aflojando.

—¿Estás bien?

—Ya estamos muy viejas para estás cosas, diosa griega.

—Tú estarás vieja.

—Habló el fósil 9 años mayor —le da una nalgada—. Ay esa me las cobro, Antonopoulos.

—Al menos el fósil no tiene calambres.

—Cállate, asalta cunas.

—Mocosa, te estás ganando otra nalgada a pulso.

Se levanta con dificultad, y se coloca de pie mirando abajo a su esposa que levanta del suelo la alfombra de circulos de colores sobre la que estaban practicando para el torneo familiar.

—Bueno. Creo si me la estoy ganando, te daré los números ganadores. Ya que soy una asalta tumbas.

—¡MOCOSA! —Atenea se levanta enojada y la corre por la pequeña casa. La pelinegra queda en una punta y Atenea en la otra con la isla de la cocina en medio—. Ven —su esposa niega con una sonrisa en la cara—, ven mocosa o te irá peor.

—No quiero.

—Scarlett, no te haré nada.

—Eso suena más falso que besito de suegra. Listo, olvidemos todo el asunto de los años y tu edad.

—Me has llamado fósil y asalta cuna, no olvidaré esto tan fácil. Te caerá la furia del Olimpo.

—Atenea no es una diosa vengativa.

—Ja, diselo a Medusa. Mocosa, contaré hasta tres, si vienes en dos, quizás sea algo indulgente con tu castigo. Uno... Dos... —Scarlett se acerca, despacio y en cuánto Atenea la tiene cerca la toma por el brazo y la deja boca abajo con una mano en la espalda sobre el mármol de la isla de la cocina— tres. Bueno al menos en algo eres obediente, aún.

—Dijiste que serías algo indulgente.

—Lo seré, pero no habrá piedad para ti hoy. Mocosa atrevida.

La diosa griega, baja una mano por los muslos de su esposa y se posiciona atrás en medio de ambas piernas para evitar que Scarlett las cierre. Desabotona sus pantalones y los desliza hasta que caen al suelo.

—Amor —en cuánto la palabra sale de su boca, y uno de sus brazos sigue aprisionado por la muñeca en su espalda. Atenea habilidosamente escabulle la mano libre por adelante entre las piernas de Scarlett—. Espera qué haces ¿Aquí?

—¿Acaso te dije que podías hablar? Bastante la has cagado, me provocaste y este es tu castigo.

Su mano, toca la intimidad de su esposa y gracias a Dios que en la casa ahora viven solo ellas, porque Scarlett sin tapujos suelta un gemido bastente fuerte y apoya la frente en el mármol, mientras Atenea sigue en su labor. Trae un poco más atrás el cuerpo de la pelinegra por la cadera, y se pega a ella que cada vez está más mojada en su mano, la de ojos azules intenta sacarse las bragas que estorban y la diosa interrumpe su labor.

—Amor, por favor...

—Vuelves a meter la mano y te dejo con el orgasmo en la puerta —la pelinegra cierra los ojos y sube su mano libre apoyando su frente en ella—. Así me gusta, buena chica.

Primero dos y luego tres los que se meten profundamente en Scarlett, que de manera obediente se entrega a su diosa Olímpica hasta que ella acaba con ella y suelta la mano que tenía a su espalda. Atenea se separa un poco y le da un nalgada dejando su mano marcada, para luego lamer sus dedos y dejarle un beso a Scarlett que aún se está recomponiendo acostada en la isla.

—Te toca limpiar, iré a bañarme, mocosa, te espero en la ducha, para limpiar tu desastre.

Y Scarlett la ve marcharse de a poco deshaciendose de su ropa mientras ella la mira, casi tropezando sin sacarle los ojos de encima y encara detrás de ella.

Si el futuro les hubiera dado un vistazo, definitivamente ellas hubieran tomado las mismas desiciones, con tal de seguir juntas como están hasta ahora. Siguen amándose con locura y eligiendose cada día. Hicieron una vida juntas, una vida que no se arrepienten de haber elegido.

Pero aún quedan cosas por pasar, algunas pérdidas, y bienvenidas. En este tiempo ha pasado mucho y cómo la vida misma ellas han sobrevivido a todo apoyándose.

Vamos por la última parte de esta saga, de cuatro tomos de la favorita. No tenía pensado hacer un segundo libro, menos que menos 3 más de ellas dos, pero como aman este ship y como este servicio al lector les cumple los caprichos, aquí estamos con el último tomo. Espero que les guste y poder darle una cierre adecuado a la historia y la saga.

Desde ya gracias por acompañarme a mí y ellas en esta aventura y sus historias. Les agradezco desde el fondo de mi corazoncito todo el apoyo.